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15 de julio de2011 – TO – VIERNES DE LA SEMANA XV – Lectio Divina

El Hijo del hombre es dueño del sábado

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 12, 1-8 .

Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas.
Al ver esto, los fariseos le dijeron: «Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado».
Pero Él les respondió: «¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes?
¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta?
Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo. Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado.» .
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Lo que los discípulos hicieron, arrancar espigas en campo ajeno cuando tuvieron hambre, era una práctica habitual. Es más, estaba previsto en la Ley: “Si pasas por los sembrados maduros de tu prójimo, podrás arrancar espigas con la mano, pero no aplicarás la hoz” (Dt. 23.26). De manera que la acción en sí, no podía ser censurada desde lo teológico-ritual ni desde los usos y costumbres.
Sin embargo, lo que provocó la inmediata reacción de los fariseos, fue que estaban realizando esto en día sábado. Por ello, en su interpretación fundamentalista y legalista de la Ley Mosaica, violaban la observancia del Día de reposo. Los fariseos, entonces cargan duramente contra Jesús como responsable intelectual del grave pecado: “Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado”.
Jesús decide rebatir primero la teología de sus “jueces”. Les presenta dos ejemplos bíblicos que tienen una exégesis simple.
Primero un ejemplo del mismísimo rey David: “¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes?”.
Cada día de reposo se cambiaba este pan por panes frescos. Los panes añejos los comían los sacerdotes (Ex. 25.30; 1 S. 21.6). La regla era que este pan “santo” era para “Aarón y sus hijos”, esto es, para el sacerdocio, y definitivamente no para cualquier persona (Lv. 24.9). Sin embargo, cuando Ahimelec ejercía sus funciones en los días del sumo sacerdote Abiatar (1 S.21.1-6; Mr.2.26) y comprendió que David y sus hombres tenían hambre, y se convenció que el hombre a quien Dios había ungido para ser rey de Israel (1 S. 16.12, 13) había emprendido una misión sagrada (1 S. 21.5), le dio el pan necesitado por este futuro rey y por su séquito. David, habiendo entrado en “la casa de Dios”, esto es en el tabernáculo en Nob (1 S. 21.1; 22.9) comió este pan. La aptitud de esta referencia histórica se ve mucho más claramente cuando se considera el hecho de que aquí se traza un paralelo entre David y sus seguidores por un lado y Jesús y sus discípulos por el otro. Aunque por supuesto, durante la antigua dispensación las leyes ceremoniales fueron instituidas para ser obedecidas, habría sido difícil probar que aun entones una ley superior – en este caso el principio de que la vida y la salud humanas deben ser preservadas (Ex. 20,13; Mt. 22.39b; 1 Co. 6.19) – no podría, bajo ciertas circunstancias, invalidar o por lo menos modificar una ordenanza de menor importancia. Con mayor razón había buenos motivos en el caso de Jesús y sus discípulos para poner de lado una regla acerca del día de reposo que era puramente rabínica, una observancia que estaba fundada en nada más sólido que una mala interpretación y una mala aplicación de la santa ley de Dios.
El segundo ejemplo es el siguiente: “¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta?”. En el día de reposo los sacerdotes estaban muy ocupados (Lv. 24.8,9; Nm. 28.9,10; 1 Cr.9.32; 23:31; 2Cr.8.12-14; 23.4; 31.2-3), todo esto a pesar del mandamiento acerca del día de reposo que se encuentra en Ex. 20.8-11; Dt. 5.12-15. Lo que ocurre en tal caso es que una ley superior, que exige que se haga todo lo necesario para posibilitar que el pueblo rinda culto a Dios, modifica y restringe la interpretación demasiado literal de la regla acerca del reposo sabático. El problema de los fariseos cuando culpaban de alguna falta a Jesús y a sus discípulos era que no solamente ponían la tradición rabínica a un mismo nivel de la ley escrita de Dios, lo cual frecuentemente en la práctica equivalía a ponerla por sobre ella, sino que además de esto atribuían un valor casi absoluto a tradiciones específicas.
Luego Jesús hace una hermenéutica comparativa clara de las verdades fundamentales de las Escrituras: “Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes.”. Eso era precisamente el problema de los fariseos, carecían de misericordia. Por lo tanto, el hambre que acosaba a los discípulos de Jesús no pudo encender en los corazones de estos críticos sentimiento alguno de piedad. En cambio sí les movía a la condena fácil e inmisericorde.
Finalmente Jesús confronta a los fariseos con dos afirmaciones sorprendentes sobre su propia persona. “Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo” y “Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado” ..
En la primera afirmación, si aún un templo terrenal, que sólo era un tipo, exigía la modificación del cuarto mandamiento, literalmente interpretado, ¿no tendría derecho su anti-tipo muy superior, a saber, Jesucristo, quien estaba dirigiéndose a los fariseos aquí y ahora, de hacer una demanda similar?
La segunda afirmación tiene como antecedente que si Jesús acababa de declarar inocentes a sus discípulos, sin duda ellos no tenían culpa con respecto a la acusación planteada en su contra por los fariseos, cosa que su Señor permitía. Ellos estaban reconociendo su señorío en vez del señorío de los fariseos y sus tradiciones que con frecuencia eran una necedad. Jesús toma para sí ese reconocimiento que le pertenece de manera única en su calidad filial de Hijo de Dios.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuál es el valor que le da Jesús a las Escrituras en su debate con los fariseos?
 ¿Utiliza Jesús una hermenéutica literalista o contextual de la Biblia?
 ¿Por qué Jesús se pone como ejemplo en su argumentación?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cuáles son mis prioridades en el cumplimiento de los mandatos de Dios?
 ¿Tengo una visión crítica y literalista de las Escrituras, especialmente hacia otros?
 ¿Qué significa hoy para mí la afirmación “Yo quiero misericordia y no sacrificios”?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que sos el dueño del día de reposo y la llave hermenéutica para comprender las Escrituras, auxíliame diariamente a vivirla e interpretar el sentido profundo de ellas. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de “introducirme” en el jugoso debate que se produce entre Jesús y los fariseos, tratando de discernir las verdaderas intenciones de éstos y las profundas verdades enseñadas por Jesús sobre la Biblia.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera leeré el texto bíblico?
 ¿Miraré su aplicación a mi persona o me centraré en lo que otros hacen o dejan de hacer?
 ¿Cómo aplicaré de manera práctica la prioridad de los actos de misericordia?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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14 de julio de 2011- TO – JUEVES DE LA SEMANA XV – Ciclo A

Soy paciente y humilde de corazón

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías 26, 7-9. 12. 16-19

La senda del justo es recta, tú allanas el sendero del justo. Sí, en la senda trazada por tus juicios, esperamos en ti, Señor: tu Nombre y tu recuerdo son el deseo de nuestra alma.
Mi alma te desea por la noche, y mi espíritu te busca de madrugada, porque cuando tus juicios se ejercen sobre la tierra, los habitantes del mundo aprenden la justicia.
Señor, tú nos aseguras la paz, porque eres tú el que realiza por nosotros todo lo que nosotros hacemos. En medio de la angustia, Señor, acudimos a ti, clamamos en la opresión, cuando nos golpeaba tu castigo.
Como la mujer embarazada, que está por dar a luz, se retuerce y da gritos de dolor, así éramos nosotros delante de ti, Señor. Hemos concebido, nos hemos retorcido, y no dimos a luz más que viento. ¡No hemos traído la salvación a la tierra, no le nacieron habitantes al mundo!
Pero tus muertos revivirán, se levantarás sus cadáveres. ¡Despierten y griten de alegría los que yacen en el polvo! Porque tu rocío es un rocío de luz, y la tierra dará vida a las Sombras.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 101, 13-14b y 15. 16-18. 19-21 (R.: 20b)
R. El Señor miró la tierra desde el cielo.

Tú, Señor, reinas para siempre,
y tu Nombre permanece eternamente.
Tú te levantarás, te compadecerás de Sión,
porque ya es hora de tenerle piedad,
tus servidores sienten amor por esas piedras
y se compadecen de esas ruinas. R.

Las naciones temerán tu Nombre, Señor,
y los reyes de la tierra se rendirán ante tu gloria:
cuando el Señor reedifique a Sión
y aparezca glorioso en medio de ella;
cuando acepte la oración del desvalido
y no desprecie su plegaria. R.

Quede esto escrito para el tiempo futuro
y un pueblo renovado alabe al Señor:
porque él se inclinó desde su alto Santuario
y miró a la tierra desde el cielo,
para escuchar el lamento de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R.

EVANGELIO
 Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30

Jesús tomó la palabra y dijo:
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• Isaías pone en boca del pueblo como un salmo o una profecía hecha oración.
• En todo el fragmento la comunidad expresa su confianza en el Señor; se apena de la ceguera de los malvados delante del Dios que se muestra, recuerda los favores de Dios en el pasado; confiesa el pecado que le ha merecido el castigo; espera el restablecimiento final del pueblo.
• El pueblo se compara a una mujer, que cuando llega el momento del parto se retuerce y grita angustiada. Pero ahora, el pueblo tiene que reconocer que, después de tantos esfuerzos, confiando en sí mismos, no trajeron la salvación al país.
• Mientras los dolores de parto en una mujer, se compensan con la alegría del nacimiento de una nueva criatura, en Judá todos los sufrimientos aparecen vanos e inútiles.
• El pueblo de Israel irá pronto al destierro. Hubiera sido muy distinto si se hubieran mantenido fieles a la Alianza con Dios, pero fueron a la ruina porque buscaron sus propios caminos.
• El profeta, les enseña que el pecado es algo más que una simple acción contraria a la norma del bien establecida por Dios: es la ruptura de una relación íntima y personal con Dios. La salvación es la conversión del corazón en la fidelidad y en el amor. Convertirse es rehacer el camino y cambiar de orientación toda la manera de vivir.
Ë Ë Ë
• El vértigo en el que vive el mundo es tan grande que muchas veces no tenemos ni el tiempo, ni el reflejo suficiente para asimilar estos cambios. La vida nos atrapa y el futuro que queremos manejar hace que hombres, mujeres y hasta los chicos de este tiempo vivan bajo una enorme presión.
• Cargados de exigencias, compromisos, planificaciones y objetivos nos agobiamos y nos cansamos de luchar sin ver, muchas veces, resultados convincentes. Pareciera que siempre nos falta algo para encontrarnos bien y por eso el sentimiento de depresión aumenta.
• En este contexto las palabras de Jesús se nos hacen, de un modo particular, íntimas, cercanas y consoladoras.
• Jesús nos ofrece su comprensión en medio del cansancio y de las ganas de encontrar donde reposar. El se ofrece como alternativa de vida y esperanza para los desanimados y decepcionados.
• Quizá hemos luchado infructuosamente para ser perfectos, porque en el fondo lo único que queremos, es sentirnos amados. Jesús nos invita a una actitud de sencillez y humildad. La humildad es “caminar siempre en la verdad” (Teresa de Jesús). Humildad que es transparencia y honestidad y que por ser verdad nos libera. Él responde a nuestra crisis de sentido, porque nos muestra que nuestra vida, vale no por lo que ha conseguido sino simplemente porque “es”.
• Nos duele y tortura no ser tan buenos como quisiéramos, por eso la propuesta de Jesús de aprender de ÉL, siguiendo su estilo de querer el bien para todos, con un corazón manso; nos dará paz aún en los momentos más difíciles que nos presenta la vida. Este es su yugo «liviano» con una carga «ligera». Vivir desde esta perspectiva, en un mundo que proclama lo contrario, se hace imposible si lo queremos hacer solos. Con Jesús todo es posible y fecundo.

Para discernir

• ¿Dónde ubico la valoración de mi vida?
• ¿Me siento decepcionado de mi mismo?
• ¿Cuál es la meta de la carrera de la vida en la que me encuentro?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…Tu yugo es suave y tu carga liviana…

Para la lectura espiritual

«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré»
El Señor ama a los hombres, pero permite que sean probados. De esta manera pueden reconocer su impotencia y humillarse y, gracias a su humildad, recibir el Santo Espíritu. Y con el Santo Espíritu todo va bien, todo se llena de gozo... El humilde estará contento con todo lo que le pueda suceder, porque el Señor es su riqueza y su gozo; todos los hombres quedarán sorprendidos de la belleza de su alma.
Tú dices: «Mi vida está llena de sufrimientos». Pero yo te contestaré, o mejor dicho, será el mismo Señor el que te dirá: «Se humilde y verás como tus pruebas se cambian en descanso», hasta el punto que te sorprenderás de ti mismo y te dirás: « ¿Por qué en otro tiempo estaba yo tan atormentado y afligido?» Ahora eres feliz porque has llegado a ser humilde y has recibido la gracia divina; ahora, incluso cuando te encontrarás sola con tu pobreza, el gozo no te abandonará porque tienes en tu alma la paz que nos prometió el Señor cuando dijo: «Mi paz os doy» (Jn 14,27). Es de esta manera que el Señor da su paz a todas las almas humildes”…
San Silvano (1866-1938), monje ortodoxo - Escritos

Para rezar

La fuerza de la Vida
Creo en un Dios impotente,
débil y debilitado;
creo en un Dios que no puede;
que no triunfa. Derrotado.
Creo en un Dios ¡tan vecino!
que se vuelve un Dios-humano;
que su vida entre nosotros,
es muerte que le entregamos.
Ceo en un Dios sin poder,
hecho hombre y torturado;
y por coronas, ¡espinas!
y por respuesta, ¡insultado!
Creo en un Dios impotente,
un Dios de brazos atados;
un Dios distinto a los hombres,
poderosos, soberanos...
Creo en un Dios
que no sabe negar lo que ha declarado;
creo en un Dios impotente,
¡impotente de enamorado!
Creo en un Dios novedoso,
de novedad siempre a mano;
que genera a cada instante
lo que el amor va dictando.
Creo en un Dios generoso,
del amor crucificado;
creo en un Dios también pobre,
que tiene a los pobres al lado.
Creo en un Dios que no puede,
¡es el amor quien lo ha atado!
Creo en un Dios sin poder;
pobre... ¡Resucitado!
Anónimo

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13 de julio de 2011- TO – MIERCOLES DE LA SEMANA XV – Lectio Divina

Has ocultado estas cosas a los sabios y se las has revelado a los pequeños

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 11, 25-27

Jesús dijo:
Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

En la Lectio de hoy, escuchemos a los Padres de la Iglesia:
“Jesús dice al padre . Es para mí, Padre, el Señor del cielo y tierra, Padre, de aquel por quien todo fue creado. Porque toda la creación se encierra en estos dos vocablos: cuando se dice cielo y tierra. Por eso el primer libro de la Escritura de Dios dice: ; y también: (Sal 120,2). Con el nombre de cielo se entiende todo lo que hay en el cielo, y con el nombre tierra se entiende todo lo que hay en ella; así, al nombrar estas dos partes de la creación, nada de ella se omite. Todo está en una u otra parte”. (AGUSTÍN)
“De este modo Jesús llama a los judíos, o porque tenían puesta su confianza en los oráculos de Dios, o porque eran malos y sabios en hacer el mal; pero a los apóstoles los llama . A los escribas y a los fariseos los llama , no porque tengan realmente la sabiduría, sino la que aparece como sabiduría a partir de la habilidad de las palabras; a los pescadores, que estaban libres de maldad, los llama . En el que se da a conocer a los sencillos, se manifiesta la gracia de Dios; por otra parte, si Cristo en persona hizo especialmente estas cosas, sin embargo, da gracias por ellos por las cosas que hizo del Padre, y manifiesta, al dar gracias por los bienes con los que hemos sido beneficiados, que la voluntad y el amor de ambos para con nosotros es uno”. (TEODORO DE HERACLEA)
“Y reveló estas cosas a los pequeños. ¿A qué pequeños? No a los que son pequeños en edad, sino a los que son pequeños respecto al pecado y la malicia. A éstos es a los que reveló cómo buscar los bienes del paraíso y las cosas futuras del reino de los cielos, porque así le agradó antes a Dios, puesto que (Mt.8, 11-12)”. (EPIFANIO EL LATINO)
“No dice por qué razón le ha parecido bien, sino únicamente da gracias al Padre porque así le ha parecido bien. De igual forma, tú nunca deberás discutir los designios de Dios – por qué realizó esas obras o por qué razón las realizó de esa manera – sino que, sea cual sea el modo en que quiso disponer una cosa, te ha de bastar darle gracias, simplemente por su misma condición de Dios. Porque Dios no hace nada sin razón y sin justicia. No te creó para su discusión, sino para su honra. Y no quiso que te erigieras en juez de sus acciones, sino en servidor de sus preceptos. Es propio del señor bueno proveer a sus siervos de todo lo que les aprovecha. Es propio del buen siervo, por su parte, trabajar fielmente y no discutir las acciones de su señor”. (ANÓNIMO)
“Para que nadie piense que Él tiene menos cosas que el Padre es por lo que dice que todo se lo ha entregado el Padre, que sólo el Padre lo conoce y que al Padre sólo lo conoce Él y aquel a quien Él desee revelárselo. Precisamente esta revelación nos enseña que la identidad de naturaleza de uno y de otro está en su conocimiento mutuo. De esta manera quien conoce al Hijo debe conocer también al Padre en el Hijo, porque todo se lo ha entregado el Padre. Y lo que se le ha entregado no es otra cosa que el Padre sea conocido en el Hijo y lo que sólo es conocido por el Hijo pertenece también al Padre. Por lo tanto, en ese secreto de su mutuo conocimiento se entiende que nada se ha manifestado en el Hijo que no sea cognoscible en el Padre”. (HILARIO DE POITIERS)
“Quien ve al Hijo, portador de la imagen del Padre, ve al Padre mismo. Ahora bien, esto debe conocerse desde una perspectiva digna de Dios. Puesto que había dicho: , para que no pareciese que Él era de distinto linaje e inferior al Padre, añadió esto con el fin de mostrar que su propia naturaleza es inefable e incomprensible, como la del Padre. En efecto, sólo la naturaleza divina de la Trinidad se conoce a sí misma; sólo el Padre conoce a su propio Hijo, el fruto de su misma naturaleza; sólo el vástago conoce a aquel de quien procede; sólo el Espíritu Santo conoce (1 Cor 2,10), esto es, los pensamientos del Padre y del Hijo”. (CIRILO DE ALEJANDRÍA).
“El Hijo aquí glorifica al Padre, quien ha previsto la trayectoria del verbo desde los judíos hasta los gentiles”. (ORIGENES)

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué “estas cosas” resultaron ocultas para los “sabios y prudentes”?
 ¿Por qué fueron reveladas a los “pequeños”?
 ¿Cuál es el fundamento de la unión trinitaria Padre-Hijo”?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Me considero sabio o prudente en el conocimiento de Dios?
 ¿Tengo un corazón y mente sencilla y “pequeña” para recibir la revelación de la palabra de Dios?
 ¿Cómo impacta mi relación con Dios la estrecha e incomparable filiación Padre-Hijo?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, dame la humildad y sencillez de reconocer mi pequeñez y así estar abierto a la revelación de tu palabra. Ayudame junto a Jesucristo a alabar al Padre por su divina voluntad. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en la autoestimación y sobreestimación de los religiosos de la época de Jesús y como éstas fueron un velo para no conocer las verdades de Dios. Medito en la importancia de reconocer mi pequeñez como puerta para recibir la revelación del Padre y del Hijo.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a buscar en mi interior si hay actitudes “sabias” o “sencillas”?
 ¿Cómo prepararé mi mente y corazón para recibir cada día la revelación de la palabra de Dios?
 ¿De qué manera entenderé los misterios de la santa voluntad de Dios?

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12 de Julio de 2011 – TO - MARTES DE LA SEMANA XV – Lectio Divina

En el día del juicio, Tiro, Sidón y la tierra de Sodoma
serán tratadas menos rigurosamente que ustedes


+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 11, 20-24

Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido. «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El contenido del párrafo da a entender claramente que ya se habían hecho muchos milagros en Cafarnaúm y sus ciudades vecinas. Esto puede señalar al tiempo de la última parte del gran ministerio en Galilea. Sin embargo, si reflexionamos en el hecho de que al comienzo mismo de ese ministerio Jesús inmediatamente eligió Cafarnaúm como su cuartel general y comenzó a mostrar su poder sanador en esa ciudad y en sus proximidades (4.12ss) llegamos a la conclusión de que no necesariamente sería en un punto tan avanzado de su ministerio: quizá haya sido más o menos en el medio del período o en la parte final.
Así que Jesús comenzó a reprender a las ciudades en las que había realizado la mayoría de sus obras poderosas. Estas ciudades habían visto las obras de Cristo, como se llaman aquí los milagros. Tales obras debieran haberlos hecho reflexionar sobre sus caminos y haberlos hecho volverse a Dios verdaderamente arrepentidos por el pecado, pero ese no había sido el efecto (Ap 9.20,21).
Es probable que Corazín y Betsaida estuvieran situadas muy cerca de Cafarnaún, la cual se menciona en último lugar, a saber, en el v.23. Las ruinas de la actual Kerazeh, al noroeste del Mar de Galilea, y unos cuatro kilómetros al norte de lo que era Cafarnaún, es todo lo que queda de la antigua Corazín. La Betsaida aquí mencionada podría ser Betsaida Julia, situada exactamente al sureste del punto en que el río Jordán desemboca en el Mar de Galilea desde el norte, o también la otra Betsaida, situada más cerca de Cafarnaún. En vista de la mención de Corazín y Cafarnaún en esta misma conexión, la última parece ser la más probable.
Jesús declara que si las poderosas obras hechas en las dos ciudades mencionadas hubieran sido hechas en Tiro y Sidón, estas ciudades fenicias, situadas más al norte en la costa oriental del Mediterráneo, se habrían arrepentido mucho antes. Amós denunció a los tirios por vender a israelitas como esclavos a Edom (Am. 1.9). De acuerdo a Is.23 y Ez.26-28 uno recibe la impresión de que los navegantes comerciales y los colonizadores que habitaban estas ciudades eran orgullosos, codiciosos de dinero y crueles. Sin dudas, la comparación hecha por Jesús era terrible.
Por su parte, la ciudad de Cafarnaún, había permanecido impenitente a pesar de todo el trabajo de amor que Jesús les había prodigado. Es por esta razón que ahora se dirige a este centro de su actividad con palabras que a uno le hacen recordar Is. 14.13,15, donde el rey de Babilonia se presenta jactándose de que subirá al cielo, y entonces se le describe como realmente descendiendo a los sectores más profundos del Seol.
Es claro que la completa ruina aquí predicha para el pueblo de Cafarnaún también implicaba la destrucción de la ciudad. Igualmente, el castigo que visitó a la población de Sodoma y Gomorra incluyó la pérdida de las ciudades de ellos. Sin embargo, en muchos casos lo primario es la maldición sobre la población, la gente. La destrucción de la ciudad es un resultado del pecado de la gente y no viceversa.
Jesús culmina su lamentación con una referencia escatológica durísima: “Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú”.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué Jesús recrimina de esa manera a estas ciudades?
 ¿Qué significaba para el conocimiento de sus oyentes la cita comparativa ciudades como Tiro, Sidón y Sodoma?
 ¿Por qué Jesús cita el “Día del Juicio”?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué mayor responsabilidad de arrepentimiento tienen aquellos que han sido testigos de las obras de Dios?
 ¿Cómo evalúo mi conocimiento de las obras del Señor y mi actitud hacia él?
 ¿De qué manera considero la apertura espiritual de pueblos que no han tenido conocimiento de la gracia de Dios?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que te has mostrado de manera generosa en tu poder y gracia sobre nosotros y nuestros pueblos, ten piedad de nosotros y guíanos a una actitud de arrepentimiento y obediencia a ti. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de ponerme en el lugar de los oyentes y entender el fuerte impacto de moralidad comparativa que hace Jesús entre sus ciudades y la otras, tan paradigmáticas y trágicas en la historia bíblica.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo evalúo la presencia de Dios en nuestro pueblo?
 ¿Cómo evalúo las obras de Cristo en mi vida y la de mi familia y amigos?
 De acuerdo a las dos respuestas anteriores. ¿Qué sentido de responsabilidad cristiana, arrepentimiento y gratitud a Cristo me invaden?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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11 de julio de 2011 – TO – LUNES DE LA SEMANA XV – Ciclo A

No vine a traer la paz, sino la espada

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 10, 34 -- 11, 1

Jesús dijo a sus apóstoles:
«No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada. Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa.
El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.
El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió.
El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá la recompensa de un profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, tendrá la recompensa de un justo.
Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque sólo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa.»
Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí, para enseñar y predicar en las ciudades de la región.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

10.34: No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada.
Jesús ha venido a traer la paz de los hijos de Dios (5,9). Pero no es una paz pacífica. Desafía el mal, y pasa a través de luchas agudas, haciendo explosionar contradicciones lacerantes. Es la paz del Cordero sobre el cual recae la violencia de los lobos, muy diferente de la “paz perniciosa” de quien se adecúa al mal. Es la paz del reino, reservado a los “violentos” (11,12). La espada que Jesús usará no será la que extrae Pedro (26,52s), sino la confianza en la Palabra del Padre; es la espada de doble filo (Sal 149,6).
10.35: Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra;
La Palabra es una espada afilada (He 4,12): entra en el caos del pecado, que invade y pervierte toda relación (Mi 7,6), y allí obra su distinción que da vida.
Como el maestro, así también el discípulo entra en el mal del mundo, comenzando por el que está en su propio corazón, y allí realiza “su” juicio.
10.36: y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa.
Él. Jesús vino entre los suyos, y no lo recibieron (Jn 1,11; Mt 13,53-57; Mc 3,20s). Fue vendido por uno de sus mismos discípulos, fue negado y abandonado por ellos; su pueblo lo condenó así como sus jefes, en alianza con los paganos. Fue rechazado por todos aquellos a quienes Él no se avergonzó de llamar hermanos (Heb 2,11).
10.37: El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.
Jesús pude no ser amado. Pero no puede ser amado menos que otro: no sería el Señor, a quien hay que amar con todo el corazón (Dt 6,5s). Dios es amor. Si fuera amado no en sí mismo, no sería Dios y no sería amor. Amo a Cristo, mi vida (Flp 1,21), porque Él me amó primero y se entregó Él mismo por mi (1 Jn 4,9; Ga 2,20). A su pasión sufrida por mí respondo con la mía sufrida por Él: he sido conquistado, y también corro por conquistarlo (Flp 3,12). El amado llega a ser la vida de quien lo ama: los amantes se comunican recíprocamente lo que tienen y lo que son. Si “soy para Él, como él es para mí” (Ct 2,16; 6,3; 7,11), soy de verdad “digno de Él”, hecho una sola carne con Él en el único amor.
10.38: El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
Cada uno tiene “su” cruz, que puede ser sólo suya: la lucha contra el mal que hay en él. Solamente Jesús, es el único sin culpas, llevó no la suya, sino nuestra cruz. Cada uno de nosotros, en pos de Él, como el cireneo, lleva la cruz de Jesús, que es en realidad la nuestra, en la cual Él morirá en lugar de nosotros. Y cuando nosotros somos incapaces de llevarla, Él mismo se hace nuestro cireneo.
Cuando llevamos nuestra cruz no estamos solos. Él está delante, y lleva la parte más pesada, sobre la cual será levantado. Nosotros, en pos de él, llevamos la parte liviana, que será clavada en tierra y sobre ella bajará su sangre.
De este modo colaboramos libremente con su lucha y su victoria, volviéndonos semejantes a Él, con la misma dignidad de Dios que es la libertad, amor y servicio.
10.39: El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
Todo hombre quiere poseer la propia vida. Pero en la medida en que lo logra, se vuelve egoísta, y la pierde: mata su vida filial y fraterna.
La vida se nos da para perderla, no sólo porque, como todo animal, somos mortales; sino sobre todo porque vivir es amar, y amar es entregar la propia vida con un don. La vida no se puede retener: vivir es inspirar y espirar, dar gratuitamente amor como lo recibimos gratuitamente.
La vida no se da por desprecio, sino que se entrega como un don por amor a Jesús.
10.40: El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió.
El enviado es igual al Hijo, que es el primero en acoger como acogido por el Padre: lo dio todo y se hace el necesitado de acogida, para que todo el que lo acoja, se vuelva hermano suyo, igual al Padre que acoge a todos.
La gratuidad y la pobreza, propias de la misión, son la astucia inventada por Dios para liberar en el hombre su centella divina: la capacidad de acoger. La riqueza y la fuerza provocan rapiña y violencia; la pobreza y la debilidad provocan aceptación y misericordia.
El apóstol se pone como Jesús en las manos de los hombres que harán lo que querrán. Vive con los hermanos la misma confianza que tiene con el Padre, y le reconoce a cada uno la dignidad de hijo. ¡Uno, tarde o temprano, vive la dignidad que le reconocen!
10.41: El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá la recompensa de un profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, tendrá la recompensa de un justo.
Quien acoge, más que dar, recibe: recibe la misma dignidad de quien es acogido. Por eso el Señor se hizo el más pequeño de todos: para que, acogiéndolo, lleguemos a ser como él, el Profeta, el Justo, el Hijo.
10.42: Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque sólo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa.
Los discípulos enviados se vuelven “pequeños”, como el Señor. De ellos es el reino de los cielos (18,3-5). Quien los acoge, entra en el reino: acoge al Hijo y se vuelve hijo. Aun el mismo gesto de acogida – un vaso de agua fresca – es un gesto divino, imperecedero.
11.1 Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí, para enseñar y predicar en las ciudades de la región.
Como después de cada discurso, Jesús “acaba”: no sólo “termina”, sino que “cumple” lo que ha dicho (7,28; 11,1; 13,53; 19,1; 26,1).
Son instrucciones, no algo opcional: lo que Él ha dicho y hecho, también los suyos lo dirán y lo harán siempre.
Jesús continúa su misión junto con sus discípulos: trabaja donde ellos todavía no trabajan, los espera en los pobres, en los pecadores, en los rechazados de este mundo para salvarlos.
Párrafos extraídos de “Una comunidad lee el Evangelio de Mateo” – Silvano Fausti – Editorial San Pablo – 2da. Edición - pag. 220-222.

• Preguntas para la lectura:

û ¿Qué tipo de “paz” es alterada por la venida de Jesús?
û ¿Qué significa cargar su cruz?
û ¿Quién es el centro de la invitación a recibir a todos?


2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Hasta dónde reconozco el señorío de Jesús en vida mirando mis prioridades?
û ¿Estoy llevando su cruz? ¿De qué manera?
û ¿A quién recibo realmente según las invitaciones de vs. 40-42?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, auxíliame cada día a reconocer tu señorío y prioridad en todos los aspectos de mi vida. Ayúdame a “encontrar mi vida” y tomar mi cruz. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en los conceptos verdaderos de la “paz” que Jesús no vino a traer y aquella que sí vino a instaurar. Medito en el verdadero significado de llevar mi cruz.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿De qué manera práctica muestro que Jesús es mi prioridad en mi vida?
û ¿Cómo puedo seguirlo al mismo tiempo de llevar mi cruz?
û ¿Cuál será mi actitud receptiva, mirando a Jesús, el “verdadero huésped”?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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10 de julio de 2011 – TO – DOMINGO XV – Ciclo A

Cayeron en tierra buena y dieron fruto

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías 55, 10-11

Así habla el Señor:
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven a él sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar, para que dé la semilla al sembrador y el pan al que come, así sucede con la palabra que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza todo lo que yo quiero y cumple la misión que yo le encomendé.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 64, 10abcd. 10e-11. 12-13. 14 (R.: Lc 8,8)
R. La semilla cayó en tierra fértil y produjo fruto.

Visitas la tierra, la haces fértil
y la colmas de riquezas;
los canales de Dios desbordan de agua,
y así preparas sus trigales. R.

Riegas los surcos de la tierra,
emparejas sus terrones;
la ablandas con aguaceros
y bendices sus brotes. R.

Tú coronas el año con tus bienes,
y a tu paso rebosa la abundancia;
rebosan los pastos del desierto
y las colinas se ciñen de alegría. R.

Las praderas se cubren de rebaños
y los valles se revisten de trigo:
todos ellos aclaman y cantan. R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 8, 18-23

Hermanos:
Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros. En efecto, toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios. Ella quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la sometió, pero conservando una esperanza. Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que la creación entera, hasta el presente, gime y sufre dolores de parto. Y no sólo ella: también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente anhelando que se realice la redención de nuestro cuerpo.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 1-23

Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas.
Les decía: «El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!» Los discípulos se acercaron y le dijeron: « ¿Por qué les hablas por medio de parábolas?»
El les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice:
Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán. Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure.
Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.
Escuchen, entonces, lo que significa la parábola del sembrador.
Cuando alguien oye la Palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón: este es el que recibió la semilla al borde del camino. El que la recibe en terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría, pero no la deja echar raíces, porque es inconstante: en cuanto sobreviene una tribulación o una persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumbe.
El que recibe la semilla entre espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas la ahogan, y no puede dar fruto.
Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que escucha la Palabra y la comprende. Este produce fruto, ya sea cien, ya sesenta, ya treinta por uno.»
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• Hoy vivimos en un mundo lleno de palabras, de falsas palabras, de palabras egoístas, de palabras interesadas. La palabra auténtica es expresión de la propia intimidad, revelación de lo más profundo de lo que somos cada uno de nosotros.
• Cuando no solamente hablamos sino que nos decimos, nos abrimos a la comunicación con el otro y pasamos del “yo” al “nosotros”.
• Sin embargo cuando simplemente decimos cosas, damos información, o queremos dar valor de verdad a nuestras opiniones, nuestros intereses, o llamar la atención, estamos limitando la fuerza de la Palabra.
• La palabra es una fuerza y vehículo de energía, por eso la propaganda, se presenta como una de las formas más elegantes de dominar al hombre. El discurso publicitario es muchas veces la prostitución misma de la palabra humana, porque lo que debiera estar al servicio del amor, la verdad y el encuentro, se convierte en un medio eficaz al servicio del egoísmo, que no duda en instrumentalizar los ideales y las necesidades más capitales del hombre, al servicio de un producto de compra y de venta. La publicidad puede hablar de amor, de paz, de justicia, de amistad como un pretexto para vender un nuevo desodorante.
• La palabra ansía su liberación, para que sea posible la liberación del hombre. En un mundo lleno de palabras el hombre necesita abrirse a una Palabra que lo libere, que lo saque de su aislamiento para que pueda entrar en comunión y en auténtica convivencia.

• El exilio fue para el pueblo de la Alianza un duro golpe, no sólo desde el punto de vista religioso. Tienen la impresión de que el Señor ya no les es fiel y que sus promesas no se cumplen. En este contexto es subrayada la eficacia de la Palabra. La Palabra llega a los corazones y entra en ellos y así cumple su finalidad de dar vida, comunicar aquello que solamente Dios puede dar: la verdadera vida. La poética figura que presenta Isaías acerca de la lluvia, anticipa de algún modo la idea del Evangelio: el agua cae a la naturaleza y la fecunda, así como la semilla cae en tierra para volverse fecunda. El poder de Dios, por consiguiente, es siempre eterno, aún cuando en ciertos momentos su eficacia parezca comprometida.

• La carta de Pablo describe los efectos que se esperan de la acción de Dios en la creación. La “salvación en esperanza” que experimentamos en medio de los sufrimientos del presente, nos llena de alegría en la contemplación de la acción salvadora de Dios.

• Jesús está en Cafarnaún y se dirige a la orilla del lago. Mateo sitúa esta escena en el mismo día de los sucesos anteriores. La "casa" de la que sale representa al círculo de sus discípulos. Jesús se ha mostrado amigo de los niños, dispuesto a curar a los enfermos, inclinado a estar con los despreciados por la sociedad de su tiempo, amigo de publicanos y pecadores. La parábola del sembrador, es la primera de siete sobre el reino de Dios que Jesús va a dirigir a esta muchedumbre que atraída por Él, lo sigue para verlo y escucharlo.
• El maestro se sube a una barca y se separa de la orilla. La barca era su cátedra, y la costa del lago una destacada aula. Todos escuchan la palabra serena y esperanzada del Rabbí de Nazaret. Sus palabras tienen sabor a novedad, a valentía y franqueza. Su palabra es viva como una luz que ilumina los más oscuros rincones del corazón. Es la lluvia suave y penetrante de la que había hablado el profeta, que cae del cielo y que no retorna sin haber producido su fruto. A la predicación de Jesús los dirigentes religiosos van respondiendo cada vez con mayor dureza y rechazo.
• Jesús es consecuente con la voluntad del Padre de revelar el Reino de Dios a los sencillos, por eso les habla en parábolas. Desde las parábolas explicará cómo se implanta y se vive este reino. Mostrará la lentitud de su implantación y la dificultad de su maduración.
• La parábola del sembrador nos presenta la salvación como una iniciativa que es siempre del Padre, pero que necesita de nuestra libre colaboración. La Palabra tiene fuerza: posee una potencia total para transformar los corazones; pero no se impone, sino que sólo se propone a nuestra aceptación libre y gratuita.
• En Jesús, Dios nos habla a través de la Palabra hecha carne, que es amor hasta la muerte, el amor de la entrega absoluta. En la palabra y en los gestos de Jesús aparecen actitudes que representan lo mejor que existe en nuestra tierra: fraternidad, dulzura y renuncia a la violencia; servicio, perdón, paz contagiosa, pureza de un corazón, cuidado por la dignidad humana y la justicia, acogida sin condiciones, compasión por todo hombre y para todo dolor, misericordia para toda miseria y pecado, admisión de los impuros en la comunidad, aceptación del otro tal como es.
• La palabra de Dios no actúa automáticamente: es un don que se ofrece y podemos aceptarlo y colaborar en su acción creadora, o cerrarnos y seguir permitiendo que el mundo, siga andando librado a su propia suerte.
• Nuestra vida de discípulos y misioneros consiste en recibir y abrazar la Palabra de Dios; y conscientes de nuestra libertad y limitación, hacer nuestra su fuerza de salvación, abandonándonos, orando, dejándonos guiar y conducir por ella de modo que se transforme en Vida de nuestra vida.
• Toda la potencia del Dios encarnado en Cristo, se ha dejado a la Iglesia para realizar su misma misión. Llevar la buena nueva a todo el mundo para que sea fermento de todas las culturas, para que convierta las conciencias de los hombres, individual y colectivamente. Evangelizar es en primer lugar, llevar los criterios del Evangelio de Cristo a toda la humanidad, para renovarla en sus propios compromisos. Es un testimonio de vida.
• La evangelización prolonga la encarnación de la Palabra. La Palabra evangeliza porque es acontecimiento, realiza lo que dice, o dice lo que se está realizando, anuncia la llegada que ya ha llegado.
• Dios constantemente quiere hablarnos por medio de su Hijo. La Iglesia siente, por eso, que ésta es la hora del seguimiento de Jesús, del discipulado. Quiere experimentar de nuevo la fascinación por su Señor, por su Palabra, por su Evangelio. Y el seguimiento que se hace por la escucha de la palabra y la aceptación, que lleva al testimonio, al fruto del sesenta o ciento por uno, es evangelización.
• La Palabra es como la fuente donde vamos a llenar nuestros cántaros para llevarla a las necesidades de nuestras familias, de nuestro trabajo, de toda realidad en la que nos movemos. Esto es evangelizar. Esta es la Palabra hecha ministerio, servicio como Jesús que “no ha venido a ser servido, sino a servir y dar la vida en rescate”.
• Como discípulos sabemos que nuestra palabra es reflejo o eco, de otra palabra, cauce hacia otra palabra; que si sentimos indignidad es porque el misterio nos supera por todas partes.
• Hoy, como Iglesia de discípulos misioneros, necesitamos ir a la orilla para escuchar a Jesús que nos habla desde la barca y nos anuncia que el Reino de Dios, no es un acto de magia que Dios realiza, sino que es una semilla sembrada en la vida de los hombres y que está llamada a dar fruto. Y que, aunque mucha de esta semilla sembrada se pierda, mucha otra arraiga, germina, crece y se convierte en un árbol fuerte.
• El evangelio no es tan sólo una doctrina, una moral ni norma de buena conducta, ni siquiera una religión entre otras. El evangelio es Buena Noticia, fuerza salvadora de Dios «sembrada» por Jesús en el corazón del mundo, y de la vida de los hombres y regada definitivamente por la sangre que se derramó en la cruz.
• Ante las dificultades del presente está la tentación de echarnos atrás y de perder el sentido de la vida, y atrapados por el miedo renunciar también a la búsqueda del reino. Jesús con esta parábola nos llama a la esperanza. Con toda siembra, nace y se alimenta la esperanza del sembrador, que no sembraría si no tuviera la confianza de saber que va a recoger un fruto. Con las manos colocadas cada día en la tierra, la mirada debe estar puesta, no tanto en los trabajos presentes, llenos de fatiga y sudor, sino en el futuro que promete una cosecha abundante.
• La fuerza transformadora del evangelio está trabajando en el corazón de la humanidad. La sed de justicia, de verdad, de libertad, de amor, la compasión, la tolerancia, el trabajo silencioso de muchos por el bien de todos, y todo gesto gratuito de amor, son un signo de que el Reino llega.
• Si bien hay violencia y muerte entre nosotros, también está creciendo en muchos hombres el anhelo de una verdadera paz. El consumismo egoísta en nuestra sociedad se impone con fuerza arrolladora, pero cada vez son más los que descubren el gozo de la solidaridad y del compartir. Aunque la indiferencia parezca haber apagado la fe, son muchos los corazones donde se despierta la búsqueda de Dios y la necesidad de oración.
• Nuestra seguridad es que la siembra de Jesús no terminará en fracaso. El mismo, como semilla hundida en la tierra, ha germinado dando frutos de resurrección y vida para todos los hombres.

Para discernir

• ¿A qué palabras presto los oídos de mi corazón?
• ¿Qué Palabra o “palabras” dejo que me digan, me hagan, me creen, me renueven, me guíen?
• ¿Doy tiempo, lugar, espacio en mi vida para la Palabra?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…Los he puesto para que den fruto…

Para la lectura espiritual

…”Los sacramentos sin Evangelio, los sacramentos sin Palabra de Dios, se convierten casi en magia, en una costumbre, en una rutina, en una tradición de familia. Nos bautizamos porque todos son bautizados en la familia. Pero pocos dicen: porque lo quiero hacer cristiano. De allí hermanos, que el sacramento es también un aspecto de la palabra semilla. La gracia de Dios, en esta Eucaristía por ejemplo; no vengan solamente por escuchar un discurso. No estaría nada contento yo, si para eso hablara en la Iglesia. Si yo pronuncio la homilía, sé en conciencia mi deber pastoral, que esta homilía es para llevar un pueblo al altar donde vamos a participar en la fe de la presencia de ese Cristo, que es la palabra que yo predico, preparando esa palabra que habla, que santifica, que redime, que se hace vida del que comulga o del que adora. La Eucaristía de cada domingo, no puede separar la palabra de Dios y la Eucaristía. Después de la homilía nos vamos al altar y en el cuerpo de Cristo, adoraras esa palabra que ya se hace silencio, porque se ha metido muy hondo en el corazón de todos los que han reflexionado la Palabra de Dios y ponen en Cristo toda su esperanza y lo hacen presente en nuestra sociedad.
Si la Iglesia predica y dice: "Esto es Palabra de Dios", ¿estará loca o en nombre de qué principio dice eso? Hermanos, esto es muy interesante, que Uds. sepan que aquel Espíritu que inspiró a Cristo y que lo resucitó de entre los muertos y le está dando vida eterna, el Espíritu de Dios, es el mismo Espíritu que Cristo resucitado en la noche de la Pascua, soplando sobre su Iglesia, se lo dio para decirles: "Recibid el Espíritu Santo". Y que en Pentecostés en forma de un huracán y de lenguas de fuego, tomó posesión de esta Iglesia, que gracias a esa vida de Cristo en el Espíritu Santo, sigue predicando la palabra de Dios.
Qué distinto es predicar aquí, en este momento, que hablar como amigos con cualquiera de Uds. En este instante yo sé que estoy siendo instrumento del Espíritu de Dios en su Iglesia para orientar al pueblo. Y puedo decir como Cristo: El Espíritu del Señor sobre mí, a evangelizar a los pobres me ha enviado. El mismo Espíritu que animó a Cristo y le dio fuerza a, aquel cuerpo nacido de la Virgen para que fuera víctima de salvación del mundo, es el mismo Espíritu que a mi garganta, a mi lengua, a mis débiles miembros, les da también fuerza e inspiración. Y a ustedes, pueblo de Dios, ese mismo Espíritu les da capacidad para oír cómo se debe oír la Palabra de Dios”…
Monseñor Romero, Domingo 15 de 1974

Para rezar

Señor, estoy seguro
de que tu simiente está en mi interior,
pero he de reconocer
que soy muy superficial.
Me cuesta mucho entrar dentro de mí mismo
en esa buena tierra donde tú germinas en mí.
Como excusa, podría decir que
no tengo tiempo ni de estar conmigo mismo.
Ya sé que es tanto como confesar
que yo no vivo sino que me viven,
que soy como una marioneta.
Y, lo peor es que seguramente es verdad.
Enséñame a buscar en mi vida
no sólo la cantidad,
sino también la calidad,
porque, a pesar de todo,
intuyo que lo mejor eres Tú.

