NUESTRA PALABRA DE CADA DIA - Lecturas y comentarios de la Vicaría de Pastoral de la Arquidiócesis de Buenos Aires

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21 de marzo de 2011 – LECTIO DIVINA – LUNES II DE CUARESMA – Ciclo A

X Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 36-38

Jesús dijo a sus discípulos:
«Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto del Evangelio de hoy está inmerso en un discurso fundamental en el ministerio público de Jesús y que es equivalente al Sermón de la montaña según san Mateo (Mt. Cap.5-7). En este caso, se trataría en realidad del “Sermón de la llanura” (vs.17). Lucas lo ubica cronológicamente inmediatamente después de la institución de los doce apóstoles.
El contexto inmediato anterior del texto ya dentro del “Sermón de la llanura” son las bienaventuranzas y las ayes, que luego pasa a una dimensión nueva del amor que incluye el conocido “poner la otra mejilla” y el amar a los enemigos. Este nivel de piedad cristiana que en el caso de san Mateo se resume en “Sean perfectos, como es perfecto el Padre que está en el cielo” (Mt.5.48), en el caso del texto de san Lucas y que introduce el