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9 de julio de 2011 – TO – SABADO DE LA SEMANA XIV – Lectio Divina

No teman a los que matan el cuerpo

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 10, 24-33

Jesús dijo a sus apóstoles:
El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa! No los teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas.
No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo al infierno.
¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo. Ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros.
Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo los reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

La raíz de las persecuciones que les esperan a los apóstoles fue explicada con claridad por el mismo Jesús: “a causa de mi Nombre” (v.22). Ese principio de identificación sacrificial vuelve a presentarse ahora de una manera proverbial: “El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño”. Pocos versículos antes, en el ordenamiento del Evangelio de Mateo, se había dado cuenta de una acusación gravísima lanzada por los fariseos a raíz de la curación de un mudo por parte de Jesús: “El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios” (v.34). Esta acusación había excedido todos los límites teológicos imaginables en las reacciones contra Jesús. Él mismo utiliza este margen extremo para enfatizar la empatía misionológica y martiriológica de sus seguidores: “Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa!”.
¿Cómo seguir entonces el apostolado? ¡Cuánto temor invadía seguramente la mente y corazón de los Doce luego de estas terribles afirmaciones! ¿Cómo calmar la angustia de un futuro para el que seguramente no creían estar preparados? Jesús, que comprende como nadie los sentimientos de los suyos, sale rápidamente a su auxilio y les dice firmemente: “No les teman” (v.26). Sentencia que repite en los versículos 28 “No teman a…” y 31 “No teman entonces,…”. Veamos cada temática en particular.
El motivo inicial de vencer el temor está basado en lo siguiente: “No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas”. El temor a la reacción de la gente podía llevar a los apóstoles a callar lo que habían conocido personalmente de Jesús de manera privilegiada, única e irrepetible. Por ello, el Señor los insta a “quitar el velo de la intimidad” (develar, revelar) todas las vivencias y palabras que habían recibido del Maestro por días y noches enteras de solitaria compañía. El ser apostólico era un privilegio, pero era necesariamente un compromiso de dar a conocer toda la vida y obra de Jesús a su generación y a las venideras. Para esto debían tener coraje y decisión ..
La segunda invitación busca reencausar el temor y tiene un alto contenido teológico: “No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo al infierno”. La primera sentencia se explica cuando se coloca en perspectiva de la segunda. En ésta última la interpretación más aceptada es que Jesús está haciendo referencia al temor de Dios. No desea eliminar toda clase de temor en los apóstoles, el temor a Dios era saludable, “El principio de la sabiduría es el temor al Señor”. El temor a Dios no es asimilable a un concepto de miedo, sino una actitud respetuosa y reverente hacia el Creador. Desde allí, todo el daño humano que puedan hacer los enemigos del Evangelio de Cristo, cobra una perspectiva mínima y ampliamente superadora. Esa perspectiva soteriológica y escatológica sin dudas dio fuerzas y coraje a muchos de los mártires del primer siglo cristiano.
En tercer lugar, Jesús pone mano a sus habituales recursos descriptivos donde utiliza pinturas simples de la realidad cotidiana para explicar verdades profundas y complejas. Esta vez compara el minucioso cuidado de Dios sobre los pajarillos más comunes y baratos llevando el argumento comparativo al cuidado personalísimo de sus hijos. La figura no puede ser más didáctica y apelante: “¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo. Ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros”.
Habiendo presentado estas tres apelaciones contra el temor, Jesús retoma el mandato de la identificación misionológica con su propia persona. No hay difusión de un cristianismo desprovisto de la persona de Cristo. En el Evangelio no se comparte y proclama una filosofía de vida, sino la vida de una Persona: Jesús el Hijo de Dios. El envío viene acompañado de una promesa extraordinaria y de una severa advertencia. El reconocimiento temporal y terrenal será premiado por el reconocimiento celestial y eterno, camino exactamente inverso que tomará la negación. Dice Jesús: “Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo los reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres”.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué Jesús hace una referencia comparativa de su persona con los apóstoles?
 ¿De qué no debían temer y de quién sí y por qué?
 ¿Cuántas apelaciones al testimonio hay en el texto, cuántas advertencias y cuántos auxilios para llevar adelante esa empresa?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Tengo en perspectiva los sufrimientos y oprobios sufridos por Jesús cuando mi fe es desafiada o ridiculizada?
 ¿De quiénes tengo temor que debo alejar y de quién debo tenerlo para alcanzar sabiduría espiritual?
 ¿Cómo considero la perspectiva retributiva en relación a mi reconocimiento personal de Jesús como mi Señor?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, el amor deja fuera el temor. Auxíliame en tu bondad a resistir y alejar temores humanos y vivir en la paz de tu protección y la alegría insuperable de tu reconocimiento y aprobación.
Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono acerca de la naturaleza de los temores que invadieron a los apóstoles luego de las advertencias de Jesús. Medito en las palabras del texto que alejan y reencausan el temor hacia una serena confianza en Dios y un llamado a ser su discípulo.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera voy a entender y superar mis temores de dar testimonio público de Jesús en ámbitos adversos u hostiles?
 ¿Cómo voy a reconocer mi pertenencia como discípulo de Jesús?
 ¿De qué manera voy a fortalecer mi ánimo con las promesas de cuidado personal del Padre sobre mi vida?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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8 de julio de 2011 – TO – VIERNES DE LA SEMANA XIV – Lectio Divina

No serán ustedes que hablarán, sino el Espíritu de vuestro Padre

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 10, 16-23

Jesús dijo a sus apóstoles:
«Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.
Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.
El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Jesús es plenamente consciente que el envío apostólico de proclamación del Reino de los Cielos distaba mucho de ser un camino de rosas. Al contrario, la misión encomendada y su suerte no podían disociarse de la que correría el que envía, o sea Cristo mismo. La figura elegida por Jesús para describir esta situación no podría ser más gráfica y realista: “Yo los envío como ovejas en medio de lobos”. Por ello, para llevarla adelante se requería humildad y coraje, sencillez y osadía, piedad y valentía. Esta dicotomía de caracteres que debía tener el misionero son una vez más descriptas por Jesús de una manera sumamente didáctica: “…sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas”.
A renglón seguido, Jesús advierte: “Cuídense de los hombres…”. ¿De quiénes? ¿Por qué? ¿Por qué motivo? El núcleo de la respuesta se debe buscar en el inicio del versículo siguiente: “A causa de mi”. Lo que les estaba por advertir que iban a padecer, no tenía que ver con sus personas y mucho menos con sus ideas religiosas. Era por Él y Su causa. El misionero cristiano lleva consigo un nombre, precisamente el de Cristo y una causa, la de su Evangelio. Esta identificación con Su persona y Su causa necesariamente seguiría el derrotero de la injusticia y el sufrimiento que él mismo padeció. No se puede reprochar ni por un segundo a Jesús que haya eludido advertir a sus Apóstoles del costo del discipulado cristiano. Sus dichos aún resuenan en el cosmos y han acompañado a miles y miles de discípulos que sufrieron el martirio y dieron su vida por el Evangelio: “porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos”.
¿Qué decir cuando se es aprendido y juzgado en esas terribles circunstancias? ¿De qué manera enfrentar esos momentos? ¿Dónde estará el Señor? Jesús, no prometió un camino de rosas para sus discípulos, pero sí que no lo caminarán solos. Él mismo estará con sus discípulos en todo momento, circunstancia y lugar. Entonces a la advertencia de Jesús, la acompaña una promesa maravillosa: “Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes”. ¡Las tres personas de la Trinidad contenidas en el texto como una forma de afirmar el compromiso de asistir al cristiano en esa prueba!
Pero la prueba emocionalmente más dura, es que dentro de su propia casa, el discípulo de Cristo puede sufrir esa lucha. Cuando la condena viene “de afuera” es más soportable que cuando ésta se origina “de adentro”. Probablemente no sea una circunstancia típica en nuestros días, pero sí lo fue en la vida de los primeros cristianos. Jesús se los advirtió de esta manera: “El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir”. No hay excluidos posibles en el desprecio general que la identificación con Cristo y su causa provocarán en los discípulos, escuchemos a Jesús en su hipérbole: “Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre”.
Sin embargo, la perseverancia en la identificación con Jesús, la profundidad de la certeza del llamado misionero y la fe en sus promesas serán las cartas del triunfo: “pero aquel que persevere hasta el fin se salvará”.
Jesús retoma la idea del caminante que va de ciudad en ciudad llevando la buena nueva de que el Reino de los Cielos se ha acercado. Ahora esa aventura de fe peregrina, la coloca “en clave persecutoria” y con una connotación escatológica: “Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre” ..

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué Jesús les habla de esta manera a los apóstoles?
 ¿De qué manera estas advertencias fueron cumplidas en los primeros cristianos y en la historia de la Iglesia hasta nuestros días?
 ¿Qué lugar ocupa la identificación sufriente del envío con quién lo hace?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Me ha pasado o he pensado en la posibilidad de sufrir persecución por causa de Cristo?
 ¿Qué fortaleza me brinda hoy saber de la promesa del Señor que el Espíritu del Padre nos auxiliará?
 ¿He meditado en el ejemplo de los mártires cristianos a lo largo de la historia de la Iglesia, especialmente en los primeros años?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, gracias porque vos no nos prometiste triunfalismos espirituales vacíos de compromiso o exitismos religiosos licuados de identificación contigo. Ayúdanos a seguirte en tus pisadas de paz y sentirnos privilegiados si sufrimos por tu causa.
Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en el costo del martirio que casi todos los apóstoles tuvieron que sufrir por ser fieles al Evangelio de Cristo. Del mismo modo, medito en la importancia de la identificación misionera con el carácter y la vida de quien envía.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a tomar e interpretar alguna oposición que enfrentaré por identificarme como cristiano?
 ¿En mi tarea misionera, he considerado el costo y el privilegio que conlleva?
 ¿Qué tipo de Evangelio voy a compartir?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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7 de julio de 2011 – TO – JUEVES DE LA SEMANA XIV – Lectio Divina

Ustedes han recibido gratuitamente, den gratuitamente

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 10, 7-15

Jesús dijo a sus apóstoles:
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies. Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto del Evangelio de hoy está enmarcado en el envío de Jesús a los Doce.
El primer versículo sirve a modo de encuadre misionológico del resto: “Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca”. Se trata en primer lugar de una misión que implica un peregrinar, un andar en pos de su desarrollo. No es una postura estática de quien espera que los demás vengan a él, sino que es la actitud de un caminante que va proclamando una buena noticia. ¡El Reino de los cielos está cerca!
¿Cuáles son las señales visibles de la llegada de ese Reino?: “Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios”. Es claro que las señales del Reino no eran taxativas, sino que representaban en su carácter sobrenatural la semiótica evidente de que una nueva era se estaba instaurando con la llegada del Mesías. Juan el Bautista lo anunció ante el eminente bautismo de Jesús: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca” (3.2).
Los proclamadores de ese Reino debían ser fieles representantes del espíritu de su mensaje: La gracia de Dios. Por ello, debían reconocer la gratuidad del don recibido, ofreciéndolo de esa misma manera a quienes quisieran recibirlo: “Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente”.
Además, los misioneros del Reino debían proclamar con su ejemplo el sustrato del movimiento: La fe. Para esto, no debían echar mano a los recaudos habituales para los caminantes en zonas inhóspitas: dinero, indumentaria adecuada, vestimenta de repuesto, etc.: “No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón”. ¿Debían ir por esto desnudos y desprotegidos? No, solamente debían esperar en pleno uso de la fe la provisión prometida por la Palabra de quien envía: “… porque el que trabaja merece su sustento”.
Los Doce reciben instrucciones especiales de “logística” cuando ingresen en una ciudad y deban alojarse en alguna casa. Primeramente deben buscar que la casa pertenezca a alguien respetable. Su propia reputación iba a ser objeto de ataques y su mensaje desacreditado si elegían livianamente el testimonio del hospedador. “Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir”.
El saludo de la paz (Shalom), típica fórmula judía de presentación, iba a transformarse en algo más que un formalismo de buenas costumbres. Consistía en una parte central de la proclamación del Reino de los Cielos, y por lo tanto no estaba para ser tratado con liviandad por los Apóstoles ni mucho menos por los receptores. “Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes”.
Finalmente, la proclamación del Reino de Dios era la invocación misma de la voz del Señor, por lo tanto el desprecio por ella tenía consecuencias soteriológicas y escatológicas: “Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies. Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad”.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Quiénes son los destinatarios del mensaje y quiénes los beneficiados?
 ¿Qué características tiene el Reino de los Cielos de acuerdo a las características del envío de Jesús?
 ¿Por qué el saludo de la paz y la palabra dicha son determinantes en los lugares donde se hospedarán?


2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué lugar ocupa la gracia, la fe y la caridad en el Reino de Dios?
 ¿Qué significado tiene el peregrinar proclamando en el momento actual?
 ¿Qué tipo de hospedador del Reino de Dios, su palabra y su paz soy?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que enviaste a los Doce para proclamar el Reino de los Cielos, auxíliame a mi hoy a ser también un mensajero de tu paz, tu gracia, tu palabra y tu sanidad donde vaya y me hospede. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de imaginar a los Doce, portadores de ese mensaje peregrinando por las ciudades y dando el saludo de la paz y la palabra de Cristo. Reflexiono en la importancia que tiene para la misión de la Iglesia este modelo de llevar la Buenas Nuevas del Evangelio.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo proclamaré el Reino de Dios y su justicia mientras camino en la vida todos los días?
 ¿Qué importancia le daré a los recursos materiales en mi tarea misionera?
 ¿Cómo interpretaré el rechazo del mensaje del Reino?

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6 de julio de 2011 – TO – MIERCOLES DE LA SEMANA XIV – Lectio Divina

Id a las ovejas perdidas del pueblo de Israel

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 10, 1-7

Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.
Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones:
«No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos. Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Para la lectura del Evangelio del día de hoy, acudamos juntos a los Padres de la Iglesia como guía hermenéutica:
“Jesús eligió a los humildes y a los despreciados para llevar a cabo su misión. Cuatro eran pescadores, dos eran publicanos y uno fue traidor”. (CRISÓSTOMO)
“El Señor y Maestro bondadoso y clemente no rehúsa celosamente sus poderes milagrosos a sus servidores y discípulos. Así como Él había curado toda enfermedad y toda dolencia. Pero hay una gran diferencia entre tener y conceder, dar y recibir. Todo lo que Él hace lo realiza con su poder de Señor; ellos, si hacen algo, confiesan su debilidad y el poder del Señor. (JERÓNIMO).
“A aquel que sondea el secreto de los corazones le correspondía asignar el orden de los apóstoles y los méritos de cada uno de ellos. En primer lugar es nombrado Simón Pedro, para distinguirlo del otro Simón, llamado Cananeo, de la aldea de Caná en Galilea, donde el Señor cambió el agua en vino. También a Santiago lo llama hijo de Zebedeo porque después hay otro Santiago, hijo de Alfeo. Asocia a los apóstoles agrupándolos de dos en dos. Une a Pedro y Andrés menos por la sangre que por el espíritu; Santiago y Juan, que, abandonando a su padre según la carne, siguieron al verdadero Padre; Felipe y Bartolomé, también Tomás y Mateo, el publicano. Los otros evangelistas, al agrupar los nombres, ponen primero a Mateo y después a Tomás y no agregan el apelativo de publicano para que no parezca que desprecian al evangelista recordando su anterior género en la vida. Pero él, como dijimos arriba, se coloca después de Tomás y se llama a sí mismo publicano para que “donde abundó el pecado sobreabunde la gracia”.
Simón Cananeo es el primero que en otro Evangelio es llamado Zelotes. Caná significa celo. En cuanto al apóstol Tadeo, la historia eclesiástica narra que fue enviado a Edesa, a Abgar, rey de Osroene. El evangelista Lucas lo llama Judas de Santiago, y en otro lugar es llamado Lebeo, que significa “hombre de corazón”. Hay que pensar que tenía tres nombres, como Simón fue llamado Pedro y los hijos de Zebedeo, Boanerges, por la firmeza y grandeza de su fe.
En cuanto a Judas, llamado el Iscariote, su nombre deriva del lugar en que nació o bien de la tribu de Isacar, o sea, que nación en cierto modo bajo el vaticinio de su condenación. En efecto, Isacar significa “salario”, para indicar la remuneración del traidor”. (JERÓNIMO)
“El pasaje “No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos” no se opone al precepto que se dará más adelante “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”, porque aquel precepto fue dado antes de la resurrección y el otro, después. Era conveniente anunciar la venida de Cristo primero a los judíos, para que no tuviera una excusa justa diciendo que habían rechazado al Señor porque había enviado a los apóstoles a los gentiles y a los samaritanos. Según el sentido tropológico, se nos ordena a nosotros, que llevamos el nombre de Cristo, que no sigamos el camino de los paganos ni el error de los herejes, para que estén separados por el género de vida los que lo están por la religión”. (JERÓNIMO)
“Con respecto al versículo “Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”, nuestro Redentor vino al mundo para redimir también a los gentiles y estamos viendo llamar todos los días a los samaritanos para que vengan a la fe. Es decir, porque quiso que se predicara primero sólo a Judea y después a todas las gentes, para que cuando aquella, una vez llamada, no quisiera convertirse, los santos predicadores vinieran después a llamar a los gentiles”. (GREGORIO MAGNO)
“En relación al texto: “Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca”, mirad la grandeza del ministerio, mirad la dignidad de los apóstoles. No se les manda que hablen de cosas sensibles, ni como hablaron antaño Moisés y los profetas. Su predicación había de ser nueva y sorprendente. Moisés y los profetas predicaban de la tierra y de los bienes de la tierra; los apóstoles, del reino de los cielos y de cuanto a él atañe.
Mas no sólo por esto los apóstoles superiores a Moisés y a los profetas, sino también por su obediencia. Ellos no se arrendan de su misión ni vacilan como los antiguos. A pesar de que oyen que se les habla de peligros, de guerras y de males insoportables, como heraldos que son del reino de los cielos, aceptan lo que se les manda con absoluta obediencia” (JUAN CRISÓSTOMO)

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué Jesús otorga esos poderes a los apóstoles en el momento de su nombramiento?
 ¿Cuál es el objetivo unificador de las instrucciones dadas a los Doce?
 ¿Qué relación existe en los poderes y las instrucciones apostólicas?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué significa para mí hoy que Jesús haya elegido gente común como los Doce Apóstoles?
 ¿Qué significa en mi concepción de Iglesia la diversidad de perfiles y caracteres que había entre el grupo de los Doce?
 ¿Qué significa para mi hoy la instrucción de proclamar el Reino de Dios por el camino?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que elegiste a los Apóstoles y les diste poder e instrucciones para su ministerio, ayudame a mi hoy a agradecer por la vida y entrega de ellos e imitar en lo posible su compromiso con el Reino de Dios. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono sobre la diversidad de personalidades y profesiones entre los Doce y alabo al Señor por esa sabia elección. Medito acerca del poder investido y las instrucciones recibidas y su vigencia hoy.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Alabo a Jesús por la generosidad del poder delegado y la misión conferida a los Apóstoles como génesis de la Iglesia de hoy?
 ¿Con que Apóstol me siento más identificado y por qué?
 ¿De qué manera me siento involucrado hoy en la proclamación del Reino de Dios?

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5 de julio de 2011 – TO – MARTES DE LA SEMANA XIV – Lectio Divina

La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 32-38 .

Le presentaron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: «Jamás se vio nada igual en Israel.»
Pero los fariseos decían: «El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios.»
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los ciegos sanados acaban de salir de la escena en el relato de este Evangelio, e inmediatamente le es traído a Jesús un mudo que estaba endemoniado. Mateo, al igual de Lucas no da detalles sobre la metodología utilizada por Jesús para su sanidad, simplemente se aclara que el resultado fue satisfactorio, y el mudo comienza a hablar.
Pero no solamente el mudo habla luego de la sanidad, el Evangelio nos describe esa pluralidad de voces con claridad.
Hay dos reacciones muy diferentes de aquellos que presenciaron la sanidad. La multitud, entendiéndose por ella al pueblo, fue positivamente impactada y con admiración comparativa expresa: «Jamás se vio nada igual en Israel.» .
Muy diferente es la reacción de los fariseos. Probablemente enardecidos por la reacción popular, atacan con singular animosidad el origen sobrenatural de la sanidad. Les resulta imposible desconocer el milagro que aconteció en su propia vista, por ello atacan al “milagrero”. Su frase es durísima: «El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios.».
En el relato paralelo de Lucas (11.14-23) este comentario provoca una lapidariamente lógica argumentación de Jesús. En el de Marcos (3.22-27) aparece esta explicación pero exenta del milagro y esta vez en boca de los escribas, dando a entender que aquella expresión visceral de los fariseos fue corriendo como una “versión difamatoria” sobre Jesús. Un hecho similar es narrado en Mateo 12.22-29, de manera que el argumento de Jesús sobre esta acusación se dilata hasta ese momento en este Evangelio.
Mateo cierra este segmento narrativo de los hechos de Jesús tal como lo hace en 4.23. De esta manera da la señal literaria que anuncia el comienzo de la segunda porción discursiva, sobre las que construye su Evangelio: “Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias”
Además, el texto nos acerca el sentimiento profundo del corazón de Jesús: “Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor”. Jesús, cuyo énfasis está sobre “los preceptos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad” (Mat. 23.23), toma a corazón la condición de ellos. Se conmueve profundamente con compasión o simpatía – palabras ambas que tienen un mismo origen y que se refieren a “algo – sea pena o gozo, aunque mayormente la primera – que alguien experimenta juntamente con otro”.
Los pesares de la gente son los pesares de Cristo mismo, porque él ama profundamente a estas personas tan agobiadas. Jesús los ve como solamente él, con su corazón maravillosamente compasivo, puede verlos, como ovejas cuyo pastor las ha abandonado, y que, por lo tanto, están pereciendo en la árida estepa barrida por el viento. Tales ovejas están “fatigadas y abatidas”, expuestas a las bestias rapaces, al viento y a la intemperie, al hambre y a la sed. ¡Necesitan un verdadero pastor!
Finalmente, extendiendo su mirada pastoral a las multitudes necesitadas de asistencia, utiliza la imagen visible de la agricultura para expresar su angustia y oración: “Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.»”
Esta ecuación y este pedido de ruego tendrán permanente vigencia hasta nuestros días. Las necesidades pastorales sobrepasan las vocaciones, y el envío misionero mantiene la misma urgencia y significado que en los tiempo de Jesús.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué la multitud y los fariseos reaccionaron de esa manera?
 ¿Cuál era el planteo perverso de los fariseos?
 ¿Cuál es la cosecha y quienes los trabajadores a los que hace referencia Jesús?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Siento la admiración de la multitud ante la presencia de Jesús?
 ¿Siento compasión de la gente que necesita ayuda pastoral?
 ¿Estoy dispuesto a rezar y trabajar en “la cosecha” del Evangelio?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, dame tu corazón pastoral ante las necesidades de las multitudes. Auxíliame con tu Espíritu Santo a rezar por los trabajadores para la cosecha y crea en mí un espíritu y disposición misionero.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me “introduzco” en la escena de la curación y “percibo” las reacciones contrapuestas de la multitud y los fariseos. Luego reflexiono en la mirada compasiva de Jesús hacia el pueblo y medito en mis oraciones y acciones misioneras.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Voy a sentir compasión por aquellos que no tienen ayuda espiritual?
 ¿Voy a rezar por los trabajadores en la cosecha como pide Jesús?
 ¿Me voy a poner a disposición en lo que pueda para ser un colaborador en la misión de la Iglesia?

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4 de julio de 2011 – TO - LUNES DE LA SEMANA XIV – Lectio Divina

Mi hija acaba de morir, pero ven y vivirá

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 18-26

Se presentó a Jesús un alto jefe y, postrándose ante Él, le dijo: «Señor, mi hija acaba de morir, pero ven a imponerle tu mano y vivirá.» Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entonces se le acercó por detrás una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto, pensando: «Con sólo tocar su manto, quedaré curada.» Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: «Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado.» Y desde ese instante la mujer quedó sana.
Al llegar a la casa del jefe, Jesús vio a los que tocaban música fúnebre y a la gente que gritaba, y dijo: «Retírense, la niña no está muerta, sino que duerme.» Y se reían de él. Cuando hicieron salir a la gente, él entró, la tomó de la mano, y ella se levantó. Y esta noticia se divulgó por aquella región.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Se presentó a Jesús un alto jefe: Es Jairo, jefe de la sinagoga de Cafarnaúm. Los cuidados de Jesús se dirigen a las ovejas perdidas de Israel (15.24). La Iglesia de Mateo está constituida por ellos – que luego, después de la resurrección -, serán enviados a todas las gentes (28.29).
postrándose ante Él: Adorar a Jesús es el objetivo del evangelio de Mateo: los magos lo hacen desde el comienzo (2,2.11), y los discípulos lo harán al final (28.17).
Señor, mi hija acaba de morir: La hija indica el futuro, la capacidad de transmitir la vida. La joven hija del jefe de la sinagoga, como la de cualquier otro, desde siempre acaba de morir: el hombre no engendra vida sino para la muerte. El nacimiento no hace más que acrecentar el número de mortales.
ven a imponerle tu mano y vivirá: Ésta es la fe del jefe de la sinagoga, la fe de Israel: que el Señor venga y nos dé la vida. La muerte es el límite irremediable de toda existencia, a no ser que en él nos toque el Señor mismo de la vida.
Jesús se levantó: Jesús ya ha resucitado. Pero antes de levantarse, Él también durmió nuestro sueño.
y lo siguió: El Señor, incluso cuando ha resucitado, nos sigue hasta dentro de nuestra muerte.
con sus discípulos: Con Él están los que ya han escuchado la Palabra, que hace pasar de la muerte a la vida.
una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años: La sangre es la vida. Esta mujer es imagen de todos los nacidos de mujer: nuestra existencia desde hace doce años – desde siempre – no es más que perder la vida.
se le acercó por detrás: El flujo de sangre nos hace inmundos, incapaces de estar frente al Señor. Pero, precisamente, por eso estamos más necesitados de Él, como el enfermo necesita del médico. Lo que nos falta para sanar es precisamente Él, fuente de vida.
le tocó los flecos de su manto: La fe es tocar al Señor. Para eso nos autoriza nuestro mal. Pero lo tocamos como en las espaldas y mediante la orla de su vestido. El vestido del Señor es su humildad, de la cual se ha revestido; la orla de su vestido es la Palabra, a través de la cual nosotros, aún hoy, tocamos al verbo que se hizo carne y se hizo Palabra para alcanzar toda carne. En su humanidad habita toda la plenitud de la divinidad (Col.1,19), y su Palabra es viva y eficaz (Heb. 4,12), capaz de cumplir aquello para lo cual fue enviada (Is. 55.11). A Dios, como a toda persona, lo tocamos y nos toca con su Palabra, que mueve el corazón del uno hacia el otro.
pensando: La fe es una certeza interior de tocar al Señor en su Palabra, que actúa en quien la acoge como Palabra de Dios. (1 Tes. 2,13).
Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: El Señor se vuelve a quien le toca, por la espalda, la orla de su manto: le habla cara a cara, boca a boca. Su Palabra le muestra el rostro y le toca el corazón penetrándolo con su Espíritu.
Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado: Este tocar la Palabra, que se hace diálogo con el Señor, es la fe que salva. En efecto, la salvación es hablar y entrar en comunión con Él. Entonces, el miedo a la muerte deja el puesto al valor de la vida.
Y desde ese instante la mujer quedó sana: La salvación acontece en el mismo diálogo con el Señor. La mujer comprueba, como cada uno de nosotros, que su Palabra es verdadera: obra lo que promete. Pero sólo lo hace en aquel que cree. En el que no cree, falta precisamente lo que sólo la Palabra acogida puede dar. La hora de la salvación es la de la fe.
Al llegar a la casa del jefe, Jesús vio a los que tocaban música fúnebre y a la gente que gritaba: En la casa del jefe de la sinagoga reina la muerte, hay lamentos y estrépitos. Es el luto con el cual el que vive todavía expresa su dolor por la muerte ajena, anticipo de la propia.
y dijo: Retírense: La presencia de Jesús ahuyenta el luto y la turbación. La muerte pierde su dramatismo: ha perdido su aguijón, que es el pecado (1Cor. 15,56) – la falta de fe, que envenena la vida.
la niña no está muerta, sino que duerme: El sueño es el descanso de las fatigas para un despertar a la nueva luz. La muerte ya no es sin retorno. Al toque del Señor uno duerme y se despierta, con Él y como Él (8,24s).
Y se reían de él: No es la risa pascual, sino el encarnecer, que es la máscara de la mueca burlona de la muerte, que para nosotros es la última palabra. Si la muerte produce llanto, la resurrección, que es considerada como imposible, produce irrisión (Hch. 17,32; 26,24s).
Cuando hicieron salir a la gente: Debe salir la tristeza y la incredulidad, para que entre la risa y la comunión de vida.
la tomó de la mano: El esposo toma de la mano a la esposa, unido a ella en la buena suerte y en la mala. La vida arrebata a la muerte su presa, y la vestidura del duelo se cambia en hábito de danza (Sal. 30,12). La muchacha, muerta porque carecía de su otra parte, ahora resucita porque vuelve a encontrarla.
y ella se levantó: El toque del esposo despierta a la muchacha; un estremecimiento de vida la sacude. Ya está con el Señor, unida a Él en un amor más fuerte que al muerte (Ct. 5,4; 8,6)

Y esta noticia se divulgó por aquella región: Se difunde por donde quiera el eco de esta Palabra. Desde “esa tierra” llega hasta nosotros, porque en ella, - orla de su manto – tocamos a Aquel que con ella nos toca y nos salva.
Textos extraídos de “Una comunidad lee el Evangelio de Mateo” Silvano Fausti – Editorial San Pablo- 2da Edición– Páginas 190 – 192.

• Preguntas para la lectura:

û ¿Qué lugar ocupa en el relato el personaje del alto jefe?
û ¿Qué lugar ocupa en el relato el personaje de la mujer enferma?
û ¿Qué lugar ocupa en el relato la gente en los funerales de la niña?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Estoy dispuesto a acercarme a Jesús, aún en situaciones humanamente imposibles confiando en El?
û ¿Qué significa para mi hoy “querer solo tocar su manto”?
û ¿Me quedo lamentando lo sucedido como la gente o espero la última palabra del Señor sobre las situaciones adversas?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que atendés a cada uno de acuerdo a su necesidad y aún en situaciones límites, ayúdame a buscarte solo a vos y a querer alcanzarte personalmente. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de involucrarme dentro de la escena, viviendo de cerca el drama de Jairo y de la mujer. Veo el accionar amoroso del Señor, y de qué manera tuvo tiempo para atender a cada uno, aun cuando la lógica no daba lugar a la fe.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Buscaré en momentos difíciles la mano del Señor?
û ¿Cómo pondré en funcionamiento mi fe, aún ante lo imposible?
û ¿Qué actitud tomaré cuando mi fe sea burlada?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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3 de julio de 2011 – TO - DOMINGO XIV – Ciclo A

Soy paciente y humilde de corazón

PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Zacarías 9, 9-10

Así habla el Señor:
¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu Rey viene hacia ti; él es justo y victorioso, es humilde y está montado sobre un asno, sobre la cría de una asna. El suprimirá los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén; el arco de guerra será suprimido y proclamará la paz a las naciones. Su dominio se extenderá de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 144, 1-2. 8-9. 10-11. 13c-14 (R.: cf. 1)
R. Bendeciré tu nombre eternamente, Dios mío, el único Rey.

Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey,
y bendeciré tu Nombre eternamente;
día tras día te bendeciré,
y alabaré tu Nombre sin cesar. R.

El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas. R.

Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder. R.

El Señor es fiel en todas sus palabras
y bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que caen
y endereza a los que están encorvados. R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 8, 9. 11-13

Hermanos:
Ustedes no están animados por la carne sino por el espíritu, dado que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo no puede ser de Cristo. Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús habita en ustedes, el que resucitó a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales, por medio del mismo Espíritu que habita en ustedes.
Hermanos, nosotros no somos deudores de la carne, para vivir de una manera carnal. Si ustedes viven según la carne, morirán. Al contrario, si hacen morir las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30

Jesús dijo:
Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• “El texto de la ley es una cosa, otra es la fuerza que la impone y la hace real. Por eso, es absurdo caer en el fetichismo del texto legal escrito, olvidando la relación de fuerzas que le da vigencia y que permite aplicarlo”. (Guillermo Almeyra)
• Resultaría impensable en un mundo sumamente conflictivo y lleno de complicaciones, donde hay tantos intereses encontrados y tan variados, que los hombres puedan vivir sin leyes. Pero esta necesidad tan real para una convivencia ordenada y justa, no es una razón suficiente para convertirla en un valor en sí misma. La ley vale en tanto sirve a la justicia, la paz, la convivencia, la igualdad, la fraternidad, la libertad. La dependencia y el apoyo excesivo, en la ley por la ley, provoca infantilismo y ausencia de libertad.

• La segunda parte del libro de Zacarías presenta directamente la imagen de la nueva y eterna Jerusalén y del reino universal de Yahvé. Podemos sintetizarla así: Dios dará a Judá prosperidad y felicidad, sobre todo con la llegada del rey mesiánico. El profeta invita a los habitantes de Jerusalén a alegrarse, porque Yahvé vendrá a habitar en medio de la ciudad, en el templo renovado. Por una parte, se afirma que será de ascendencia davídica, real; por otra, se recalca su pertenencia al grupo de «pobres». La expresión «cabalgando sobre un asno», parece que manifiesta más el carácter pacífico del rey que su condición humilde.
• Las armas no pueden dar la victoria, sólo Dios puede dar la salvación. La paz mesiánica es un bien universal, no reservado exclusivamente al pueblo judío.


• Para San Pablo "carne" no es algo que pertenezca a la biología, ni a la metafísica, sino que es una expresión exclusivamente teológica y religiosa. Es la "carne de pecado", que es la situación del hombre en su historia. Es el hombre que entregado al pecado está destinado a la muerte.

• La nueva vida que hemos recibido, es una vida "en el espíritu", un hombre renovado por la acción del Espíritu de Dios que habita en nosotros. El Espíritu de Dios, es también el Espíritu de Cristo, que nos une a Él para formar con Él, un solo cuerpo. Pero nuestra vida, a diferencia de la vida de Jesús Resucitado, es aún una vida en esperanza, que camina a su plenitud, alentada por el mismo Espíritu.
• Jesús acaba de fracasar en su intento evangelizador en algunas ciudades de Galilea, su patria. A pesar de haber realizado numerosos milagros, no ha hecho brotar la conversión, ni la fe. Paradojalmente, a pesar de este fracaso, prorrumpe en una oración, en una acción de gracias porque el Padre revela a los sencillos los misterios del reino.
• Para la concepción religiosa de ese momento, la oración que hace Jesús, contiene tres revelaciones desconcertantes e inesperadas: sólo Jesús es capaz de transparentar el verdadero rostro del Padre; la revelación del Padre se abre a los pequeños y se cierra a los sabios, y todos los que están cansados y oprimidos pueden encontrar en Cristo alivio y consuelo.
• Jesús puede dar gracias al Padre, por sus entrañas de compasión, especialmente con los más sufridos, por el conocimiento y la comunión profunda que tiene con Él. Jesús sabe todo del Padre, porque el propio Padre se lo ha enseñado. El Padre se lo ha entregado todo.
• Dios ha decidido gratuitamente ocultar estas cosas a los prudentes y a los sabios y revelarlas a los pequeños. El Dios del cielo y de la tierra tiene preferencias por los humildes y los pequeños. Jesús afirma que el Padre ha revelado su voluntad en las palabras y en los hechos de su Hijo y sólo los sencillos, los que no tienen doblez, los de corazón abierto, los limpios de corazón, los pobres, los disponibles pueden recibir esta buena noticia.
• Con la expresión "los sabios y los prudentes" se quiere designar concretamente a las élites religiosas de Israel, rabinos y fariseos, que permanecían ciegos ante las palabras de Jesús y se escandalizaban por su predicación en favor de los pobres.
• Pequeños, en tiempo de Jesús, eran los campesinos y pobres aldeanos de Galilea, los pastores de Belén, los pecadores, publicanos y prostitutas, a quienes los doctores de la Ley y los fariseos despreciaban. Los «cansados y agobiados» son todos los que se esforzaban inútilmente en el cumplimiento de la Ley, y de las tradiciones de los judíos. La imagen del yugo se aplicaba a la ley judía con sus 643 preceptos imposibles de saber y de cumplir. Era conciencia generalizada, que el acercamiento a Dios sólo era posible desde una vida intachable, y en muchos casos socialmente próspera. Con la exigencia del cumplimiento de la ley y sus interpretaciones, lo que conseguían era atormentar las conciencias y dominar sobre los que se sentían culpables. Jesús se compadece; y anima a los que soportaban este yugo deshumanizador, a aceptar su invitación a ir hacia Él, para poner sobre sus hombros un yugo que libera. Quiere quitar esa carga que oprime para poner sobre sus espaldas una carga que fortalece: la ley del amor.
• Cargar con el yugo de Jesús significa hacerse cargo del amor de Dios para realizarlo en y con los hermanos, con todos los hombres. Para el que ama, no existen las obligaciones, nadie le dice lo que tiene que hacer, sino que sus acciones, brotan del amor con el que vive. Cuando falta el amor, todas las leyes son insuficientes. Vivir el evangelio significa sencillamente hacer una opción para amar con el estilo de Jesús.
• El amor es peso que no aplasta, sino que empuja porque nos hace cargar los pesos de los otros, nos compromete, nos responsabiliza. Es el peso que nos fortalece y libera porque nos hace trascender, salir de nosotros: saca de nosotros lo mejor de nosotros.
• La vida de fe del discípulo, no consiste en un conglomerado de leyes que cumplir, ritos y palabras que repetir. Tampoco podemos reducir nuestra fe cristiana a una ideología, o a una moral que trata de colocarse por encima de otras ideologías o morales. Cuando el discípulo vive el seguimiento de Jesús de esta forma, o con cierto sentimiento de poder, colocando su fuerza en la sola ley, corre el riesgo de presentar una religión que poco tiene que ver con el hombre, y casi nada le aporta a su vida, descolgada y, a veces, hasta opuesta a la marcha de la historia.
• El proyecto de Dios, fue asumir en Jesús todas las realidades humanas, para que, de ese modo, los hombres puedan experimentar en ellas su presencia constante.
• Ahora somos nosotros, como discípulos suyos, quienes tenemos que hacer posible la extensión de su proyecto; lo que significa sentir y hacer sentir, la presencia de Dios, en cada rostro humano, de tal modo que nos sintamos comprometidos a construir y generar espacios, donde se puedan hacer realidad la justicia, la verdad y la solidaridad. Sólo el amor hace que las cargas pesadas se hagan ligeras, y que las estructuras y realidades sociales, económicas y culturales que denigran y aplastan, se transformen en caminos hacia una vida cada día más plena.
• Encarnar la palabra de hoy, es poder sentir la responsabilidad de decirle a los hombres de este tiempo, que viven agobiados y fatigados, que en la Iglesia pueden encontrar una familia donde descansar y aliviar sus angustias y sus penas. La llamada profunda que el Señor nos hace es “ser ese lugar de libertad y de amor donde los hombres pueden seguir esperando”, así como lo fue Él mismo para todos los que se acercaban en busca de consuelo, esperanza y sentido para su caminar, tantas veces fatigoso, por la vida.
• Para eso necesitamos presentarnos delante de Dios conscientes de nuestra radical pobreza, vacío y pequeñez, pero con esa actitud humilde y esperanzada, de aquel que se encuentra en búsqueda de algo o de Alguien, que pueda llenar y dar sentido a nuestras vidas y, de ese modo, poder dar sentido a la vida del mundo, para que los hombres en Él tengan vida.

Para discernir

• ¿Qué poder le doy a la ley y que fuerza tiene el discernimiento?
• ¿Descubro en la ley una servidora de mi vida para crecer en libertad y conciencia?
• ¿Experimento mi misión en la Iglesia como espacio de acogida y consuelo para todo el que sufre?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

“Aprendan de mí, que soy sencillo y humilde de corazón”

Para la lectura espiritual

…”Éste es el más bello canto de amor filial que jamás se haya entonado en la tierra. El Hijo de Dios lo ha cantado, lejos de la casa paterna, lejos de la patria celestial, como los devotos israelitas durante el destierro elevaban a Dios salmos de conmovedora nostalgia. Desde su corazón de pobre e Hijo cariñoso,
Jesús, exultando en el Espíritu, eleva al Padre este himno de júbilo que revela el sentimiento de extrema pequeñez y confianza con el que, en cuanto hombre, se dirige a Dios, el Omnipotente, el Creador del cielo y de la tierra. Jesús es el «pequeño» por antonomasia al que le han sido revelados los misterios del Reino de los Cielos. Para hacerse «pequeño», Jesús se ha despojado de su gloria divina, y nosotros, para llegar a ser pequeños, en el sentido evangélico, tenemos que despojarnos del hombre viejo, del pecado. Jesús se ha despojado de la gloria divina y ha asumido nuestra condición humana; nosotros tenemos que despojarnos de nuestra falsa grandeza, de nuestro orgullo, y seguirlo.
El Espíritu Santo, cuando toca las cuerdas del corazón, las hace sensibles a las vibraciones de la gracia y suscita en ellas un canto divino, la música del amor. Sin embargo, Jesús no canturrea solo ni para sí; quiere atraer con su cántico a todos los hombres dispersos y reunirlos y restituirlos; para eso ha venido de a Dios, como hijo. Su canción se convierte en una inmensa sinfonía cósmica”…
A. M. Cónopi, El evangelio de la vida nueva, Milán 2000, 35

Para rezar

Señor, dame la sencillez
de interpretar la vida y la historia
como un viaje tomado de tu mano
a lo largo del cual me vas llevando
a una vida abundante.
Que tenga la simplicidad del amor
que me da la seguridad de que, pase lo que pase,
siempre vas a estar de mi lado.
Dame la capacidad de admirarme
ante las situaciones pequeñas y cotidianas
descubriendo en ellas
una realidad sorprendente que me trasciende.
Que nunca sienta que me basto a mi mismo
y me cierre a lo nuevo.
Que no me crea tan sabio
como para creer que tengo todo resuelto,
que estoy satisfecho, que soy justo
y que por eso puedo juzgar a los demás.
Que no me sienta tan autosuficiente
como para no preguntar, no buscar, ni escuchar.
Que pueda tener la humildad necesaria
para vivir en tus manos renunciando
a tener la seguridad en mis propias manos.
Quiero conocerte más siguiendo a Jesús
y que te conozca cada día más,
porque te amo cada vez más y experimento el derecho,
que da el amor, a entrar en tu intimidad.
Que no tenga miedo a abandonarme en tus pensamientos
para que mi vida tenga sabor a Evangelio
y sea una buena noticia para todos.

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2 de julio de 2011 – TO - SABADO DE LA SEMANA XIII – Lectio Divina

¿Acaso pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos?

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 14-17

Se acercaron los discípulos de Juan y le dijeron: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?»
Jesús les respondió: «¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto del Evangelio de hoy nos acerca una discusión teológica entre los discípulos de Juan el Bautista y Jesús. Algunos de los seguidores del Bautista se habían pasado a las filas de Jesús, mientras que otros siguieron las enseñanzas de aquel. Aún en la Iglesia primitiva encontramos remanentes de discípulos de Juan (Hechos 9.1-6).
Es curioso que el mensaje profético de arrepentimiento de Juan el Bautista (3.1-12) haya provocado en sus seguidores una idea extremadamente legalista de la práctica de la fe. A pesar de que en aquellas predicaciones en el desierto, Juan llamó a fariseos y saduceos a producir frutos de sincera conversión, llama la atención el hecho de que en su reclamo por la no observancia del ayuno, ahora sus seguidores se asocian en su práctica con ellos (“…como lo hacemos nosotros y los fariseos”).
Juan había hablado claramente de que una nueva era venía asomando. Frases como “El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles…; Yo los bautizo en agua….Él (Jesús) los bautizará en Espíritu Santo y fuego; Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era;" etc., eran introducciones suficientes para preparar el camino a la llegada del Mesías. Sin embargo, ese concepto teológico fundamental, de que con Jesús se inauguraba una nueva página en la economía soteriológica de Dios, no había prendido lo suficiente en los discípulos de Juan.
Jesús entonces, les responde con dos figuras sumamente didácticas. Primero utiliza la imagen de un rito matrimonial para responder sobre la inquietud puntual del ayuno. Segundo toma a mano las figuras familiares de vestidos y odres para ilustrar la instancia escatológica de la venida del reino de Dios que en Cristo, da nacimiento a una nueva época.
En el primer caso pregunta retóricamente: “¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán”. En épocas de Jesús, los amigos del novio permanecían a su lado, estaban a cargo de los arreglos y se esperaba que hicieran todo lo posible para promover el éxito de las celebraciones. Es impensado que los concelebrantes de la boda, en compañía del novio asuman una actitud de duelo o de ayuno. Ya habrá tiempo para extrañar a su amigo y exteriorizarlo, luego de la boda. Con esta figura conocida Jesús explica la razón de que el ayuno de sus discípulos ocurrirá, pero luego de su partida. No niega la práctica bíblica, la coloca en el contexto de los irrepetibles acontecimientos que estaban ocurriendo en el plan de Dios.
Finalmente, y para reafirmar que lo que se avecina es un nuevo orden, un nuevo tiempo, Jesús con dos figuras muy claras resalta lo inútil que significaría entender su venida como “un parche” en la historia de la salvación o un “rejunte” teológico. Sus imágenes son suficientemente gráficas: “Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!”.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Quién es el esposo y quienes sus amigos en el primer relato de Jesús?
 ¿Qué representan los vestidos viejos y los odres viejos?
 ¿Qué representan los géneros nuevos y los odres nuevos con el vino nuevo?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿De qué manera entiendo la venida de Cristo como un nuevo orden en el plan de Dios?
 ¿Cómo entiendo ahora el ayuno cristiano?
 ¿Cuáles son mis vestidos viejos y mis odres viejos que aún conservo?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que viniste a hacer nuevas todas las cosas y que en tu venida estableciste el reino de Dios, enséñanos a vivir en novedad de vida con la alegría de tu salvación.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono sobre los genuinos interrogantes de los discípulos de Juan el Bautista y la amorosa respuesta de Jesús. Medito en la figuras de los amigos de bodas, vestidos, odres y vinos para entender plenamente y regocijarme en la nueva época inaugurada por Jesucristo.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a entender y practicar el ayuno cristiano?
 ¿Cómo voy a leer la Biblia a la luz de la nueva época que llega con Jesús?
 ¿Con quién o quienes voy a compartir la alegría del Evangelio que hace nuevas todas la cosas?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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1 de julio de 2011 – TO – VIERNES DE LA SEMANA XIII – Lectio Divina

Soy paciente y humilde de corazón

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 11, 25-30

Jesús dijo:
«Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los dos primeros versículos del Evangelio de hoy: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Si, Padre porque así lo has querido” forma parte de una oración profunda del Señor Jesucristo. La misma comienza con una mención personal de identificación con “su” Padre. A diferencia del Padrenuestro, Jesús utiliza una fórmula oratoria que expresa una unión filial personalísima, única y mesiánica. También es completamente apropiado el siguiente vocativo que usa, “Señor del cielo y de la tierra”. Como tal, el Padre es Rey soberano, cuyas decisiones no deben ser criticadas. Esto último se debe tener especialmente en cuenta en el sustento del contenido central de su oración.
Por otra parte, debe de quedar claro que el contraste entre “los sabios y los prudentes” y los “pequeños” no es el de gente educada y gente ignorante. Es entre los que se imaginan que, por su inteligente “sabiduría” o práctica “prudencial” creen poder presentar credenciales suficientes a Dios y los que reconociendo su “pequeñez” elevan permanentemente sus ojos a la piedad divina. Tampoco se debe descartar que Jesús haya utilizado en esta oración una clara entonación irónica al referirse a los “sabios y prudentes”. De cualquier forma que lo leamos hoy, es obvio que Jesús no critica la sabiduría y la prudencia, si lo hace del uso autorreferencial y arrogante de quienes se atribuyen para sí mismos esas virtudes. Los “pequeños” no son los de edad o estatura menor, sino aquellos que tienen la sensibilidad espiritual suficiente para discernir su verdadera pequeñez frente a la grandeza de Dios.
Las “cosas ocultas y luego reveladas” no son otra cosa, que lo que ahora tienen delante de sus ojos, la revelación personal del Mesías, el Hijo de Dios prometido por la Ley y los Profetas.
Finalmente, Jesús cierra su oración reafirmando el beneplácito del Padre sobre lo dicho que desde luego sirve como sustrato de lo que va a expresar a continuación. La mención de que lo oculto y lo revelado forma parte de lo que el Padre ha querido, es una clara declaración profética que devela no solo la voz, sino el conocimiento pleno y cabal de la intencionalidad volitiva de Dios.
En el versículo 27: “Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” insiste sobre su filiación única que le permite conocer íntimamente al Padre a la vez de reafirmar su autoridad de revelación divina. El conocimiento mutuo entre el Hijo y el Padre son irrepetibles e inigualables, dos veces dice: “nadie conoce al…”. Finalmente agrega que la revelación de los misterios de Dios son atributos del Hijo a quien el Padre le ha dado todo.
Con lo anterior como contexto indispensable, ahora Jesús puede mostrarse a sí mismo como la revelación mesiánica que puede convocar a todos al verdadero descanso, alivio y paz. Sus palabras no dejan dudas: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana”.
La primera oración es un llamado hacia él “vengan a mi” y una promesa personal “yo los aliviaré”. La segunda es una invitación para sus seguidores “carguen sobre ustedes”. Si entendemos el “yugo” desde la literatura judía como la representación de la suma total de las obligaciones rabínicas, la carga religiosa interpuesta que produce aflicciones y agobio encuentra su alivio en la imitación de Jesús. Las afirmaciones: “aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón” tienen un claro correlato en la diferencia de aquel yugo con el suyo “Porque mi yugo es suave y mi carga liviana”. Esto no significa que Jesús haya “licuado” o “edulcorado” las enseñanzas judías, sino por el contrario, al darle el sentido y cumplimiento en su persona, las ha profundizado. De esta manera, el discípulo encuentra en el seguimiento de Cristo, la libertad, la vigencia y la vida de la ley de Dios.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuál es el conocimiento que Jesús tiene de la voluntad del Padre?
 ¿Qué autoridad tiene Jesús dada por el Padre y para qué?
 ¿Cuáles son los yugos que afligen y cuales los que alivian?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Me considero “sabio” o “pequeño” delante de Dios?
 ¿Me siento agobiado o afligido por cargas que no se corresponden con las enseñanzas de Cristo?
 ¿Cuál es el yugo suave y la carga liviana que Jesús me invita acompañar?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que sos uno con el Padre y que todo te ha sido dado por él, revelate a nosotros cada día de una manera nueva y refrescante para nuestras almas. Que no nos auto-impongamos yugos que nos agobien sino el imitarte a vos para encontrar alivio y paz y libertad. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Repito en voz alta la oración de Jesús, tratando de oír su voz y penetrar en el sentido profundo de su revelación. Reflexiono en lo que Jesús enseña sobre los yugos pesados que agobian y su invitación a imitarlo en su paciencia y humildad.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo me consideraré frente a la presencia de Dios, sabio o pequeño?
 ¿Cómo aliviaré mi carga de yugos autoimpuestos que me agobian?
 ¿Cómo imitaré a Jesús en su paciencia y humildad?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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30 de junio de 2011 – TO - JUEVES DE LA SEMANA XIII – Lectio Divina

Glorificaban a Dios por haber dado semejante poder a los hombres

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 1-8

Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad. Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados.»
Algunos escribas pensaron: «Este hombre blasfema.»
Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados te son perdonados", o "Levántate y camina"? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.»
Él se levantó y se fue a su casa.
Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

A pesar de que el relato de san Mateo sigue un aparente orden secuencial, al estar este Evangelio ordenado temáticamente y no cronológicamente, no nos permite ubicar exactamente el momento del suceso narrado. Además, los relatos paralelos en Marcos 2.5-17 y Lucas 5.29-32, dan otras “coordenadas” históricas a la vez de aportar otros datos narrativos. De todas maneras, analizaremos la narración de Mateo tal como está en el texto en el Evangelio de hoy.
¿Significa esto ahora que Mateo, al apartarse del orden histórico de los acontecimientos, presenta su material de un modo desordenado, sin rima ni razón? De ningún modo. Al relatar los milagros, Mateo muestra que le gusta la variedad y un arreglo del tipo que conduce a un clímax. Por el toque de la mano Jesús sana un leproso. Sin siquiera tocar, sana al siervo del centurión. Quita una fiebre, pero, como si tales milagros de curación no fueran suficientes para mostrar su poder y gloria, acalla los vientos y aquieta las olas. Además, no sólo gobierna sobre el universo físico; también sobre el espiritual, los demonios. Ellos también deben obedecer su voluntad. Sin embargo, aún no ha alcanzado a la raíz de la miseria humana, su corrupción y pecado que lo apartan de su Creador. La sección de hoy demuestra que el Gran Médico es también un sanador en este sentido. Mientras libra al hombre de su enfermedad física, también tiene el poder de librarlo del pecado, el mayor de todos los males.
Jesús regresa a Cafarnaún “su ciudad” atravesando el lago. Allí unos hombres simples, pero llenos de fe le traen en una camilla a un paralítico. El deseo de ellos es por demás evidente, la sanación del cuerpo inerme de su amigo. Sin embargo, Jesús vuelve a sorprender a propios y extraños, no hace lo “correcto”, realiza lo necesario. Absuelve al enfermo de sus pecados. Lo dice de una manera paternal y afectuosa “Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados”. El pecado paraliza, estanca, adormece, postra el alma de una persona. El pecado hace que su ser interior se enferme y tarde o temprano esta enfermedad se muestra exteriormente, se somatiza y exterioriza.
¿Se justifica también la conclusión adicional, a saber, que en el caso de este hombre el pecado y la enfermedad estaban en una relación de causa y efecto, en el sentido que una vida disoluta habría causado la enfermedad? No hay nada en el texto y en el contexto que lo demuestre.
Las palabras de Jesús que transgreden el status quo religioso y lo que los presentes esperaban, hace que la enfermedad del paralítico pase a segundo plano. Los escribas no están dispuestos a dejar pasar la blasfemia, su parálisis espiritual fundamentalista rápidamente endurece los músculos de su rostro. Jesús lo percibe al instante, es más lo esperaba. Le brinda la oportunidad de hacer una declaración aún más “osada” de su identidad mesiánica. El relato de Mateo no tiene desperdicios: “Algunos escribas pensaron: «Este hombre blasfema.» Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados te son perdonados", o "Levántate y camina"? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.»”. De todas maneras, el análisis teológico de los fariseos no es incorrecto. Solo Dios tiene prerrogativa de perdonar pecados. Pero ahora el pensamiento de ellos llega a una bifurcación en el camino y ellos siguen el errado. Uno de dos: a) Jesús es lo que por inferencia pretende ser, esto es, Dios; o b) blasfema en el sentido de que injustamente reclama atributos de la divinidad. Los escribas optan por la opción b).
La simpleza y naturalidad de la descripción de los hechos siguientes son maravillosos: “El se levantó y se fue a su casa”. Se fue sano de alma y cuerpo. Así que en el reino de lo perceptible demostró que también en el universo de lo invisible había ejercido su poder y amor divinos. Había dado a este hombre un cuerpo sano, pero también, y en primer lugar, un alma sana.
Nada se dice de la reacción inmediata de los escribas, aunque sabemos que este suceso como otros similares fue gestando en ellos el plan de eliminar a Jesús, “ese transgresor”. La multitud, el pueblo presente sin embargo tuvo actitudes espontáneas: un temor reverente hasta la glorificación de Dios. ¡Toda una definición teológica! Mateo lo describe vivamente: “Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres”.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué Jesús no sana al paralítico sin hablar de sus pecados?
 ¿Por qué los escribas reaccionan de esa manera?
 ¿Cuál fue la reacción de la multitud y por qué?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿De qué manera mis pecados ocultos se hacen visibles en mi vida?
 ¿Le doy prioridad a mi salud espiritual o física?
 ¿Qué aspecto de la personalidad “transgresora” de Jesús me impacta en el texto?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que conocés mis dolencias espirituales y físicas, ten misericordia de mí. Necesito tu perdón y tu sanidad interna y externa. Como la multitud de aquel día en Cafarnaún, al leer el texto me envuelve un temor reverente y glorioso de tu persona. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de recrear la escena en mi mente. Percibo las expectativas de los que traen la camilla y del enfermo, las especulaciones y juicio de los escribas y finalmente la reacción, sorpresa, admiración de todos los presentes antes las palabras y acciones de Jesús. Admiro al Señor en su muestra visible de su deidad.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a buscar el perdón del Señor ante las “dolencias del alma”?
 ¿Hay dolencias físicas en mi vida originadas en parálisis espirituales?
 ¿De qué manera voy a glorificar a Dios por lo que Jesús es y hace?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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29 de junio de 2011 – TO - SANTOS PEDRO Y PABLO APÓSTOLES
(A continuación de las Lecturas en forma completa y la reflexión se encuentra la Lectio divina correspondiente al miércoles de la semana XIII)

Esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre

PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los apóstoles 12, 1-11

Por aquel entonces, el rey Herodes hizo arrestar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Mandó ejecutar a Santiago, hermano de Juan, y al ver que esto agradaba a los judíos, también hizo arrestar a Pedro. Eran los días de «los panes Acimos.» Después de arrestarlo, lo hizo encarcelar, poniéndolo bajo la custodia de cuatro relevos de guardia, de cuatro soldados cada uno. Su intención era hacerlo comparecer ante el pueblo después de la Pascua. Mientras Pedro estaba bajo custodia en la prisión, la Iglesia no cesaba de orar a Dios por él.
La noche anterior al día en que Herodes pensaba hacerlo comparecer, Pedro dormía entre los soldados, atado con dos cadenas, y los otros centinelas vigilaban la puerta de la prisión.
De pronto, apareció el Angel del Señor y una luz resplandeció en el calabozo. El Angel sacudió a Pedro y lo hizo levantar, diciéndole: « ¡Levántate rápido!» Entonces las cadenas se le cayeron de las manos.
El Angel le dijo: «Tienes que ponerte el cinturón y las sandalias» y Pedro lo hizo. Después de dijo: «Cúbrete con el manto y sígueme.»
Pedro salió y lo seguía; no se daba cuenta de que era cierto lo que estaba sucediendo por intervención del Angel, sino que creía tener una visión.
Pasaron así el primero y el segundo puesto de guardia, y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. La puerta se abrió sola delante de ellos. Salieron y anduvieron hasta el extremo de una calle, y en seguida el Angel se alejó de él.
Pedro, volviendo en sí, dijo: «Ahora sé que realmente el Señor envió a su Angel y me libró de las manos de Herodes y de todo cuanto esperaba el pueblo judío.»
Palabra de Dios.

SALMO Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 5)
R. El Señor me libró de todos mis temores.

Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor:
que lo oigan los humildes y se alegren. R.

Glorifiquen conmigo al Señor,
alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: él me respondió
y me libró de todos mis temores. R.

Miren hacia él y quedarán resplandecientes,
y sus rostros no se avergonzarán.
Este pobre hombre invocó al Señor:
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.

El Angel del Señor acampa
en torno de sus fieles, y los libra.
¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
¡Felices los que en él se refugian! R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 6-8. 17-18

Querido hermano:
Yo ya estoy a punto de ser derramado como una libación, y el momento de mi partida se aproxima: he peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe. Y ya está preparada para mí la corona de justicia, que el Señor, como justo Juez, me dará en ese Día, y no solamente a mí, sino a todos los que hayan aguardado con amor su Manifestación.
Pero el Señor estuvo a mi lado, dándome fuerzas, para que el mensaje fuera proclamado por mi intermedio y llegara a oídos de todos los paganos. Así fui librado de la boca del león.
El Señor me librará de todo mal y me preservará hasta que entre en su Reino celestial. ¡A él sea la gloria por los siglos de los siglos! Amén.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-19

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: « ¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?»
Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas.»
«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?»
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• Pedro y Pablo, dos ejemplos para nosotros. Dos ejemplos, en el fondo de una misma y única fe en Jesucristo, de un mismo y único amor por Jesucristo. Ser fiel a la fe es vivirla como fundamento incondicional, como comunión entre todos los cristianos. Ser fiel a la fe de la Iglesia es también vivirla con libertad, como levadura que tiene fecundar el mundo de cualquier época.
• El Prefacio de este día nos ayuda a descubrir a cada uno de ellos como dos formas de ser y de actuar que llevan adelante la obra de Cristo en su Iglesia. Dos personalidades con temperamentos y dotes muy distintos.
• Pedro, impulsivo, generoso, noble, dispuesto a la entrega a Cristo y a su causa, como así de inestable, es nuestra roca firme y nuestro guía en la fe que profesamos. Es lo que le pidió Cristo después de aquella triple confesión de fidelidad: apacienta a mis ovejas. Es el pescador del mar de Galilea fuerte y decidido, que deja todo para seguir radicalmente a Jesús y aquel que después, consolidará la Iglesia primitiva con los israelitas que creyeron y la conducirá a lo largo de la historia mediante sus sucesores. Pedro es la autoridad constituida por Cristo para darle la unidad y la solidez necesarias a la Iglesia para que sea signo visible y eficaz de salvación para todos los hombres.
• Saulo de Tarso, genio de alta formación en la más pura tradición judía, apasionado y profundo; perseguidor de la Iglesia y asesino de cristianos, es llevado por su celo de la verdad, su fidelidad a Dios y a la fe de sus antepasados, a convertirse en el más ferviente y más dinámico predicador, fundador y maestro de comunidades creyentes fuera de Israel y a lo largo de las márgenes del Mar Mediterráneo. Su personalidad, su genio y su imagen son las que le permitieron extender la fe de la Iglesia naciente.
• Ambos representan dos líneas de pensamiento y de acción diferentes que conforman el ser, la misión y el quehacer de la Iglesia de todos los tiempos.
Por eso, “después de haber congregado por caminos diversos a la familia de Cristo, esa misma familia los asocia ahora en su veneración con una sola corona”.
• Ambos apóstoles, son signo de una Iglesia llamada a ser instrumento de salvación, para todos los hombres y mujeres que buscan y aman la verdad, y desde el amor a Dios, se esfuerzan por la práctica de la justicia y de la paz. Pero en los dos, lo más importante que se observa es la apertura a la acción de la gracia que, poco a poco, los va transformando en instrumentos para la misión evangelizadora. Los dos llegan al final con generosidad y capacidad suficientes para dar su vida por el Evangelio. Los dos nos recuerdan que el cristiano alcanza la santidad en la medida en que abre el corazón a la acción de la gracia.
• Las columnas, que sostienen la comunión eclesial, ejercieron su función desde la cercanía afectiva y entusiasmante hacia el Maestro y Amigo. La Iglesia no es producto de su historia, sino de su experiencia de la presencia del fundador en ella.
• La Iglesia necesitó y necesita un principio sólido, estable y permanente de autoridad y de unidad en la misión. Éste es Pedro y sus sucesores. Pero también necesita del elemento innovador que movido por el Espíritu esté continuamente buscando las formas de acercamiento al hombre en su cultura y en sus circunstancias propias de cada tiempo y de cada lugar. Éste es Pablo y la multitud de hombres y mujeres que a su imagen renuevan continuamente la Iglesia.
• Esta fiesta es una invitación a todos los que integramos la Iglesia, a una conversión permanente hacia Dios y hacia el mundo, según los criterios del evangelio. Que Pedro, la roca firme, sea nuestro ejemplo y nos ayude a confesar a Jesús y volver a Él con humildad, a pesar de nuestras negaciones. Que Pablo, el Apóstol nos dé la apertura de corazón y la audacia para anunciar a Jesucristo a todos los que desean ser fieles al plan de Dios.

Para discernir

• ¿Qué aspectos de Pedro hablan hoy a mi vida, a mi realidad?
• ¿Qué resuena en mí de la vida de Pablo?
• ¿A qué conversión son invitado como discípulo y misionero de Jesús en la Iglesia?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…Soy Hijo de Dios en la Iglesia…

Para la lectura espiritual

Mt 16.13-19: Si es sólo un hombre y nada más, no es Jesucristo
…”¿Quién es Cristo? Preguntémoselo al bienaventurado Pedro. Cuando se leyó ahora el evangelio, oísteis que, habiendo preguntado el mismo Señor Jesucristo quién decían los hombres que era él, el Hijo del hombre, los discípulos respondieron presentando las opiniones de la gente: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. Quienes esto decían o dicen no han visto en Jesucristo más que un hombre. Y si no han visto en Jesucristo más que un hombre, no hay duda de que no han conocido a Jesucristo. En efecto, si sólo es un hombre y nada más, no es Jesucristo. Vosotros, pues, ¿quién decís que soy yo?, les preguntó. Respondió Pedro, uno por todos, porque en todos está la unidad: Tú eres Cristo, el Hijo de Dios vivo (Mt 16,13-16).
Aquí tienes la confesión verdadera y plena. Debes unir una y otra cosa: lo que Cristo dijo de sí y lo que Pedro dijo de Cristo. ¿Qué dijo Cristo de si? ¿Quién dicen los hombres que soy yo, el Hijo del hombre? Y ¿qué dice Pedro de Cristo? Tú eres Cristo, el Hijo de Dios vivo. Une las dos cosas y así viene Cristo en la carne. Cristo afirma de sí lo menor, y Pedro de Cristo lo mayor. La humildad habla de la verdad, y la verdad de la humildad; es decir, la humildad de la verdad de Dios, y la verdad de la humildad del hombre. ¿Quién -pregunta-dicen los hombres que soy yo, el Hijo del hombre? Yo os digo lo que me hice por vosotros; di tú, Pedro, quién es el que os hizo. Por tanto, quien confiesa que Cristo vino en la carne, automáticamente confiesa que el Hijo de Dios vino en la carne. Diga ahora el arriano si confiesa que Cristo vino en la carne. Si confiesa que el Hijo de Dios vino en la carne, entonces confiesa que Cristo vino en la carne. Si niega que Cristo es hijo de Dios, desconoce a Cristo; confunde a una persona con otra, no habla de la misma. ¿Qué es, pues, el Hijo de Dios? Como antes preguntábamos qué era Cristo y escuchamos que era el Hijo de Dios, preguntemos ahora qué es el Hijo de Dios. He aquí el Hijo de Dios: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba en Dios y la Palabra era Dios”…
Sermón 183,3-4

Para rezar

“Me has dicho: ‘Anda y enseña a todas las naciones’ (Mt 28,19).
Creí y por eso hablé (Sal 116,10; 2 Cor 4,13)
Me prohibieron enseñar en tu Nombre (Hch 5,28),
pero yo obedecí a Dios antes que a los hombres (Hch 5,29).
Fui extremadamente humillado (Sal 116,3),
pero estoy feliz de haber sido considerado digno
de padecer ultrajes por el Nombre de Jesús (Hch 5,41).
Y cada día, en el Templo y en las casas,
no dejé de anunciar, oh Jesús, que Tú eres el Cristo (Hch 5,42).
Apacenté el rebaño que me confiaste,
lo cuidé de buena gana, apacible con todos (1 Pe 5,2).
Los que odiaban la paz me atacaron sin motivo (Sl 12).
Me regocijé por tener parte en tus sufrimientos.
Me alegraré cuando se manifieste tu Gloria.
Fui ultrajado por tu Nombre, pero de eso me regocijé,
pues tu Espíritu, oh Dios, reposó en mí.
Padecí como cristiano y no tuve vergüenza.
Glorifiqué a Dios por el Nombre de cristiano (1 Pe 4,14).
Y tú, rompiste mis lazos (Sl 116,16).
Reconocí verdaderamente que Tú mandaste a tu Ángel
y me libraste de la expectación del pueblo (Hch 12,1-19).
A ti me ofrezco en hostia de alabanza,
y tu Nombre aún lo invoco (Sl 116,4).
Cumplo mi promesa a la faz de todo el pueblo,
en los atrios de tu Templo Santo, en medio de Jerusalén (Sl 116,18-19),
no dejaré de anunciar que Tú eres el Cristo”.

Oración compuesta con base en el Salmo 116, pasajes de los Hechos de los Apóstoles y 1ª Pedro 4 y 5; Preparada por el Monasterio Apostólico Piedra Blanca- Colombia

TO - MIERCOLES DE LA SEMANA XIII – Lectio Divina

Id por todo el mundo, anunciad el Evangelio

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 16, 15-18

Jesús se apareció a los Once y les dijo:
«Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.
Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

“El Evangelio de Marcos termina de manera inesperada. Por eso se le agregó una conclusión, cuyo contenido es un resumen de los relatos de las apariciones de Jesús resucitado que figuran en los otros Evangelios.
En este Apéndice llama la atención la triple insistencia en la incredulidad de los discípulos. También para ellos la fe fue un don de Dios. Y sólo esa fe los hizo capaces de cumplir la misión que el Señor les encomendó: anunciar a todo el mundo la Buena Noticia de la Salvación, no solo de palabras, sino a la vez con obras. Esta es la misión que le toca cumplir a toda la Iglesia como servidora del Evangelio)
Texto extraído del “Apéndice” introductorio a Marcos 16.9-20 de la Biblia “El libro del Pueblo de Dios” – Ediciones Paulinas
Una manera de entender estos versículos es considerarlos como el producto de una comunidad cuya realidad más apremiante era vivir en el mundo como discípulos del resucitado. La premura escatológica y el frenesí apocalíptico de los primeros años se habían atenuado, y ahora las comunidades necesitaban entender su misión en un mundo que aún no había cedido lugar al Reino de Dios. Al igual que los otros Evangelios, este final largo provee pautas y direcciones para la praxis de la iglesia en el mundo grecorromano. La comunidad se constituye en medida salvífica: solo serán salvos aquellos que crean y sean bautizados. Además, el poder de Dios es mediado por las señales producidas por los creyentes. El Señor Jesús asciende y se sienta a la derecha de Dios, pero también está presente en la vida de la comunidad, ayudando y confirmando la misión con prodigios producidos por los fieles.
Podríamos pensar que la comunidad del final largo era netamente contracultural, al afirmar la necesidad de seguir predicando el mensaje evangélico en una situación de presencia “en el mundo”. Se les asegura la salvación a aquellos que, a través de la fe y del bautismo, se incorporan en la comunidad. Estos creyentes, que viven bajo la asfixiante opresión del Imperio Romano, y que comienzan a sentir la persecución de parte de los que no son cristianos, hacen hincapié en un tipo de vida comunitaria victoriosa.
Lo importante para una evaluación del final largo es entenderlo como una lectura contextual, o relectura, y no como un dogma. Al igual que otras partes del Nuevo Testamento, esta sección nos deja ver cómo los seguidores de Jesús tuvieron que adaptarse a los tiempos que vivían y cómo su teología reflejaba, precisamente esa adaptación.
Posiblemente, muchos encontrarán grandes falencias en este final, especialmente si lo comparan con Marcos 1.1 – 16.8. Sin embargo, no hay en estos versículos ninguna afirmación que no se haga en otras partes del Nuevo Testamento (con la excepción, quizás, de tomar serpientes con las manos y beber veneno). De todas maneras, aunque esta sección no sea parte del Evangelio original, es válida como relectura.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cómo se compara la gran comisión de Marcos con la de los otros Evangelios?
 ¿Qué importancia tiene para la comunidad cristiana la predicación del Evangelio a todas partes?
 ¿En qué otras partes del Nuevo Testamento se menciona a Jesús sentado a la derecha de Dios Padre?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cuál es concepción actual del mandato misionero de anunciar el Evangelio?
 ¿De qué manera entiendo el acompañamiento del Señor en el peregrinar misionero?
 ¿Qué significa para mí como parte de la Iglesia, que Jesús esté sentado a la diestra de Dios Padre?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos en que en los Evangelios inspiraste a sus escritores a encomendarnos claramente la misión evangelizadora, ayúdanos a realizarla con fe y alegría. Amén

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Releo el texto del envío misionero a la luz de otras lecturas similares en los Evangelios y busco las motivaciones y promesas que en todas ellas se muestras coincidentes.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera voy a asumir mi lugar en la evangelización?
 ¿Qué importancia le doy a la fe y al bautismo en la vida y mensaje cristianos?
 ¿Qué aprendo del entusiasmo misionero de las primeras comunidades de fe?

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28 de junio de 2011 – TO - MARTES DE LA SEMANA XII – Lectio Divina

Levantándose, increpó al viento y al mar y sobrevino una gran calma

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 8, 23-27

Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía. Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: «¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!»
Él les respondió: «¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?» Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma.
Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Luego de las sorprendentes e inquietantes respuestas de Jesús a sus dos aspirantes a discípulos sobre el costo de tal empresa (18-22), el Señor finalmente cruza la otra orilla del lago. Lo acompañan los discípulos a quienes en apariencia no les desalienta el costo del seguimiento.
Repentinamente una gran tormenta los sorprende. Era tal la magnitud del fenómeno que las olas cubrían la barca. ¿Había llegado tan rápido el momento de probar ese seguimiento incondicional de los discípulos? ¿Habían realmente éstos tomado en consideración las advertencias de Jesús pronunciadas antes de subir a la barca? ¿Eran ellos más comprometidos con la causa de Cristo que los dos que, probablemente, habían quedado a la orilla con su entusiasmo condicional?
¿Y Jesús que hacía a todo esto? El texto nos vuelve a sorprender. En plena crisis náutica el líder del grupo duerme plácidamente. El tiempo usado en el original describe a Jesús pacíficamente dormido. Había trabajado arduamente y estaba muy cansado. Sin embargo, la etiología de su descanso debe entenderse en la profunda paz y seguridad que le daba su total dependencia en la voluntad del Padre. Es entonces que el relato se transforma en toda un parábola de la confianza en Dios.
¿Qué hicieron los discípulos? Sencillamente no aguantaron la presión de la prueba. A pesar de ser muchos de ellos avezados y experimentados pescadores, desesperaron por la situación y quizás se molestaron por la “pasividad” de su líder. El texto bíblico es bien descriptivo acerca de lo que pasó: “Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: ¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!”. Le increpan a Jesús en una mezcla de reproche (“¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?” Mr. 4.39) y rogativa “¡Sálvanos!”. En realidad tenían miedo de hundirse y poca confianza en encontrar algún recurso racional de salvación.
Jesús se despierta y lo primero que hace – aún en medio de la tempestad - es interrogarlos sobre la profundidad de su fe: “Él les respondió: «¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?»”. Esta imagen responde todas las preguntas que nos planteamos en el segundo párrafo. Su fe era escasa, su genuina confianza en la paz de Jesús era inexistente y la primera prueba dejó todo esto en evidencia.
Los elementos de la naturaleza que aún en toda su furia descontrolada no habían logrado inquietar al Maestro son ahora dominados por la palabra de Jesús: “Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma”. Sus discípulos que si habían conseguido con su terror despertar a Jesús ahora reconocen que el problema de su fe reside en que realmente no conocen a ciencia cierta quien es su líder: “Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?» .

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué demuestra el descanso de Jesús en medio de la tempestad?
 ¿Qué evidencia el temor de los discípulos, aun teniendo a Jesús en la barca?
 ¿Qué significado especial tiene que Jesús haya dado órdenes precisas a la naturaleza con su Palabra?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cuál es mi actitud cuando una “tormenta” azota mi vida?
 ¿Creo que Jesús está cerca de mí en ese momento?
 ¿De qué manera el texto me muestra el camino de profundizar mi fe?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, perdónanos por nuestra poca fe. Nosotros también cuando vienen las pruebas tenemos temor y reclamamos tu presencia. Ayúdanos a verte cerca nuestro cuando las tormentas de nuestra vida acometan y a descansar en tu paz y confiar en tu palabra. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me introduzco en la escena de la tormenta y recreo en mi mente los temores de los discípulos y la paz de Jesús. Reflexiono en el reproche que Jesús hace sobre la fe de sus seguidores y medito en la mía. Tomo conciencia de la poderosa voz del Señor que ordena los elementos de la naturaleza y busco fortificar mi fe.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera voy a fortalecer mi fe ahora para que cuando la prueba venga a mi vida, no desespere?
 Además de la pregunta anterior. ¿Las pruebas que paso pueden hacer que mi fe se vea aumentada?
 ¿Cómo descansaré en la paz de Cristo y tendré seguridad en su Palabra a la luz del texto de hoy?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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27 de junio de 2011 - TO - LUNES DE LA SEMANA 13 – Ciclo A

Sígueme

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 8, 18-22

Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla. Entonces se aproximó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió: «Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo
sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.»
Otro de sus discípulos le dijo: «Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre.»
Pero Jesús le respondió: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El contexto inmediato anterior al texto del Evangelio de hoy está enmarcado en una serie de curaciones y milagros de Jesús. La curación de un leproso (1-4), del sirviente del centurión (5-13), de la suegra de Pedro (14-15) y de una cantidad indeterminada de personas (16).
Todos los sucesos milagrosos suceden ante la presencia de una multitud que lo siguió desde su descenso del monte donde da su discurso y se fue agregando en su camino hacia Cafernaún. Como es habitual en Jesús, luego de pasar un tiempo de tamaña exposición pública decide retirarse a un lugar más tranquilo y anónimo. En este caso decide cruzar a la orilla oriental del lago.
Sin embargo, justo antes de partir, dos hombres se acercan a Jesús. Querían unirse al círculo íntimo de los discípulos, y acompañar al Señor en todos sus viajes. Jesús aprovecha el diálogo con ellos para dar un nuevo mensaje a todos sus seguidores del costo del discipulado. Probablemente los “éxitos populares” de las curaciones haya creado en sus seguidores una idea irreal del real significado de identificarse con la causa y misión de Jesús.
El primero de ellos hace una declaración audaz: “Maestro, te seguiré adonde vayas”. Es una declaración notable, especialmente si se toma en cuenta que venía de un escriba, un miembro de un grupo generalmente hostil a Jesús. Además, los escribas mismos eran maestros; sin embargo, este maestro reconoce a Jesús como su maestro y así se dirige a él. No podemos argumentar falta de sinceridad del escriba, pero sí encontrar cierta dosis de desinformación teológica sobre el “siervo sufriente”, a la vez de inferir alguna influencia de interés exitista o populista.
De todas maneras, la respuesta de Jesús es categórica y sin eufemismos: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. Jesús utiliza el ejemplo de los zorros y las aves que aún en su fragilidad tienen cubiles o nidos donde pasar la noche, a diferencia de él que no puede encontrar un lugar fijo de residencia. La precariedad e incomodidad de vida nómade provocada por su visión misionológica en general y las persecuciones de sus enemigos en particular, hacía que el “seguirlo donde vaya” se transformaba en una empresa de alto riesgo. Jesús utiliza por primera vez el título de “Hijo del hombre” para referirse a sí mismo. Este título mesiánico está basado en Dn 7.13-14 y es referido siempre a Jesús en el Evangelio de Mateo (8.6; 9.6; 12.8, 32, 40; 13.41; 16.13, 27, 28; 20.18; 26.64), en Hechos (7.56) y en Apocalipsis (1.13).
La segunda persona se dirige a Jesús de esta manera: “Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre”. Evidente esta persona que ya era un seguidor de Jesús, está dispuesto a dar un paso comprometido para pertenecer al círculo íntimo del Maestro. Sin embargo, parece no estar completamente dispuesto a dar este paso inmediatamente. Si bien no impone exactamente sus condiciones para unirse al grupo, por lo menos indaga la posibilidad de hacer reservas en cuanto al tiempo. Su padre acaba de morir. Así que el aspirante pide a Jesús que lo deje ir a casa primero y sepultarlo. Esto constituía para la cultura judía un deber y un acto de misericordia filial que suponía un lugar prioritario para un hijo.
La respuesta de Jesús vuelve a sorprender: “Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos”. Jesús primero accede al pedido de pertenencia al grupo cercano de discípulo pero le imprime una dosis de urgencia y prioridad superadora de deberes ritualistas. Su “sígueme” es un llamado claro preciso, que no da lugar a especulaciones y que es dado desde quien reconoce en sí mismo la autoridad para realizarlo. Lo contrario hubiera sido detener a todos sus seguidores de “este lado de la orilla” y declinar sus planes a la espera de los días de rituales funerarios pedidos por un nuevo discípulo. La expresión utilizada por Jesús “…deja que los muertos entierren a sus muertos”, es posiblemente una expresión proverbial que hace un juego de palabras con los sentidos literal y figurado de la palabra “muertos”. El texto indica que seguir a Jesús es una obligación aún más importante que otros deberes de ritualismos familiares o religiosos (Mt. 10.37; Lc. 14.26).

• Preguntas para la lectura:

û ¿Por qué Jesús decide apartarse en lugar de continuar su “raid” de milagros y éxito popular?
û ¿Qué motivaba a la multitud a seguirlo?
û ¿Por qué Jesús utiliza este momento para hablar del costo del discipulado?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Deseo permanecer cerca de Jesús solo por su poder milagroso?
û ¿He evaluado el costo del discipulado cristiano?
û ¿Qué significa para mi comodidad el saber que Jesús no tenía donde reclinar su cabeza?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que nos llamás por tu amor a ser tus discípulos, ayúdanos a comprender y aceptar con gozo el costo y al entrega del mismo. Que nuestras motivaciones de seguirte sean centradas en tu persona y no tanto en tus acciones milagrosas.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de recrear la escena con los discípulos, la multitud y Jesús al borde del lago por emprender su retirada y el diálogo entre Jesús y estos dos hombres. Intento identificarme con ellos, sus motivaciones, miedos y especulaciones y busco en las respuestas de Jesús el real sentido del discipulado cristiano.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Qué cosas aceptaré dejar de lado por el beneficio de ser un seguidor de Jesús?
û ¿Cómo saldré de mi “comodidad religiosa” en la que probablemente me encuentro?
û ¿Con quién compartiré lo aprendido hoy en la Lectio?

LECTURAS COMPLETAS

PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Amós 2, 6-10. 13-16

Así habla el Señor:
Por tres crímenes de Israel, y por cuatro, no revocaré mi sentencia. Porque ellos venden al justo por dinero y al pobre por un par de sandalias; pisotean sobre el polvo de la tierra la cabeza de los débiles y desvían el camino de los humildes; el hijo y el padre tienen relaciones con la misma joven, profanando así mi santo Nombre; se tienden sobre ropas tomadas en prenda, al lado de cualquier altar, y beben en la Casa de su Dios el vino confiscado injustamente...
¡Y pensar que yo destruí ante ellos al amorreo, cuya altura era igual a la de los cedros y que era fuerte como las encinas: arranqué su fruto por arriba y sus raíces por debajo! Y a ustedes, los hice subir del país de Egipto y los conduje cuarenta años por el desierto, para que tomaran en posesión el país del amorreo.
Por eso, yo los voy a aplastar, como aplasta un carro cargado de gavillas. El hombre veloz no tendrá escapatoria, el fuerte no podrá valerse de su fuerza ni el valiente salvará su vida; el arquero no resistirá, el de piernas ágiles no escapará, el jinete no salvará su vida, y el más valeroso entre los valientes huirá desnudo aquel día -oráculo del Señor-.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 49, 16b-17. 18-19. 20-21. 22-23 (R.: 22a)
R. Entiendan bien esto, los que olvidan a Dios.

¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos
y a mencionar mi alianza con tu boca,
tú, que aborreces toda enseñanza
y te despreocupas de mis palabras? R.

Si ves a un ladrón, tratas de emularlo;
haces causa común con los adúlteros;
hablas mal sin ningún reparo
y tramas engaños con tu lengua. R.

Te sientas a conversar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu propia madre.
Haces esto, ¿y yo me voy a callar?
¿Piensas acaso que soy como tú?
Te acusaré y te argüiré cara a cara. R.

Entiendan bien esto, los que olvidan a Dios,
no sea que yo los destruya sin remedio.
El que ofrece sacrificios de alabanza,
me honra de verdad;
y al que va por el buen camino,
le haré gustar la salvación de Dios. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 8, 18-22

Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que
cruzaran a la otra orilla. Entonces se aproximó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió: «Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo
sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.»
Otro de sus discípulos le dijo: «Señor, permíteme que vaya antes a
enterrar a mi padre.»
Pero Jesús le respondió: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• En los Libros de los Reyes seguimos la convulsionada historia de Israel entre los siglos IX-VI antes de Cristo, ahora durante ocho semanas vamos a escuchar la voz de los profetas que interpretan esta misma historia, antes y durante el destierro a Babilonia.
• Amós, Oseas, Isaías, Miqueas, Jeremías, Nahúm, Habacuc, Ezequiel defenderán la Alianza como el proyecto de Dios defendiendo a los humildes y oprimidos.
• Amós era un campesino, cultivador de higos, que vivía en el reino del Sur, cerca de Belén, pero que emigra a Samaria, en el reino del Norte donde le llegó la llamada de Dios y se convirtió en portavoz de Dios. Amós profetizó bajo Jeroboan II, del 784 al 744 antes de Cristo.
• La primera página que leemos es una denuncia muy directa de los pecados de Israel y de sus clases dirigentes que se han olvidado de la Alianza. Amós denuncia los crímenes sociales de Israel, como la opresión del débil y la condena al inocente. Pone al descubierto la falta de moral en la vida «familiar»: hijo y padre se acuestan con la misma sierva, y la falta de respeto en el culto, bebiendo en la casa de su Dios el vino incautado por la justicia.
• La responsabilidad de este comportamiento es más grave porque se han olvidado de los continuos favores que les ha hecho Dios al sacarlos de Egipto y defenderlos de sus enemigos.
• Con un lenguaje directo, Amós además de echar en cara a los dirigentes del pueblo su pecado, los amenaza de un modo contundente: también ellos serán aplastados, como aplastan a los pobres, y no podrán escapar al juicio de Dios, por mucho que intenten correr.
Ë Ë Ë
• Jesús ordena a sus discípulos ir a la otra orilla del mar de Galilea, frente a Cafarnaún, para huir de la muchedumbre. Aparece hoy, en un breve pasaje dos relatos de vocación.
• El primero que manifiesta su deseo de seguir a Jesús es un letrado, un escriba que puede pertenecer al grupo de los que aparecen como hostiles a Jesús. A pesar de esto, el texto no dice que no sea sincero. Jesús le explica al doctor de la ley las dificultades y exigencias de su seguimiento. Aprovecha la ocasión para aclarar a quienes quieran seguirlo, que deben estar dispuestos a no tener seguridades y estabilidades humanas.
• Jesús sigue una vida de peregrino, itinerante, desarraigado y pobre; por eso dice que «no tiene dónde reclinar la cabeza». Esa será la vida de los que los que lo sigan. El discípulo no puede esperar ventajas, comodidades o prerrogativas por encima del resto de la gente.
• El otro, ya discípulo, le pide que le permita ir primero a enterrar a su padre". Jesús le dice que lo siga y que deje que los muertos entierren a sus muertos. Después del desprendimiento de los "bienes materiales" Jesús va a exigir a los discípulos el desapego y el desprendimiento incluso de la "familia".
• Jesús no sugiere una actitud inhumana y cruel que descuide a los padres, a la familia o el deber de enterrar a los muertos. Con esas dos afirmaciones, tan radicales, está mostrando que su seguimiento es exigente; reclama decisión absoluta y estar dispuestos a vivir desprendidos de todo, no instalados en nuestras seguridades. La fe cristiana no promete bienes materiales y éxitos según los criterios de este mundo. El mismo ha dejado su familia de Nazaret para dedicarse a su misión y camina de pueblo en pueblo, sin arraigarse en ninguno.
• Existen ideales por los que vale la pena sacrificarse. Hay valores más profundos que los que presenta este mundo. El seguimiento de Jesús va en esta línea de decisión generosa. El momento es ahora.
• Los discípulos de Jesús tenemos que asumir los riesgos y la inseguridad que genera la nueva familia de Jesús; que está construida por la comunión en un mismo proyecto y una misma misión. Anunciar.
• Como verdaderos discípulos, busquemos al Hijo del Hombre que no tiene donde reclinar la cabeza y siguiéndolo descubramos el auténtico valor de las cosas para servirnos de ellas, en el anuncio del Reino de Dios.

Para discernir

• ¿Qué lugar ocupan las cosas materiales en mi vida y en mis opciones?
• ¿Reconozco que entorpecen mi camino hacia el Señor?
• ¿Me sirvo de las cosas para construir el reino o sirvo al reino de las cosas?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…El Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza…

Para la lectura espiritual

…”¿Cómo podría llegar a darse cuenta el hombre del mal y cómo podría llegar a tomar en serio, con toda su gravedad, su pecado y el de los demás, por muy claro que pueda estar ante sus ojos? [...]. La respuesta está en la cruz. El peso del pecado, la atrocidad de la corrupción humana, la profundidad del abismo en que va a precipitarse el hombre que hace el mal, pueden medirse por el hecho de que el amor de Dios ha podido y querido responder al pecado, superarlo y eliminarlo, y salvar así al hombre, sólo entregándose a sí mismo en Jesucristo, sacrificándose para ejecutar el juicio sobre el hombre haciéndose juzgar en su lugar y dejando que muera en su persona el hombre viejo del pecado.
Sólo cuando se ha comprendido esto, es decir, cuando se ha comprendido que Dios nos ha reconciliado consigo al precio de sí mismo, en la persona del Hijo, sólo entonces deja de haber lugar para la confortable ligereza que quisiera ver nuestra maldad limitada por nuestra bondad”…
K. Barth, Dogmatica ecclesiale, Bolonia 1980, pp. 140ss.
Para rezar

Señor Jesús

Mi fuerza y mi fracaso
eres tú.
Mi herencia y mi pobreza.
Tú, mi justicia, Jesús.
Mi guerra, y mi paz.
¡Mi libre libertad!
Mi muerte y mi vida.
Tú, Palabra de mis gritos,
silencio de mi espera,
testigo de mis sueños,
¡Cruz de mi cruz!
Causa de mi amargura,
perdón de mi egoísmo,
crimen de mi proceso,
juez de mi pobre llanto,
razón de mi esperanza,
¡Tú! Mi tierra prometida
eres tú...
La Pascua de mi Pascua,
¡nuestra gloria por siempre,
Señor Jesús!

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26 de junio de 2011 - SOLEMNIDAD DE CORPUS

…El que coma de este pan vivirá eternamente…

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14b-16a

Moisés habló al pueblo diciendo:
«Acuérdate del largo camino que el Señor, tu Dios, te hizo recorrer por el desierto durante esos cuarenta años. Allí él te afligió y te puso a prueba, para conocer el fondo de tu corazón y ver si eres capaz o no de guardar sus mandamientos. Te afligió y te hizo sentir hambre, pero te dio a comer el maná, ese alimento que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que el hombre no vive solamente de pan, sino de todo lo que sale de la boca del Señor.
No olvides al Señor, tu Dios, que te hizo salir de Egipto, de un lugar de esclavitud, y te condujo por ese inmenso y temible desierto, entre serpientes abrasadoras y escorpiones. No olvides al Señor, tu Dios, que en esa tierra sedienta y sin agua, hizo brotar para ti agua de la roca, y en el desierto te alimentó con el maná, un alimento que no conocieron tus padres.»
Palabra de Dios.

SALMO Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 (R.: 12a)
R. ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!

¡Glorifica al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión!
El reforzó los cerrojos de tus puertas
y bendijo a tus hijos dentro de ti. R.

El asegura la paz en tus fronteras
y te sacia con lo mejor del trigo.
Envía su mensaje a la tierra,
su palabra corre velozmente. R.

Revela su palabra a Jacob,
sus preceptos y mandatos a Israel:
a ningún otro pueblo trató así
ni le dio a conocer sus mandamientos. R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 10, 16-18

Hermanos:
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan. Pensemos en Israel según la carne: aquellos que comen las víctimas, ¿no están acaso en comunión con el altar?
Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 51-58

Jesús dijo a los judíos:
«Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo.»
Los judíos discutían entre sí, diciendo: « ¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?»
Jesús les respondió: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente.»
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• Uno de los elementos desde el que podemos tomar conciencia de los avances tecnológicos, es la capacidad que ha tenido el hombre de hacer crecer y multiplicar todo. La sociedad de consumo impone un vértigo en la competencia que impulsa cada día a producir más y mejores productos. Esto va de la mano con un aumento de capital desmesurado, un incremento en la multiplicidad y la velocidad de los medios de transporte, el esfuerzo constante de avanzar y facilitar la comunicación; hasta el límite de lo que hasta hace poco no podíamos pensar, acortar las distancias, aumentar el confort de vida. Podemos decir a ciencia cierta que asistimos en nuestro mundo al milagro de la multiplicación de los bienes de consumo, un milagro imposible de realizar a principios de nuestra era: ya hay pan y alimentos básicos para todos los seres que habitan el planeta.
• Por otro lado, la contracara de esta realidad, es la realidad del hambre en este mismo mundo sigue siendo desesperada. Las estadísticas de la ONU son escalofriantes: hambre crónica de 1.000 millones de habitantes, muerte de 40.000 personas diarias por inanición porque el sistema de mercado declara de antemano muertos a quienes no poseen capacidad de compra y niega ayudas en provecho de reducir impuestos al capital. Un 2% de la producción mundial de grano bastaría para alimentar a los 1.000.000 de personas que lo necesitan, pero sin un céntimo para adquirir un puñado de trigo o de maíz su identidad es irrelevante. Y por si esto fuera poco, las fortunas de las 358 familias más ricas del planeta suman más que los 2.500 millones de personas más pobres del mundo.
• Lo propio de nuestra «sociedad consumista» es que no sólo consumimos lo necesario para la vida, sino que consumimos sobre todo y fundamentalmente bienes superfluos. Lo que mueve básicamente la política y la economía no es que todos puedan consumir lo necesario sino «aumentar el crecimiento» y «subir el nivel de consumo».
• "No sólo de pan vive el hombre" nos dice Jesucristo. Pero a la hora de comer no despidió vacíos a los que lo escuchaban, sino que buscó la forma eficaz de multiplicar los panes y los peces. Y nos dejó encargado a sus seguidores: "Denles ustedes de comer".
• En realidad, no sólo de pan vive el hombre... pero también de pan. El pan es indispensable y la justicia social también. La libertad es indispensable como el pan de cada día y la solidaridad lo es tanto como la justicia.
• … “Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social”…. Federico García Lorca. Fragmento del discurso pronunciado con motivo de la inauguración de la Biblioteca de Fuentevaqueros.
• Como dice un teólogo contemporáneo: el pan no es sólo lo que vemos, tocamos y comemos sino que es transparencia de dolores, trabajos, sueños, alegrías etc., ni alimento es sólo el que ingerimos para mantener nuestra vida biológica. Desde esta perspectiva puede Jesús afirmar con profundidad y verdad que Él “es el pan de Vida”.
X X X
• La primera lectura recuerda la necesidad de alimento que tuvo el pueblo de Israel en el desierto. El maná fue el pan que alimentó su peregrinar hacia la tierra prometida. Era un pan que bajaba del cielo y que no conocían. Dios los alimentó haciéndoles ver, al mismo tiempo, que "el hombre no sólo vive de pan". El alimento que Dios les da los hace sentir más pueblo, pero no daba la vida porque los que lo comían también terminaban muriendo.
• Si hay diferencias que humillan a unos hermanos frente a los demás se está contradiciendo el amor a Cristo y la unidad en la comunidad. San Pablo pone de manifiesto la exigencia de unidad que brota de la Eucaristía. Todos los que comulgan del cuerpo y la sangre de Cristo se hacen con Él un solo cuerpo. La unidad de alimento produce también unidad entre los miembros de la comunidad. De ello deriva la exigencia de unidad entre los miembros de la comunidad cristiana. Esta realidad debe llevar a compartir los bienes espirituales y materiales en una verdadera caridad fraterna.
• En el evangelio, Jesús, en la sinagoga de Cafarnaún, hablaba a la gente y les anunciaba el alimento de su carne y su sangre como fuente de vida para todos. El diálogo entre los judíos y Jesús se inicia con el milagro del maná, la providencial comida con que Dios alimentó a sus padres en el desierto. Pero el alimento milagroso se ofrece al pueblo únicamente porque los israelitas están a punto de morir de hambre y de sed.
• Este pasaje es el final del discurso en el que Jesús se identifica con el pan vivo. Una vida que va más allá de lo terreno, una vida que vence las barreras de la muerte, una vida eterna: "El que come de este pan vivirá para siempre". Jesús reafirma la promesa de vida eterna con una condición: quien acepta comer de este pan, quien acepta su palabra, su proyecto de salvación, alcanzará la vida plena.
• Jesús subraya que Él mismo es el pan de vida: su carne es verdadera comida y su sangre verdadera bebida y sólo el que come su carne y bebe su sangre tiene vida eterna. El evangelista hablando de este modo realista, quiere dar a entender que el pan eucarístico es "verdaderamente" el cuerpo de Cristo y el vino consagrado es "verdaderamente" la sangre de Cristo. Quien come este cuerpo y bebe esta sangre tiene la vida eterna y la promesa de Cristo de que lo resucitará el último día.
• Cristo se hace totalmente presente y se nos ofrece como alimento, como provisión para el camino de la Vida. Gracias a su entrega y a su presencia eucarística nosotros podemos ansiar la vida eterna.
• La declaración que hace Jesús de la necesidad de comerlo y beberlo significan asimilarse a Él, aceptar y hacer propio el amor expresado en su vida, con su carne y en su muerte con su sangre. No hay realización plena para el hombre, no hay vida verdadera si no es por la asimilación a Jesús; el Espíritu que se recibe en cada Eucaristía lleva a una en¬trega y a una calidad humana como la suya.
• La comunión, por tanto, pone al discípulo en camino de identificación con Jesús, quien, de este modo, pasa de ser un modelo exterior que imitar a una realidad interiorizada; la comunión produce la sintonía con Jesús y hace vivir identificado con Él, hace vivir como Él.
• Como Jesús vive por y para el Padre, en una total dedicación a cumplir el proyecto del Padre de dar vida al mundo, el discípulo, el que come la carne y bebe la sangre, no puede vivir con otra actitud que esa misma dedicación al mismo plan de dar vida al mundo.
• Ante el escándalo de los judíos que al escuchar que Jesús les dará a comer su carne, están pensando tal vez en un rito antropófago, Jesús responde insistiendo en que su carne y su sangre, entregadas a la muerte por amor de todos nosotros, y significadas en el pan y en el vino de la eucaristía, constituyen ese verdadero alimento que calma para siempre el hambre de verdad, justicia, amor y belleza que hay en nosotros y buscamos afanosamente. Un alimento que nos dé vida eterna, como la de Dios. Un pan de inmortalidad.
• En la Eucaristía Jesús nos incorpora a su cuerpo que es la Iglesia. La comunión con Cristo se convierte en comunión entre nosotros, con los hermanos, más aún, con todos los hombres para formar una comunidad fraterna de discípulos, para vivir sirviéndonos unos a otros, cada día, como el mismo Jesús nos mostró por la salvación del mundo.
• No se puede celebrar la Eucaristía abusivamente, no podemos comulgar en el Cuerpo y la Sangre de Jesús sin que tenga consecuencias en nuestra vida. Al comulgar nos incorporamos a una corriente de vida. Comulgar nos obliga a una opción: la de seguir el camino de amor de Jesús como una respuesta al Amor de Dios en la vida de cada día.
• La Eucaristía no es una realidad mágica que por la repetición de unas palabras transforma la realidad del pan y del vino en otra realidad que causa automáticamente la salvación del que la recibe. La Eucaristía es una celebración de fe en la que todos los que participan entran en comunión con el Cuerpo de Cristo y en esa comunión se hacen Cuerpo de Cristo, se hacen comunidad de hijos en el Hijo, son presencia del Reino en el aquí y ahora de este mundo.
• Comulgar no es, solamente el acto piadoso de recibir a Cristo que se realiza de espaldas al mundo y a los hermanos sino que es entrar en comunión con Él, hacer causa común con Jesús y su causa que es el hombre, sobre todo el débil, el oprimido, el empobrecido, el explotado, el sometido a la miseria y al hambre. Jesús, Pan de Vida, alimento de su comunidad, por la Eucaristía funda la Iglesia como comunidad de servicio a la humanidad, como prolongación del cuerpo de Cristo, que se ofrece en la cruz por la vida del mundo. De ahí que la comunión, al tiempo que nos incorpora y mantiene en la Iglesia, nos vuelca y compromete en el servicio a los hombres, en solidaridad con todos y especialmente de los pobres.
• Comer y beber "la Vida" es comer y beber el amor a la vida y todo lo que ésta conlleva: libertad, justicia, participación, hermandad. Este el misterio que conmemoramos y adoramos en esta solemnidad del Corpus Christi y en toda celebración de la Eucaristía.

Para discernir

• ¿Qué experimento al recibir el cuerpo del Señor?
• ¿Me siento unido por la eucaristía al proyecto de Jesús?
• ¿Vivo la unidad con el resto del Cuerpo de Cristo?

Para repetir y vivir hoy la Palabra:

…Tu carne es la verdadera comida, y tu sangre, la verdadera bebida…

Para la lectura espiritual

…”Cuando veas que está sobre el altar el cuerpo de Cristo, di a ti mismo: por este cuerpo no soy ya en adelante tierra y ceniza; ya no soy cautivo sino libre; por este cuerpo, espero los cielos y estoy seguro de que obtendré los bienes que hay en ellos: la vida inmortal, la suerte de los apóstoles, la conversación con Cristo. Éste es aquel cuerpo que fue ensangrentado, traspasado con lanza y que manó fuentes saludables, la de la sangre, la del agua para toda la tierra... Este cuerpo se nos dio para que lo tuviéramos y comiéramos, lo cual fue de amor intenso”…
(S.Juan Crisóstomo, In epist. 1 ad Cor 24, 4: PG 61, 203; R1195).

Para rezar

La Eucaristía sale hoy a la calle, se hace vida.
Como Jesús, se acerca a nosotros
y toca nuestras heridas para curar, sanar y reconciliar, para salvar
y arrancar de la muerte.
Él es el pan vivo que ha bajado del cielo para la vida del mundo.
Entrar en comunión con él es entrar
en el torrente de vida que es Dios y vivir para siempre.
Hoy es un día para celebrar porque la Eucaristía es el mayor regalo
que Dios nos podía ofrecer:
su misma presencia, su misma vida, hecho alimento para nosotros.
Es celebración que nos une en la fe
y que a la vez nos abre a la humanidad entera,
recordándonos que el Reino es el centro de la fe
porque es la voluntad del Padre,
que todos vivamos como lo que somos: hijos e hijas suyos.
Es celebración que traspasa los límites litúrgicos
para hacerse vida para todos en Jesús.
P. Fernando Torres Pérez c.m.f.

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25 de junio de 2011 – TO – SABADO DE LA SEMANA XII – Lectio Divina

Muchos vendrán de Oriente y de Occidente,
y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob


+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 8, 5-17 .

Al entrar en Cafarnaún, se acercó a Jesús un centurión, rogándole: «Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente.» Jesús le dijo: «Yo mismo iré a curarlo.»
Pero el centurión respondió: «Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: "Ve", él va, y a otro: "Ven", él viene; y cuando digo a mi sirviente: "Tienes que hacer esto", él lo hace.»
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos; en cambio, los herederos del Reino serán arrojados afuera, a las tinieblas, donde habrá llantos y rechinar de dientes.» Y Jesús dijo al centurión: «Ve, y que suceda como has creído.» Y el sirviente se curó en ese mismo momento.
Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de este en cama con fiebre. Le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirlo.
Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías:
"Él tomó nuestras debilidades
y cargó sobre sí nuestras enfermedades".
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Las escenas narradas en el Evangelio de hoy suceden a las puertas de y en Cafarnaún. Jesús ha bajado de la montaña luego de presentar su memorable sermón (Cap. 5–7), sana a un leproso en el camino a esa ciudad (1-4), y a las puertas de ésta lo espera un centurión. El centurión (lit. jefe de cien) era un oficial militar que, probablemente tenía a su cargo el cuartel local de las tropas romanas que ocupaban el país. No es judío, pero simpatizaba con su religión. Va en búsqueda de Jesús sin aguardar que ingrese a la ciudad y le presenta la enfermedad de un sirviente suyo, que sin duda lo tenía muy angustiado. Es entonces que se desarrolla un diálogo muy interesante entre el centurión y Jesús.
El centurión le reconoce a Jesús su autoridad curativa y su status divino (lo llama Señor y su pedido se traduce en rogativa), para luego describirle con detalle la sintomatología y efectos de la enfermedad: “Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente”. Si bien le señala el lugar donde se encuentra el enfermo, no tiene intenciones de que Jesús vaya hasta allá, lo que de alguna manera explica el apuro de encontrarse con éste a las puertas de la ciudad. Recién cuando Jesús manifiesta su decisión de visitar su casa para sanar personalmente al sufriente: “Yo mismo iré a curarlo”, el centurión devela el porqué de su resistencia: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa”. Hay por lo menos tres elementos destacables en la actitud piadosa del centurión: Primero se compadece y compromete con la salud de un subordinado, segundo recurre a Jesús en actitud de oración y tercero reconoce en él una autoridad y dignidad de la que no se siente merecedor a pesar de sus credenciales jerárquicas.
El centurión, acostumbrado al peso específico de la palabra dada por quien tiene genuina autoridad, presenta a Jesús la lógica sobre la cual sustenta la innecesaria presencia de éste en su casa. Ésta, si bien puede entenderse como una actitud dirigista sobre el accionar soberano de Jesús, tiene como sustrato espiritual innegable, el reconocimiento del valor de la palabra de Cristo: «…basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: "Ve", él va, y a otro: "Ven", él viene; y cuando digo a mi sirviente: "Tienes que hacer esto", él lo hace.».
Jesús reacciona positivamente al desenlace de la conversación por parte del centurión: “Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe”. Y finalmente realiza la curación de la manera sugerida por el centurión: “Y Jesús dijo al centurión: «Ve, y que suceda como has creído.» Y el sirviente se curó en ese mismo momento”.
Pero no termina allí la intencionalidad de Jesús con relación al hecho narrado por Mateo. No se olvida de la multitud de seguidores que han presenciado la conversación, y para ellos tiene reservadas otras palabras. Estas son, además del elogio de la fe del centurión, duras advertencias escatológicas para quienes se creían merecedores ancestrales de la salvación de Dios y que probablemente miraban al centurión como un hombre extranjero y de fe incompleta. «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos; en cambio, los herederos del Reino serán arrojados afuera, a las tinieblas, donde habrá llantos y rechinar de dientes.». No es para nada aislada en la permanente confrontación teológica que Jesús tiene con los fariseos y escribas, esta interpelación profunda basada en la espiritualidad genuina versus la religiosidad heredada.
Ya en la ciudad, Jesús toma la iniciativa de curar a la suegra de Pedro. Es notorio el contraste con el suceso anterior. Ahora el Señor entra en una casa en Cafarnaún y toca a la enferma para sanarle: “Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de este en cama con fiebre. Le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirlo”. Seguramente Jesús tenía pensado hospedarse en esa casa amiga en donde es de destacar que la inmediata sanidad de la suegra de Pedro la impulsa a servirle como se hace en la cultura judía con un huésped. .
Finalmente, el texto de hoy nos informa que el día para Jesús iba a ser largo y su tarea de sanación se iba a prolongar. “Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos”.
Como es habitual en el Evangelio de Mateo, éste hace una interpretación teológica de las acciones mesiánicas de Jesús a la luz de las profecías del Antiguo Testamento: “…para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: Él tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades". .

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué importancia tiene en el texto que el encuentro y diálogo con el centurión se diera fuera de la ciudad?
 ¿Qué hace Jesús cuando entra a la ciudad? ¿Por qué no sanó en esa también al siervo del centurión?
 ¿Qué importancia tiene para Mateo la cita del profeta Isaías?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Tengo una fe genuina como la del centurión?
 ¿Me considero merecedor por conducta, herencia o pertenencia eclesial a un trato especial de parte de Jesús?
 ¿Qué efecto sanador produce hoy la palabra de Dios?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que reconocés la fe genuina de quien te reconoce como señor y no se considera digno de tu misericordia, ten piedad de nosotros. Danos tu palabra y nos basta. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me involucro imaginariamente entre la multitud para escuchar la conversación de Jesús con el centurión. Luego medito en el accionar de Jesús y reflexiono en sus palabras. Pienso también en la vocación de servicio de la suegra de Pedro y en la misericordia de Jesús de atender a todos los necesitados a pesar de la inconveniencia del cansancio y de la hora.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera voy a cultivar en mi vida una fe humilde que mire la dignidad de Jesús y no la mía?
 ¿Cómo imitaré la actitud piadosa del centurión en relación a un subalterno?
 ¿Cómo imitaré la disposición de servicio de la suegra de Pedro?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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24 de junio de 2011 – TO – VIERNES DE LA SEMANA XII – Lectio Divina

Su nombre es Juan

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 57-66. 80
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: «No, debe llamarse Juan.»
Ellos le decían: «No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre.»
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: «Su nombre es Juan.»
Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.
Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: «¿Qué llegará a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El pasaje menciona ciertamente la circuncisión, pero más bien como una introducción a lo que sigue, al nombre dado al niño y a las cosas asombrosas que se manifestarán.
Como había anunciado el ángel (1.13), Isabel da a luz un hijo. Ya se habían anunciado incluso los festejos que acompañarían a este feliz acontecimiento: “Muchos se gozarán en su nacimiento” (1.14)
Ente los israelitas, las circuncisión tenía lugar el octavo día después del nacimiento (Gn. 17.12) y constituía el signo de la alianza concluida entre Yahvé y la nación. En tiempos de Jesús solo en el momento de la circuncisión el niño recibía el nombre. Se puede relacionar esta costumbre con el hecho de que Dios hubiera cambiado los nombres de Abraham y de Sara al declarar la ley de la circuncisión (Gn. 17, 5.15). Seguramente no era normal dar al hijo el nombre del padre, dado que los semitas, como muchos otros pueblos antiguos, distinguían a las personas de un mismo clan añadiendo el nombre del padre, como Simón hijo de Jonás (Mt. 16,17). En el caso de Juan, quizás, la avanzada edad del padre sugería un procedimiento distinto.
Isabel no quiere aceptar el nombre de “Zacarías”, entonces respondió: “Se llamará Juan”. En la narración de Lucas, donde abundan los hechos “maravillosos”, se presupone una inspiración especial de lo alto, pero quizás Zacarías ya se lo había dado a conocer, escribiendo el nombre que deseaba dar al niño. A propósito de 1.13 se han hecho algunas observaciones sobre el nombre de “Juan”. Dar el nombre era una función importante (Mt. 1.21) que podía ser privilegio tanto del padre (Gn. 4,26.53), como de la madre (4, 1.25; 30, 6.8.13.20.24). La objeción planteada por los presentes (Lc. 1.61) indica que en esa época el derecho de la madre no se reconocía plenamente y se apoya en la costumbre de elegir un nombre ya en uso entre los parientes.
Aunque Lucas nos refiera algunos hechos, no nos había dicho todavía que el castigo de Zacarías ( 1,20.22) implicaba también sordera, como se supone en el v.62. Quizá asocia inconscientemente dos enfermedades que con frecuencia van juntas, como en Mc. 7,32.37; 9,24. El pidió por señas una tablilla y escribió diciendo “Juan es su nombre”. Zacarías reconoce la autoridad del mensaje divino (v.13), e inmediatamente se ve curado de su enfermedad (v.20).
El temor que sobrecoge a los vecinos es del mimo tipo que el que sacudió a Zacarías en el momento del encuentro con el ángel (v.12): reacción del hombre bíblico ante una manifestación excepcional de la presencia o de la intervención de Dios. “En toda la región montañosa de Judea” da al acontecimiento una gran resonancia mediante el efecto que produce en toda la región.
“La mano del Señor estaba con él” es una reflexión de Lucas en vistas a explicar por qué la gente se preguntaba qué papel estaba llamado a desempeñar ese niño. Los episodios maravillosos que marcan su origen indican con claridad que era objeto de un favor divino muy particular (Hch. 11.21).
“El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel”. Este último versículo de Lc.1 concluye la primera parte de la narración de la infancia y el primer versículo del cap. 2 parece un nuevo inicio. El v.80 es una nota biográfica, o, si queremos, semibiográfica, que cubre toda la vida del Bautista desde la circuncisión hasta su aparición en el desierto para iniciar su misión profética (3.11-20).

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué tanto Isabel como Zacarías insisten en el nombre “Juan”?
 ¿En qué circunstancias Zacarías había perdido el habla y en cuales lo recupera?
 ¿Por qué la gente pensaba que la mano de Señor estaba con el niño?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué aprendo de la obediencia de Isabel y Zacarías?
 ¿De qué manera Dios utilizó este suceso más allá de los familiares y amigos de Zacarías e Isabel? ¿Cómo obrar de acuerdo a la voluntad de Dios trasciende nuestros espacios conocidos?
 ¿Me sentiría impresionado por estos sucesos de haber estado allí? ¿Qué efecto hubiera tenido sobre mi fe?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que en tu plan de salvación elegiste a Isabel y Zacarías como ejemplo de obediencia y fe, más allá de las limitaciones humanas, auxilia y fortalece mi fe. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de incorporarme imaginariamente en la escena descripta por Lucas y sentir la alegría por la llegada del hijo de los ancianos Isabel y Zacarías. Descubro además la expectativa y la sorpresa por la elección de su nombre “Juan”. Finalmente, me maravillo en la recuperación de la voz por parte de Zacarías.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera consideraré mi fe en relación solo a lo humanamente posible?
 ¿Cómo la obediencia de Isabel y Zacarías me enseñan un camino de fe?
 ¿De qué manera estaré expectante que los planes cumplidos por Dios impacten a mucha gente, más allá de los conocidos o allegados?

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23 de junio de 2011 – TO - JUEVES DE LA SEMANA XII – Lectio Divina

La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 7, 21-29

Jesús dijo a sus discípulos:
«No son los que me dicen: "Señor, Señor", los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?"
Entonces yo les manifestaré: "Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal."
Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.
Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande.»
Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

En su Evangelio, Mateo culmina la primera colección discursiva de Jesús conocida como el Sermón de la montaña con cuatro declaraciones muy inquietantes: El ejemplo de las puertas y caminos de salvación o perdición (vs. 13-14), la advertencia de los falsos profetas (vs.15-20), la identificación de los verdaderos discípulos (vs.21-23) y la parábola de las dos edificaciones (vs.24-27). Los dos últimos textos forman parte de la lectura del Evangelio de hoy.
El punto central de la identificación de los verdaderos discípulos (vs.21-23) y que presenta la marca distintiva del verdadero cristiano es para: “…los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo”. Resulta similar en su contenido al núcleo de la parábola siguiente (vs. 24-27): “el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica”. De esta manera, el cumplimento de la voluntad del Padre resulta asimilable al cumplimento de las palabras de Jesús.
Resulta entonces claro una vez en los Evangelios, que la filiación, pertenencia, obediencia e identidad esencial de Jesús con el Padre en hechos y en palabras, le daba a éste una autoridad superlativa y única. Mateo lo dice de ésta manera: “Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas” (vs.28-29). A la luz de lo dicho en el párrafo anterior, no es ajeno al texto inferir que esa autoridad pedagógica se daba en Jesús en su cumplimiento de la voluntad del Padre y en la coherencia práctica entre su vida y sus enseñanzas. ¡Esto era lo asombroso! ¡Esto lo distinguía claramente de los escribas, maestros de leyes morales pero ignorantes de la vida espiritual que ellas contenían!
Volviendo al primer texto, Jesús presenta su argumento en términos escatológicos “en aquel día”. Para Jesús, la cita explícita de su persona con contenido mesiánico “Señor, Señor”, ni la utilización de su Nombre para profetizar o hacer milagros, será credencial suficiente de discipulado en el Juicio Final. Toda expresión soteriológica sustentable no debe ser “de la boca para afuera”, sino apoyada por una vida que de testimonio de esa fe salvífica.
En la parábola siguiente, Jesús presenta a dos personas con similitudes en su apariencia pero diferencias en su fundamento. Los dos edifican una casa, ambos sufren los avatares de la vida (aquí referenciados como lluvias y torrentes), pero allí se terminan las semejanzas. La diferencia es fundamental, es basal, está en sus cimientos. Mientras uno construyó su casa sobre la roca, el segundo lo hizo sobre la arena. El final de la parábola es categórico, para la primera casa la permanencia, para la segunda el desastre. Los terrenos en Israel eran de un contenido arenoso y arcilloso, para encontrar terreno sólido había que cavar mucho, y muchas veces un suelo en apariencia era sólido pero luego las lluvias lo descubrían y transformaban en pantanoso.
Con esta figura, la fe que se sostiene en el tiempo es aquella que está dispuesta a trabajar profundamente en el interior del creyente, asentándola en el centro de su personalidad. Esto demanda el coraje de la vulnerabilidad ante Dios, de la humildad frente a nuestro pecado puesto al descubierto, y de una vida dispuesta a cumplir las enseñanzas del Maestro como norma. Jesús no duda en calificar a la persona que hace esto como sensata y a quien no deja que la fe penetre en su vida y sus actos como insensato.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuáles son los elementos coincidentes entre los dos textos?
 ¿Qué significa en el primer texto “cumplir la voluntad del Padre”?
 ¿Qué significa en el segundo texto “poner en práctica las palabras de Jesús”?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Mi declaración de señorío de Jesús se agota en mis palabras?
 ¿Puedo decir que estoy construyendo mi vida cristiana en la práctica de las palabras de Jesús?
 ¿Tiene mi vida autoridad en relación a mis dichos y mis hechos?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a reconocerte como Señor, en mii corazón y en mi acción. Por tu misericordia, dame la unción y el coraje de vivir de acuerdo a la voluntad del Padre y a tus palabras. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en las expresiones de reconocimiento verbal del señorío de Cristo y la distancia que Jesús plantea con el no cumplimiento de la voluntad de Padre. Trato de “recrear” en mi mente la parábola de los dos edificadores y encontrar todo el dramatismo de la permanencia y el derrumbe cuando las condiciones externas cambian. Finalmente, relaciono todo esto con mi vida, buscando sinceramente identificarme con uno de los dos edificadores.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Qué actitudes de vida tomaré para cumplir la voluntad del Padre?
 ¿De qué manera evaluaré mis declaraciones de fe “de la boca para afuera”?
 ¿Con qué seriedad axiomática tomaré las palabras de Jesús?

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22 de junio de 2011 – TO – MIERCOLES DE LA SEMANA XII – Lectio Divina

Por sus frutos los reconocerán

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 7, 15-20

Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego. Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

“Tengan cuidado de los falsos profetas”: En el contexto no son los que dicen cosas erradas, sino los que no hacen lo que dicen. Es típico de Mateo insistir en la coherencia: las obras son las que revelan el corazón.
“…que se presentan cubiertos con pieles de ovejas”: Hablan como Cristo, pero no obran como Él. Jesús les dice: hace lo que ellos dicen, pero no lo que hacen (23.3).
“…pero por dentro son lobos rapaces”: Son sepulcros blanqueados: el interior no es como el exterior (23, 25-27). Pero eso no sucede por simple incoherencia, sino por hipocresía. Tienen la boca, pero no el corazón del Hijo. Están dispuestos a aceptar su mensaje, pero no aman y no lo siguen a Él, que es el Señor, por consiguiente no entran a través de Él, que es la puerta del amor al Padre y a los hermanos.
“Por sus frutos los reconocerán”: Los frutos son la “justicia excesiva” de la cual se habló en el sermón de la montaña: son las acciones de una vida filial y fraterna.
“¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?”: La uva recuerda a Israel, viña de Dios, cuyo fruto es la observancia de la Palabra (Is. 5.1-7; Sal.80). El higo, sabroso y dulce, cuya planta produce fruto en todas las estaciones, es señal de perennidad del amor, cumplimiento de la ley. ¡Son los frutos que nacen del corazón nuevo, en cualquier período, propicio o adverso! (21.18-22)
“Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos”: El árbol, que se eleva desde la tierra hacia el cielo y conoce las varias estaciones, es figura del hombre. En sí es “muy” hermoso y bueno (Gn. 1.31): es imagen de Dios. Pero puede estar enfermo, dañado y podrido, sin linfa vital, sin amor. Entonces produce frutos malos.
El árbol bueno por excelencia es la cruz, en la cual está el fruto maduro y dulce del amor a Dios y al hombre. Injertados en Él que es el árbol de la vida, también nosotros producimos su fruto (Jn. 15.1-17). El árbol seco germina porque el árbol verde se secó en su lugar (Lc. 23.31; Ez. 17.24).
“Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos”: El fruto de la bondad no depende de la buena voluntad, sino de la calidad del árbol. Una vid no hará esfuerzos para producir uvas: las produce espontáneamente. ¡Un espino, por más esfuerzos que haga, nunca podrá producir uvas! Podrá a lo sumo coronar de espinas al Señor (27.29).
“El árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego”: ¡Espinos y zarzas deben ser cortados y quemados en el fuego del amor del Crucificado, leño verde que sufre la misma suerte que el leño seco!
“Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán”: El vivir la Palabra revela si el corazón es el del hijo o no.
Párrafos extraídos de “Una comunidad lee el Evangelio de Mateo” Editorial San Pablo – 2da. Edición – Páginas 135 – 136.

• Preguntas para la lectura:

ü ¿Qué quiere decir Jesús con la figura de los lobos con pieles de ovejas?
ü ¿Por qué la importancia de los frutos para conocer los verdaderos profetas de los falsos?
ü ¿Cuáles son esos frutos?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

ü ¿Qué vigencia tiene hoy esta enseñanza?
ü ¿Las apariencias pueden engañarme en cuestiones de fe?
ü ¿Cómo distingo los buenos de los malos frutos?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdanos a protegernos a nosotros y a los hermanos-as más humildes y frágiles en la fe de quienes son falso profetas tuyos. Dame discernimiento espiritual para distinguir los buenos de los malos frutos. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Medito en las figuras que presenta Jesús: los lobos cubiertos de ovejas, las uvas y los espinos y los frutos buenos y malos en relación a los distintos árboles. Reflexiono acerca de la importancia del discernimiento y el cuidado espiritual para distinguir los verdaderos de los falsos profetas de Dios

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

ü ¿Qué cuidados voy a tener sobre quienes se presenten como profetas de Dios?
ü ¿Cómo voy a distinguir los buenos de los malos frutos?
ü ¿Cómo voy a transmitir este cuidado para mis hermanos-as más débiles y sencillos en su fe?

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21 de junio de 2011 – TO – LUNES DE LA SEMANA XII – Lectio Divina

Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 7, 6. 12-14

Jesús dijo a sus discípulos:
No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí. Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto del versículo 6: “No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos” requiere de algunas aclaraciones contextuales.
Entre los judíos, los perros de la calle eran tenidos en poca estima. Eran considerados sucios (Pr.16.11, Ap.22.15), amenazantes (Sal.22.16, 20), codiciosos (Is. 56.11). En resumen, son despreciables (1S 17.53; 2S 9.9; 2 R 8.13). Ser comido por perros era señal de que sobre una persona estaba una especial maldición de Dios (1 R. 14.11; 16.4; 21.24). En cuanto a los cerdos, se los considera inmundos ya en el Antiguo Testamento (Lv. 11.7; Dt. 14.8). En Is. 65.4; 66.3, 17 se llama abominación al acto de comer carne de cerdo. Para el hijo pródigo el ser encomendado a dar de comer a los cerdos y aún desear alimentarse de su comida debe haber aumentado su miseria (Lc. 15.15, 16).
Es claro que Jesús usa en forma sinónima las expresiones “las cosas sagradas” y “sus perlas” para referirse a elementos especiales y apartados para Dios. Jesús está diciendo que cualquier cosa que esté en relación especial con Dios y, en consecuencia, es muy preciosa, debiera ser tratada con reverencia y no ser confiada a quienes, debido a su naturaleza malvada, viciosa y vil, pueden ser comparados con los perros y los puercos.
Además, en la ilustración, Jesús va más allá en las consecuencias de no seguir sus advertencias, éstas se pueden volver en contra de las buenas intenciones y de quienes las den y produzcan destrucción.
En el versículo 12: “Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas”, Jesús presenta “la regla de oro”. Hay quienes alegan que la diferencia entre ésta y la de otros, por ejemplo, la enunciada por Confucio, consiste en que mientras la de éste es negativa, la de Cristo es positiva. La regla de Confucio era “Nada hagas a tu prójimo que después no quieras que tu prójimo haga a ti” (Mahabarata XIII. 55571).
Si bien el contenido ético representa las dos caras de la misma moneda y una es “espejo” de la otra, es claro que la diferencia consiste en que Jesús insiste con el amor “ágape”. Este tipo de amor no se conforma con no hacer daño sino que se ofrece sacrificial y activamente para el sujeto amado. Solo de esta manera, Jesús puede sustentar su mandamiento de amar a los enemigos.
Finalmente los versículos 13 y 14: “Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí. Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran” Jesús refuerza lo dicho en el Sermón de montaña sobre el costo del discipulado.
Habiendo hablado de la “contracultura” contenida en las bienaventuranzas, la profundización de los pecados de homicidio y adulterio, al amor a los enemigos, los cuidados ante las expresiones de religiosidad y piedad externas e hipócritas y la imposibilidad de ocupar el sitial de juez que le corresponde solo a Dios, resulta natural que la entrada al reino de Dios no sea simplificado por un Evangelio licuado de normatividad.
Jesús lo grafica con puertas y caminos que pueden ser angostos o espaciosos, pero la centralidad está puesta en que en la fe en el Evangelio de Cristo, la gracia salvífica no excluye nunca el compromiso de pertenencia filial. Es gracia pero no es barata, es cara porque Jesús dio su vida por ella y sus seguidores deben responder a la gratuidad de la salvación con una vida acorde al don recibido.

• Preguntas para la lectura:

û ¿Qué cosas sagradas debo cuidar de sus destinatarios?
û ¿Qué ejemplos en los Evangelios encontramos de la aplicación de la “regla de oro”?
û ¿Qué significa en la vida cristiana la entrada por una puerta angosta y el caminar por un camino estrecho?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Estoy degradando el valor precioso de los dones del Evangelio en la manera que en los ofrezco?
û ¿Estoy aplicando la “regla de oro” en mi vida cristiana?
û ¿Tengo presente el costo del discipulado cristiano y la gracia cara del Evangelio?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a apreciar tu Evangelio de gracia cara y preciosa en la manera que lo presento y también en la forma que llevo adelante mi caminar como discípulo. Ayúdame por tu Espíritu Santo a practicar la regla de oro con mi prójimo. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en lo precioso y santo del Evangelio de Cristo, tanto en mi forma de compartirlo como de vivirlo. Medito en ejemplos prácticos de la aplicación de la “regla de oro”.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Qué nuevo valor le doy a las cosas preciosas del Evangelio de Cristo?
û ¿Estoy dispuesto a pensar en las cosas que me gustaría que otros hagan conmigo y luego buscar a quien hacer destinatario de esa acción práctica de amor?
û ¿Cuál es la puerta angosto y el camino estrecho por el que peregrinaré en mi vida cristiana hoy?

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20 de junio de 2011 – TO – LUNES DE LA SEMANA XII – Lectio Divina

Saca primero la viga de tu ojo

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 7, 1-5

Jesús dijo a sus discípulos:
No juzguen, para no ser juzgados. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.
¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Deja que te saque la paja de tu ojo», si hay una viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El hombre puede ocupar distintos sitiales en el reino de Dios, pero hay un “sillón” que solo le pertenece a Él, el de juez. Lo entendió José cuando al final del libro de Génesis, ya habiéndose dado a la luz toda la trama maliciosa de sus hermanos contra su persona, ellos se postran vencidos ante él reconociendo su poder político. Es ahí donde José decide no ocupar un lugar que no le corresponde, y lo dice de esta ectiomanera: “No tengan miedo. ¿Acaso yo puedo hacer las veces de Dios? (Gen.20.19)
La naturaleza pecadora de la humanidad le ha quitado su capacidad de juzgar con perfecta ecuanimidad. Esto no significa que se puedan formar juicios objetivos ante determinadas circunstancias y mucho menos que el sistema judicial o legal sea una tarea imposible de llevar a cabo por hombres. Lo que Jesús está advirtiendo es sobre la “natural” tendencia de todo ser humano de ser sumamente benevolente ante sus propias fallas y extremadamente implacable sobre la de los demás.
En primer lugar, el uso individual del rol de juez sobre un hermano recibe como devolución el juicio de Dios. Jesús utiliza para referirse a esta circunstancia la voz pasiva, recurso judío para hacer referencia a la persona misma de Dios: “No juzguen, para no ser juzgados”. Además, el juicio que una persona hace sobre otra, a los ojos de Dios es una moneda de dos caras, un boomerang inevitable de criterios y medidas evaluativas. Por ello sentencia: “Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes”.
Jesús no duda en ir al fondo del mal. Llama “¡Hipócrita!” a quienes juzgan con dureza a un hermano como si ellos fueran impolutos delante de Dios, el Juez supremo. La figura que utiliza para explicar esa hipocresía es una hipérbole memorable. La patética escena de un hombre con una viga de tronco en un ojo, intentando con aires de superioridad quitar un mínimo estorbo en el ojo de su hermano. “¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Deja que te saque la paja de tu ojo», si hay una viga en el tuyo?”.
La solución única y a todas luces improbable en el contexto del relato de Jesús, es que el “juzgador” reconozca humildemente su falta de credenciales piadosas para intentar juzgar a su hermano por un mal menor que el que él mismo tiene: “…saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano”.

• Preguntas para la lectura:

û ¿Por qué Jesús advierte sobre la imposibilidad humana de juzgar con justicia la vida de un hermano?
û ¿Qué lugar ocupa Dios en el rol de juzgar a la humanidad?
û ¿Cuál es el la actitud que se debe tener ante un pecado de un hermano según la enseñanza de esta hipérbole?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Acostumbro a tener una actitud de juicio implacable sobre otros?
û ¿He sido juzgado alguna vez de esa manera por algún hermano?
û ¿Cómo debo mirar y actuar ante los errores de mis hermanos?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que sos el Juez justo, ten piedad de mí. Enséñame a tener piedad y amor sobre mis hermanos, y sobre todo un corazón humilde que reconozca mis propias falencias antes de las de otros. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de imaginar la exagerada escena que plantea la hipérbole del relato de Jesús y medito en su relación con ocupar un lugar de juez que no me corresponde.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Qué actitud voy a tomar cuando me asalten deseos de juzgar la vida de otros?
û ¿Qué implicancias tiene para mi vida reconocer que el trono de Juez solo le corresponde a Dios?
û ¿Estoy dispuesto a compartir esta enseñanza de Jesús cuando viva una situación asimilable a ella?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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19 de junio de 2011 - SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Lectio Divina

Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 3, 16-18

Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los lectores pueden tener una idea de las dimensiones del amor de Dios si consideran que para dar la vida eterna a los hombres, Dios “dio al Hijo único”. En 1 Juan se sacan a luz algunos aspectos implícitos en este texto del evangelio: “el amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados” (1 Jn. 4.9-19). El amor de Dios tiene como objeto el mundo, que en varios textos del evangelio aparece como enemigo de Dios. Sin embargo, Dios de adelanta y “ama primero”. El Hijo es enviado como víctima propiciatoria por los pecados de aquellos que no aman a Dios.
La referencia al Padre que da a su Hijo único parecería tener como trasfondo la imagen de Abraham ofreciendo a Isaac (Gen. 22.1-19). En el Génesis, Dios dice a Abraham: “Toma a tu hijo, al único, el que amas, a Isaac…” (22.2). En el texto bíblico, la obediencia de Abraham es recompensada con una bendición que se extenderá a todo el mundo: “Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz” (22.18).
En el evangelio de Juan, la donación del Hijo único tiene como finalidad liberar a los hombres de la perdición escatológica: “…para que todo el que cree en él no perezca definitivamente”. El verbo utilizado en este versículo implica la idea de destrucción total, definitiva. En su actual condición, la humanidad carece de la vida eterna. El Hijo único ha sido dado al mundo para que restaure a la humanidad, otorgándole el don de la vida eterna.
Las ideas de “destrucción” y “vida eterna” son reemplazadas en el versículo siguiente por las de “condenación” y “salvación”. Este último verbo tiene el sentido general de ser liberado de un peligro, que en este caso es la muerte eterna. En el evangelio de Juan, el primer verbo expresa generalmente la idea de emitir una sentencia condenatoria, condenar, de ahí que se pueda traducir o poner en paralelo con “perdición, destrucción”, y se diga más adelante que lo contrario del “juicio” sea “pasar de la muerte a la vida” (5.24). En el pensamiento del judaísmo de la época del evangelista, circulaba la idea de que el Mesías vendría para ejecutar el juicio condenatorio contra todos los pecadores y extranjeros. Las palabras de Jesús, expresadas en forma negativa (“Dios no envió al Hijo al mundo para condenar…”) parecen destinadas a corregir esa idea: la misión no es la de condenar sino la de salvar al mundo de la muerte. El mundo no se salvará a sí mismo, sino que será salvado (el verbo está en voz pasiva) por medio del Hijo enviado por Dios.
“El que está creyendo” obtiene la vida eterna, y por esa razón se dice ahora que el creyente no es juzgado (condenado). El que no cree en el Nombre del Hijo único de Dios recibe la sentencia condenatoria (es juzgado = condenado) y queda privado de la vida eterna. Produce sorpresa en los lectores, que la vida eterna y la condenación se expresen en tiempo presente: desde el momento actual, según se acepte o se rechace la revelación de Dios en Jesucristo, los hombres entran a poseer la vida eterna o caen en la condenación.
Para decir que “no creyó”, el autor del evangelio usa el verbo en tiempo perfecto, que indica la acción realizada en el pasado pero continuada en el presente: no creyó y persiste en su actitud de no creer. Se debe creer en el Nombre, que equivale a la persona, pero atendiendo particularmente al aspecto o a la cualidad señalada por ese nombre. Jesús se presenta como Hijo de Dios, y utiliza el nombre divino “Yo soy”. Quien se empecina en su actitud negativa ante la revelación que se produce en Jesucristo, ya está privado para siempre de la vida eterna.
Párrafos extraídos de “El Evangelio de Juan”Luis Heriberto Rivas-Editorial San Benito - Páginas 163/ 165.

• Preguntas para la lectura:

û ¿De qué manera la expresión “amo tanto” refuerza ese atributo de Dios?
û ¿Cuál es la voluntad de Dios con relación al futuro eterno de la humanidad?
û ¿De qué manera la fe ocupa un lugar trascendente en el texto?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿En qué magnitud me siento amado por Dios?
û ¿Qué importancia le da Dios a la vida eterna de la humanidad?
û ¿Cuál es el lugar central que ocupa Jesucristo en el plan de Dios?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que nos diste a tu propio y único Hijo para que alcancemos la vida eterna, concédenos el don de la fe para recibir esa gracia que viene de tu santa voluntad y tu infinito amor a todos y cada uno de nosotros. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en la iniciativa de Dios en amarnos primero y tanto que entregó a su Hijo único para nuestra salvación eterna. Medito en el amor de Dios y en la entrega sacrificial de Jesús que nos trae la paz de la victoria a la muerte.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:
û ¿De qué manera voy a expresar con mi vida la gratitud por una salvación tan grande?
û ¿Cómo voy a valorar la vida que es tan preciada para nosotros por Dios mismo?
û ¿Con quién voy a compartir esta verdad evangélica?
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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Éxodo 34, 4b-6. 8-9

Moisés subió a la montaña del Sinaí, como el Señor se lo había ordenado, llevando las dos tablas en sus manos.
El Señor descendió en la nube, y permaneció allí, junto a él. Moisés invocó el nombre del Señor. El Señor pasó delante de él y exclamó: «El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad.»
Moisés cayó de rodillas y se postró, diciendo: «Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia.»
Palabra de Dios.

SALMO Dn 3, 52. 53. 54. 55. 56
R. A ti, eternamente, gloria y honor

Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
alabado y exaltado eternamente.
Bendito sea tu santo y glorioso Nombre,
alabado y exaltado eternamente. R.

Bendito seas en el Templo de tu santa gloria,
aclamado y glorificado eternamente por encima de todo.
Bendito seas en el trono de tu reino,
aclamado por encima de todo y exaltado eternamente. R.

Bendito seas tú, que sondeas los abismos
y te sientas sobre los querubines,
alabado y exaltado eternamente por encima de todo.
Bendito seas en el firmamento del cielo,
aclamado y glorificado eternamente.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 13, 11-13

Hermanos:
Alégrense, trabajen para alcanzar la perfección, anímense unos a otros, vivan en armonía y en paz. Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá con ustedes.
Salúdense mutuamente con el beso santo. Todos los hermanos les envían saludos.
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo permanezcan con todos ustedes.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 16-18

Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• No hace mucho, apareció en internet un artículo, en el que se hacía esta reflexión: ¿Corresponden verdaderamente las imágenes de paredes y retablos de gran parte de las iglesias con el anuncio de la Buena Noticia de Jesús? ¿Es el Dios de la vida y la resurrección el que se anuncia o nos cristalizamos en el Antiguo Testamento? Gran parte del arte que contienen las iglesias expresan en un grado elevado violencia y temor.
• Sin querer hacer anacronismos, hace siglos esas representaciones pudieron ser significativas, pero hoy en nada ayudan a transparentar el Dios amor que anuncia el Evangelio. El tema es que, ahora nuestra sensibilidad está adormecida y se resiste al culto del dolor. Muchas son obras de gran valor artístico pero ¿no podrían ser trasladadas, al menos algunas de ellas, a museos y exposiciones? ¿No son acaso caricaturas del Dios amor? Por otro lado se encuentran ausentes en nuestros templos imágenes o cuadros que expresen el amor, la ternura, la solidaridad, la paz, la justicia, la alegría…
• Esta reflexión acerca del arte sagrado nos lleva a otra reflexión: son muchos los que tienen una serie de conceptos e ideas de cómo es y cómo actúa Dios, que por más que se intente, nada tiene que ver con el Dios de los cristianos.
• Tanto el Dios castigador, como el Dios salvavidas son sólo caricaturas del verdadero Dios. Sin olvidar una imagen que también está muy metida en los ambientes cristianos y fuera de ellos, que es la del Dios retribucionista que muestra su bendición con la prosperidad económica, la salud, o la tranquilidad de sus fieles. Para éstos, todo lo que pasa es voluntad de Dios, a unos les va bien y a otros mal porque Dios así lo quiso, porque no se pueden conocer los caminos de la providencia. Lo que tienen en común todas estas caricaturas es que son construcciones humanas que han parcializado, deformado y envilecido la verdadera imagen de Dios.
• La Fiesta de la Santísima Trinidad que hoy celebramos no es la exaltación de un teorema religioso, o de la matemática divina donde todo es posible y tres pueden ser lo mismo que uno y setenta por siete no es cuatrocientos noventa sino infinito.
• Celebramos hoy la verdad de un Dios que por libertad y amor se ha dado a conocer, que nos ha buscado y ha entrado en dialogo para compartir con nosotros su misma vida.
• Sentirnos amados y elegidos por Dios es quizás la experiencia que aporte la mayor felicidad en la vida. El hombre de fe descansa sobre esta confianza, se siente en paz, no teme el peligro y goza de una constante alegría.
X X X
• En el libro del Éxodo estamos en un momento culminante de la revelación de Dios. Moisés ha liberado a los israelitas y los ha conducido a través del desierto, hasta la montaña en la cual él mismo había recibido su vocación y había conocido el nombre misterioso del Dios de sus antepasados, los patriarcas. Ahora, él solo, en la cumbre del monte Sinaí se presenta ante el Señor llevando las tablas de la ley que codifican la alianza entre Dios y su pueblo. Moisés percibe fuertemente la presencia de la divinidad y se atreve a pronunciar su nombre. Entonces el mismo Dios se le revela como un Dios “compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en clemencia y lealtad”.
X X X
• En la lectura de la segunda carta de San Pablo a los corintios, Pablo exhorta a sus hermanos a vivir alegres, buscando su perfección, en un mismo sentir y en paz unos con otros. Al final, Pablo desea a los cristianos de Corinto la gracia, es decir, los dones de la salvación, el perdón y la Palabra transformadora de Jesucristo; el amor del Padre que ya se había manifestado a Israel como compasivo y misericordioso, como Dios de amor y no de ira, ni mucho menos de odio. Y, finalmente, la comunión del Espíritu Santo que es Espíritu de Paz y de unidad. El Espíritu que realiza la unidad de la Iglesia y conduce al mundo a la meta soñada de la paz, la justicia y la unidad.
X X X
• La lectura del evangelio tomada de san Juan nos pone en contacto con las palabras que Jesús le dirige a Nicodemo, cuando fue a visitarlo de noche para sacarse las dudas sobre su identidad y su misión.
• Cristo le afirma que el amor de Dios por el mundo ha llegado al extremo de enviarle a su Hijo único como salvador y vivificador de todos los que crean en El. Es Dios de amor, de misericordia y perdón. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su único Hijo, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”.
• Sólo hay un camino para co¬nocer a Dios: Jesús de Nazaret. Sólo en Él tenemos la garantía de poder conocer a Dios tal y como Dios se ha querido dar a conocer. El Dios que nos revela Jesucristo es un Dios de amor entrañable, que ha llegado a involucrarse en nuestro mundo y nuestra historia capaz de compasión y misericordia. Este amor de Dios se ha manifestado en los gestos, las palabras, las acciones de Jesús de Nazaret. Pero, la calidad del amor que Dios ofrece se pone de manifiesto en la entrega de su Hijo, en su muerte y resurrección por la que se nos ha concedido el perdón y la vida.
• Es un amor que tiene una meta clara: la salvación de los hombres y del mundo. Esta salvación no es sólo una promesa para la vida futu¬ra, sino una posibilidad para ésta: es la posibilidad de convertir en realidad el anhelo de que el mundo se convierta en un mundo de hermanos. Es el amor del Padre, que por amor da la vida, y que quiere que sus hijos formen una gran familia y se le pa¬rezcan practicando el amor fraterno.
• El misterio de la trinidad se hace presente en nuestra vida continuamente por la fe. A Dios lo conocemos y reconocemos como Padre, cuando conocemos y reconocemos a los demás hombres como hermanos. En la experiencia de la fraternidad, de la amistad, de la comunidad, sentimos la presencia del Espíritu del amor que nos impulsa a sentirnos hermanos de Cristo e hijos de Dios en Él.
• La santísima Trinidad es el misterio que funda nuestro estilo de vida y el modo cristiano de vincularnos y convivir.
• El Padre que se ha hecho "nuestro Padre" con un amor sin límites, ni condiciones, un amor incomprensible a la mente humana. El Hijo reafirma la intensidad de ese amor. Su vida, su entrega, su opción por los más necesitados, que lo lleva a darlo todo e incluso hasta la vida misma. El Espíritu, que se ha hecho nuestra vida derramándose en nuestros corazones como presencia amorosa de Dios.
• Para vivir ese misterio necesitamos vivir en comunidad y amar al Padre Creador de todo cuanto existe, que nos invita a seguir su obra creadora construyendo proyectos de vida para el bien de la humanidad. Vivimos en la trinidad estando en comunión con Jesucristo; Salvador, redentor y liberador que se ha hecho nuestro hermano y nos invita a luchar contra toda clase de degradación humana e injusticia en la entrega y el servicio por los más necesitados. La trinidad vive en nosotros cuando dejamos que el Espíritu Santo, nos fortalezca y vivifique en nuestro caminar en medio de problemas y divisiones participando de un mismo sentir, de una misma esperanza y de un mismo amor.
• Por la fe no tenemos una explicación de quién es Dios sino que nos sumergimos en Dios, nos entregamos a Dios, nos introducimos en su misterio de amor para vivirlo en plenitud.
• La experiencia del amor de Dios nos muestra a un Dios que sale a buscarnos, nos vincula con Alguien que ama, que es la fuente del amor y que nos lleva al amor.
• Por la a fe en la trinidad entramos en una experiencia de amor “habitando” en un Dios que nos “habita”.
• De esta experiencia surge la grandeza y vocación de la Iglesia y de los discípulos de Jesús: ser transparencia de Dios, imagen de la trinidad, viviendo y comunicando con gestos y palabras la experiencia de un amor de Dios que generosamente ha sido derramado en nuestros corazones y por quien nos movemos, existimos y somos.
• Muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo cambiarían su actitud ante Dios si descubrieran en nuestra vida la presencia de un Dios tierno, compasivo, humilde, amigo y defensor de la vida y la felicidad de los hombres, un Dios que no sabe ni puede hacer otra cosa que querernos.

Para discernir

• ¿Reconocemos que somos “habitados” por Dios?
• ¿Respondo a la consagración que vivo desde mi bautismo?
• ¿Busco que mi vida sea cada vez más semejanza del que me creó?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas

Para la lectura espiritual

… “¡Oh Dios mío, trinidad adorable, ayúdame a olvidarme por entero para establecerme en ti!
¡Oh mi Cristo amado, crucificado por amor! Siento mi impotencia y te pido que me revistas de ti mismo, que identifiques mi alma con todos lo movimientos de tu alma; que me sustituyas, para que mi vida no sea más que una irradiación de tu propia vida. Ven a mí como adorador, como reparador y como salvador...
¡Oh fuego consumidor, Espíritu de amor! Ven a mí, para que se haga en mi alma una como encarnación del Verbo; que yo sea para él una humanidad sobreañadida en la que él renueve todo su misterio.
Y tú, ¡oh Padre!, inclínate sobre tu criatura; no veas en ella más que a tu amado en el que has puesto todas tus complacencias.
¡Oh mis tres, mi todo, mi dicha, soledad infinita, inmensidad en que me pierdo! Me entrego a vos como una presa; sepultaos en mi para que yo me sepulte en vos, en espera de ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas”…
Sor Isabel de la Trinidad

…“En Cristo se nos ha abierto la hondura de la vida escondida de Dios. Su naturaleza, palabra y obra tan llenas de la realidad de lo sagrado. Pero de ella brotan figuras vivas: el Padre, en su omnipotencia y bondad; el Hijo, en su verdad y amor redentor, y entre ellos, el desprendido, el creador, el Espíritu.
Es un misterio que supera todo sentido; y hay gran peligro de escandalizarse de él. Pero yo no quiero un Dios que se ajuste a las medidas de mi pensamiento y esté formado a mi imagen. Quiero el auténtico, aunque sé que desborda mi intelectual capacidad. Por eso, ¡oh Dios vivo!, creo en tu misterio, y Cristo, que no puede mentir, es su fiador.
Cuando anhelo la intimidad de la compañía, tengo que ir a los demás hombres; y por más honda que sea la ligazón y más hondo que sea el amor, seguimos, sin embargo, separados. Pero tú encuentras tu propio «tú» en ti mismo. En tu misma hondura desarrollas el diálogo eterno. En tu misma riqueza tiene lugar el perpetuo regalo y recepción del amor.
Creo, ¡oh Dios!, en tu vida una y trina. Por ti creo en ella, pues ese misterio cobija tu verdad. En cuanto se abandona, tu imagen se desvanece en el mundo. Pero también, ¡oh Dios!, creo en ella por nosotros, porque la paz de tu eterna vida tiene que llegar a ser nuestra patria. Nosotros somos tus hijos, ¡oh Padre!; tus hermanos y hermanas, Hijo de Dios, Jesucristo, y tú, Espíritu Santo, eres nuestro amigo y maestro”…
Romano Guardini

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18 de junio de 2011 – TO - SABADO DE LA SEMANA XI – Lectio Divina

No se inquieten por el día de mañana

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 6, 24-34

Jesús dijo a sus discípulos:
Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?
¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
No se inquieten entonces, diciendo: «¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?» Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.
Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

“No se inquieten”, es el estribillo que Jesús repite seis veces. Colocar la vida en las manos del Padre significa estar libre de todo afán. Lo que garantiza su mantenimiento es Él, que así como la da, también la alimenta. La ansiedad de la prevención cede el puesto a la confianza en la providencia.
Jesús no dice que no trabajemos; dice que no convirtamos el trabajo en ídolo que quita la respiración. “El trabajo hay que hacerlo, la preocupación hay que eliminarla” (san Jerónimo). San Ignacio de Loyola aconseja que obremos como si todo dependiera de nosotros, pero sabiendo que todo depende de Dios. ¡Es una actitud que quita la ansiedad – todo depende de Dios! -, y pone en juego libre nuestras capacidades - ¡todo depende de nosotros ¡-. Porque todo es don, pero esto no es una evasión de todo compromiso, sino que es un antídoto para la preocupación.
A diferencia del animal, el hombre no nace vestido, ni encuentra directamente en la naturaleza el alimento. Necesariamente tiene que trabajar. Pero no debe considerar sus necesidades como un absoluto. Está llamado a satisfacerlas como hijo, colaborando con el Padre y compartiendo con los hermanos. El alimento y el vestido, si no se convierten en ídolo, son el medio que pone en comunión con Dios y con los hombres.
La preocupación absorbe energías que son útiles para la misma ocupación, y quita vida en vez de mantenerla. Ella nos acomete cuando las cosas que son un medio se convierten en finalidad; entonces, en lugar de servirnos, nos esclavizan, en lugar de comunicarnos la vida filial y fraterna, la matan. Nuestra fe, concretamente, o la colocamos en el Padre que todo lo ofrece, o en el ídolo que todo lo exige.
Jesús es Hijo que todo lo recibe del Padre y lo comparte con los hermanos: su existencia es amor que recibe y que entrega.
La Iglesia vive del mismo modo: libera de la ansiedad por vida, que es miedo mortal – y con frecuencia miedo de vivir y ansiedad de morir -, busca en todo el reino del Padre y su justicia. En lugar de muchos ansiolíticos (¡el activismo, mientras resiste, es el más usual!), tienen como medicina la confianza en el Padre.
“El daño que recibimos del amor a las riquezas se traduce en algo más que las riquezas. La herida se produce más bien en el centro de nuestra vitalidad. Nos aparta del Dios que nos creó y que nos cuida y nos ama. Si servimos a este cruel amo, quedamos desprovistos de la mayor de las bendiciones, que es la de ser siervos de Dios” (Crisóstomo).
“El Señor nos manifiesta aquí muy claramente que no debemos buscar el alimento y el vestido como principales bienes nuestros, de manera que por razón de ellos obremos el bien que hagamos; pero, no obstante de eso, son necesarios. En efecto, Él nos declara la diferencia que hay entre los bienes que debemos buscar y los bienes que necesitamos consumir en la siguiente sentencia: Busca primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os darán por añadidura. El reino de Dios, en consecuencia, y su justicia son nuestros verdaderos bienes, los cuales debemos nosotros buscar y poner en ellos el fin por el cual debemos hacer todo aquello que hacemos. Mas como nosotros luchamos en esta vida para poder arribar a aquel reino y esas cosas son indispensables para vivir, el Señor dijo: Todas estas cosas se os darán por añadidura, pero buscad primero el reino de Dios y su justicia” (Agustín).

• Preguntas para la lectura:

û ¿Por qué Jesús presenta al Dinero como a un dios (lit. Mamón)?
û ¿Por qué Jesús reprocha la poca fe de sus seguidores en este tema?
û ¿Qué significa buscar el reino de Dios y su justicia?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Qué lugar ocupa el dinero en mi corazón?
û ¿De qué manera me inquieto sobremanera por los bienes materiales?
û ¿Confío en el Padre para la provisión de todo lo que necesito?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que provees diariamente alimento para las aves y vestimenta para los lirios, perdona mi poca fe, y enséñame a confiar en vos en todo lo que necesito, a la vez de buscar solo lo necesario. Ayúdame con tu Espíritu a buscar diariamente servirte a vos y no al dinero. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Miro la creación de Dios y de qué manera Él la sigue sosteniendo y proveyendo en todas sus necesidades. Reflexiono acerca de mi identidad de hijo de Dios a su imagen y semejanza y descanso en su provisión y cuidado.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Qué actitud voy a tomar ante la disyuntiva de servir a Dios o al dinero con mi tiempo, talento y dones?
û ¿De qué manera concreta buscaré el reino de Dios y su justicia primeramente?
û ¿Cómo estas enseñanzas fortalecen mi fe en Dios?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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17 de junio de 2010 – TO – VIERNES DE LA SEMANA XI – Lectio Divina

Allí donde esté tu tesoro, estará tu corazón

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 6, 19-23

Jesús dijo a sus discípulos:
No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado. Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto de Evangelio de hoy se ubica dentro del contexto del Sermón de la Montaña.
La primera parte de la enseñanza de Jesús (vs. 19-21) tiene en su última frase su conclusión y moraleja: “Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón”. Queda claro entonces, que el Señor está especialmente preocupado por “el corazón” de sus seguidores. Desde luego que la mención del músculo cardíaco es solo un recurso discursivo que representa un concepto muy profundo y complejo. Tiene que ver con el ser mismo, con el núcleo de nuestra personalidad, con el centro de nuestra voluntad o con la razón profunda y última de nuestra existencia. Desde el precepto primero veterotestamentario “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Dt. 6.5), pasando por el proverbial consejo “Con todo cuidado vigila tu corazón, porque de él brotan las fuentes de vida” (Pr. 4.23) y hasta la dura advertencia de Jesús “En cambio, lo que sale de la boca procede del corazón, y eso mancha al hombre. Del corazón proceden las malas intenciones, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las difamaciones. (Mt.15.18-19), se entiende que el término bíblico “corazón” tiene alcances profundísimos.
En este caso, el cuidado del corazón tiene que ver con la relación de éste con dos tipos de “tesoros”. Uno ubicado “en la tierra” y el segundo localizado teológicamente “en el cielo”. En el primer escenario, Jesús deja en claro su escasa temporalidad y deterioro “donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban”, mientras que en “el cielo” tales amenazas no existen: “…donde no hay...”
Naturalmente, si el verdadero tesoro de una persona, su meta final en todos sus esfuerzos, es algo que pertenece a esta tierra – la adquisición de dinero, fama, popularidad, prestigio, poder – entonces su corazón será completamente absorbido por ese objetivo mundano. Todas sus actividades, incluyendo aun las así llamadas actividades religiosas, estarán subordinadas a esta única meta. Por otra parte, si por un sentido de sincera y humilde gratitud a Dios ha hecho del reino de Dios y su justicia su tesoro, esto es, el reconocimiento glorioso de la soberanía de Dios en su propia vida y en toda esfera, entonces es allí donde estará su corazón y su fuente de felicidad. Jesús lo dice de manera impecable en sus bienaventuranzas “Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios” (Mt. 5.8).
Si en el primer párrafo la figura corporal utilizada es “el corazón”, en el segundo es “el ojo” (vs. 22-23). Jesús no quiere decir que el ojo es la fuente de luz de nuestro cuerpo, sino que es el portador de la luz, el guía del que depende todo el cuerpo para su iluminación y dirección. Es por el ojo que un individuo puede hacer uso de la luz. Por lo tanto, en este sentido secundario, el ojo mismo también podría ser llamado la luz o lámpara del cuerpo.
Así como una persona tiene un ojo natural para iluminar su existencia física, y para ponerlo en contacto con su ambiente terrenal, así tiene un ojo espiritual, a saber, la mente, para iluminar su vida interior, para guiarle moral y espiritualmente, y para mantenerlo en contacto con el Padre celestial.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué representan el corazón y el ojo desde el punto de vista bíblico?
 ¿Qué diferencia sustancial existe entre tesoros terrenales y celestiales?
 ¿De qué manera el ojo es sano o enfermo?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Dónde tengo puesto realmente mi corazón?
 ¿Cuál es mi tesoro personal no en mis dichos, sino en mis acciones?
 ¿Cómo está mi ojo espiritual?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a que los tesoros del mundo no cautiven mi corazón y que el reino de Dios y su justicia sean la fuente de felicidad de mi vida. Ayúdame a que mi ojo espiritual sea sanado para que todo mi ser se ilumine con tu presencia. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en los conceptos de “corazón” y “ojo” en la interpretación bíblica y medito en mis acciones, intenciones y motivaciones reales.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a analizar íntimamente las verdaderas inclinaciones de mi corazón?
 ¿Qué tesoro he acumulado en mi vida y de qué manera puedo “invertir” en los tesoros celestiales?
 ¿Cómo está la luminosidad de mi existencia?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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16 junio de 2011 - TO - JUEVES DE LA SEMANA 11 – CICLO A

Cuando oren digan así…

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Eclesiástico 48, 1-14

Después surgió como un fuego el profeta Elías, su palabra quemaba como una antorcha. El atrajo el hambre sobre ellos y con su celo los diezmó.
Por la palabra del Señor, cerró el cielo, y también hizo caer tres veces fuego de lo alto. ¡Qué glorioso te hiciste, Elías, con tus prodigios! ¿Quién puede jactarse de ser igual a ti?
Tú despertaste a un hombre de la muerte y de la morada de los muertos, por la palabra de Altísimo. Tú precipitaste a reyes en la ruina y arrojaste de su lecho a hombres insignes; tú escuchaste un reproche en el Sinaí y en el Horeb una sentencia de condenación; tú ungiste reyes para ejercer la venganza y profetas para ser tu sucesores; tú fuiste arrebatado en un torbellino de fuego por un carro con caballos de fuego.
De ti está escrito que en los castigos futuros aplacarás la ira antes que estalle, para hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos y restablecer las tribus de Jacob.
¡Felices los que te verán y los que se durmieron en el amor, porque también nosotros poseeremos la vida!
Cuando Elías fue llevado en un torbellino, Eliseo quedó lleno de su espíritu. Durante su vida ningún jefe lo hizo temblar, y nadie pudo someterlo.
Nada era demasiado difícil para él y hasta en la tumba profetizó su cuerpo. En su vida, hizo prodigios y en su muerte, realizó obras admirables.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 96, 1-2. 3-4. 5-6. 7 (R.: 12a)
R. Alégrense, justos, en el Señor.

¡El Señor reina! Alégrese la tierra,
regocíjense las islas incontables.
Nubes y Tinieblas lo rodean,
la Justicia y el Derecho son la base de su trono. R.

Un fuego avanza ante él
y abrasa a los enemigos a su paso;
sus relámpagos iluminan el mundo;
al verlo, la tierra se estremece. R.

Las montañas se derriten como cera
delante del Señor, que es el dueño de toda la tierra.
Los cielos proclaman su justicia
y todos los pueblos contemplan su gloria. R.

Se avergüenzan los que sirven a los ídolos,
los que se glorían en dioses falsos;
todos los dioses se postran ante él. R.

EVANGELIO
 Lectura del santo Evangelio según san Mateo 6, 7-15

Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• La historia de Israel admite diversas interpretaciones, por eso en algunas ocasiones se ilumina el significado religioso de los hechos por medio de algunos textos de los libros sapienciales. Esto es lo que sucede al interrumpir la lectura de los Libros de los Reyes para escuchar al Sirácida o Eclesiástico, que muestra su fascinación por este gran profeta de acción.
• El Sirácida escribe en el siglo IV antes de Cristo y el resumen que hace de la vida de Elías nos recuerda su lucha contra la idolatría y su estilo fogoso: «delante del Señor avanza fuego, abrasando en torno a los enemigos.
• Para los hebreos, como para muchos pueblos acostumbrados a los «sacrificios», el fuego es el elemento misterioso que une al hombre con Dios: se pasaba la víctima por el fuego para que el fuego penetrara en ella, y se comía esa víctima en una comida sagrada, para entrar en comunión con la divinidad. El personaje Elías es simbolizado por el «fuego».
  
• Jesús acaba de condenar el modelo de oración que se hace por ostentación. Su deseo, es que sus discípulos pasen a un modelo de oración distinto, al que vienen acostumbrados. Aconseja a sus seguidores que su oración, no sea con muchas palabras, porque Dios ya conoce lo que le vamos a decir.
• Jesús nos deja un modelo de oración: el Padrenuestro. Esta oración es como el resumen de la espiritualidad del Antiguo y del Nuevo Testamento sobria y equilibrada. Mateo pone el Padrenuestro en contraste con la oración de los paganos que se caracterizaba por la acumulación de largas y tediosas fórmulas donde se amontonaban los calificativos de Dios. Mateo destaca, en cambio, de una manera positiva, el Padrenuestro como una oración breve.
• Primero, nos lleva a pensar en Dios, que es nuestro Padre: su nombre, su reino, su voluntad. Nos invita a mostrar nuestro deseo de sintonizar con Dios. Luego pasa a nuestras necesidades: el pan de cada día, el perdón de nuestras faltas, la fuerza para no caer en tentación y vencer el mal. El Padrenuestro a pesar de ser tan breve; es una síntesis de todo lo que Jesús vivió y sintió respecto de Dios, del mundo y de su pueblo.
• El Padre nuestro se divide en dos partes. La pri¬mera tiene como centro al Padre y la segunda a la comunidad.
• En la primera parte, la comunidad pide por la extensión del reino a la humanidad entera. Al comenzar diciendo «Padre nuestro», Jesús marca un estilo de petición. Existe una relación comunitaria de los discípulos con Dios, ya no es solamente individual. Son los hijos, o los miembros del reino, los que se dirigen a Dios como Padre porque Él es el único que merece ese nombre.
• La expresión, «que estás en los cielos», no aleja al Padre de sus hijos, sino que indica la trascendencia y la invisibilidad de Dios.
• La comunidad pide que la humanidad reconozca a Dios como Padre. Antes que pensar en sí misma, la comunidad se preocupa por la humanidad que la rodea.
• La comunidad tiene experiencia del reinado de Dios, por eso pide que se extienda a todo hombre. Pide, porque sabe que es ella la que, con su modo de vida, hace presente en el mundo el mensaje de salvación. Pide fidelidad al mensaje de las bienaventuranzas, y a la práctica de esta novedad de vida.
• La comunidad pide que se cumpla el designio de Dios, designio histórico de Dios sobre la humanidad: llevar a su plenitud la ley y realizar la obra redentora.
• La decisión de la salvación está tomada por Dios, pero tiene que realizarse en la tierra. Le pedimos a Dios que lo que Él ya ha decidido en el cielo, se realice en la tierra. La comunidad vuelve a pedir por el mundo; su primera preocu¬pación es la misión que Jesús le confía.
• En la segunda parte la comunidad reza por sí misma. La palabra «pan», es equivalente a alimento. «El pan del mañana» hace referencia al banquete mesiánico final. Jesús describió su presencia con los dis¬cípulos como un banquete de bodas, en contrapartida a la tristeza del ayuno practicado por los discípulos de Juan y los fariseos. Se pide que el gozo de ese momento, lo pueda experimentar esta comu¬nidad presente.
• En la petición del perdón de las ofensas aparece una exigencia para la comuni¬dad. El perdón del Padre está condicionado al perdón mutuo, expresión del amor. Quien se cierra al amor de los otros se cierra al amor de Dios, que se manifiesta en el perdón. La división en la comunidad impide la presencia en ella del amor del Padre. Se pide, pues, la manifestación continúa de ese amor que se traduce en el perdón mutuo. En los deudores quedan incluidos los enemigos y perseguidores.
• «No nos dejes caer en la tentación», remite a las tentaciones de Jesús en el desierto, no se trata de una tentación única y determinada. El sentido de «tenta¬ción» se refiere a las mismas que experimentó Jesús. Aquéllas pretendían desviar su mesianismo. La comunidad puede experimentar en su misión, que continúa la de Jesús, las mismas tentaciones que éste: usar sus dones para propio beneficio sin atender al plan de Dios; caer en la irresponsabilidad, pero, sobre todo, caer en la tentación de la gloria y el poder.
• En la petición final del Padrenuestro, rogamos que el Padre no permita que la comunidad ceda a las seducciones del Mal que es la personificación del poder del mundo.
• Insiste Jesús en la necesidad del perdón. La unión en la comunidad asegura la experiencia del amor del Padre y es condición para su existencia. No es que Dios se niegue a perdonar; es el hombre que no perdona, quien se hace incapaz de recibir el amor.
• Esta oración nos debe ir afirmando en nuestra condición de hijos para con Dios, y también en nuestra condición de hermanos de los demás, dispuestos a perdonar cuando haga falta, porque todos somos hijos del mismo Padre.
• El Padre Nuestro no es la oración institucionalizada. A Dios nadie lo puede encerrar en palabras. Dios lo desborda todo. Lo que quiere Jesús con el "Padre Nuestro" es que confrontemos nuestra vida personal y comunitaria con su proyecto original: que con nuestro proceder, hagamos que el Reino de Dios se desarrolle y crezca.

Para discernir

• ¿Qué rezo cuando rezo el Padre nuestro?
• ¿Qué experimento ante cada una de las peticiones?
• ¿Qué relación hay entre la oración del Señor y mi proyecto de vida en la fe?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…Padre, venga tu Reino…

Para la lectura espiritual

...”La primera parte del Padre nuestro va, de una manera atrevida, del tú al Dios que se ha revelado como amor. Se trata de una oración de agradecimiento llena de júbilo por el hecho de que podamos llamar, amar y alabar de manera confiada al Santísimo como Nuestro Padre y como nuestro tú. Expresa el compromiso de verificar nuestras aspiraciones y nuestras acciones, a fin de ver si y hasta qué punto se toman en serio y honran el nombre del Padre y nuestra vocación de hijos a hijas suyos. Y, no por último, nos pone sobre todo frente a nuestra misión de promover, para honor del único Dios y Padre, la paz y la solidaridad salvífica entre todos los hombres [...].
Recitar el Padre nuestro significa preguntarse por la seriedad con la que tomamos, intentamos comprender y confesamos con actos concretos el plan salvífico de Dios. Un rasgo fundamental e imprescindible del compromiso que hemos asumido en virtud del Espíritu Santo y con la mirada puesta en el Hijo predilecto es el de amar a Dios en todo y por encima de todo y cumplir su voluntad santa y amorosa.
La segunda parte del Padre nuestro habla del amor al prójimo en unión con Jesús. Se trata del «Nosotros», de vivir de manera radical la solidaridad salvífica de Jesús con todos los hombres y en todos los campos de la vida. La conciencia adquirida de que la recitación del Padre nuestro nos introduce, de manera semejante al bautismo de Jesús en el Jordán, en la vida trinitaria de Dios, así como nuestra opción fundamental en favor de la solidaridad salvífica en todos los campos, nos ayudarán, sin la menor duda, a conferir un perfil cada vez más claro y convincente a nuestro programa de vida”…
(B. Häring, II Padre nuestro. Alabanza, oración programa de vida, Brescia 1995.

Para rezar

Este es tu reino entre nosotros, Señor,
vivir en tu amor ser tus hijos
y contemplar tu rostro,
tal como lo manifestó tu hijo amado, Jesús.

Ahora sabemos que la santidad a la que nos llamás
está amasada de vida diaria, de trabajo,
de alegrías y penas,
de un caminar constante hacia un mundo nuevo
que renace a su liberación y a la paz definitiva.

Porque esta santidad no nos saca del mundo
sino que nos hace vivir en plenitud
dando sentido a nuestra vida
para volcarnos a un gran proyecto:
una nueva humanidad.

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15 de junio de 2011 – TO – MIERCOLES DE LA XI SEMANA - Lectio Divina

Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 6, 1-6. 16-18

Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. .
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los textos del Evangelio de hoy están contenidos dentro del contexto del Sermón de la Montaña. Mateo, quien ordena su Evangelio alrededor de unidades discursivas, selecciona primero este conjunto de enseñanzas que por su contenido y lugar (un monte) llevan al lector a hacer una inevitable equivalencia con la ley mosaica.
En el primer versículo ya encontramos el núcleo crítico de las enseñanzas de Jesús: “Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo”. De manera que lo que Jesús va a proclamar sobre las virtudes de caridad, oración y piedad va a ir a “contrapelo” de la praxis hipócrita de quien busca realizarlas para su propio “marketing de religiosidad personal”.
¿Por qué Jesús advierte que ese tipo de religiosidad egocéntrica no recibirá ninguna recompensa del Padre? En cada una de las prácticas que está a punto de describir da la misma explicación: “Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa” ¿Cuál es esa recompensa? Precisamente la que en sus corazones realmente les importaba, la de los hombres, no la de Dios. También en los tres casos Jesús hace explícita esa voluntad hedonista que busca el aplauso humano: “para ser honrados por los hombres”, “para ser vistos” y “para que se note”.
¿De qué manera Jesús enseña que se encontrará la recompensa del Padre? También repite la misma sentencia en las tres prácticas: “…en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”. Es claro entonces que el centro de las enseñanzas sobre las virtudes de caridad, oración y piedad no estaban en la metodología de ellas, sino en la motivación de hacerlas manifestadas en la audiencia preferida. Por un lado, la exposición pública buscando el aplauso humano, y por otro la intimidad, la humildad y el secreto que anhelan solo la mirada de Dios.
¿Cómo debían practicar ese cuidado en las prácticas religiosas que advierte al principio?
En lo que hace a la limosna, no ir pregonando y haciendo alarde de nuestra “generosidad”, sino haciéndolo de una manera no especulativa ni calculadora. “Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles… Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha.”
En relación a la oración no buscando la oportunidad de dar alarde de nuestras virtudes oratorias, sino anhelando la intimidad en el silencio y soledad que nos acerque profundamente y sin distracciones al Padre. “Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles...
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto.”
En cuestiones de ayuno, no “careteando” para que todos adviertan mi sacrificio, sino más bien “maquillándolo” para que pase inadvertido. “Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto” .

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué importancia tiene para Jesús la motivación de la práctica religiosa sobre su demostración?
 ¿Por qué pone como fin la recompensa del Padre?
 ¿Por qué elige estas tres prácticas religiosas para su enseñanza?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cuál es mi real motivación al dar limosna, orar o ayunar?
 ¿He practicado alguna vez estas disciplinas buscando el aplauso de los hombres?
 ¿Tengo los cuidados que Jesús reclama para recibir la incomparable recompensa del Padre?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, perdóname por buscar algunas veces que mi religiosidad sea visible ante los hombres y buscar así su aprobación. Ayúdame a tener cuidado de mí mismo y practicar mi vida religiosa en intimidad contigo para recibir la recompensa del Padre. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en cada una de las disciplinas de caridad, oración y piedad y trato de meditar acerca de la motivación de visibilidad en cada una de ellas. Medito en las maneras que buscaré para recibir solo la recompensa de Dios.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo tendré el cuidado que Jesús me pide en mis acciones religiosas visibles?
 ¿Qué decisión tomaré ante la alternativa de recibir aplauso humano o recompensa de Dios por mis acciones de fe?
 ¿Con quién compartiré mi experiencia y lo reflexionado en la Lectio de hoy?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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14 de junio de 2011 – TO – MARTES DE LA XI SEMANA– Lectio Divina

Amen a sus enemigos

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 5, 43-48

Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Lo primero que hace Jesús es denunciar una omisión seria y una adición perversa a un precepto fundamental a la Ley de Dios. El texto del Antiguo Testamento en cuestión dice: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv.19.18). Según estaba siendo enseñado por algunos escribas y fariseos en tiempos de Jesús, ese mandato había mutado a: “Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo”. Deliberadamente habían quitado la comparación auto-referencial “como a ti mismo”, y lo que es más grave aún, habían adicionado “y odiarás a tu enemigo” que desde luego no se encuentra textualmente en el Antiguo Testamento.
No es difícil imaginar que ante tanta intolerancia y odio disfrazado de religiosidad, el mandato de Jesús de “Amen a sus enemigos” (v.44) causó un impacto importantísimo. Sin embargo, el núcleo de esta enseñanza sí estaba dentro del Antiguo Testamento. Por ejemplo en Éxodo 23.4-5 dice: “Si encuentras perdido el buey o el asno de tu enemigo, se los llevarás inmediatamente. Si ves el asno del que te aborrece caído bajo el peso de su carga, no lo dejarás abandonado; más aún, acudirás a auxiliarlo junto con su dueño”. De “ayuda a tu enemigo” a “ámalo” había apenas un paso. Jesús dio ese paso y también agregó “rueguen por sus perseguidores”.
Jesús nos les pide a sus discípulos que hagan lo imposible. No les pide que se enamoren de sus enemigos. Les invita firmemente a identificarse de tal manera con el Padre que muestren con sus actos e intenciones las credenciales de tamaña filiación. Esa relación modeladora del amor divino la expresa de esta manera: “así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos”. El orden de la relación debe quedar clara, no era haciendo esos actos de amor y piedad que se convertían en hijos del Padre, sino porque eran sus hijos debían comportarse como tales.
La misma exigencia de identificación con la familia de Dios se presenta como final del argumento siguiente en el texto de hoy. Allí Jesús dice: “Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo” (v.48). Por otro lado, si ésta era la norma familiar, había también una distinción filial que es resumida por Jesús en su pregunta “¿Qué hacen de extraordinario? Si la norma de amor de los seguidores de Jesús se restringía en amar solamente a quienes los aman o saludar solamente a los hermanos, no actuaban de manera diferente a los publicanos o los paganos y no merecían ninguna recompensa. Retomando fundamentos veterotestamentarios de los dichos de Jesús, debía haber sido muy conocido por ellos el precepto que dice: “Ustedes serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo”. (Lv.19.2). Esa era la norma divina, ese el documento de identidad de los hijos de Dios, esa la carta de presentación distintiva de los discípulos de Jesús. No menos que eso.
“Porque no nos mandó simplemente amar a quienes nos aborrecen, sino también rogar por ellos. ¡Mirad por cuántos escalones ha ido subiendo y cómo ha terminado por colocarnos en la cúspide de la virtud! Contémoslos de abajo arriba. El primer escalón es que no hagamos por nuestra cuenta mal a nadie. El segundo, que si a nosotros se nos hace, no devolvamos mal por mal. El tercero, no hace a quien nos haya perjudicado lo mismo que a nosotros se nos hizo. El cuarto, ofrecerse uno mismo para sufrir. El quinto, dar más de lo que el ofensor pide de nosotros. El sexto, no aborrecer a quien todo eso hace. El séptimo, amarlo. El octavo, hacerle beneficios. El noveno, rogar a Dios por él. ¡He aquí una cima filosófica! De aquí también el espléndido premio que se le promete. JUAN CRISÓSTOMO, Homilías sobre el Ev. de Mateo.

• Preguntas para la lectura:

ü ¿Cuál es la corrección exegética sobre el amor que hace Jesús?
ü ¿Cuál es la vara comparativa que utiliza Jesús en su mandato?
ü ¿En qué consiste la perfección de vida enseñada por Jesús?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

ü ¿Cuál es el alcance real de mi amor?
ü ¿Rezo por las personas que me ofendieron o hirieron?
ü ¿Puedo mostrar con mi vida que soy un hijo de Dios?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que junto al Padre y el Espíritu Santo son perfectos en amor, ayúdame en estar a la altura de ser un hijo de Dios en el trato con mis semejantes, especialmente con quienes no son mis amigos o hermanos.
Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Medito en las palabras de Jesús y en el real alcance que tienen para mi vida en mi manera de entender el amor a todos. Reflexiono esos principios comparativamente en relación al Padre y a los que no conocen el amor de Dios.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

¿Por quiénes que no amo o guardo rencor voy a orar hoy?
¿Qué gestos concretos de amor haré sobre quien no me corresponde en mi aprecio y cariño?
¿Qué aprendo de las acciones de amor que Dios hace a todos diariamente?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura

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13 de junio de 2011 - LUNES XI TO

Yo les digo que no hagan frente al que les hace mal.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 5, 38-42

Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: "Ojo por ojo y diente por diente". Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

En Ex.21.23-25 leemos: “Pero si sucede una desgracia, tendrás que dar vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, contusión por contusión”. Esta era una ley para los tribunales civiles, puesta con el fin de terminar con la práctica de la venganza privada. Los pasajes del Antiguo Testamento no dicen: “Véngate personalmente cuando te hacen daño”. Quieren decir exactamente lo contrario: “No te vengues por ti mismo, sino deja que la justicia sea administrada públicamente”.
Los fariseos apelaban a esta ley para justificar la retribución y la venganza personal. Sin embargo, el Antiguo Testamento repetidas veces la prohíbe: “No serás vengativo con tus compatriotas ni les guardarás rencor” (Lev.19.18a); también Proverbios 19.18 y 24.29.
El sustrato bíblico de los dichos de Jesús que se encuentran entre los versículos 39 al 42 es mucho más que la condena del odio y la venganza, es un profundo llamado al amor. Si leemos la segunda parte del versículo de Levítico aludido en el segundo párrafo, ese es precisamente el mensaje: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor” (Lev.19.18b).
Y el amor para Jesús es mucho más que una cuestión de sentimientos, es principalmente acción. De esta manera la semiótica del amor que vence al rencor y la venganza se ve representada en actos tan concretos como revolucionarios.
El poner la otra mejilla es colocarse deliberadamente en una situación de debilidad que haga reflexionar al agresor. El ofrecer el manto exterior cuando se es amenazado con quitar la túnica interior significaba también ofrecerse desprotegido de una prenda que muchas veces – especialmente para el pobre – servía como ropa de cama. El caminar un kilómetro más a la que se le exige como tope permitido representaba un amor servicial superador. Dar de buena gana al que pide y no esquivar la solicitud de préstamo tenía consigo un contenido de responsabilidad social que no se desentiende de la realidad sufriente del semejante.
Es san Pablo quien recoge maravillosamente esta enseñanza cristiana, haciendo a la vez una hermenéutica de su significado y motivación: “No devuelvan a nadie mal por mal. Procuren hacer el bien delante de todos los hombres. En cuanto dependa de ustedes, traten de vivir en paz con todos. Queridos míos, no hagan justicia por sus propias manos, antes bien, den lugar a la ira de Dios. Porque está escrito: Yo castigaré. Yo daré la retribución, dice el Señor. Y en otra parte está escrito: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Haciendo esto, amontonarás carbones encendidos sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal. Por el contrario, vence al mal, haciendo el bien. Con relación al objetivo traducido como “amontonarás carbones encendidos sobre su cabeza”, una traducción menos literal expresa “de esta manera harás que le arda la cara de vergüenza”. De manera que la meta es que por la vergüenza ante el acto de amor práctico superador de la venganza, el ofensor se arrepienta y logre su restauración para el bien de sí mismo. El amor en su sublime expresión sacrificial es restaurador y reparador tanto para el que ama como para el ser amado.

• Preguntas para la lectura:

û ¿Qué bases bíblicas tenían las enseñanzas fariseas?
û ¿Qué base bíblica tiene la enseñanza de Jesús?
û ¿Por qué la enseñanza bíblica de Jesús requería de una praxis?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Guardo en mi corazón sentimientos de rencor y venganza?
û ¿Qué acción práctica debería yo practicar en el sentido de las ejemplificadas por Jesús?
û ¿Cuál es el objeto de esas demostraciones de amor cristiano?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que diste tu vida por tus enemigos, y que con tu entrega sufriente nos enseñaste el camino del amor que vence el peor de los odios, ayúdanos a nosotros a vivir de esa manera. Que estas enseñanzas del Reino de Dios y su justicia sean practicadas por nosotros como normas de vida cristiana.
Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Al ser una enseñanza impartida por Jesús en el Sermón de la montaña, imagino la reacción de la audiencia ante tamañas enseñanzas de Jesús. Medito en la implicancia y profundidad de cada uno de los ejemplos prácticos dados por Jesús y trato de encontrar equivalentes a mi vida y circunstancias actuales.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Cómo voy a afrontar mis sentimientos de rencor y venganza?
û ¿De qué manera práctica viviré estos principios de amor en mi vida?
û ¿Qué buscaré de mi prójimo al actuar de esta manera?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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12 de junio de 2011 – DOMINGO DE PENTECOSTÉS

Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes: Reciban el Espíritu Santo

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 20, 19-23

Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: «¡La paz esté con ustedes!»
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes.» Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan.»
Palabra del Señor. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto comienza dando los datos cronológicos: era el mismo día ya mencionado en 20.1. La escena tiene lugar cuando termina el día, la hora que comienza a oscurecer.
A pesar de haber recibido el anuncio de María Magdalena, los discípulos se han encerrado con llave “por temor a los judíos”. En este lugar, el nombre “judíos” tiene indudablemente el sentido de “autoridades religiosas”, porque los discípulos también son judíos en el sentido de “pertenecientes al pueblo judío”.
Jesús se presenta inesperadamente, a pesar de que las puertas están cerradas. Lo mismo sucederá ocho días más tarde (v.26). El Resucitado puede hacerse presente sin que las puertas cerradas y las paredes signifiquen para Él un impedimento. De esta forma se indica que su cuerpo ahora tiene otras condiciones.
Las primeras palabras a sus discípulos son “¡Paz a ustedes!”. Es el saludo común entre judíos: “Shalom lakem”. En boca de Jesús el término “Paz” no es un simple saludo convencional, porque Él dijo a sus discípulos que les otorgaba la paz que no es de este mundo (14.27). El término viene cargado entonces con todo el sentido que la expresión tiene en el Antiguo Testamento. Se trata de un don escatológico.
Jesús mostró a los discípulos las heridas de sus manos y de su costado. El Resucitado, que había entrado estando las puertas cerradas, hizo ver que era el mismo que estuvo en la cruz. Era Él, pero de una forma diferente. El reconocimiento de Jesús provocó alegría en los discípulos. La alegría completa (15.11), junto a la paz (v.19), pertenece a los bienes esperados para la escatología. Con una visión de Cristo resucitado, los discípulos comienzan a gozar de esa felicidad.
Jesús repitió su saludo de “Paz” e inmediatamente pronunció las palabras de envío. “Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes”. El que es el “enviado” del Padre, ahora tiene a sus propios “enviados”. Está en el trasfondo la institución judía del “enviado”, que designa al representante que en todo es como aquel que lo envía. Por esa razón Jesús dijo que “…el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió”. (13.20).
Él envía ahora a sus discípulos con la misma misión de salvar a la humanidad. La nueva relación que Jesús estableció con sus discípulos a partir de la resurrección, por la cual ellos son sus hermanos y participan de su condición de Hijo de Dios (v.17), incluye también la participación en el envío por parte del Padre.
Las palabras del envío fueron acompañadas con un gesto: Jesús sopló. En Gen 2 se dice que dios “sopló” sobre el rostro del primer hombre que había creado, y le dio aliento de vida. Jesús realiza el mismo gesto, y dice “Reciban el Espíritu Santo”. Jesús es presentado como “el que bautiza con el Espíritu Santo” (1.33) y más tarde se anunció que el Espíritu sería dado cuando Cristo sea glorificado (7.39).
La tarea para la que son enviados los discípulos se expresa en una fórmula que aparece por primera vez en el evangelio de Juan: perdonar los pecados. La fórmula está expresada en dos miembros paralelos: “Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”.
El verbo “retener” tiene el sentido vulgar de “sostener”, “aferrarse”, “detener”, etc. En oposición a “perdonar”, en este contexto, adquiere el sentido de “mantener un pecado = no perdonarlo.
El uso de los verbos en voz pasiva, sin indicar sujeto agente es la forma habitual cuando se quiere evitar el uso del nombre de Dios: Dios es el que perdona, y Dios es el que retiene cada vez que los discípulos perdonan o retienen, investidos con el poder otorgado por Cristo resucitado. El perdón es administrado por los discípulos, pero sigue siendo de Dios.
Párrafos extraídos de “El Evangelio de Juan” – Luis Heriberto Rivas – Editorial San Benito – páginas 527 a 533.

• Preguntas para la lectura:

û ¿Qué significado e importancia tiene el saludo de paz de Jesús?
û ¿Qué diferencia tiene este envío misionero con otros de los Evangelios?
û ¿Qué significado e importancia tiene el soplo del Espíritu Santo?. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TLICO?
• Preguntas para la meditación:

û ¿Qué trascendencia tiene hoy para mí que Jesús se haya presentado con un saludo de paz?
û ¿Comparto la alegría de los discípulos por la evidencia de la resurrección de Jesús?
û ¿De qué manera el envío misionero me involucra a mí? ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, vos que sos nuestra Paz, aleja nuestros temores y danos con el soplo de tu Espíritu Santo la alegría y valentía de ir al mundo con tu mensaje del Evangelio de la paz. Amén.4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Reflexiono en el significado de la verdadera paz que transmite Jesús a sus discípulos. Medito en el modelo misionero referenciado en Jesús y en mi lugar dentro de la Iglesia misionera. 5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
• Preguntas para la acción:

û ¿Cómo me apropio de la paz de Cristo en momentos de temor?
û ¿Cómo entenderé las características de la misión de los discípulos de Jesús hoy?
û ¿Qué renovada comprensión de la retención y perdón de pecados formarán parte importante de mi salud espiritual?

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11 de junio de 2011 – SABADO VII DE PASCUA

Este mismo discípulo ha escrito estas cosas, y su testimonio es verdadero

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21, 20-25

Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»
Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: «Señor, ¿y qué será de este?»
Jesús le respondió: «Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué importa? Tú sígueme.»
Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: «El no morirá», sino: «Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?»
Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero.
Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relata detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los versículos 20 al 22 tienen una doble función: terminar el relato anterior y comenzar el tema siguiente. El trabajo de Jesús con Pedro no termina en el v. 19, sino con la repetición del llamado de aquél versículo al final de v. 22 “Tu sígueme”. Por otro lado, es claro que el v.23 se refiere a un tema nuevo: ya no se trata de Pedro, sino de la muerte del discípulo amado. Entonces, resulta importante ver la unidad de los vs. 15-22 y, por otro lado, la unidad de los vs. 20-25.
Jesús complementa el fortalecimiento de la seguridad de Pedro a su llamado misionero por encima de su imaginable inseguridad. A veces esa inseguridad, se puede convertir en rivalidad que derive en compararse con los demás o en una competencia de influencia y reconocimiento con su líder. La pregunta referencial de Jesús del v. 15 “¿me amas más que estos? parece encontrar eco en la boca de Pedro recién en el v. 21 “¿y qué será de éste?”.
En el momento de su plena restauración como discípulo Pedro echó una mirada atrás. No le bastaba saber que tendría la oportunidad de cumplir con lo que había prometido en 13.37, sino que necesitaba saber qué le pasaría al otro. Todavía no había entendido las implicancias de la conversación en los vs. 15-19. Aún sentía la necesidad de hacer comparaciones entre sí mismo y los demás, en vez de reconocer que su relación con Jesús y su vida entera dependían completamente del amor de Dios hecho presente en Jesús.
La reacción de Jesús puede verse como un poco tajante: “¿qué te importa?”. Sin embargo, en este caso Jesús llamó a Pedro a fijar su mirada únicamente en su Señor y dejar de preocuparse por si otros discípulos andaban mejor o peor. A Pedro no le tocaba determinar si el discípulo amado era más o menos fiel, más o menos bendecido. A Pedro le tocaba un lugar central en el nacimiento de la Iglesia y sacrificial en su identificación total con Jesucristo.
Las palabras que habían nacido como parte de la instrucción a Pedro llegaron a tener su propia vida entre los hermanos y hermanas de la Iglesia primitiva. Se convirtieron en rumor sobre la sobrevivencia de Juan a todos sus pares. Sin embargo, el mismo evangelista aclara que esto no fue lo que Jesús dijo, cortando de esa manera las consecuencias de tal rumor.
Sin embargo, el autor no se conforma con sólo negar el rumor, sino que da un dato positivo. Aunque el discípulo amado no permanecería hasta la venida de Jesús ni llevaría la corona del martirio, siempre haría un aporte distintivo a la comunidad de fe. Su función sería brindar el mismo testimonio que el lector ha estado recibiendo (v.24). Lo que quedaría hasta la venida del Señor no sería el discípulo amado, sino su testimonio en cuanto a Jesús.
El versículo 25 surge como un espejo del primer epílogo del Evangelio en 20.30-31: “Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relata detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían” y “Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan vida en su Nombre”.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuál era el motivo subyacente en la pregunta de Pedro?
 ¿Por qué Jesús le responde de una manera tan “cortante”?
 ¿Cómo se complementan los dos epílogos del Evangelio de Juan?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Necesito comparar mi tarea en la Iglesia con algún hermano/a?
 ¿Qué me respondería Jesús de ser positiva la pregunta anterior?
 ¿De qué manera el llamado al seguimiento a Cristo supera toda competencia?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que nos invitás a servirte y seguirte mirándote solamente a vos y a tus pisadas, ayúdanos a no mirar nuestras limitaciones ni competir con algún hijo/a tuyo. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Releo el pasaje pero comenzando nuevamente desde el versículo 15. Trato de ponerme en el lugar de Pedro e interpretar su confusión y temor. Reflexiono acerca de mis diálogos en oración con el Señor buscando las veces que en mi corazón había un sentimiento de competencia. Medito en la insistencia de Jesús en su llamado al seguimiento.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Qué pensamientos de competencia alejaré de mi mente con la ayuda de Dios?
 ¿Cómo reconsideraré la vigencia y urgencia del seguimiento a Jesús?
 ¿Qué plan de lectura orante de todo el Evangelio de Juan haré motivado por las lecturas de los últimos días?

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10 de junio de 2011 – VIERNES VII DE PASCUA

Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21, 15-19

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer, dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?»
El le respondió: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos.»
Le volvió a decir por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
El le respondió: «Sí, Señor, saber que te quiero.»
Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.»
Le preguntó por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero.»
Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.
Te aseguro que cuando eras joven tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras.»
De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: «Sígueme.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Al igual que los Sinópticos, Juan ha dado un lugar especial entre los apóstoles a Pedro. Recibe atención particular en los relatos del evangelista sobre el comienzo (1.42), el momento de la confesión de fe en Jesús (6.68-69), la última cena (13.6-10 y 24), el jardín (18.10-11), el proceso a Jesús (18.15-18 y 25-27) y los eventos que sucedieron después de la resurrección (20.3-10; 21.1-19).
Solo Marcos y Juan muestran un interés especial en el problema de la restauración de la relación entre Pedro y su Señor después de la resurrección. Como le es típico, Marcos toca el tema sólo implícitamente: el anuncio del ángel desde la tumba vacía “vayan a decirles a los discípulos y a Pedro…”. Lo que Marcos comunica implícitamente, Juan lo hace explícito.
La pregunta del v.15 buscaba un valor relativo: “¿me amas más que estos?”. Con la vergüenza que Pedro podía sentir después de haber negado a su Señor en la noche de su arresto, éste no responde la pregunta de Jesús de la manera que es realizada, sino que se limita a responder de manera absoluta, eludiendo las comparaciones: “Si, Señor, tú sabes que te quiero”. A esa respuesta de cariño, el Señor le encomienda un compromiso misionero inesperado pero acorde a sus dichos: “Apacienta mis corderos”.
Seguramente Pedro se sintió peor por la repetición de la pregunta de Jesús y Juan nos aclara que ante el tercer interrogante con el mismo contenido, Pedro se entristeció. El esquema de preguntas y respuestas sigue el mismo patrón de la primera. Jesús le interroga a Pedro sobre su compromiso de amor, éste le responde afirmativamente aludiendo que esto debía ser del conocimiento del Maestro y finalmente Jesús le da un envió pastoral especialísimo para con “sus ovejas”.
Sin embargo, precisamente allí, en la repetición de la pregunta, está su secreto y su intención cariñosa. Por cada vez que Pedro había negado su relación con Jesús aquella noche oscura, en la nueva mañana el Señor le dio la oportunidad de reafirmar su compromiso. Las tres negaciones quedaban borradas por las tres afirmaciones. La base de todo eso no era el compromiso de Pedro con Jesús, sino el compromiso de Jesús con Pedro. La iniciativa quedaba en Jesús. Precisamente el compromiso inquebrantable de Jesús abría la posibilidad de una restauración y renovación del compromiso vacilante de Pedro. Jesús confiaba en la fe y el corazón de Pedro, ahora era Pedro quién debía “escucharse” y descubrir su vocación pastoral y que el vínculo no solo no estaba perdido, sino que por el amor de Jesús estaba restaurado y reafirmado. Pedro debía rápidamente perdonarse y reinsertarse en la comunidad cristiana ejerciendo un rol pastoral de liderazgo. Felizmente, el trato restaurador de Jesús hace fruto en el corazón de Pedro, a quien vemos ardiendo de vocación evangélica y misionera en su valeroso discurso luego de Pentecostés.
Pedro estaba siendo llevado por Jesús a una fidelidad y un compromiso únicos y enormes. En este sentido, los vs. 18-19 coronan esa restauración con el honor de dar testimonio de Cristo con su propia vida. Lo que Pedro quería pero no podía en el 13.36-38 le sería concedido al final de su vida. Con una muerte de mártir daría gloria a Dios y, del modo más cercano posible, seguiría al Señor (v.19).

• Preguntas para la lectura:

û ¿Qué elementos emocionales y contradictorios podía tener Pedro en este diálogo con Jesús?
û ¿Qué significado mediato y futuro tenía el mandato de Jesús de apacentar sus ovejas?
û ¿Qué efecto podía tener entre los discípulos el anuncio del martirio de Pedro por su identificación con la causa de Jesús?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Qué buscaba lograr Jesús en el corazón atribulado y temeroso de Pedro?
û ¿Por qué Jesús restaura e incrementa su responsabilidad en el reino de Dios ha quien hace días lo había negado?
û ¿Me he sentido alguna vez identificado con el temor y la tristeza de Pedro y luego gozoso por la restauración amorosa del Señor?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que en tu amor restauras y sanas nuestros temores y tristezas, danos una voz de renovación para nuestra vocación para que te sirvamos con toda nuestra vida. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Tratamos de imaginar la escena y la tensión que dominaba el diálogo. Entendemos el temor y pena de Pedro a la vez que admiramos su ánimo y voluntad de permanecer en el amor a Jesús. Reflexiono en la acción amorosa de Jesús y en la visión misionera que él sostiene a pesar de las limitaciones y flaquezas de sus discípulos.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿De qué manera voy a renovar mi amor a Jesús a pesar de mis temores y vacilaciones?
û ¿Cómo voy a considerar en mi tarea dentro de la Iglesia el amor inalterable de Jesús por el cuidado de sus ovejas?
û ¿De qué manera reveo mis pruebas por mi testimonio cristiano en comparación del anuncio de Jesús sobre el martirio de Pedro?

Viernes de la séptima semana de Pascua

¿Me amás?

Lectura de los Hechos de los apóstoles 25, 13b-21

El rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea y fueron a saludar a Festo. Como ellos permanecieron varios días, Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciéndole:
«Félix ha dejado a un prisionero, y durante mi estadía en Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, presentaron quejas pidiendo su condena. Yo les respondí que los romanos no tienen la costumbre de entregar a un hombre antes de enfrentarlo con sus acusadores y darle la oportunidad de defenderse.
Ellos vinieron aquí, y sin ninguna demora, me senté en el tribunal e hice comparecer a ese hombre al día siguiente. Pero cuando se presentaron los acusadores, estos no alegaron contra él ninguno de los cargos que yo sospechaba. Lo que había entre ellos eran no sé qué discusiones sobre su religión, y sobre un tal Jesús que murió y que Pablo asegura que vive.
No sabiendo bien qué partido tomar en un asunto de esta índole le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para ser juzgado allí. Pero como este apeló al juicio de Su Majestad imperial, yo ordené que lo dejaran bajo custodia hasta que lo enviara al Emperador.»
Palabra de Dios.

SALMO Sal 102, 1-2. 11-12. 19-20ab (R.: 19a)

R. El Señor puso su trono en el cielo.

Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios. R.

Cuanto se alza el cielo sobre la tierra,
así de inmenso es su amor por los que lo temen;
cuanto dista el oriente del occidente,
así aparta de nosotros nuestros pecados. R.

El Señor puso su trono en el cielo,
y su realeza gobierna el universo.
¡Bendigan al Señor, todos sus ángeles,
los fuertes guerreros que cumplen sus órdenes! R.

EVANGELIO
X Lectura del santo Evangelio según san Juan 21, 15-19

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer, dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?»
El le respondió: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos.»
Le volvió a decir por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
El le respondió: «Sí, Señor, saber que te quiero.»
Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.»
Le preguntó por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero.»
Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.
Te aseguro que cuando eras joven tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras.»
De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: «Sígueme.»
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• El nuevo gobernador romano en Judea, Poncio Festo, mantiene detenido a Pablo en Cesarea, donde fue trasladado para mayor seguridad. Y aprovecha la visita del rey Agripa y su hermana Berenice para explicarles el caso de este Pablo, uno de los más curiosos que ha heredado de su antecesor Félix.
• Festo se muestra respetuoso de la ley y deseoso de que triunfe la justicia. Como funcionario oficial resume lo esencial del «expediente» de Pablo diciendo que tuvieron una discusión sobre su religión particular y sobre un tal Jesús que murió y del cual Pablo afirma que está vivo.
• Para Pablo no es «un cierto hombre»: Jesús es su razón de vivir. Pablo vive con ese «viviente». Para Pablo la resurrección no es tan sólo una afirmación dogmática: es una experiencia vivida.
• Pablo ha apelado y ni el tribunal de Cesarea, ni el de Jerusalén tienen jurisdicción sobre él. Queda como instancia superior ir hasta Roma.
Ë Ë Ë
• Junto al lago de Tiberíades Jesús llama a Pedro por su nombre original, "Simón hijo de Juan". Pedro escucha atento la voz del Señor. Su corazón ha ido madurando, y ahora comprende que Jesús no es el Mesías político que él esperaba, sino aquel que da su vida para redimir a la humanidad sufriente. Pedro había confesado reiteradamente una adhesión que se sostenía en la medida que colmara sus expectativas.
• A pesar de haber afirmado que no lo abandonaría, luego lo negó tres veces, jurando que no lo conocía. Ahora, la experiencia de la resurrección ha madurado su corazón y sus ideas, y quiere seguirlo no al compás de sus caprichos o exaltaciones, sino animado por el Espíritu del Resucitado.
• A la pregunta de Jesús, Pedro tiene que contestar con mucha más humildad. Pedro, el apóstol impulsivo, que quería de veras a Jesús, aunque se había mostrado débil por miedo a la muerte, tiene ahora la ocasión de reparar su triple negación con una triple profesión de amor. La triple negación es ahora una triple pregunta. Esto es lo que Pedro experimenta.
• Pero la relación personal con Jesús, no se cierra sobre ellos dos. Este amor lanza a Pedro hacia los demás. Jesús restituye a Pedro delante de todos y esto le exige hacerse cargo de los demás; ser su pastor, cuidarlos, conducirlos por el camino verdadero.
• Pedro ahora responderá con la dedicación exclusiva al servicio de la comunidad y dará testimonio de Jesús ante el pueblo, ante los tribunales, en la cárcel y finalmente con su propio martirio en Roma. El amor lo llevó a la obediencia y al abandono confiado.
• También a nosotros el Señor nos llama a seguirlo. Desde nuestra debilidad podemos hacer nuestras las palabras de Pedro: «Señor, tú sabes que te amo». El amor es la raíz en que se alimenta todo verdadero seguimiento y el seguimiento es el sello de todo verdadero amor.
• Jesús quiere de nosotros un auténtico compromiso de amor que nos lleve a amar y servir a nuestro prójimo hasta el extremo, como nosotros hemos sido amados por Cristo. Así, como Iglesia continuaremos, a través del tiempo, totalmente comprometida con la obra de salvación que el Señor nos ha confiado.

Para discernir

• ¿Sobre qué baso mi seguimiento y mi fidelidad al Señor?
• ¿En qué siento que soy examinado por Jesús?
• ¿Vivo desde el amor o el temor?
• ¿Experimento su llamada de amor?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero…

Para la lectura espiritual

…El Señor, después de su resurrección, aparece de nuevo a sus discípulos. Interroga a Pedro, le obliga a confesar su amor, ya que le negó por tres veces, por miedo. Cristo resucitó en la carne, Pedro resucitó en el espíritu. Así como Cristo murió en el sufrimiento, Pedro murió en la negación del Señor. Cristo el Señor resucitó de entre los muertos y ha resucitado a Pedro gracias al amor que éste le tenía. El Señor interroga el amor de aquel que ahora declara abiertamente su amor, y le confía su rebaño.¿Qué es lo que aporta Pedro a Cristo con su amor? Si Cristo te ama es en provecho tuyo, no de él. Si tú amas a Cristo es en provecho tuyo también, no de él. No obstante, Cristo el Señor, queriendo mostrarnos cómo hemos de manifestar nuestro amor por él, nos lo revela: amando a su rebaño.
"Simón, hijo de Juan ¿me amas? – Te amo— Apacienta mis ovejas." (Jn 21, 16) Y esto una vez, dos veces, tres veces. Pedro no expresa más que su amor. El Señor no le pide otra cosa que el amor; no le confía otra cosa que sus ovejas. ¡Amémonos, pues, unos a otros, y así amaremos a Cristo! …
(San Agustín obispo de Hipona, doctor de la Iglesia)

Para rezar
Sólo tu Amor me llama y me consume
en las entrañas mismas de la ausencia
sólo en Ti conozco la clemencia
del aroma fontal de tu perfume.
Sólo por Ti transito peregrino
el valle azul de la presencia ignota.
Sólo por Ti mi amor en una nota
se hace canto de amor en tu camino.
Sólo tu aroma suave en las entrañas
embriaga el hondo vivir de mi jornada
y me envuelve la música soñada
de la presencia fiel que no me engaña.
Sólo en tu honor cantaré yo en este día
la canción de la vida y la memoria
la que canta los triunfos de tu gloria
y ha vencido la muerte y me da vida.
Fray Alejandro R. Ferreirós OFM Conv

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9 de junio de 2011 – JUEVES VII DE PASCUA

Que sean perfectamente uno

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 17, 20-26

Jesús levantó los ojos al cielo y oró diciendo:
«Padre santo, no ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno -yo en ellos y tú en mí- para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste.
Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos reconocieron que tú me enviaste. Les di a conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Jesús no sólo enviaba su pequeño grupo de seguidores hacia el mundo. También confiaba que ellos tendrían éxito (v.20). Pero Jesús no esperaba frutos aislados o creyentes individuales. Anhelaba un cuerpo unido, como la vid y sus ramas. Lo que antes describía principalmente en términos de amor (caps. 13-15), aquí lo describió en términos de unidad. Pero significa lo mismo. Jesús buscaba para sus seguidores la misma unidad que caracterizaba su relación con el Padre (vs. 21-22), una relación de perfecto amor (3.35; 5.20; 10.17; 14.31; 15.9-10; 17.23-24, 26).
Tal unidad no podría ser el resultado de esfuerzos humanos. Como los seres humanos no podemos hacernos a nosotros mismos hijo e hijas de Dios, sino que tenemos que recibir tal posibilidad como don de Dios (1.12-13), tampoco podemos inventar la unidad que Jesús quería para sus seguidores. Tal unidad sólo puede venir de Dios como extensión de la perfecta unidad que existe dentro de Dios mismo (vs. 21-22).
Entonces, para que sus seguidores pudiesen vivir en unidad divina Jesús compartió con ellos su gloria. Con referencia al alcance de la palabra “gloria”, sobre la base del contexto inmediato (la vida interna de Dios) y más amplio (la relación entre la gloria de Jesús y el don de vida en Juan), parece que el énfasis está en la nueva vida que ofrece Jesús a los suyos. Vivir en amor y unidad entre sí es la manera principal en que los cristianos podemos manifestar la vida nueva recibida por Jesús.
El énfasis del pasaje sigue siendo la misión de Jesús y sus seguidores: “para que el mundo crea”, para que “el mundo conozca que tú me has enviado”.
El otro centro del texto es la completa unidad ente Padre e Hijo. Y para Juan tal unidad no aparece después de la resurrección, sino que ha caracterizado la relación entre Padre e Hijo desde antes de la creación y durante toda la vida de Jesús (1.1-2, 18; 10.30; 14.9-10). Es decir que el deseo de Jesús expresado en sus palabras: “Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado porque ya me amabas antes de la creación del mundo”, era que los creyentes entraran en la realidad que él gozaba; la experiencia de vivir siempre en el seno del Padre (1.18). Desde el seno del Padre, inmerso en el amor divino, se aprecia la verdadera gloria de Jesús y se encuentra motivado a amar a los demás. Lo que Jesús deseaba para los creyentes era llenarlos de su propia vida y amor “para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos”. Solo así podrán ser no solamente receptores de bendiciones divinas, sino también canales, agentes de la misión hacia el mundo tan necesitan y tan amado por Dios.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Sobre quiénes se extiende la oración de Jesús?
 ¿Cuál es el anhelo final de la unidad cristiana en la oración de Jesús?
 ¿Cuál es la pertenencia con sus discípulos pedida por Jesús?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué significa entender que Jesús también nos incluyó a nosotros en su oración?
 ¿Cómo entiendo la unidad cristiana y el testimonio evangelizador?
 ¿Qué significa hoy para mí la pertenencia en el amor del Hijo y del Padre?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, gracias porque en tu oración nos tuviste a nosotros hoy en tu corazón y seguís intercediendo a nuestro favor a la diestra del Padre. Ayúdame a vivir mi pertenencia a la familia del pueblo de Dios con la intención y vocación misionera de que el mundo crea. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

A la luz de las palabras de Jesús “…también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí”, releo la oración sintiéndome especialmente convocado como recipiente de las promesas y verdades contenidas. Reflexiono en los conceptos de unidad, pertenencia y amor con el Hijo, el Padre y con todos mis hermanos/as en Cristo.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a vivir el llamado a la unidad testimonial contenida en la oración?
 ¿De qué seguridad y paz me apropio al saber que Jesús pidió que esté con él para contemplar su gloria (v.24)?
 ¿Cómo manifestaré al mundo mi conocimiento del Nombre del Jesús y el amor que recibo de él (v.26)?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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8 de Junio de 2011 – MIERCOLES VII DE PASCUA

Que sean uno, como nosotros

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 17, 11b-19

Jesús levantó los ojos al cielo, y oró diciendo:
«Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros. Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto.
Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

A su Padre le pidió que guardase a los discípulos en su nueva condición distinta. Sin embargo, la idea de santidad que Jesús tenía no era igual al concepto tradicional de la santidad. El modelo para seguir no sería el de la santidad físicamente separada, escondida en un templo, sino el modelo de Jesús: la santidad encarnada en medio de la vida humana. Por eso los discípulos, que no eran del mundo (vs.14, 16), estaban en el mundo (v.11) y no debían ser sacados del mundo (v.15), sino ser enviados al mundo (v.18).
El instrumento clave para mantener a los discípulos en la condición muy especial de estar en este mundo sin pertenecer a él sería la palabra de Dios (vs. 14, 17). Eran distintos porque habían recibido y guardado las palabras de Jesús, palabras divinas de verdad y vida eterna (6.68). Al mismo tiempo, el contexto más amplio del Evangelio de Juan nos ha enseñado que tal énfasis en la palabra no era un gnosticismo o intelectualismo, sino una cuestión de vivencia (13.17) y relación personal en el Espíritu (14.16-17, 26; 15.26; 16.7-15).
No podía ser de otra manera, ya que la palabra fundamental de Jesús hacia ellos era relacional, una palabra de amor (3.16; 13.34; 15.12; etc.). Así mismo, la permanencia de los discípulos en Jesús y su misión no podía realizarse sino en unidad (v.11). Quizá por eso en la siguiente sección de oración, la más dedicada a la extensión de su misión, Jesús se refirió tanto a la unidad. Pero eso será desarrollado en la Lectio divina de mañana.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué lugar ocupa el cumplimiento de la Palabra de Dios (v.12, 14, 17)?
 ¿Cómo es la relación de pertenencia de los discípulos de Cristo con el mundo?
 ¿De qué manera se muestra que a su tiempo tanto el Padre como el Hijo cuidan de los suyos?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cómo impacta en mi vida la preocupación de cuidado y protección de Jesús sobre los suyos?
 ¿De qué manera siento mi relación y misión con el mundo y el Evangelio?
 ¿Cómo puedo ser consagrado en la palabra de Verdad (v. 17)?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que oraste por tus discípulos de entontes y de todos los tiempos para que estando en el mundo seamos enviados con tu Evangelio, presérvanos del Maligno. Ayudanos a ser consagrados en tu palabra de Verdad. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Al tratarse de una oración, releo el texto en voz alta, en forma pausada a modo de rezo. Escribo las palabras de Jesús que impactan mi caminar cristiano hoy y medito en ellas dándole gracias.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a vivir la victoria de la vida cristiana sabiendo que Jesús oró para que seamos preservados del Maligno?
 ¿De qué manera me mantendré comprometido con la vivencia de la palabra de Dios sabiendo que ella contiene la verdad y me consagra a Dios?
 ¿Cómo interpreto en mi vida el envío de Jesús al mundo?

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7 de junio de 2011 – MARTES VII DE PASCUA

Padre, glorifica a tu Hijo

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 17, 1-11a.

Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo:
«Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera Vida eterna a todos los que tú les has dado. Esta es la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo.
Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera.
Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste, y ellos fueron fieles a tu palabra. Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les comuniqué las palabras que tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado. Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti.» .
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los discursos de despedida de Jesús, al igual que los de Moisés, llegan a su final y su clímax en la oración. En Deuteronomio 33, los discursos de Moisés terminan en bendiciones pronunciadas sobre las doce tribus. Tales bendiciones, junto con el “cántico de Moisés” en el capítulo anterior, ofrecen no sólo bendición, sino también enseñanza. Lo mismo se aplica, y en forma mucho más clara y profunda, a la oración de Jesús en Juan 17.
Ésta oración de Jesús, sigue el ejemplo de otras de sus oraciones en Juan como 11.41-42 y 12.27-28. En ambos lugares se nota claramente que las oraciones de Jesús, además de dirigirse al Padre, se orientaban a los seres humanos en su derredor. Juan nos presenta a un Jesús capaz de usar sus conversaciones con el Padre como instrumentos de revelación a sus oyentes.
Los primeros versículos de la oración expresan el compromiso de Jesús de seguir adelante con el plan. El pedido de Jesús de ser glorificado tiene que entenderse en relación con todo lo que Juan nos ha enseñado en cuanto a Jesús y la gloria. Sabemos que Jesús, a diferencia de las autoridades judías (y los demás seres humanos, podemos añadir), no buscaba su propia gloria, sino la gloria de Dios (5.41-44; 7.18; 8.49-54; 12.42-43).
Entonces, cuando Jesús pidió ser glorificado (v.1), no buscaba algo para sí mismo, sino expresaba su entrega total a la misión de dar vida a los seres humanos (v.2). Éste versículo 2 nos ayuda a entender el sentido en que la muerte de Jesús es el momento de su glorificación. Pidió ser glorificado para glorificar al Padre, y él a través de darles vida a los seres humanos.
Precisamente porque Dios es amor, entrar en su presencia no nos destruye, sino que nos proporciona vida eterna (v.3). “Conocer a Dios” en este versículo no tiene que ver con aprender información en cuanto a Dios. No se trata de un estudio académico de los atributos de Dios. Es cuestión de entrar en una relación personal de amor y confianza. Por eso el camino del conocimiento íntimo de Dios por parte de los seres humanos pasa por la presencia encarnada de Dios en la tierra, Jesucristo, el Enviado.
La vinculación de los versículos 4 y 5, se debe hacer desde la perspectiva de quien es sabedor de haberlo terminado todo, Jesús expresó su deseo de volver al lado del Padre, donde estaba antes de la creación (1.1-2). Lo interesante aquí es que, dado el contexto establecido por el Evangelio de Juan, tal retorno no puede verse como un simple escape del mundo caído para volver a una realidad anterior. Si bien se trata de recobrar la gloria primordial, ahora ella será enriquecida por la presencia de los seres humanos cuya salvación Jesús había conseguido durante su tiempo en el mundo.
El trabajo realizado por Jesús era juntar todo lo que había recibido de su Padre: conectar a los seres humanos que había recibido con las palabras que había recibido, manifestándoles así la naturaleza de Dios. Jesús había logrado que tales seres humanos recibieran en sus palabras la verdad en cuanto a Dios y en cuanto a sí mismo como enviado de Dios. (vs. 6-8).
Jesús ora por lo que el Padre le había confiado, no lo hace por el mundo el sentido juanino de humanidad caída. Esos que les han sido dados, siguen perteneciendo filialmente al Padre pero están bajo la intercesión del Hijo. (v.9). Sin embargo, y tal como aparece en varias partes entre los capítulos 14 al 17, esa filiación, pertenencia y permanencia íntima del Hijo con el Padre hacen que la posesión de los rescatados se confunda en una sola: “Todo lo mío es tuyo y lo tuyo es mío”.
La partida de Jesús del mundo, su vuelta al Padre y el cuidado que tiene de los que quedan aquí vuelve a ser motivo de la preocupación y oración del Señor (v.11)

• Preguntas para la lectura:

 ¿En qué consiste la glorificación de Jesús?
 ¿En qué consiste la fe de los que “les fueron dados”?
 ¿Por quiénes ora Jesús?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué significa en mí andar cristiano saber de esta oración de Jesús a mi favor?
 Parafraseando el versículo 8: ¿He reconocido verdaderamente que Jesús salió del Padre y he creído que Jesús es el Enviado?
 ¿De qué manera mi “quedarme en el mundo” se vivifica al saber de la preocupación orante de Jesús por ello?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que nos enseñaste a orar de tantas maneras con tus palabras, enseñanzas y vida, ayúdame a recibir con gratitud esta oración sacerdotal. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Leo nuevamente la oración y reflexiono en cada palabra de Jesús que tiene como destinatario a los creyentes en él, sintiéndome contenido en sus palabras. Medito en el profundo significa de su glorificación.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Con quienes compartiré los tesoros contenidos en esta oración?
 ¿Cómo viviré acorde a mi pertenencia filiatoria con Dios?
 ¿Cómo influenciará mi modo de orar esta oración fundamental de Jesús?

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6 de junio de 2011 – LUNES VII DE PASCUA

Tengan valor: yo he vencido al mundo

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 16, 29-33

Los discípulos le dijeron a Jesús: «Por fin hablas claro y sin parábolas. Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que tú has salido de Dios.»
Jesús les respondió: «¿Ahora creen? Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Jesús acababa de pronunciar palabras enigmáticas en relación a los tiempos y su revelación: “Aquel día no me harán más preguntas…” (v.23a); “Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas…” (v. 25b). La respuesta de los discípulos no se hace esperar: “Por fin hablas claro y sin parábolas. Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas” (v.29-30a).
Sucede lo mismo con sus dichos en cuanto a su pertenencia y procedencia divina. Le había dicho hacía minutos: “…yo vengo de Dios. Salí del Padre y vine al mundo” (vs.27c-28a). Los discípulos realizan inmediatamente una fuerte declaración de fe: “Por eso creemos que tú has salido de Dios” (v.30b).
Sin embargo, Jesús en lugar de felicitar a los discípulos por sus afirmaciones de fe, les vuelve a sorprender con su manejo particular del kairos o reloj divino y sus anuncios realistas. Como ha sucedido con Pedro (13.38), ahora les habla a todos ellos: “Jesús les respondió: ¿Ahora creen? Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo” (vs.31-32a).
Su cercanía con el Padre vuelve a ser protagonista en sus declaraciones, dejando en claro que ésta le es y será de compañía en los momentos durísimos de soledad y martirio que le esperan: “Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo” (v.32b).
Lo dicho por Jesús acerca del abandono de sus discípulos está lejos de ser un reproche. Él sigue pensando en ellos, en su paz perdida, en los momentos que también les tocará vivir, en el valor que deberán tener para afrontarlos. En ese contexto emocional, sus palabras siguientes son una muestra más de su sacrificio y entrega por los otros. Sus pensamientos y preocupaciones no giran alrededor de su propio sufrimiento, sino en lo que les pasará a sus amigos en su corazón y en su fe. Es una forma más de dar sentido a sus palabras “No hay mayor amor, que el que da su vida por sus amigos”. Les aclara el sentido profundo de sus recientes revelaciones: “Les digo esto para que encuentren la paz en mí. (v.33a).
El derrotero de la fe de los discípulos debía necesariamente pasar por las pruebas que sus propios corazones contradictorios y temerosos les iban a provocar. Debía ser también atacada por los sufrimientos que un mundo enemigo de Cristo les tenía preparados. Pero la victoria de su fe estará sustentada en la victoria de Cristo: “En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo” (v.33b).

• Preguntas para la lectura:

û ¿Por qué los discípulos interpretan que el lenguaje de Jesús es directo y preciso?
û ¿Qué motiva a Jesús a revelarles las pruebas venideras a los discípulos?
û ¿Dónde y en quién está sustentada la paz y victoria de los discípulos?

2. ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Suelo encontrar paz en Jesús? ¿Cómo? ¿En qué circunstancias?
û ¿Considero seriamente que en el mundo tendré que sufrir por mi identificación con Cristo?
û ¿Busco valor en las pruebas en la victoria del Cristo resucitado?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que nos advertiste que tendremos que pasar por prueba, sufrimientos y dificultades, ayúdanos a encontrar paz y victoria en tu persona y en tu victoria.
Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me dispongo a ser un observador de la escena del diálogo de Jesús con los discípulos. Escucho las respuestas de ellos y luego medito en los dichos de Jesús. Reflexiono en las fuentes de paz y victoria que encuentro en Jesús.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Cómo enfrentaré las pruebas de hoy para encontrar paz en medio de ellas?
û Si me siento derrotado o temeroso: ¿Dónde buscaré la victoria?
û ¿Miraré los sufrimientos de mi identificación como cristiano como algo extraño a mi identidad de fe?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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5 de junio de 2011 – ASCENSION DEL SEÑOR

Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los apóstoles, en este caso “los once” por la ausencia de Judas, fueron a Galilea, porque allí es donde Jesús había prometido reunírseles: “Pero después que yo resucite, iré antes que ustedes a Galilea” (26.32) y donde las mujeres, por la instrucción del ángel y de Jesús mismo les había indicador ir: “…y vayan en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán…” (28.7); “Y Jesús les dijo: No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán” (28.10).
En los apóstoles subsiste todavía esa doble sensación de reverencia y duda, de admiración y temor, que caracterizaron los últimos momentos antes de su juicio, las escenas de su martirio y principalmente sus primeras apariciones como resucitado. El tiempo y las evidencias no han mitigado ese corazón desdoblado en sus discípulos: “Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron” (v.17).
Entendiendo Jesús ese doble sentimiento que embarga a los apóstoles les hace una declaración muy fuerte que no solo es una afirmación de victoria, sino – y principalmente – es el punto de apoyo de la proyección misionera de su Iglesia: “Acercándose, Jesús les dijo: Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra” (v.18). Es ésta la piedra angular del llamado a misionar porque lo que sigue en las palabras de Cristo son dos verbos que en su modo imperativo son sin duda muy significativos: “Vayan y hagan…”. Es un llamado sumamente inclusivo, ya que alcanza a “todos los pueblos de la tierra”.
El llamado evangélico es mucho más que un anuncio para adoptar una creencia o una buena enseñanza de moral cristiana. Es esencialmente una invitación a una conversión profundísima, que lleve a la identificación íntima del creyente con su Persona en calidad de discípulo. “…que…sean mis discípulos”. Identificación que se debe materializar en forma visible en el bautismo como lo hizo en su momento Jesús “…porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo” (3.15). Bautismo que ahora debe invocar a las tres personas que estuvieron presentes en aquel momento en el Jordán en la escena del Bautista y Jesús: El Padre (la voz), el Espíritu Santo (la paloma), y el Hijo (el bautizado). Esta identificación con el Dios Trino será la marca perdurable del verdadero discípulo de Cristo. “…bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
El discípulo de Jesús debe conocer suficientemente las enseñanzas de su Maestro, pero la llave distintiva del cristiano es una vida que comunique ese conocimiento a través de su cumplimento. En este sentido, la enseñanza lejos de ser fin en sí misma, se constituye en vehículo para un objetivo de vida testimonial: “…y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado”.
Finalmente, y así concluye Mateo su Evangelio, Jesús reafirma su promesa de permanencia con los suyos: “Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo”.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué el momento de esta declaración misionera es importante?
 ¿Cuáles son las marcas del discípulo de Jesús?
 ¿Cobra mayor relevancia la Ascensión del Señor luego de este mandato?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Soy un verdadero discípulo del Señor?
 ¿Cómo dimensiono su Ascensión luego de meditar en sus declaraciones de poder y promesas de permanencia?
 ¿De qué manera renuevo mi voluntad misionera?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a ser con mi vida un discípulo tuyo. Gracias por tu promesa de estar con nosotros hasta el fin del mundo. Que cada día en todo el mundo más personas sean tus discípulos y se bauticen en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me introduzco en la escena y trato de entender el temor reverente y las dudas de los Once. Medito en las palabras de Jesús referentes a su poder y su promesa de presencia permanente. Reflexiono en la calidad de mi discipulado cristiano a la luz del cumplimiento de las enseñanzas de Jesús.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera voy a renovar mi compromiso de discípulo de Cristo?
 ¿Cómo voy a ayudar activamente en la tarea misionera de la Iglesia?
 ¿Qué apoyo tiene para mi fe y testimonio cristiano la promesa de permanencia de Jesús con los suyos?

Lecturas y comentarios

Un final que es un principio.

PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los apóstoles 1, 1-11

En mi primer Libro, querido Teófilo, me referí a todo lo que hizo y enseñó Jesús, desde el comienzo, hasta el día en que subió al cielo, después de haber dado, por medio del Espíritu Santo, sus últimas instrucciones a los Apóstoles que había elegido.
Después de su Pasión, Jesús se manifestó a ellos dándoles numerosas pruebas de que vivía, y durante cuarenta días se le apareció y les habló del Reino de Dios.
En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: «La promesa, les dijo, que yo les he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días.»
Los que estaban reunidos le preguntaron: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»
El les respondió: «No les corresponde a ustedes conocer el tiempo y el momento que el Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra.»
Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir.»
Palabra de Dios.

SALMO Sal 46, 2-3. 6-7. 8-9 (R.: 6)
R. Dios asciende entre aclamaciones, asciende el Señor al sonido de trompetas.

Aplaudan, todos los pueblos,
aclamen al Señor con gritos de alegría;
porque el Señor, el Altísimo, es temible,
es el soberano de toda la tierra. R.

El Señor asciende entre aclamaciones,
asciende al sonido de trompetas.
Canten, canten a nuestro Dios,
canten, canten a nuestro Rey. R.

El Señor es el Rey de toda la tierra,
cántenle un hermoso himno.
El Señor reina sobre las naciones
el Señor se sienta en su trono sagrado. R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Efeso 1, 17-23

Hermanos:
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda un espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo verdaderamente. Que él ilumine sus corazones, para que ustedes puedan valorar la esperanza a la que han sido llamados, los tesoros de gloria que encierra su herencia entre los santos, y la extraordinaria grandeza del poder con que él obra en nosotros, los creyentes, por la eficacia de su fuerza.
Este es el mismo poder que Dios manifestó en Cristo, cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, elevándolo por encima de todo Principado, Potestad, Poder y Dominación, y de cualquier otra dignidad que pueda mencionarse tanto en este mundo como en el futuro.
El puso todas las cosas bajo sus pies y lo constituyó, por encima de todo, Cabeza de la Iglesia, que es su Cuerpo y la Plenitud de aquel que llena completamente todas las cosas.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
 Lectura del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo.»
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• En la vida siempre se producen cortes y separaciones. Habitualmente nos cuestan las despedidas, algunas son muy dolorosas. Son momentos de una carga emotiva muy grande, se agolpan los recuerdos, se descubre todo lo que pudo ser y no fue, se expresan muchos sentimientos que están aparentemente dormidos en el fondo del corazón y que por la rutina de lo cotidiano no siempre pudieron salir a la luz y expresarse de una manera directa.
• El dolor de la despedida, cuando el amor es auténtico y se trasciende lo meramente sensible, lleva a madurar el afecto, a centrarnos en lo esencial, a buscar aquello que permanece a pesar de la distancia, y a valorarlo.
• En las despedidas, muchas veces sin palabras, nos decimos mucho, sencillamente en un abrazo que lleva la promesa de seguir presente a pesar de la ausencia.
• Con la Ascensión del Señor ocurre algo semejante. Los discípulos habían compartido sus vidas, hasta ese momento aparentemente intrascendentes con la vida desbordante del Maestro de Nazaret. Pero ahora con su resurrección, se los invita a dar un paso más en el camino de la fe. No pueden quedarse aferrados a un pasado lleno de nostalgias y sentimientos.
• El regreso de Jesús al seno del Padre, conducirá a los apóstoles y a nosotros a entrar en contacto con el Cristo de la Pascua, ahora por la fuerza del Espíritu será a través de la comunión con su palabra, con sus sacramentos y con los hombres, a quienes somos enviados.
• Nos encontramos por tanto, ante un final que se hace principio.
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• La primera lectura nos ofrece el relato de la Ascensión del Señor cuyo objetivo fundamental es trazar los rasgos específicos de la esperanza cristiana. Jesús, nuevo Elías, asciende a los cielos y este hecho no significa el fin de la historia sino que se trata por el contrario, del tiempo del testimonio que prepara ese final.
• La segunda lectura describe el poder ilimitado que Dios Padre ha concedido al Hijo elevado al cielo. La resurrección de entre los muertos, la exaltación a la derecha de Dios y la superioridad sobre toda potestad creada constituyen un único e idéntico movimiento. Y esto no sólo para el tiempo efímero de este mundo, sino también para el mundo «futuro», glorificado en Dios.
• El misterio de la Ascensión no es simple afirmación de un desplazamiento local, sino creer que Cristo ha alcanzado la plenitud en poder y gloria, junto al Padre. La Ascensión es la total exaltación.
• "Subir al cielo" es lo mismo que alcanzar el objetivo supremo de la vida humana, objetivo que puede variar según las diversas religiones o filosofías, pero que siempre, de una u otra forma, se refiere a lo que llamamos trascendencia. Ayer, hoy y siempre, el sentido de la vida del hombre, su sed de infinito y plenitud es lo que se pone en juego.
• Desde esta perspectiva, la ascensión significa que Jesús ha llegado a la culminación de su proceso. Rubrica el sentido de la resurrección de Cristo como entrada definitiva en la gloria del Padre.
• Resurrección, ascensión y pentecostés son diversos aspectos del misterio pascual. La resurrección subraya la victoria de Cristo sobre la muerte, la ascensión su retorno al Padre y la toma de posesión del reino y pentecostés, su nueva forma de presencia en la historia. La Ascensión no es más que una consecuencia de la resurrección.
• En la Ascensión, Cristo no nos deja huérfanos, no hay una partida, sino que se instala más definitivamente entre nosotros con una presencia distinta. Por la Ascensión, Cristo no se fue a otro lugar, sino que entró en la plenitud de su Padre como Dios y como hombre. Y precisamente por eso se puso más que nunca en relación con cada uno de nosotros. La Encarnación iniciada en Nazaret es un gesto de Dios irreversible. Desde la ascensión vivimos con absoluta certeza de que Él «está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo».
• Jesús, hombre como nosotros, aquel que compartió nuestra condición humana tan débil nos precede; nos ha abierto a todos, a cada, hombre y cada mujer creyente del mundo entero, un camino capaz de llenarnos de esperanza, de fuerza, de gozo, de confianza.
• Uno que ha vivido como nosotros pero que ha amado como nadie, ahora lo podemos reconocer como Señor, como camino, como verdad, como vida.
• Jesús por la ascensión ayuda a los discípulos a reconocer el cumplimiento de la gran promesa que les había ofrecido. Antes lo tenían junto a ellos, ahora lo tienen dentro. En su misión en el mundo, no van a estar solos. Jesús los acompañará constantemente a través del Espíritu que ha penetrado en sus corazones.
• Los ángeles invitan a mirar a la tierra, no hay que quedarse mirando al cielo. Después del encuentro con Jesús debemos volver a la vida, al trabajo... pero siendo sus testigos. La memoria de Jesús no puede ser nostalgia ni simple recuerdo, o sentimiento intimista inoperante, sino el impulso a seguirlo hacia los hombres, hacia el Reino. La Ascensión es una invitación al realismo cristiano y no una evasión a un falso cielo. El Evangelio no es un libro, es el anuncio de un acontecimiento feliz para el hombre. Ese acontecimiento es, nada más y nada menos, que la total liberación del hombre, la posibilidad de cruzar las fronteras de la muerte hacia la vida nueva.
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• La ascensión de Jesús es garantía de la ascensión final de toda la humanidad. Mientras llega ese momento, los discípulos tenemos que continuar la misión comenzada por El siendo sus testigos. Un testimonio que sólo es posible por la fe, poniendo todo, al servicio de la causa del reino, que hoy significa luchar por valores más verdaderos que el dinero, el sexo y la comodidad.
• Jesús ya no está visible para anunciar su buena noticia a los hombres. La misión a la que envía a sus seguidores es universal, y consiste en "hacer discípulos", proclamando que hay un Dios que es amor, un Dios que quiere que los hombres vivamos en plenitud.
• La Iglesia tiene como vocación continuar con fidelidad el camino marcado por Jesús. No se trata de enseñar un mensaje, sino de establecer entre los hombres y Jesús resucitado una relación personal y un seguimiento. Lo fundamental es posibilitar el encuentro con Jesús, para que el hombre pueda compartir su proyecto de vida.
• Jesús no encarga a sus discípulos únicamente que enseñen una doctrina, sino que animen a los hombres a vivirla. Deben enseñar su mensaje completo a través de sus propias vidas, de su propia fidelidad a las palabras de Jesús.
• Anunciar el Evangelio es comprometernos a mejorar este mundo, para que haya menos pobres y menos enfermos, menos odios y menos guerras. Es denunciar con fuerza la injusticia y el pecado enquistado en estructuras sociales, políticas e incluso religiosas. Es en definitiva poner nuestras personas, bienes y recursos al servicio de una paz duradera, de una justicia total, de un modo distinto de relación entre los hombres. Los cristianos no creemos en "otra" vida, sino en ésta eternizada y plenificada.
• Jesús nos invita a encontrarnos con Él, no ya en la cima de una montaña sino en nuestro quehacer cotidiano donde se alternan las alegrías, las tristezas, los logros, las pérdidas, las dudas con la certeza de que día a día, Él está con nosotros. Presencia que disipa las angustias de nuestro corazón para que no nos dejemos dominar nunca por el mal, la desesperación o la tristeza. Presencia que infunde en lo más íntimo de nuestro ser, la certeza de que el amor es la potencia suprema que hace vivir al hombre más allá de la muerte, y que por lo tanto ningún dolor es irrevocable, ningún fracaso es absoluto, ningún pecado imperdonable, ninguna frustración decisiva. Presencia que nos descubre el sentido que puede orientarnos para caminar día a día contagiando vida, ternura y esperanza. El resucitado está con nosotros.

Para discernir

• ¿Seguimos plantados mirando al cielo?
• ¿Buscamos el Reino de Dios y su justicia?
• ¿Qué anunciamos, qué dicen nuestras obras, nuestras palabras, nuestras ilusiones, nuestras expectativas?
• ¿Participamos en la misión de la Iglesia?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…Estás siempre con nosotros hasta el fin del mundo…

Para la lectura espiritual

…El cielo no es un lugar al que vamos sino una situación en la que seremos transformados si vivimos en el amor y en la gracia de Dios. .
El cielo de las estrellas y de los viajes espaciales de los astronautas y el cielo de nuestra fe no son idénticos. Por eso cuando rezamos el Credo un domingo tras otro y decimos que Cristo subió a los cielos no queremos decir que El, anticipándose a la ciencia moderna, emprendiera un viaje sideral. En el cielo de la fe no existe el tiempo, la dirección, la distancia ni el espacio. Eso vale para nuestro cielo espacial. El cielo de la fe es Dios mismo de quien las Escrituras dicen: (1 Tim 6,16).
Del mismo modo, la subida de Cristo al cielo no es igual a la subida de nuestros cohetes; éstos se trasladan constantemente de un espacio a otro, se encuentran constantemente dentro del tiempo y nunca pueden salir de estas coordenadas por más lejanos que viajen por espacios indefinidos. La subida de Cristo al cielo es también un pasar, pero del tiempo a la eternidad, de lo visible a lo invisible, de la inminencia a la transcendencia, de la opacidad del mundo a la luz divina, de los seres humanos a Dios.
Con su ascensión al cielo Cristo fue por consiguiente entronizado en la esfera divina; penetró en un mundo que escapa a nuestras posibilidades. Nadie sube hasta allí si no ha sido elevado por Dios (cfr. Lc 24,51; Hch 1,9). El vive ahora con Dios, en la absoluta perfección, presencia, ubicuidad, amor, gloria, luz, felicidad, una vez alcanzada la meta que toda la creación está llamada a lograr. Cuando proclamamos que Cristo subió al cielo pensamos en todo eso.
Leonardo Boff .

Para rezar

“Les dejo a mis hijos no cien cosechas de trigo
sino un rincón en la montaña, con tierra negra y fértil,
un puñado de semillas y unas manos fuertes
labradas en el barro y en el viento.
No les dejo el fuego ya prendido
sino señalado el camino que lleva al bosque
y el atajo a la mina de carbón.
No les dejo el agua servida en los cántaros,
sino un pozo de ladrillo, una laguna cercana,
y unas nubes que a veces llueven.
No les dejo el refugio del domingo en la Iglesia,
sino el vuelo de mil palomas, y el derecho a buscar en el cielo,
en los montes y en los ríos abiertos.
No les dejo la luz azulosa de una lámpara de metal,
sino un sol inmenso y una noche llena de mil luciérnagas.
No les dejo un mapa del mundo, ni siquiera un mapa del pueblo,
sino el firmamento habitado por estrellas,
y unas palmas verdes que miran a occidente.
No les dejo un fusil con doce balas,
sino un corazón, que además del beso sabe gritar.
No les dejo lo que pude encontrar,
sino la ilusión de lo que siempre quise alcanzar.
No les dejo escritas las protestas, sino inscritas las heridas.
No les dejo el amor entre las manos,
sino una luna amarilla, que presencia cómo se hunde
la piel sobre la piel, sobre un campo, sobre un alma clara.
No les dejo mi libertad sino mis alas.
No les dejo mis voces ni mis canciones,
sino una voz viva y fuerte, que nadie nunca puede callar.
Y que ellos escriban, ellos sus versos,
Como los escribe la madrugada cuando se acaba la noche.
Que escriban ellos sus versos;
por algo, no les dejo mi libertad sino mis alas...”
Gloria Inés Arias de Sánchez

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4 de junio de 2011 – SABADO VI DE PASCUA

El Padre os ama, porque vosotros me amáis y habéis creído

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 16, 23b-28

Jesús dijo a sus discípulos:
«Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre. Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta. Les he dicho todo esto por medio de parábolas. Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre.
Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, ya que él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que yo vengo de Dios. Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Jesús viene hablando en lenguaje escatológico “Aquél día no me harán más preguntas” (v.23a). Esto sería también una vida de libre acceso a Padre. No habrá peticiones al Padre “en nombre de Jesús” porque la nueva época aún no había comenzado. Pero el nuevo acceso al Padre se basaría en la nueva condición de los creyentes como hijos e hijas de Dios (1.12), en condiciones hecha posible por la muerte y resurrección de Jesús. Después de la glorificación de Jesús, los discípulos quedarán unidos con Él de una manera tan estrecha que podrán pedir al Padre y tener la certeza de que serán escuchados. Antes de ese momento no podían hacerlo: “Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre. Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta” (vs.23b-24).
Jesús, la expresión (logos) del Padre, estaba enseñando a sus discípulos con palabras, pero vendría el momento en que les comunicaría todavía más claramente la verdad en cuanto al Padre: “Les he dicho todo esto por medio de parábolas. Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre”.
En verdad, con su énfasis en las obras de Jesús como señales Juan ha invitado al lector a reconocer que tanto los hechos como los dichos de Jesús anticipan que la más trascendental de las señales estaba por llegar. En ella, su muerte y resurrección, Jesús comunicaría con toda claridad el amor del Padre. El envío (a morir por los seres humanos y así llevarlos consigo a la vida eterna) era la demostración máxima del amor de Dios. Por eso, después de la resurrección los discípulos entenderían profundamente que el Padre mismo los ama: “ya que él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que yo vengo de Dios”.
Su origen, misión y destino son las “cartas credenciales” únicas y distintivas de Jesús: “Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre”. Esas “credenciales” eran suficientes para que pueda decir: “Aquél día, ustedes pedirán en mi nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes”.
El texto final se presenta como el esquema teológico del Evangelio de Juan. Esto es, el descenso desde el Padre hasta el mundo, y el ascenso desde el mundo hasta el Padre. Él ha estado junto al Padre compartiendo la gloria desde antes de la creación del mundo (17.5) y ha salido del Padre; no pertenece al mundo porque viene a él. El retorno al Padre es un tema aludido varias veces en este último discurso (16,5.10.17), pero también en los textos de la primera parte (13.1.3; 14,12.28). Su retorno al Padre tiene como finalidad volver a compartir la gloria que tenía desde el principio (17.5).

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué la alegría perfecta está relacionada con las oraciones en el Nombre de Jesús?
 ¿Por qué Jesús dejará de hablar en parábolas?
 ¿Por qué en “aquel día” no será necesario que Él ruegue al Padre por nosotros?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cómo entiendo mis oraciones en los términos de acceso al Padre presentados por Jesús?
 ¿De qué manera Jesús habló claramente del Padre?
 ¿Cómo impacta en mi comprensión misionera de Jesús su descenso, estadía y ascenso?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que nos enseñaste a orar, ayúdanos a renovar nuestra voluntad y discernimiento espiritual para rezar con la alegría perfecta que anunciaste en tus palabras. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en los esquemas axiomáticos de la oración y en su impacto en mi vida devocional. Medito en las maravillas de la voluntad del Padre en el envío, misión y regreso de Jesús para darnos salvación.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera mis oraciones se verán perfeccionadas luego de meditar en el texto de hoy?
 ¿Qué significa en mi vida saber nuevamente de boca de Jesús que el Padre nos ama?
 ¿Cómo demostraré mi amor a Jesús y mi respuesta amorosa a la iniciativa del Padre?
Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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3 de junio de 2011 – VIERNES VI DE PASCUA



Tendréis una alegría que nadie os podrá quitar

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 16, 20-23a

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo.
También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquel día no me harán más preguntas.»

Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

La lectura del Evangelio de hoy es continuadora de la de ayer. Jesús asegura que su partida temporal iba a provocar dos sentimientos muy diferentes. El mundo que no conoce a Dios y no se deja alcanzar por Cristo escandalizándose del mensaje del Evangelio, vivirá la muerte de Jesús con alegría. Sus discípulos, en cambio, llorarán y se lamentarán. Pero esa tristeza pronto se mutará en gozo. Gozo que es permanente y profundo, muy lejos de la alegría artificial y pasajera de sus detractores.
La metáfora de la mujer que da a luz era sumamente apta, porque no se trataba de una mera reunión. Como el niño que nace, la resurrección de Jesús sería el comienzo de una nueva vida. De hecho, para Juan la resurrección merecía tal comprensión mucho más que cualquier nacimiento individual, ya que se trataba del comienzo de una nueva época de vida en el Espíritu Santo.
Al final del texto vuelve a los sentimientos contrapuestos de tristeza pasajera y la alegría perdurable. Lo hace siempre para volverlos a animar, y nuevamente se apoya en la esperanza de un rencuentro: “También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar”.
Finalmente, luego de escuchar tantas preguntas que dejan conocer el desconcierto y confusión que ahora tienen los discípulos, sustentado en su afirmación anterior, Jesús les asegura que esos interrogantes también se disiparán para dar la bienvenida a las certezas de la fe: “Aquel día no me harán más preguntas”. El uso del lenguaje escatológico “Aquél día”, es una frase típica en los anuncios hechos por los profetas.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué es lo que va a suceder que va a cambiar la tristeza de los discípulos en gozo?
 ¿Existe en los Evangelios otras citas donde se habla de la alegría pasajera de los detractores de Jesús convirtiéndose en lamento?
 ¿Por qué Jesús les dice que luego no harán más preguntas?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cómo vivo la alegría de la resurrección de Jesús?
 ¿Qué significa para mí la alegría cristiana que nadie puede quitar?
 ¿Cuáles son las preguntas que encuentran respuesta al conocer los sucesos narrados en las Escrituras luego de la muerte de Jesús?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que viniste para darnos un gozo que nadie nos puede quitar, ayúdanos a vivir la vida cristiana con esa alegría de tu resurrección y la frescura cotidiana de la comunión con el Espíritu Santo. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Medito profundamente en la figura de la mujer que va a dar luz para reflexionar en el significado de mi conversión al Evangelio de Cristo. Luego, doy gracias a Dios por la presencia del Espíritu Santo que me acerca a Jesús en forma cotidiana.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera voy a dejar que mi gozo cristiano se haga manifiesto y bendiga a otros?
 ¿Cómo vivo la presencia de Cristo cada día en mis asuntos cotidianos?
 ¿De qué manera dejo que Jesús y sus palabras aclaren mis interrogante de fe?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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2 de junio de 2011 – JUEVES VI DE PASCUA

Vosotros estaréis tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 16, 16-20

Jesús dijo a sus discípulos:
«Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver.» Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: "Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver"? ¿Y qué significa: "Yo me voy al Padre"?» Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir.»
Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: "Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver".
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Jesús había enfocado el ministerio del Espíritu dentro de los discípulos y por medio de este buscaba ayudarles a ver que su salida al Padre les convenía.
Ahora siguió consolándolos, pero con otro acercamiento. Si el mensaje de los vs 4b-15 era: “Animo, su sufrimiento está al servicio de un bien mayor”, el mensaje de los vs. 16-24 es: “Animo, su sufrimiento está limitado, y se convertirá en la más profunda alegría”. Es decir, no sólo la realidad, sino también su experiencia de ella sería mejor después de la ida de Jesús, porque iba al Padre.
El texto parece obvio, pero no carece de dificultades. La manera más natural de leerlo es que Jesús anunció su ida (muerte) dentro de poco tiempo (horas) y su venida (resurrección) después de otro poco de tiempo (días). Así entendían el versículo los primeros intérpretes. Pero a partir de Agustín apareció otra interpretación: la ida de Jesús era su ascensión y la venida era la parusía (lo que llamamos “la segunda venida”). En definitiva, Jesús estaba animando a los suyos con la noticia de que la separación venidera sería breve.
Otra dificultad pequeña tiene que ver con la afirmación: “volverán a verme”. El problema no es con la frase en sí, sino con la contradicción aparente entre el “verme” del vs.16 y le “no podrán verme” del v.10. Lo constante es la afirmación de que Jesús iba al Padre. Pero tal dato, ¿significaba que sus discípulos lo verían otra vez o no? Posiblemente las tensiones en el lenguaje reflejan la ambigüedad de la realidad: Sí lo verán, pero no como antes. Definitivamente, la vida terrenal de Jesús estaba por terminarse y no seguiría después de la cruz. Por otro lado, los primeros discípulos lo verían en forma resucitada y lo verían en el actuar del Espíritu entre ellos.
La confusión de los discípulos (vs. 17-18) demuestra que su tristeza no reflejaba una comprensión exacta de lo que iba a suceder. Aquí Jesús no negó que llorarían, sino les prometió que su llanto se convertiría en gozo.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué los dichos de Jesús provocaron confusión en los discípulos?
 ¿Hay relación directa con esta partida y venida anunciada con el envío del Espíritu Santo?
 ¿En qué diferenciarían la alegría pasajera del mundo y el gozo permanente de los discípulos?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cómo percibo a Jesús, lejos o cerca?
 ¿Espero la segunda venida? ¿Cómo?
 ¿Tengo el gozo permanente en la promesa de presencia de Cristo?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que diste ánimo a los discípulos en los momentos de tu partida con el Padre, anímame a mí en la esperanza de tu presencia y permanencia en mi vida. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en las palabras de Jesús y en la reacción de los discípulos. Intento ponerme en el lugar de ellos en ese momento para comprender de manera profunda el valor de las promesas de Jesús. Luego medito en esas promesas para mi vida con Cristo hoy.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a experimentar el gozo de las presencia de Jesús?
 ¿Cómo voy a apoyar mi fe en las promesas de Jesús cuando el futuro se me presente incierto?
 ¿De qué manera y en quienes “veo” hoy a Jesús?

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1 de junio de 2011 – MIERCOLES VI DE PASCUA

El Espíritu de la verdad os hará conocer toda la verdad

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: "Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes".»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Jesús está revelando a los discípulos misterios trinitarios como nunca antes había hecho: “No les dije estas cosas desde el principio, porque yo estaba con ustedes” (v.4 b). Dentro de ese mismo concepto comienza el texto del Evangelio de hoy: “Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora” (v.12).
Les está hablando del Paráclito y develando de él aspectos fundamentales hasta ese momento mantenidos en secreto, pero ahora ofrecidos como conocimiento indispensable para los tiempos que vendrán cuando el Hijo se haya ido con el Padre (14.15-26; 16.7-10). Y será precisamente la persona del Espíritu Santo el encargado de dar continuidad a la tarea pedagógica divina iniciada por Jesús: “Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad” por eso se había “atrevido” a afirmar: “les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes” (14.7). El texto evangélico ha demostrado que los discípulos no eran capaces de asimilar todo lo que Jesús les revelaba. Pero no por eso quedarían excluidos de la revelación ni dependientes únicamente de sus memorias limitadas.
¿Cómo será esa introducción a toda la Verdad? El Espíritu Santo tendrá una voz testimonial: “no hablará por sí mismo”, recordatoria de lo pasado: “dirá lo que ha oído”, a la vez de escatológica: “les anunciará lo que irá sucediendo” (v.13). Al decir que el Espíritu no hablará por su propia cuenta, Jesús hizo otra identificación entre el Espíritu y su propio trabajo: el Hijo no enseñó sino lo que había aprendido de su Padre (3.32, 34-35; 5.19, 30; 7.16-18; 8.26, 28; 12.49-50).
En relación a esa voz testimonial. Será la que reciba de Jesucristo: “recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes”. Esta afirmación es la garantía que la acción docente del Espíritu Santo no contradecirá ni sustituirá la de Jesús. De esta manera le dará gloria a él: “El me glorificará” (v.14) ya que profundizará el testimonio de la Verdad que Jesucristo encarnó. El Padre es el que glorifica (12.23; 17,1), le da la gloria que tenía antes que el mundo fuese (17.5).
Finalmente, aparece nuevamente la estrecha relación filial con el Padre, que mimetiza a Jesús con él. De esa íntima relación Jesús se vale para explicar y explayar sus dichos: “Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes” (v.15). De esta manera, el Paráclito recibe del Padre todo lo que le pertenece a Jesucristo para hacerlo conocer a la comunidad. Jesús no revela sino al Padre, de modo que cuando el Paráclito hace conocer a Jesucristo, está haciendo conocer al Padre.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué Jesús dice que había muchas cosas que no podían comprender en ese momento?
 ¿Qué lugar ocupa el Espíritu Santo en la docencia de esas cosas?
 ¿Cuál es el lugar y rol de las tres personas de la Trinidad en el texto?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cómo conozco la ayuda del Espíritu Santo en mi vida?
 ¿De qué manera las enseñanzas del Espíritu Santo me ayudan a conocer más a Jesucristo?
 ¿Cuál es mi relación espiritual particular con el Dios Trino?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a recibir a través del Espíritu Santo todas las enseñanzas de tu persona que aún no alcanzo a comprender. Que Él me lleve cada día a introducirme en toda la Verdad de Dios. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Medito en la acción docente del Espíritu Santo y trato en oración de recordar con su ayuda todas las palabras y testimonios de Jesús que me alcanza la Escritura que el mismo Espíritu inspiró.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a leer en oración las palabras de Jesús en el Evangelio conociendo el auxilio que me da el Espíritu Santo en esa tarea?
 ¿De qué manera, con la ayuda el Espíritu Santo, puedo ser un testigo de Jesucristo?
 ¿Cómo voy a considerar aquellas cosas que aun no comprendo de las Escrituras sabiendo que el Espíritu Santo me auxiliará en conocerlas?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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31 de mayo de 2011 – MARTES VI DE PASCUA

¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme?

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 39-56

María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
«¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.»
María dijo entonces:
«Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.»
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Sin duda se puede afirmar, que en el episodio de la visitación “la tradición hebrea sobre el nacimiento de Juan” y la “tradición cristiana sobre el nacimiento de Jesús” interrumpen su curso paralelo para fundirse en una sola historia. Esto se verifica en el encuentro de las dos madres, episodio dirigido a demostrar que Isabel, con su hijo, se subordina a María y al Hijo encarnado en ella. La primera parte de la narración (vs. 39-45) refleja la tradición cristiana, mientras que el Magníficat (vs. 46-55) es sustancialmente un himno hebreo.
La nota temporal “En aquellos días” sirve también aquí de enlace redaccional. Lucas no afirma que María se fue inmediatamente a visitar a su prima; dice sólo que no se retrasó en el camino que la conducía a Isabel, por la alegría y el deseo de comunicar la buena noticia a quien podía entenderla y de compartir con otros parte de la gracia que estaba en ella.
Lucas, quizás, no conocía el nombre de la patria de Zacarías y de Isabel, o bien, en caso contrario, no lo ha revelado por la razón que fuera. Con frecuencia, Lucas es impreciso al localizar los episodios que relata. “En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel” (vs.39-40)
El niño que Isabel llevaba en su vientre “saltó de alegría en su seno” ni bien oyó el saludo de María. En aquel momento, se cumplió para el niño Juan la profecía del ángel: “Estará lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre” (1.15).
Los comentaristas no están de acuerdo sobre la división de los versículos desde el 42 al 45, pero el carácter hímnico del pasaje aparece sobre todo en el primero de estos versículos: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! En ese versículo el participio “bendito” aparece dos veces. En los Evangelios la expresión se encuentra sobre todo en las citas del Salmo 108.26 “Bendito el que viene en el nombre del Señor” (Lc.13, 35; 19,38).
Con “la madre de mi Señor” en Lc.1,43 se atribuye por primera vez con toda claridad el título Kyrios a Jesús. El niño de Isabel “saltó de alegría” en presencia de Jesús (v.44), como las montañas del Salmo 144 ante la presencia de Dios. En 1.45 se declara nuevamente “bendita” a María, pero esta vez se emplea el término “feliz”, como en las “Bienaventuranzas”.
“Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador” (v.46-47a) encuentra un buen paralelo al inicio del Salmo 95 “¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva!”. “Mi alma” y “mi espíritu” son aquí prácticamente sinónimos: son sustitutos semíticos o poéticos del pronombre “yo”.
La mención: “porque el miró con bondad la pequeñez de su servidora” (v.48a), es seguramente un cambio de la oración de Ana (1 S. 1,11). María expresa, pues, sorpresa ante el hecho de que ella, una humilde desposada, haya sido elegida para ser la madre del Mesías. Lía, esposa de Jacob, había exclamado “¡Qué felicidad! Porque todas las mujeres me felicitarán” (Gn 30,13). En el versículo 48b “todas las generaciones” tiene función de sujeto. Se había profetizado también para la Sión reconstruida (Ml 3,12). Los salmistas se vuelven con frecuencia a Dios con el apelativo de “poderoso”, sobre todo en textos litúrgicos (Sal 24/23,8) o bien en relación con la fidelidad constante del Señor a la alianza davídica (Sal 89/88,8). “¡Su nombre es santo!” hace pensar, por ejemplo, en el Salmo 110/111,9. El Poderoso es llamado “Santo” porque es necesario temerle y respetarle. La revelación de que un Dios santísimo está presente y salva a la humanidad, es uno de los trazos distintivos del Antiguo Testamento. Lucas 1,50 se convierte casi en una cita del Salmo 102/103,7: “La gracia del Señor desde siempre, es eterna para quienes le temen”.
En Lc.1.51, el poder del Señor ya no se actúa en favor de quienes le temen, sino en contra de los que no le temen. La antítesis de Lc.1,50-51 continúa bajo otras formas en los versículos sucesivos. Lo que Dios ha hecho en el pasado, lo repite en el presente. “Desplegó la fuerza de su brazo” evoca las grandes obras del éxodo (Ex 6,6; Dt 4,34; 10.21), celebradas también por los salmistas (Sal 88/89,11). Pero el Magníficat se refiere a los orgullosos de corazón más que al orgullo del poder temporal. Lucas 1,52 “Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes” está próximo a Si 10,14, también a 1 S 2,7; Sal 147/147,6.
Lucas 1,53 “Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías” toma también en consideración un giro en la situación. Aporta seguramente elementos de 1 S 2,5, pero es posible ver también otras influencias, por ejemplo del Sal 33/34,11 o bien del Sal 106/107,9. Si lo comparamos en su contenido con la descripción del paraíso mesiánico del Sal 71/72, 13-14, nos daremos cuenta de que contiene ya alusiones mesiánicas. La referencia es explícita en el vs.54 “Socorrió a Israel, su servidor…,”. Dios salvará a Israel por medio de su Mesías, que inaugurará una nueva era de salvación. Israel es llamado “Siervo” sobre todo en el Deutero-Isaías (41,8s; 42,19; 43, 10; 44,1.21; 45,4).Luego,”… acordándose de su misericordia” apela al esquema salvífico promesa/cumplimiento, tan central cuando se analiza la unidad de los dos Testamentos. Dios repetirá lo que ha hecho en el pasado en favor de Israel, cuando “se acordó de su alianza con Abraham, con Isaac, con Jacob” (Ex 2,24; Sal 97/98,3): “como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre”.
Dado que Isabel estaba en el sexto mes de embarazo cuando María recibió el mensaje del ángel (1,26), el nacimiento de Juan tuvo lugar poco antes o poco después de la partida de María. Si hubiese deseado una confirmación del mensaje del ángel, habría esperado el nacimiento de un “hijo” (v.36). Pero la que había creído no tenía necesidad de ninguna confirmación (1,45). Lucas no sugiere en modo alguno que María se quedara hasta el momento del parto para ayudar a Isabel. “María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa” (v.56)
Párrafos extraídos de: “El Evangelio de Lucas” de Leopold Sabourin. EDICEP C.B. primera edición Enero 2000. Páginas 76-82.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué aprendemos de la reacción de Isabel?
 ¿Cómo se relaciona el Magníficat con el canto de Ana, la madre del profeta Samuel (1 Sam. 2.1-10)?
 ¿Cuáles son las palabras centrales del Magníficat?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cómo se dirigía María en su corazón al Señor?
 ¿Qué aprendo de la presentación de la misericordia de Dios en el Magníficat?
 ¿Qué me dice del carácter de Dios la utilización de su poder en los vs. 51-53?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a tener el corazón lleno de alabanza y humildad de María. Que en mi caminar cristiano tenga la carga de elevar a los humildes y a los pobres como lo hace tu brazo poderoso.
Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Medito en la escena del encuentro entre María e Isabel y en la riqueza del diálogo que se produce. Recito orando varias veces y en forma muy lenta todo el Magníficat tratando que cada una de sus palabras se hagan carne en mi alma.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a orientar mi alabanza a Dios luego de meditar en el Magníficat?
 ¿De qué manera mi servicio a los pobres y humildes cobra una nueva dimensión luego de la Lectio de hoy?
 ¿Qué lista de acciones e intenciones puedo hacer al releer el texto de hoy?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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30 de mayo de 2011 – LUNES VI DE PASCUA

El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 15, 26 -- 16, 4

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.
Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio.
Les he dicho esto para que no se escandalicen.
Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios.
Y los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Les he advertido esto para que cuando llegue esa hora, recuerden que ya lo había dicho. No les dije estas cosas desde el principio, porque yo estaba con ustedes.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

En el texto del Evangelio de hoy, Jesús reitera la promesa del Espíritu Santo y los anuncios de la oposición que sufrirán sus discípulos. De esta manera, se ponen como “dos caras de la misma moneda” tanto el porqué del odio contra Jesús que caería sobre los discípulos como el recurso que tendrían frente a tal rechazo. Se sentirán solos, pero no lo estarán. Se percibirán huérfanos, pero estarán paternalmente acompañados. Sufrirán todo tipo de hostigamiento, pero experimentarán el gozo más sublime. Serán en definitiva testigos de Jesús identificados con su cruz y con su gloria.
En relación al Espíritu Santo (Paráclito) reafirma que será enviado por su intermedio y por voluntad del Padre “...que yo les enviaré desde el Padre…que proviene del Padre” (15.26 a; 15.26b), ya dicho en “Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito” (14.16); que es el Espíritu de Verdad (15.26b y también en 14.17a) y que será su testigo: “…él dará testimonio de mí” (15.26c), similar a: “…les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho” (14.26b).
Si el Espíritu Santo será testigo de los dichos y hechos de Jesús para todos los creyentes en todo tiempo y lugar, desde luego que ellos que habían vivido estos años con él serán testigos privilegiados de su tiempo: “Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio” (vs.27). Es más, algunos de ellos por inspiración del Paráclito escribirán sus testimonios que luego conformarán el texto sagrado (Juan, Pedro, Mateo, etc.).
Como se mencionó al principio, Jesús también reitera que serán acompañados en su peregrinar de discípulos por las persecuciones: “Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios” (16.2), cosa que ya les había dicho en: “Si el mundo los odia, sepan que antes me han odiado a mí…Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes” (15.18; 20b). ¿Por qué sucederá esto? Jesús lo dice con toda claridad: “Y los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí” (16.3) similar a lo enunciado en: “Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió” (15.21).
Jesús elige este momento final de su misión encarnada para hacer estos anuncios porque no hubieran estado preparados antes a recibirlos y porque al filo de su partida, iban a ser recordadas especialmente cuando estas cosas tuvieran lugar. “Les he dicho esto para que no se escandalicen” (16.1) y “Les he advertido esto para que cuando llegue esa hora, recuerden que ya lo había dicho. No les dije estas cosas desde el principio, porque yo estaba con ustedes” (16.4).

• Preguntas para la lectura:

û ¿Qué ejemplos de expulsión de sinagogas recogemos en las Escrituras que sufrieron los primeros discípulos?
û ¿Qué mártires cristianos encontramos en el libro de los Hechos que certifican los anuncios de Jesús?
û ¿De qué manera la presencia del Espíritu Santo sostuvo y acompañó a los primeros cristianos en sus pruebas?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Percibo las oposiciones a mi fe como preanunciadas por Jesús y como parte del discipulado cristiano?
û ¿De qué manera me he sentido acompañado y fortalecido por el Espíritu Santo?
û ¿Cómo las Escrituras me ayudan en mi testimonio cristiano actual?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que sufriste primero el odio, el oprobio, la persecución y la cruz, ayúdame a mí con la asistencia del Espíritu Santo vivir las pruebas con entereza, fe y gozo. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Medito en el testimonio de sufrimiento y fe de los primeros cristianos y dimensiono las pequeñas pruebas que tengo a causa de mi identificación con Cristo. Reflexiono acerca de la tarea del Espíritu Santo recordándome las palabras de Jesús que conozco a través de las Santas Escrituras.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Cómo voy a vivir las pruebas que se presenten a causa de mi fe?
û ¿De qué manera voy a discernir la ayuda del Espíritu Santo en mi testimonio cristiano?
û ¿Cómo voy a leer las Escrituras sabiendo que contienen el testimonio vivo de aquellos que estuvieron personalmente con Jesús?

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29 de mayo de 2011 – DOMINGO VI DE PASCUA

LECTIO DIVINA

Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Paráclito

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 14, 15-21

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes.
El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto del Evangelio de hoy comienza y termina reiterando la íntima relación que existe entre el amor a Jesús y el cumplimiento de sus mandamientos. “Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos” (v.15) y “El que recibe mis mandamientos y los cumple, es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él” (v.21). En la última frase aparecen las tres personas de la Trinidad y precisamente el núcleo central del texto está referido a la presentación de una de ellas: el Espíritu Santo, llamado también Paráclito y Espíritu de la Verdad. La palabra griega puede traducirse como “consolador” y literalmente significa “el llamado” o “el llamado a estar al lado de uno”.
Jesús se encarga personalmente de adelantar las características del Espíritu Santo que será protagonista central en el establecimiento de la Iglesia en Pentecostés (Hechos 1.1-11; 2.1-11). Vendrá por voluntad del Padre, producto del ruego de Jesús “Y yo regaré al Padre, y él les dará otro Paráclito”; se quedará permanentemente con sus discípulos “…para que esté siempre con ustedes”; el mundo en su ceguera espiritual no podrá conocerlo ni recibirlo “…a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce”; los discípulos en cambio tienen ese conocimiento cercano que luego se transformará en íntimo y personal “Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes”.
En los catorce versículos anteriores al texto de hoy, Jesús se había mostrado como consolador. Ahora, anunciándoles la llegada de otro consolador, les aseguraba que esa relación personal iba a seguir presente de tal modo que significaría como si él mismo estuviera nuevamente con ellos. Lejos de un futuro de orfandad, el Espíritu Santo los adoptará amorosamente y será como una “presencia visible” de Jesús para ellos. “No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes si me verán” (v.18-19a).
La llegada del Espíritu Santo a los discípulos en Pentecostés será parte nuclear de la semiótica divina en relación a la victoria de Jesús a los poderes de la muerte y su ascensión al Padre: “Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes” (v.20). Será entonces la certeza que la vida de Cristo permanece y además vivificará por siempre a sus seguidores “…porque yo vivo y también ustedes vivirán” (v.19b).

• Preguntas para la lectura:

û ¿Por qué el Espíritu Santo será “otro” Paráclito?
û ¿Cómo se complementan e integran el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en la vida del discípulo según el texto de hoy?
û ¿Por qué el mundo no lo conoce y los discípulos sí?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Cómo fortalece mi fe y me consuela la promesa del Paráclito?
û ¿De qué manera se manifiesta la presencia del Espíritu Santo en mi vida?
û ¿Muestro mi amor por Jesús cumpliendo sus mandamientos?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que prometiste otro Paráclito, y que nos aseguraste que por él nunca habremos de vivir en orfandad espiritual, ayúdame a vivir cotidianamente pleno del Espíritu de Verdad.
Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Escribo en una hoja de papel las palabras claves que revelan la presencia del Espíritu Santo y medito en cada una de ellas tratando de interiorizarlas en mi vida. Medito en los mandamientos del Señor y en el acto de amor que conlleva su cumplimiento.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Cómo voy a mostrar prácticamente mi amor por Jesús?
û ¿De qué manera renovaré mi gozo en la vida cristiana al saber que el Espíritu Santo se define como “el llamado a estar al lado de uno”?
û ¿Cómo se sustentará mi vivificación espiritual?

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29 de mayo de 2011 - Domingo de la sexta semana Tiempo Pascual

LECTURAS COMPLETAS Y COMENTARIOS

Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro defensor

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17

En aquellos días:
Felipe descendió a una ciudad de Samaría y allí predicaba a Cristo. Al oírlo y al ver los milagros que hacía, todos recibían unánimemente las palabras de Felipe. Porque los espíritus impuros, dando grandes gritos, salían de muchos que estaban poseídos, y buen número de paralíticos y lisiados quedaron curados. Y fue grande la alegría de aquella ciudad.
Cuando los Apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que los samaritanos habían recibido la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos, al llegar, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo. Porque todavía no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente estaban bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20 (R.: 1)
R. ¡Aclame al Señor toda la tierra!

¡Aclame al Señor toda la tierra!
¡Canten la gloria de su Nombre!
Tribútenle una alabanza gloriosa,
digan al Señor: « ¡Qué admirables son tus obras!» R.

Toda la tierra se postra ante ti,
y canta en tu honor, en honor de tu Nombre.
Vengan a ver las obras del Señor,
las cosas admirables que hizo por los hombres. R.

El convirtió el Mar en tierra firme,
a pie atravesaron el Río.
Por eso, alegrémonos en él,
que gobierna eternamente con su fuerza. R.

Los que temen al Señor, vengan a escuchar,
yo les contaré lo que hizo por mí:
Bendito sea Dios,
que no rechazó mi oración
ni apartó de mí su misericordia. R.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3, 15-18

Queridos hermanos:
Glorifiquen en sus corazones a Cristo, el Señor. Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen. Pero háganlo con suavidad y respeto, y con tranquilidad de conciencia. Así se avergonzarán de sus calumnias todos aquellos que los difaman, porque ustedes se comportan como servidores de Cristo. Es preferible sufrir haciendo el bien, si esta es la voluntad de Dios, que haciendo el mal.
Cristo murió una vez por nuestros pecados -siendo justo, padeció por los injustos- para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
X Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes.
El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.»
Palabra del Señor

 Para reflexionar

• En un artículo sobre educación el autor hacía la siguiente reflexión: “Los educadores llevamos muchos siglos enseñando muchas cosas, impartiendo muchos conocimientos, investigando y desentrañando muchos misterios del universo y gracias a ello se puede decir que científicamente la humanidad ha avanzado mucho, es innegable el desarrollo científico que hemos alcanzado pero tenemos que reconocer que humanamente seguimos estancados pues nos seguimos odiando, maltratando, discriminando, matando, engañando, robando de la misma manera que hace miles de años, las masacres, guerras y vejaciones se siguen repitiendo a través de toda la historia, ese afán de sometimiento de los unos por los otros se continua dando como un marcador repetitivo fundamentado en el deseo de poder…”.
• Después de abundar en ejemplos tomados de la realidad llega a la conclusión siguiente: “si enseñamos a amar de verdad, toda otra enseñanza que impartamos tendrá sentido”. De ahí que amor y búsqueda de la verdad no son dos campos separados en la vida de los hombres, muy por el contrario, se necesitan y se iluminan mutuamente. Si los aislamos: el amor corre el riesgo de quedarse en puro sentimentalismo o pasión, y la búsqueda de la verdad en una mera especulación incapaz de incidir en la realidad.
• En un mundo donde se vende y compra el amor a cualquier precio y se manipula la verdad según convenga es necesario que se anuncie, se haga conocer y se dé testimonio de amor gratuito y universal, generoso y desinteresado, fraterno y verdadero. ¿Será posible con nuestras solas fuerzas o con nuestro voluntarioso empeño?

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• La primera lectura nos ofrece un Pentecostés en miniatura, que viene a sellar la fundación de la Iglesia fuera del judaísmo en la comunidad "herética" de Samaría. Es el Espíritu el que empuja a ir más allá de las fronteras religiosas y culturales conocidas. La Iglesia sabe que depende enteramente del Espíritu para cumplir su misión entre los hombres. Felipe es conducido a dar testimonio de la Resurrección con la fuerza del Espíritu Santo que recibe por la imposición de las manos.
• En la segunda lectura, para san Pedro dar testimonio de la fe proclamando el misterio pascual y “dar razón de nuestra esperanza a todo el que nos la pide” son casi sinónimos. El Señor resucitado es la única razón de vivir de los creyentes.
• En medio de un sombrío panorama de la humanidad, Jesús nos sigue hablando del amor, insiste en que, a pesar de todas las experiencias contrarias, el amor es posible, existe y es nuestra única vocación. Sólo en el amor la vida humana puede ser auténtica. Es una tarea de toda la vida, porque el amor no es algo conquistado de una vez y para siempre sino una esperanza, una promesa, la nueva vida que confiamos alcanzar en plenitud algún día por la obra de Dios en nosotros. El amor se nos presenta como una llamada, camino y meta de nuestras vidas. Y, a la vez, como necesidad no siempre satisfecha.
• Jesús pide para sí el amor que el Antiguo Testamento pedía para Dios. Jesús al igualarse con el Padre, como objeto del amor de los hombres, proclama que quien lo ama, ama también al Padre.
• Jesús acepta su muerte como culminación de su entrega en favor de los hombres, sus hermanos. De esa manera lleva su amor hasta el extremo, se pone como ejem-plo y medida del amor entre sus discípulos, y hace de ese amor el signo mediante el cual se los podrá reconocer en adelante como continuadores de su obra salvadora.
• El mandamiento que Jesús ha recibido de su Padre consiste en entregar la vida voluntariamente para comunicar un mensaje que es una oferta de vida. Amar dando la vida y dando vida. Si la aceptamos, nos hace sus hijos y nos compromete a vivir “sus mandamientos” que no son más que poner en práctica en cada momento el único mandamiento, y convertir este mundo en un mundo de hermanos.
• Si hasta ahora Jesús se había preocupado en proponer el amor de "unos a otros", en este momento menciona por primera vez el amor de sus discípulos a Él. La relación del discípulo con Jesús de Nazaret es una relación de adhesión a su persona y a su proyecto de hombre y de humanidad. El amor de identificación con Jesús no absorbe al discípulo, sino que lo abre a los demás. No hay verdadero amor a Jesús que no lleve al amor de los otros.
• Se trata del mismo amor: amarlo a Él, es sinónimo de guardar sus mandamientos. El amor brinda una nueva coloración a los mandamientos, quitándoles todo carácter de imposición, porque no son otra cosa que seguir las exigencias del amor. Cumplirlos significa seguir el mismo camino de Jesús, al que nos lleva espontáneamente la fuerza interior del Espíritu. No se trata de la obe¬diencia de seguidores a normas externas, sino de la exteriorización de la sintonía con Jesús.
Vivir de esta manera es, sin duda, un proyecto difí¬cil.
• Pero Jesús no nos deja solos: antes de pasar de este mundo al Padre promete a sus discípulos el envío de un “Paráclito”. Sólo en san Juan encontramos el término: Paráclito; y con tres significados distintos: los de abogado, testigo y maestro de interioridad. Un defensor que no es otro que el Espíritu mismo de Dios, su fuerza y su energía. Es el espíritu de verdad porque es el mismo Espíritu de Cristo, que es la verdad del Padre revelada a los hombres. Es la verdad sobre Dios, por ser también Dios; y sobre el hombre, al ser el Espíritu de Jesús, Hombre pleno. Por ser el Espíritu de la verdad lo es también de la libertad, pues la verdad hace libres.
• A pesar de que Jesús mientras estuvo con sus discípulos les enseñó todo lo necesario, no fue mucho lo que entendieron. Será el Espíritu el que les vaya haciendo comprender el verdadero sentido de sus palabras. Su acción no agrega nada a lo enseñado por Jesús, pero profundiza y hace actuales sus palabras, de forma que cada comunidad y cada cristiano tenga una comprensión siempre más profunda de la Buena Noticia y pueda conducir la historia humana a su plenitud.

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• El Espíritu Santo el mayor don que Jesús resucitado ha hecho a su Iglesia y a cada uno de sus discípulos, el efecto primero y más trascendental de su oración ante el Padre. Recibir el Espíritu Santo es lanzarse a vivir la fe con todas las exigencias que nos señala el evangelio. Nos anima, desde dentro de nosotros mismos, a caminar siempre más allá. Es la fuerza interior que necesita la Iglesia y cada cristiano para ser testigo de Jesús a pesar de las oposiciones.
• La Iglesia tiene en Él sus verdaderas raíces y es fiel a Jesús cuando sigue sus insinuaciones. Tenemos que estar muy atentos: habla en el silencio, en los acontecimientos cotidianos, en los signos de los tiempos.
• Es un "Defensor" que no nos asegura éxitos ni triunfos humanos, como tampoco se los aseguró a Jesús, pero nos da seguridad a los discípulos en nuestra confrontación con el mundo, ayudándonos a interpretar el sentido de todo lo que vivimos.
• Gracias al Espíritu, la resurrección ha significado para Jesús la posibilidad de una forma nueva, más profunda y perfecta, de estar con los suyos. La función del Espíritu Santo en la etapa presente de la historia es confirmar la presencia permanente de Cristo en su Iglesia y de que su obra de salvación vaya siendo interiorizada, asimilada, vivida y anunciada por sus discípulos.
• Lo que fue Jesús, para sus discípulos durante la vida pública, es ahora misión permanente del Espíritu en la Iglesia: testimoniar la presencia actuante de Dios en el mundo.
• La vida del discípulo debe ser en el mundo evangelio viviente de esperanza y profecía; debe mostrar en la sencillez de lo cotidiano que la vida humana se puede vivir de otra manera, porque puede ser vivida desde el corazón y la mirada del mismo Dios. Ante la "fragilidad" de las posibilidades humanas podrá presentar la "solidez" de la esperanza.

 Para discernir

• ¿Cómo expreso mi unión con Jesús?
• ¿Vivo la presencia del Espíritu que Jesús nos dejó?
• ¿Asumo mi responsabilidad en la Iglesia como continuador de la obra de Jesús?

 Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…Mi corazón no se inquieta…

 Para la lectura espiritual

..En aquel día conoceréis que yo estoy en mi Padre y que vosotros estáis en mí y yo en vosotros (Jn 14,20). ¿En qué día, sino aquel del que dice: También vosotros viviréis? Entonces podremos ver lo que ahora creemos. También ahora él está en nosotros y nosotros en él; mas ahora lo creemos, entonces lo conoceremos. Y aunque ahora lo conozcamos por la fe, entonces lo conoceremos por la contemplación. Mientras vivimos en este cuerpo actual corruptible, que apesga al alma, somos peregrinos lejos del Señor, porque caminamos en la fe, no en la visión (2 Cor 5,6). Entonces, pues, le veremos en su realidad, porque le veremos tal cual es (1 Jn 3,2). En verdad, si Cristo no estuviese también ahora en nosotros, no diría el Apóstol: Si Cristo está en nosotros, el cuerpo está ciertamente muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justicia (Rom 8,10). Que también ahora estamos nosotros en él, lo indica con claridad cuando dice: Yo soy la vid y vosotros los sarmientos (Jn 15,5). Por consiguiente, en aquel día en que vivamos con la Vida, que absorbe a la muerte, veremos que él está en el Padre, nosotros en él y él en nosotros, porque entonces llegará a la perfección lo que ahora ha comenzado ya él, es decir, su morada en nosotros y la nuestra en él.
…El que tiene mis mandatos y los observa es quien me ama (Jn 14,21): el que los tiene en su memoria y los observa en su vida; el que los tiene presentes en sus palabras y los observa en sus costumbres; quien los tiene porque los escucha y los observa practicándolos, o quien los tiene porque los lleva a la práctica y los observa perseverando en ellos. Ése es -dice- quien me ama. El amor debe manifestarse en las obras para que no se quede en palabra estéril. Y a quien me ame, le amará mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a mí mismo (Jn 14,21). ¿Qué significa amaré? Deja entender que le ha de amar entonces, pero que no le ama ahora. No ha de entenderse así. Pues ¿cómo podría amarnos el Padre sin el Hijo o el Hijo sin el Padre? Si su obrar es inseparable, ¿cómo pueden amar de forma separada? Pero dijo: Yo le amaré, para añadir: Y me manifestaré a él. Le amaré y me manifestaré: es decir, le amaré, para manifestarme a él. Al presente nos ha amado para que creamos y guardemos el mandato de la fe; entonces nos amará para que le veamos y recibamos la visión misma como recompensa de la fe. También nosotros le amamos ahora creyendo lo que veremos, pero entonces le amaremos viendo lo que hemos creído…
Comentarios de San Agustín sobre el evangelio de San Juan 75,2-5

 Para rezar

¡Envíanos el Espíritu de fortaleza,
a fin de combatir, en nosotros y en torno de nosotros,
valerosamente el mal!
¡Envíanos el Espíritu de intrepidez,
con el que los apóstoles comparecieron
ante reyes y gobernantes y te confesaron!.
¡Envíanos el Espíritu de paciencia,
a fin de que en todas nuestras pruebas
nos mostremos como fieles siervos tuyos!.
¡Envíanos el Espíritu de alegría,
a fin de sentimos dichosos de ser hijos del Padre del cielo!.
Y, finalmente,
¡Envíanos el Espíritu Santo, Paráclito,
a fin de no desfallecer en este mundo,
sino que nos alegremos de tu divina cercanía!

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28 de mayo de 2011 – SABADO V DE PASCUA

No sois del mundo, sino que yo os elegí y os saqué de él

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 15, 18-21

Jesús dijo a sus discípulos:
«Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.
Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

La identificación mimética que viene haciendo Jesús con sus discípulos en términos de permanencia, servicio, fruto, amistad, etc., se ahonda aún más en los textos contenidos en el Evangelio de hoy. Este ahondamiento los lleva de los límites sufrientes del odio y la persecución a los horizontes de la fidelización a ellos mismos.
La declaración de Jesús más que el anuncio de una posibilidad es la advertencia a una seguridad. Ellos serán odiados al identificarse como seguidores de Jesús, y lo serán como un “efecto espejo” de quien antes fue odiado. “Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí” (v.18).
Es “el mundo” quien los odiará. Desde luego que no se está refiriendo a todas y cada una de las personas que lo habitan, sino de un continente espiritual que rechaza el mensaje de Cristo y no puede soportar el escándalo de la cruz. Es el opuesto al reino de Dios y su justicia donde encontrará su ciudadanía el pueblo de Dios. Por eso Jesús les aclara que el amor acomodaticio y servil al status quo de aquel continente les es dado a quienes pertenecen a él “Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya” (v.19a). Pero ahora, por elección del mismo Jesús (ver v.16), han sido emigrados de ese mundo y llevados a ser ciudadanos del reino de Dios, de allí el origen del odio mundano: “Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia” (v.19b).
A continuación, Jesús les refresca una ecuación inalterable del discipulado “...el servidor no se más grande que su señor”. (v.20a). Esto ya se los había dicho hace pocas horas luego de lavarles los pies (13.16) y en otras oportunidades según nos dejan ver los Evangelios sinópticos (Mt.10.24 y Lc.6.40). Esta ecuación tiene dos consecuencias bien contrapuestas. En primer lugar, implica que al igual que el Maestro ellos deberán sufrir la persecución “Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes” (v.20b). En segundo lugar, la predicación del Evangelio les producirá una fidelización reconfortante: “…si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes” (v.20c)
¿Cuál es la causa de todo lo dicho? ¡Un Nombre! El que es sobre todo nombre (Fil.2.9), el de Jesucristo. Recordemos que en la cultura hebrea, el nombre es muchísimo más que la forma de llamar a una persona, involucra su personalidad más plena y toda su identidad y ser. Jesús lo dice de esta manera: “Pero los tratarán así a causa de mi Nombre” (v.21a)
Finalmente, si el hecho de conocer a Jesús implica conocimiento del Padre (14.7), va de suyo que el desconocimiento de Cristo es determinante para no tener noción acerca de la persona del Padre. El texto lo dice con claridad meridana: “Pero los tratan así…porque no conocen al que me envió” (v.21b)

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué consecuencias tiene la identificación con Cristo?
 ¿Qué valores contrapuestos tiene “el mundo” y “el reino de Dios”?
 ¿Cuál es “la causa de su Nombre”?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿El mundo con sus desvalores me incluye amorosamente sin ninguna oposición viendo mi forma de vivir?
 ¿Cómo me debo sentir si los que no aman a Jesús me odian o persiguen?
 ¿A qué palabra espero que los fieles atiendan?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que fuiste odiado y perseguido hasta la muerte, enséñame en humildad y gozo a recibir la oposición de un mundo que te rechaza a vos y a tu mensaje. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en las advertencias de Jesús y en lo que sucede en mi vida. Trato de conocer cuánto de los valores de ciudadanía del reino de Dios están presentes en mí. Medito en las veces que he sentido algún tipo de agravio por identificarme de palabra o de hecho como discípulo de Jesús y dejo que las palabras de Jesús me fortalezcan.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Qué “cartas de ciudadanía” tiene el reino de Dios que no practico?
 ¿Cómo voy a entender y enfrentar la oposición por mi identificación con el Evangelio de Jesucristo?
 ¿Con qué nuevos ánimos seré fiel a proclamar las palabras del Evangelio?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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27 de mayo de 2011 – VIERNES V DE PASCUA

Lo que yo os mando es que os améis los unos a los otros

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 15, 12-17

Jesús dijo a sus discípulos:
«Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Siguiendo la línea discursiva de los versículos anteriores (9-11), Jesús continúa relacionando el amor como el cumplimiento de un mandamiento que lo tiene a él como ejemplo y modelo. Antes había dicho “Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor…”. Ahora es mucho más directo con relación a la muestra visible y práctica de esa permanencia en su amor: “Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado”. (v.12)
Existe un mandamiento de amor porque el amor es mucho más que un sentimiento, es la voluntad de entrega total al ser amado. Existe un modelo de amor, Jesús, para que no “inventemos” modalidades acomodaticias para amar. Por siempre, Jesús con su ejemplo de entrega marcó a fuego “el cómo” debíamos amarnos sus discípulos. El amor al estilo de Jesús es causa y estándar para los suyos. Es sin dudas, una nueva y revolucionaria dimensión del amor que está mensurada a la altura y profundidad de su referente y agente.
Luego Jesús enhebra una nueva dimensión de la amistad. Continuando su enseñanza sobre el amor, deja en claro que amar es un verbo que se conjuga al tiempo de dar su propia vida y que tiene como sujeto a los discípulos, a quienes por primera vez llama “sus amigos”. Lo dice de esta manera: “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos…” (v.13-14a). Pero, ¿qué condiciones y requisitos tiene esa amistad? Primero, está íntimamente ligada a seguir sus mandatos: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (v.14), y “Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros” (v.17).Segundo, está inseparablemente relacionada con el conocimiento de los misterios espirituales que ellos tenían: “…yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre” (15b). Ese conocimiento confidencial era la marca distintiva que los diferenciaba de ser simplemente y solamente un servidor suyo: “Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor…” (v.15a).
En el versículo 16 Jesús señala el génesis de esa relación filial que lo unirá por siempre a sus seguidores, se trata de su elección: “No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo que los elegía a ustedes…” Basta recorrer las páginas de los Evangelios para ver de qué manera esto es cierto. Siempre fue Jesús quien se acercó a sus discípulos, los buscó y los llamó a seguirlo. Por un lado, esto iba a “contrapelo” de la tradición pedagógica judía, donde era el discípulo quien escogía a su maestro y no a la inversa. Por otro lado, esa búsqueda amorosa, está presente desde las primeras páginas de las Escrituras. Luego de la tragedia edénica, es Dios quien busca y llama a Adán, quien se había escondido avergonzado de su presencia: ¿Dónde estás? (Gen 3.9 b). Además en lo que a elección se refiere, queda claro en el Antiguo Testamento que es el Señor quien elige a un pueblo como suyo propio. Al referirse al motivo de esa elección, retoma por un momento lo dicho en la metáfora de “la vid, el viñador y los sarmientos” (v.15.1-8) en relación al fruto: “…y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”. En este caso, hay un condimento misionero “vayan y den” y otro pastoral “que…sea duradero”.
Finalmente, repite lo ya dicho como corolario de la metáfora en relación al cumplimiento de las oraciones. En aquel ejemplo había dicho: “Si ustedes permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán” (v.7). Ahora la relación entre sus dichos y la oración la presenta de esta manera: “Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá”. (v.15c)

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuál es el origen, la medida y el sujeto del amor de Jesús?
 ¿Qué significa pasar de ser un servidor a ser un amigo?
 ¿Qué importancia tiene el hecho de la elección de Jesús a los suyos?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿En qué medida cumplo el mandamiento del amor en los términos que Jesús lo manda?
 ¿Soy amigo de Jesús?
 ¿En qué medida mis oraciones siguen el patrón enseñado por Jesús?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayudame a amar de la forma como vos amaste. Enséñame a ser tu amigo cumpliendo tus mandatos de amor al prójimo. Que el fruto de mi vida cristiana sea llevado a todos y permanezca. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Leo nuevamente todo el pasaje y me detengo en cada concepto para orar sobre él, tratando que atraviese mi interioridad y me mueva a realizar cambios en mi vida.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Qué hecho de amor práctico haré hoy a mi prójimo?
 ¿Cómo llevaré el fruto de la vida en Cristo a otros?
 ¿Cómo rezaré a la luz de lo reflexionado hoy?

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26 de mayo de 2011 – JUEVES V DE PASCUA

Permanezcan en mi amor, para que su gozo sea perfecto

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 15, 9-11

Jesús dijo a sus discípulos:
«Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
• Guías para la lectura:
En el contexto narrativo de su discurso en el cenáculo, y a continuación de la metáfora de la “vid, los sarmientos y el viñador”, Jesús hace una nueva declaración de relación inseparable entre el Padre, su persona y sus discípulos. ¿El fin? El gozo perfecto (v.11b). Como es habitual en este Evangelio, la palabra “permanencia” (aparece once veces), es la clave hermenéutica para entender el tipo de relación planteada. La misma, excede ampliamente el concepto estático de simplemente “estar en”, para incluir el de una dimensión dinámica basada en la fidelidad del discípulo y la protección salvífica de Dios.
Jesús primero explica de qué manera la construcción de esa relación tiene como base al amor. Es el Padre quien ama al Hijo, quien a su vez ama a los suyos, siendo éste el lazo necesario de permanencia: “Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor” (v.9).
Luego enfatiza el elemento pragmático de ese amor en el cumplimiento de los mandamientos de Dios. El hilo conductor temático es el mismo. El Hijo cumple los mandamientos del Padre y por eso llama a los discípulos a permanecer en aquel amor. “Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor” (v.10).
Finalmente, al explicar el motivo de sus palabras introduce el concepto del gozo, haciendo también una relación íntima del suyo propio con el de sus seguidores: “Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes” (v.11a). Al igual que lo hizo con el concepto de “paz”, en donde lo que Jesús da es algo sustantivamente diferente como es “su paz”; refiriéndose al “gozo” no es cualquier gozo sino que es “su gozo”. El amor entrega (gr. “agape”) de Jesús se dimensiona íntegramente en todo su ministerio, en lo que ofrece de sus atributos hasta lo que da de su misma persona en la cruz.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cómo se comparan los conceptos de permanencia de este texto con los de la metáfora de la vid?
 ¿Quiénes son ejemplos de amor y obediencia para los discípulos de Cristo?
 ¿Qué características y fuentes tiene el gozo propuesto?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿De qué manera muestro mi permanencia en Cristo en mi amor?
 ¿De qué manera muestro mi permanencia en Cristo en mi obediencia?
 ¿Cómo puedo ser participe activo del gozo perfecto?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a amar y cumplir tus mandamientos de tal manera que viva genuinamente mi permanencia en vos. Necesito de tu gozo para vivir una vida plena. ¡Auxiliame para encontrarlo y conservarlo siempre! Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en las palabras claves del texto: permanencia – amor – cumplimiento – gozo. Medito en la relación activa que existe entre el Padre y el Hijo en esos conceptos y le pido al Espíritu Santo que me ayude a ser imitador viviente de ellas.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo practicaré el amor de Cristo en una forma concreta?
 ¿Tomaré la decisión de cumplir hoy aquellos mandamientos que habitualmente me resultan difíciles de llevar a la práctica?
 ¿Cómo buscaré el gozo perfecto de Jesús en mi vida?

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25 de mayo de 2011 - Nos unimos a rezar por nuestra Patria

“La Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misión con espíritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria. Los cristianos invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a nosotros en la oración para invocar al Señor, que es la fuerza de su pueblo, y a pedirle por nuestra querida Patria argentina: “Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre” Una vez más ponemos estos deseos y esperanzas en las manos de Nuestra Madre de Luján.”
Comisión Permanente Buenos Aires, 10 de marzo de 2010

La celebración del 25 de mayo nos convoca a unirnos con fuerza para poner nuestra patria en las manos de Dios y bajo la protección de la Santísima Virgen María. Queremos invitar a nuestras comunidades a participar del Te Deum que presidirá nuestro Arzobispo, Cardenal Jorge Mario Bergoglio a las 11 hs en la Catedral Metropolitana. Así también, es deseo del Arzobispo que en cada parroquia se realice un momento especial de oración en este día que nos ayude a vivir y a asumir responsablemente nuestra vocación de ciudadanos.

Vicaría Episcopal de Pastoral
vicariapastoral@arzbaires.org.ar

25 de Mayo de 2011 – MIERCOLES V DE PASCUA

El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 15, 1-8

Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Jesús vuelve a utilizar la fórmula de presentación divina veterotestamentaria “Yo Soy”. Esta vez lo hace recurriendo a una relación simbólica muy conocida por el pueblo judío, la de la vid (Sal 80.8-16; Is 5.1-7; Jer 5.9-11; 12.10-11; Ez 15.1-6; 19.10-14). Siguiendo con las imágenes comparativas de Jesús, si antes había tomado el lugar del Templo y de Moisés, ahora toma el lugar de Israel. Es también en los evangelios sinópticos donde se ve de qué manera Jesús utilizó la imagen de la vid o de la viña en sus enseñanzas (Mt.20.1-28; 21, 28.33-41), allí el Reino de los cielos se compara con un viñedo cuyo dueño es Dios.
La identificación de cada elemento de la metáfora es clara: Jesús es la vid (v.1 a; 5), el Padre es el viñador (v.1b) y los discípulos son los sarmientos (v.5).
En su “rol” de vid, Jesús revela de sí mismo que es la vid verdadera (v.1), dando lugar a interpretar que había otras “vides” así como había “otros pastores” (10.1-18). No es nuevo en las afirmaciones personales de Jesús en este Evangelio el presentarse de esta forma, ya se había dicho que era “la luz verdadera” (1.9) y el “pan verdadero” (6.32). Además, como el uso común de la metáfora de la vid en el Antiguo Testamento era para referirse a la infidelidad del pueblo de Israel, de esta manera Jesús se presenta como el Israel verdadero en su misión histórica.
El Señor aclara que los sarmientos son suyos (v.15.2 “…mis sarmientos…”). También que la palabra suya ya ha hecho una tarea de limpieza en ellos “Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié” (v.3), lo que es una reiteración de lo dicho en la escena del lavamiento de los pies (v. 13.10) con la obvia exclusión de Judas.
Por su parte, el Padre como “viñador” tiene un rol activo, selectivo y purificador en la imagen: Corta los sarmientos que no dan fruto (v.2a) y al que da fruto, los poda para dé más todavía (v.2b). Tan interesado está el Padre en el resultado de esta tarea que Jesús dice que: “La gloria del Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y sean mis discípulos” (v.8).
Pero es sin dudas, la relación entre la vid y los pámpanos, o entre el Señor y sus discípulos, la que ocupa el lugar central en la enseñanza de Jesús. La relación está presentada de manera imperativa como una permanencia recíproca “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes” (v.4a). Recordemos que la palabra “permanencia” es clave en la estructura cristológica del Evangelio de Juan. De la decisión de permanencia de los sarmientos (los discípulos), no de la vid (Jesús) que se da por sobreentendida, depende el fruto: “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanecen en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí” (v. 4); “El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Más aún, la no permanencia es presentada por Jesús de manera terminantemente trágica “Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; y después se recoge, se arroja al fuego y arde” (v.6). Finalmente, se vuelve a asociar a la persona de Jesús con sus palabras y a ésta con los frutos de la oración: “Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quiera y lo obtendrán” (v.7)

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cómo se compara esta metáfora con otras relacionadas a la vid/viña/viñedo en la Biblia?
 ¿En qué se diferencia Jesús de otras imágenes de vid bíblicas?
 ¿Qué importancia tiene en el texto y en el Evangelio de Juan el concepto de permanencia en Jesús y sus palabras?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿De qué manera yo mantengo mi permanencia en Jesús según esta metáfora?
 ¿Qué importancia tiene para mi vivencia espiritual cercana a Jesús la tarea del Padre como “viñador”?
 ¿Qué significa que Jesús se otorgue a sí mismo el rol de vid en la imagen?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a permanecer siempre unido a vos como los sarmientos a la vid. Que mi vida dé el fruto que vos esperás, facilitando la tarea del Padre de “podarme” para dar más todavía. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me tomo unos minutos para leer detenidamente y voz alta cada palabra del texto e imaginando la metáfora. Escribo un detalle de los que significa ser un sarmiento que permanece y cómo lograrlo.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera intentaré vivir para ser un sarmiento que dé fruto?
 ¿Qué importancia le daré a las palabras de Jesús en mi vida de discípulo?
 ¿Qué cuidados voy a tomar en mi vida cristiana para no alejarme de la vid?

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24 de mayo de 2011 – MARTES V DE PASCUA

Mi paz os doy

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 14, 27-31a

Jesús dijo a sus discípulos:
«Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. í No se inquieten ni teman! Me han oído decir: "Me voy y volveré a ustedes." Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo ..
Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.
Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.» .
Palabra de Dios.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto del Evangelio de hoy es continuador del de ayer. Jesús les había hablado una vez más de su íntima pertenencia filial con el Padre y de la promesa del Espíritu Santo para consolarlos y recordarles sus palabras.
Ahora les dice que antes de irse les deja Su paz “Les dejo la paz, le doy mi paz” (27a)
Seguramente, la idea subyacente en las palabras de Jesús era el concepto hebreo de “shalom”, paz en el sentido pleno, integral. Los discípulos debían ver por todos los medios, que más allá de los eventos difíciles que iban a vivir y que culminarían con la muerte del líder, había un propósito de bienestar para ellos que debía vencer el miedo.
No se trataba de una paz conocida, no entraba dentro de la categoría de ausencia de conflicto ni de calma circundante como la “pax romana”. Jesús dice de la misma: “…pero no como la da el mundo” (v.27b). Era la paz de Jesús, un gozo profundo que podía permanecer seguro y confiado en las tormentas más terribles y en los tormentos más atroces. Por eso vuelve a repetir lo que manifestó al comenzar el discurso 14. 1: “¡No se inquieten ni teman”. Era además una paz escatológica y que solamente Dios estaba en condiciones de ofrecer: “Yo daré paz a la tierra…” (Lev.26.6)
Al contrario de temor por su anunciada partida “Me han oído decir: Me voy y volveré a ustedes” (vs.28a), los discípulos debían sentir regocijo. Lejos de constituirse en fin, la muerte para Jesús era un “pasaporte” para volver al Padre: “Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo” (vs.28b). Pero ese camino sí debía implicar separación física que les impediría escuchar su voz personalmente "Ya no hablaré mucho más con ustedes” (v.30a). ¿Quién estaba por entrar en escena de manera inminente? Jesús lo anuncia sin lugar a equívocos: “…el Príncipe de este mundo”. Pero a esa nota de realismo espiritual, Jesús le quiere agregar una verdad fundamental que estaba destinada a fortalecer la fe y el valor de los discípulos: “…él nada puede hacer contra mí” (vs.30b).
El propósito de estos anuncios sobre los acontecimientos futuros: Su despedida, pasión, victoria, vuelta al Padre, llegada del Espíritu Santo, etc. estaban destinados a provocar en los discípulos un valor espiritual asociado a la paz: la fe. Jesús no ahorra palabras para insistir en esto: “Les he dicho esto antes que suceda para que cuando se cumpla, ustedes crean” (v.29a).
Antes de hacer un “intervalo” en su discurso (v31b), Jesús reitera la urgencia que tienen los discípulos actuales y futuros de conocer su amor esencial con el Padre puesto de manifiesto en su obediencia, la misma que lo llevará a aceptar su signo sacrificial en la angustia del Getsmaní y materializado luego en la cruz: “…pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado” (v.31a).

• Preguntas para la lectura:

 ¿En qué se diferencia la paz de Jesús de otras?
 ¿Por qué la partida de Jesús debía provocar gozo en los discípulos?
 ¿Cuál es el propósito de Jesús en dar todos estos anuncios?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿En qué medida yo experimento la paz de Jesús en mi vida?
 ¿Qué implicancia tiene que el demonio nada puede hacer contra el poder de Jesús?
 ¿De qué me ayuda conocer que Jesús ama al Padre y le obedece?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que viniste a darnos una paz inigualable, dame la posibilidad de vivirla cada día, permaneciendo en tu amor y en tus palabras. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en la profundidad de la paz que ofrece Jesús y el significado que esto tiene para conocerle más a él y para mi vida personal. Medito en las maneras que tengo de ser un factor comunicante de esa paz a un mundo que vive en conflicto y temor.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Buscaré a través de la lectura orante de este texto recibir la paz de Cristo?
 ¿Trataré de ser un pacificador no solo en palabras y gestos litúrgicos, sino en mi vida cotidiana?
 ¿Con quién que está turbado o con temores voy a compartir lo que recibí del Señor en la Lectio de hoy?

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23 de mayo de 2011 – LUNES V DE PASCUA

El Paráclito que el Padre enviará les enseñará todo

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 14, 21-26

Jesús dijo a sus discípulos:
«El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.»
Judas -no el Iscariote- le dijo: «Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?»
Jesús le respondió: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Si bien es cierto que la clave de reino de Dios era el amor, éste no podía divorciarse de las acciones. Jesús explicó a los discípulos que amarlo era identificarse con él y su modo de vivir. Así como su amor al Padre lo había llevado a Jesús a cumplir su voluntad (v.14.31; 5.19-20, 30), también el amor de los discípulos hacía Jesús los llevaría a recibir, cumplir y ser fiel a sus mandamientos dados en su palabra: “El que recibe mis mandamientos y los cumple, es el que me ama” (v.21a), “El que me ama será fiel a mi palabra” (v.23a), y por contraposición: “El que no me ama no es fiel a mi palabra” (v.24a).
Jesús reitera, como lo viene haciendo desde el comienzo de su discurso, que la unión filial con el Padre es inseparable, tanto en esencia como en identidad y propósito. Ahora lo es también en la relación amor-mandamiento: “El que recibe mis mandamientos y los cumple,…será amado por mi Padre” (v.21a,c), “El que me ama, será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará” (v.23).
La reacción de Judas – no el Iscariote -: “Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?”, se produce a consecuencia de la afirmación “…y yo lo amaré y me manifestaré a él” (v.21c) pero guarda estrecha relación con los dichos de Jesús en el versículo 19 “Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán”. Jesús había introducido el tema en 13.33 “Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Ustedes me buscarán, pero yo les digo ahora lo mismo que dije a los judíos: Adonde yo voy, ustedes no pueden venir”. En 14.19 la noticia ha cambiado ligeramente. No contradijo lo de 13.33, pero a diferencia del mundo, los discípulos tendrían siempre una relación íntima con Jesús. La profundidad de esa nueva relación está contenida en la respuesta de Jesús a Judas: “…iremos a él y habitaremos en él” (v.23b). Jesús dentro del Padre, los creyentes dentro de Jesús y Jesús dentro de ellos. Todo lo contrario a una separación o un abandono, Jesús les prometía la más íntima relación: ¡Vivir dentro de ellos!
La función de guiar a los discípulos, que Jesús realizaba en la carne en los días de su vida terrenal, tendría que efectuarse de otra manera en el tiempo de su ausencia física. Guiar a los discípulos sería otra función del Paráclito. El “Consolador”. Por ello Jesús hace esa diferencia temporal en los versículos 25 y 26: “Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho”. Es la presencia de la Tercer Persona de la Trinidad, el Espíritu Santo que aparece claramente en este texto juntamente con el Padre y el Hijo. Su función iba a ser en principio pedagógica, pero no iba a funcionar como una especie de enciclopedia, sino que iba a traer a la memoria de los discípulos la totalidad del mensaje de Jesús.

• Preguntas para la lectura:

û ¿Cuál es la relación conceptual y pragmática entre amor y obediencia?
û ¿Cómo interviene cada Persona de la Trinidad en el texto?
û ¿Cuáles son las funciones del Paráclito, o sea el Espíritu Santo?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

û ¿Qué importancia le doy al cumplimiento de las palabras de Jesús en mis deseos de amarle?
û ¿Qué significa en mi vivencia espiritual la promesa de ser “habitación de Dios”?
û ¿Qué puedo recibir del Espíritu Santo para fortalecimiento de mi vida cristiana?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a cumplir tus mandamientos y mostrarte así, de una manera práctica, mi amor por vos. Gracias por tu amor de entrega, por el amor del Padre que te envió y del Espíritu Santo que me guía y consuela. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Medito por largos minutos en los mandamientos de Jesús, haciendo una lista mental y-o material de ellos. Luego reflexiono en mi vida y evalúo en qué medida cumplo los mismos. Renuevo mis deseos de amor a Jesús y le pido a él, al Padre y al Espíritu Santo que me auxilien para poder cumplir sus palabras.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

û ¿Cómo redimensiono mi amor a Jesús a la luz del texto de hoy?
û ¿Qué mandamientos que no he cumplido me propongo a llevar a la práctica hoy para amar a Jesús con mi vida y recibir en ella el amor del Padre?
û ¿Cómo voy a re-considerar el rol del Espíritu Santo a la luz de la Lectio de hoy?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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22 de mayo de 2011 - Domingo de la quinta semana de Pascua
(No recibimos aún la Lectio)

Yo soy el camino, y la verdad y la vida

PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 6, 1-7

Como el número de discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus viudas en la distribución diaria de los alimentos.
Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: «No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las mesas. Es preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea. De esa manera, podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la Palabra.»
La asamblea aprobó esta propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor y a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía. Los presentaron a los Apóstoles, y estos, después de orar, les impusieron las manos.
Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe.

Palabra de Dios.

SALMO Sal 32, 1-2. 4-5. 18-19 (R.: 22)

R. Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que tenemos en ti.

Aclamen, justos, al Señor:
es propio de los buenos alabarlo.
Alaben al Señor con la cítara,
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas. R.

Porque la palabra del Señor es recta
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor. R.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 2, 4-9

Queridos hermanos:
Al acercarse al Señor, la piedra viva, rechazada por los hombres pero elegida y preciosa a los ojos de Dios, también ustedes, a manera de piedras vivas, son edificados como una casa espiritual, para ejercer un sacerdocio santo y ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo.
Porque dice la Escritura: Yo pongo en Sión una piedra angular, elegida y preciosa: el que deposita su confianza en ella, no será confundido.
Por lo tanto, a ustedes, los que creen, les corresponde el honor. En cambio, para los incrédulos, la piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: piedra de tropiezo y roca de escándalo. Ellos tropiezan porque no creen en la Palabra: esa es la suerte que les está reservada.
Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz.

Palabra de Dios.

ALELUIA Jn 14, 6

Aleluia.
Dice el Señor: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
Nadie va al Padre, sino por mí.
Aleluia.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-12

Jesús dijo a sus discípulos:
«No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy.»
Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?»
Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto.»
Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta.»
Jesús le respondió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí?
Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras.
Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre.»

Palabra del Señor.

Para reflexionar

• La mayoría de la gente se queja de que no está donde quiere estar, ni trabaja donde quiere trabajar, ni hace lo que quiere hacer. El grado de satisfacción es para muchos mínimo o nulo.
• Hay en la vida momentos de verdadera sinceridad en que, de pronto, surgen de nuestro interior con una avidez desacostumbrada, las preguntas más decisivas: ¿Adónde voy...? ¿qué espero? ¿en quién apoyo mi vida?
• Hoy vivimos en una sociedad altamente tecnificada en la que se investigan los medios y se ignoran los fines. Diríase que nos tapan los ojos para que no podamos descubrir nuestro propio camino, y después nos dejan movernos y aún elegir muchas cosas. Pero sin libertad porque no sabemos adónde vamos.
• Muchos caminan y corren sin parar de acá para allá, sin saber si su camino es el sensato. El hombre es, por naturaleza, un ser itinerante, un ser en camino, en marcha; más aún: el hombre, por su propia naturaleza, se ve forzado a tener que "andar caminos". «Caminante, no hay camino»--dijo Machado. Y añadió que cada cual es el que ha de trazar su propia ruta abriéndose paso a golpes de creatividad y de esfuerzo: «Se hace camino al andar».
• Esto es verdad. Pero también es verdad que al hombre se le brindan muchas ofertas. Tanto para el desvío como para el acierto, tanto para su propia dignificación como para su degradación. Proliferan, abundan caminos y encrucijadas que reclaman para sí el derecho de ser los únicos válidos; ¿qué camino será el acertado, el que lleve al hombre a su meta?.
  
• La primera lectura nos da a conocer un momento de la comunidad primitiva: la elección de siete responsables que atiendan a los cristianos que se habían convertido, provenientes del mundo helenista. No se trata simplemente de diáconos que sirven a las mesas de los pobres, se trata de representantes de los Apóstoles, de responsables directos de esta comunidad.
• En la segunda lectura, san Pedro nos ofrece una bella descripción de la Iglesia. Es una construcción "espiritual", por estar construida y habitada por el Espíritu: la cohesión mutua de las piedras vivas que la conforman es obra del Espíritu. Es la casa, la Iglesia que se va congregando y edificando en torno a Cristo, la piedra angular. Este nuevo templo espiritual ofrece acogida en medio de la inseguridad de la marcha a través del desierto de la vida.
• En el evangelio Tomás pide a Cristo que le muestre al Padre. Cristo se sorprende de que en esos años de convivencia no hayan descubierto en Él, el rostro del Padre. Cristo es la revelación del amor del Padre. El Padre está en Cristo y Cristo está en el Padre. Las palabras que Él nos dice, no las dice por propia cuenta, las pronuncia en nombre del Padre. "En Cristo, que es la palabra de Dios, Dios Padre habla al mundo" (Hans Urs von Balthasar).
  
• Cristo nos muestra que El está en el Padre mediante una obediencia absoluta a la misión que le ha sido confiada, mediante el amor y el cumplimiento de su voluntad por la salvación de los hombres.
• Este Cristo que es el rostro amoroso del Padre volcado a los hombres, va a prepararnos un lugar en el reino definitivo. Jesús con su muerte y resurrección nos ha abierto la vida eterna y nos reconduce a la casa del Padre.
• En el fondo de cada corazón hay una cierta nostalgia del hogar, de la casa paterna – materna. Este hogar añorado y querido, no es un lugar para llegar al final de un día de trabajo o de estudio, para comer, dormir y nada más. El hogar está donde alguien nos espera con amor, nos recibe, nos cuida, nos acepta como somos; conoce nuestras posibilidades y nuestra debilidad.
• Los discípulos de Jesús creemos que hay un hogar para el hombre, para todos los hombres que caminan, buscan sinceramente y no flaquean. Pero el hogar del hombre no está en esta tierra. Ni siquiera el hombre con todo lo que ha conseguido es para el hombre el hogar pleno. El único que puede acoger plenamente al hombre y darle pleno sentido a su vida es el Padre Dios.
• Nuestro destino definitivo no es el vacío ni la oscuridad, creemos que Alguien nos espera con amor, por eso podemos hacer camino sin miedo a la muerte y a través de la misma muerte. En camino hacia la Casa del Padre creemos que Jesús, nuestro hermano, se ha adelantado con el fin de adueñarse del futuro y allí prepararnos sitio.
• Por eso Jesús afirma: "¡Yo soy el camino, la verdad y la vida!". Sin camino, no se camina. Él mismo es el camino, porque nadie va al Padre sino por Èl. Ya que, Él es la puerta, por la que las ovejas entran y salen.
• Vivir la experiencia de Jesús como camino, es permanecer unidos a Él y vivir como Él vivió, amando a la humanidad con un amor como el suyo, hasta la muerte. Vivir de este modo significa ser un hombre para los demás, dar la vida para construir con todos un mundo más humano. Saliendo al encuentro del otro es como llegaremos a la casa del Padre donde todos seremos hermanos. El acceso a Dios en Jesucristo sólo es posible en la medida en que nos acerquemos los unos a los otros, en que nos amemos los unos a los otros como hemos sido amados por Jesucristo, el hermano y prójimo de todos los hombres.
• Sin verdad, no se acierta. El camino que se nos ofrece para llegar al Padre no es una doctrina o un comportamiento ético, sino una persona: Jesucristo. Él es la verdad porque es la Sabiduría eterna y personificada de Dios. Es el sentido último de todas las cosas que da consistencia a todo. Es la Verdad que confirma todas las verdades. Jesucristo es la verdad del hombre hecho a imagen y semejanza de Dios. Jesús es la verdad, porque mirándolo a Él, vemos la imagen del Padre. Cuanto más nos acercamos a Cristo, más nos humanizamos; cuanto más nos alejamos de Cristo, más nos desfiguramos. El que no se transfigura se desfigura. Cristo, el hombre perfecto, el hombre verdadero.
• Sin vida, sólo hay muerte. Jesús nos muestra el sentido de la vida. Jesús es la vida, porque caminando como Jesús ha caminado, estaremos unidos al Padre y tendremos la vida en nosotros. Jesús es la vida, porque es el único que la posee en plenitud y puede comunicarla. Es el único camino porque sólo su vida y su muerte muestran a la humanidad el itinerario que la pueda llevar a la máxima realización. Los hombres se realizan plenamente, desde una vida sostenida e iluminada por el amor fraterno, al estilo de Jesús que da vida dando la vida.
  
• Jesús afirma que su intimidad con el Padre no es un privilegio sólo de Él, sino que es posible para todos nosotros que creemos en Él. Jesús promete que través de Él, podemos llegar a hacer las mismas cosas que Él hacía por el pueblo de su tiempo y aun mayores. Y podrán ser verdaderamente mayores si se maduran en la oración y se sostienen desde la Palabra viva del Señor. Para esta misión Jesús intercederá por nosotros. Todo lo que le pedimos, Él se lo pedirá al Padre y lo obtendrá, con tal que sea construir el reino. Las “obras mayores” no son una mayor entrega, ni tampoco milagros mayores que los obrados por Él, sino la expansión de su mensaje por todo el mundo. Lo suyo ha sido sólo el comienzo de un futuro mucho más extenso, un cambio de rumbo para la humanidad.
• Serán sus discípulos los que la extiendan por todas las naciones haciendo de la Iglesia “casa y escuela de comunión”. Sin embargo, la Iglesia tampoco es la "casa definitiva", sino sólo el símbolo de aquélla a la que caminamos ya que también ella peregrina hacia el Reino del Padre con los dones del Señor y su fragilidad humana.
• Por esto la Iglesia siempre tiene que volver continuamente a las raíces del Evangelio y no confundirlo con tendencias propias de un momento histórico o de una cultura determinada o en la imitación de la ciudad terrena y política.
• Jesús les insiste a sus discípulos que las peticiones hechas en su nombre serán escuchadas siempre, esta certeza se funda en que Él mismo escuchará la oración de sus discípulos.
• En Jesús todo es revelación del Padre. Los signos y obras que realiza son las obras del Padre. Así como Jesús fue un reflejo claro del Padre para los suyos, nosotros en nuestro modo de vivir y de compartir, tenemos que ser una revelación de Jesús Dios para este mundo. El que nos ve, tiene que poder ver y reconocer en nosotros algo de este Jesús de Nazaret que caminaba con los pobres, acogía a los marginados, curaba a los enfermos, reinsertaba a los excluidos, desde una obediencia que lo identificaba totalmente con el Padre.
• El testimonio de vida es el mejor canal de evangelización. No se trata tanto de hacer cosas para dar ejemplo, ni de repetir gestos o copiar actitudes que nos parecen loables. Es una nueva vida que va surgiendo por connaturalidad con el origen de la vida, que es Dios y su enviado Jesucristo. Que nuestra vida sea, como la de Jesús, un reflejo de la vida de Dios para que los que nos rodean se sientan invitados a seguir el camino de Jesús.

Para discernir

• ¿Cuál es el camino por el que más transita mi vida?
• ¿Dónde se apoyan mis criterios de juicio sobre las distintas realidades?
• ¿En que situaciones experimento que “hay Vida”?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…Sos mi camino, mi verdad y mi vida…

Para la lectura espiritual

…Hace algunos años, un hombre de Dios que me guiaba entonces me envió un mensaje que me asustó mucho: «Sea siempre fiel a Dios en la observación de sus promesas y no se preocupe de las burlas de los insulsos. Sepa que los santos siempre se han hecho la burla del mundo y de los mundanos y han sido pisoteados por el mundo y por sus máximas. El campo de la lucha entre Dios y Satanás es el alma humana, donde se desarrolla esta lucha en todos los momentos de la vida. Para vencer a enemigos tan poderosos, es preciso que el alma dé libre acceso al Señor y sea fortalecida por él con toda suerte de armas, que su luz la irradie para combatir contra las tinieblas del error, que se revista de Jesucristo, de su verdad y justicia, del escudo de la fe, de la Palabra de Dios. Para revestirnos de Jesucristo, es preciso que muramos a nosotros mismos. Estoy seguro de que nuestra Madre celestial le acompañará paso a paso.
Estaba yo confuso, mi mente daba vueltas, cavilaba en estos pensamientos sin llegar a ninguna conclusión. Pasó después otro trecho de vida y comprendí que morir a nosotros mismos es hacernos vivir a nosotros mismos. Caigo en la cuenta de que los momentos de vida plena son aquellos en que siento la tentación de hacer vivir en mí a Dios y su voluntad. Al final he comprendido que abandonarme a Dios no significa haber superado todos mis problemas, sino querer verdaderamente, con todo mi ser, que él pueda obrar en mí y pueda encontrar en mí una plena colaboración. Al leer ahora de nuevo esta carta, cada palabra toma un valor diferente y, contrariamente a hace algunos años, me anima a continuar por este sendero…
(E. Olivero, Amar con el corazón de Dios, Turín 1993, pp. 72s).

Para rezar

Para mí, Jesús es
El Verbo hecho carne.
El Pan de la vida.
La víctima sacrificada en la cruz por nuestros pecados.
El Sacrificio ofrecido en la Santa Misa por los pecados del mundo
y por los míos propios.
La Palabra, para ser dicha.
La Verdad, para ser proclamada.
El Camino, para ser recorrido.
La luz, para ser encendida.
La Vida, para ser vivida.
El Amor, para ser amado.
La Alegría, para ser compartida.
El sacrificio, para ser dado a otros.
El Pan de Vida, para que sea mi sustento.
El Hambriento, para ser alimentado.
El Sediento, para ser saciado.
El Desnudo, para ser vestido.
El Desamparado, para ser recogido.
El Enfermo, para ser curado.
El Solitario, para ser amado.
El Indeseado, para ser querido.
El Leproso, para lavar sus heridas.
El Mendigo, para darle una sonrisa.
El Alcoholizado, para escucharlo.
El Deficiente Mental, para protegerlo.
El Pequeñín, para abrazarlo.
El Ciego, para guiarlo.
El Mudo, para hablar por él.
El Tullido, para caminar con él.
El Drogadicto, para ser comprendido en amistad.
La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga.
El Preso, para ser visitado.
El Anciano, para ser atendido.
Para mí, Jesús es mi Dios.
Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único amor.
Jesús es mi Todo.

Teresa de Calcuta

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21 de Mayo de 2011 – SABADO IV DE PASCUA

El que me ha visto ha visto al Padre

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 14, 7-14

Jesús dijo a sus discípulos:
«Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto.»
Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta.»
Jesús le respondió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras.
Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras.
Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los dichos de Jesús con que se inicia la lectura del Evangelio de hoy son continuación de su declaración: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí” (v.6). Esa identificación de pertenencia y permanencia de Jesús con el Padre, que da sustento a su esencia divina, no es un concepto que los discípulos logran aceptar fácilmente. Jesús insiste en “abrir los ojos” de los discípulos para que puedan entender que verlo a él es como mirar al Dios invisible. “Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto” (v.7). La respuesta de Jesús dejó claro que no se trataba de lugares y viajes literales. Al contrario, se trataba de llegar al seno del Padre, algo posible únicamente por medio de Jesús.
Sin embargo, Felipe es vocero de la necesidad de una prueba más concreta de lo que Jesús está afirmando. No sabemos si es vocero de sí mismo o si esta duda carcomía la fe de buena parte de los discípulos (un indicio puede ser el uso del plural “muéstranos…nos”). De todas maneras, el hecho de que Juan el evangelista haya decidido incluir este diálogo en sus escritos muestra por sí solo que la interrupción de Felipe al discurso de Jesús era crucial. Su intervención es precisa y al punto: “Señor, muéstranos al Padre y nos basta” (v.8). Pedía una teofanía, una manifestación visible de la gloria de Dios, tal como se le había concedido parcialmente a Moisés (Ex.24.9-11; 33.18-23).
Jesús le responde a Felipe por su nombre pero inmediatamente después se dirige a todos los discípulos. Sus dichos ahora son de reclamo amoroso y aluden a los tres años de convivencia con él que incluía innumerables hechos y dichos que daban crédito suficiente a su íntima filiación e identificación con el Padre: “Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen?” (v.9a). Seguidamente Jesús vuelve a afirmar que siendo la expresión visible del Padre, era la imagen misma de Dios “El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: ”Muéstranos al Padre”? (v.9b).
Es interesante ver la manera en que Jesús amplió su afirmación en el versículo 10: “¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí?”. Otra vez, no era cuestión de tomar sus dichos con estrechez literalista, como si mirar a Jesús fuera un equivalente de la experiencia de Isaías en el Templo o la de Moisés en el Sinaí. Se trataba de una presencia única en la historia de la humanidad y su relación con Dios. La presencia del Dios de la creación se había hecho carne y mostraba su gloria y su imagen a los hombres en la persona de su Hijo Jesús: “Al principio era la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la palabra era Dios…Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad…Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre” (Juan 1.1, 14, 18).
Seguidamente, Jesús declara que él hacía presente a Dios en sus dichos “Las palabras que digo no son mías…” y en sus hechos “…el Padre que habita en mí es el que hace las obras…Créanlo, al menos, por las obras” (v.10b, 11b). Es decir, se veía la presencia de Dios en la perfecta unidad entre palabras y acciones en Jesús. Tener un encuentro con Jesús era entrar en la presencia de Dios. Así se “veía” a Dios. De esa manera podía adentrase en el misterio de la Trinidad. “Créanme: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí” (v.11a).
El versículo 12 donde Jesús les dice: “Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores porque yo voy al Padre” no debe entenderse en el sentido de que los creyentes harán obras más milagrosas o hechos sobrenaturales más impresionantes, sino en una perspectiva escatológica. Es decir, porque iban a pertenecer a las obras del Reino de Dios llegado a través de Cristo y consumado en el cumplimiento de su misión soteriológica y vivificante. En sus palabras finales “…porque yo voy al Padre” encontramos el porqué de esa comparación de obras. Tenían que ver con el propósito del seguimiento de las obras de Cristo en el establecimiento del Reino de Dios y la inminente instauración de la Iglesia en Pentecostés.
De todos modos, los dos versículos siguientes aclaran que la promesa de obras mayores no debe llevarnos a pensar en algún tipo de competencia entre Jesús y los discípulos. Así como las obras de Jesús eran al mismo tiempo obras del Padre (v.10), también las obras de los discípulos serían al mismo tiempo obras de Jesús (vs.13-14). Es decir, hay una relación íntima entre “creer en mi” (v.12) y “pedir en mi nombre” (v.13). Hay un vínculo estrecho entre las peticiones de los discípulos y la misión del Hijo en la cual entrarían.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuáles son los argumentos visibles que ofrece Jesús para mostrar su identidad divina?
 ¿Qué diferencia el texto cuando habla de obras de Jesús y de los discípulos?
 ¿Qué relación hay entre el diálogo de Jesús con el Padre y mis oraciones al Padre en el Nombre de Jesús?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué formas tengo hoy de “ver” a Dios en Jesús?
 ¿Qué significa realmente pedir algo “en el Nombre de Jesús”?
 ¿Qué tipo de obras puedo hace hoy que sean asimilables a mi fe en Cristo?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que sos uno con el Padre y que intercedés por nosotros, ayúdanos a rezar en tu Nombre de la manera y por las cosas que honren esa invocación. Danos la oportunidad y la voluntad de realizar obras que manifiesten nuestra pertenencia a tu Iglesia visible. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Leo nuevamente el texto bíblico en voz alta. Lo hago lentamente, dándole sentido y entonación al diálogo. Medito en cada palabra dicha por Jesús. Reflexiono en los motivos de mis oraciones y las obras que realizo y las comparo a la luz de mi pertenencia a Cristo como discípulo.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Qué obras y acciones cristianas haré hoy que me identifiquen como hijo de Dios?
 ¿Por qué cosas rezaré hoy pensando en el Nombre que invocaré?
 ¿Cómo fortaleció mi fe la lectura orante de hoy?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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20 de mayo de 2011 - Viernes de la cuarta semana de Pascua
(no recibimos aún la Lectio)

Yo soy el camino, la verdad y la vida

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 13, 26-33

Habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:
«Hermanos, este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham y los que temen a Dios. En efecto, la gente de Jerusalén y sus jefes no reconocieron a Jesús, ni entendieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado, pero las cumplieron sin saberlo, condenando a Jesús.
Aunque no encontraron nada en él que mereciera la muerte, pidieron a Pilato que lo condenara. Después de cumplir todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del patíbulo y lo pusieron en el sepulcro.
Pero Dios lo resucitó de entre los muertos y durante un tiempo se apareció a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, los mismos que ahora son sus testigos delante del pueblo.
Y nosotros les anunciamos a ustedes esta Buena Noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros padres, fue cumplida por él en favor de sus hijos, que somos nosotros, resucitando a Jesús, como está escrito en el Salmo segundo: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.»
Palabra de Dios.

SALMO Sal 2, 6-7. 8-9. 10-12a (R.: 7)
R. Tú eres mi hijo, hoy yo te he engendrado.

«Yo mismo establecí a mi Rey
en Sión, mi santa Montaña.»
Voy a proclamar el decreto del Señor:
El me ha dicho: «Tú eres mi hijo,
yo te he engendrado hoy.» R.

«Pídeme, y te daré las naciones como herencia,
y como propiedad, los confines de la tierra.
Los quebrarás con un cetro de hierro,
los destrozarás como a un vaso de arcilla» R.

Por eso, reyes, sean prudentes;
aprendan, gobernantes de la tierra.
Sirvan al Señor con temor;
temblando, ríndanle homenaje. R.

EVANGELIO
X Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6

Jesús dijo a sus discípulos:
«No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy.»
Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?»
Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»
Palabra del Señor.

ü Para reflexionar

• Pablo al comienzo de su predicación, como lo hace en la Sinagoga de Antioquía de Pisidia, se dirige a los judíos y a los que «temen a Dios». Más tarde, a causa de los rechazos y las persecuciones, se verá obligado a dirigirse directa y prioritariamente a los gentiles.
• En la segunda parte de su discurso en la sinagoga, Pablo afronta ya directamente el tema de Jesús como enviado, como el Mesías, y no reconocido por el pueblo judío. Más aún, las autoridades de Jerusalén lo han llevado a la muerte. Pero Dios lo resucitó.
• Pablo se atreve a anunciar gozosa y claramente que Dios ha cumplido la promesa que hizo a sus padres, resucitando a Jesús y lo hace presentando una serie de «hechos» históricos y conocidos. El cristianismo no es una ideología, sino un acontecimiento que tuvo una historia y una geografía: eso sucedió en tal época y en tal ciudad... eso continúa hoy y aquí. De Jerusalén a Antioquía de Pisidia.
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• Jesús, después de lavar los pies a los discípulos, anuncia su muerte, la traición de Judas y las negaciones de Pedro. Los apóstoles están inquietos, estos anuncios han creado un clima de tristeza pero Jesús pide un acto de fe en su persona, total y sin reserva; que les traerá la paz a pesar de que ha anunciado el futuro de su muerte.
• El motivo de la confianza, es que Jesús ha venido al mundo para asociar con Él a sus discípulos, unión que se realiza ahora por el Espíritu, pero tendrá plenitud cuando Jesús "vuelva”.
• Seguirlo es el objetivo de la vida, es hacia donde camina la humanidad. Estar con Dios, estar donde está Jesús.
• La pregunta de Tomás muestra la incomprensión de los discípulos respecto a todo lo que Jesús les ha ido enseñando. Jesús ha explicado muchas veces que va hacia la plenitud de la vida del Padre y que el camino que conduce a esta plenitud es su entrega por amor hasta la muerte. Los discípulos, a pesar de que también deben seguir este camino, aún no lo han comprendido.
• Jesús responde presentándose a sí mismo como camino: el que se una a Él y haga como Él, irá al Padre. Cristo, va delante y abre los caminos. El ha roto el círculo infernal de la finitud humana, de la mortalidad y del pecado. Jesús ha abierto "la salida".
• Pero añade aún un nuevo paso: Él es “la verdad”, es decir, la auténtica realización humana, porque manifiesta y hace lo que Dios es y quiere. Sin Cristo la humanidad está encerrada en sus límites; pero aquí se abre una esperanza. No seremos siempre egoístas, injustos, duros, impuros, débiles.
• Y también es “la vida”, es decir, la plenitud del ser hombre, la culminación de todo, la superación de todo mal y de la misma muerte. La humanidad no será siempre violenta, excluyente, racista, injusta, agresiva y no estará dividida.
• Esta es la "buena nueva": la historia tiene un sentido, el hombre tiene un sentido, todo hombre está destinado a vivir cerca del Padre.
• Nos invaden proyectos económicos que muchas veces arrasan la vida en todas sus formas, se extiende el individualismo imperando la ley del: sálvese quien pueda. Crece la dependencia y la exclusión. No vemos el camino ni el rostro de Dios en nuestra gente. Ante este mundo desconcertado y perdido que busca la felicidad en ideologías mesiánicas o en placeres pasajeros, evangelizar será en definitiva anunciar a Cristo Jesús como la gran respuesta de Dios.
• Fuera de Él no hay verdad ni vida, porque Él es el único camino. Eso debe notarse en los mil pequeños detalles de cada día. Estamos llamados a seguir su estilo de vida en nuestro trato con los demás, en nuestra mirada de la historia, en nuestra manera de juzgar los acontecimientos. Jesús camina por donde la vida está amenazada, donde la vida quiere crecer, donde la vida vale. Para darnos certeza, se adelanta.
• El seguimiento de Jesús nos plantea algo más que su imitación. Nuestro camino tiene que ser el de la comunidad de discípulos que encontraron en Jesús un camino para el encuentro con Dios, que se traduce en el amor a todos los hombres y a todo hombre; especialmente a los más pobres y desamparados.
• Esta manera de ver y vivir la vida cristiana nos lleva a arriesgarnos creativamente a andar por nuevos caminos. Hoy como ayer, el verdadero discípulo de Jesús sabe que "se hace camino al andar".

ü Para discernir

• ¿Cuáles son nuestros temores en la fe?
• ¿Esperamos el encuentro definitivo con Dios?
• ¿Por dónde va mi camino para entrar en la “morada” de Jesús?

üRepitamos y vivamos hoy la Palabra:

«Tu eres el camino, la verdad y la vida».

ü Para la lectura espiritual

…Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Mientras Jesús está ausente, los discípulos han de defenderse de la turbación y afirmar su fe en Dios y en Él mismo, puesto que llegará un día en que volverá el Señor a colocarlos junto a Sí en la vida bienaventurada. Cuando Jesús responde a Tomás, se da a conocer como Camino, Verdad y Vida. Comenta San Agustín:
«Si lo amas, vete detrás de Él. Lo amo, contestas, ¿por qué camino seguirlo? Si el Señor Dios tuyo te hubiera dicho: “Yo soy la Verdad y la Vida”, tu deseo de la Verdad y tu amor a la Vida te llevarían ciertamente a la búsqueda del camino que te pudiera conducir a ellas y te dirías a ti mismo: “Magnífica cosa es la Verdad y magnífica cosa es la Vida, si existiera el camino de llegar a ellas mi alma”. ¿Buscas el camino? Oye lo primero que te dice: “Yo soy el Camino”... Dice primero por dónde has de ir y luego adónde has de ir. En el Señor del Padre está la Verdad y la Vida; vestido de nuestra carne es el Camino»…
(Tratado 34,9 sobre el Evangelio de San Juan).

ü Para rezar

Señor Jesús,
queremos seguirte
como los primeros apóstoles
a quienes llamaste
'para que estuvieran contigo'.
Tú eres el camino hacia el Padre,
por eso no podremos extraviarnos
si te seguimos.
Tú eres luz, guía segura,
señal de pista hacia la meta;
sólo tú das sentido a nuestro vivir.
Tú eres la verdad de Dios,
eres nuestra raíz y nuestro cimiento,
la roca firme, la piedra angular,
el monte que no tiembla,
el 'Amén', el Sí total, continuo y gozoso
a la voluntad del Padre.
Tú eres la vida de Dios,
por eso nos animas
y nos salvas de todas las muertes
que amenazan con destruirnos.
Tú nos acompañarás
cuando atravesemos la frontera.
También entonces -entonces sobre todo-
serás nuestro alimento,
nuestro viático para el camino,
continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos:
emprenderemos contigo nuestro último viaje.
Tú, Señor,
nos conduces, nos iluminas y nos salvas.
Nosotros creemos en ti
y no somos menos privilegiados
que tus primeros discípulos:
aunque te has ocultado a nuestra vista
has puesto ojos en nuestro corazón
y has reservado para nosotros una bienaventuranza:
'Dichosos aquellos que sin ver
creerán en mí'.
Gonzalo

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19 de mayo de 2011 – JUEVES IV DE PASCUA

El que reciba al que yo envíe me recibe a mí

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 13, 16-20

Después de haber lavado los pies a los discípulos, Jesús les dijo:

«Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía. Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.
No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se volvió contra mí.
Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.

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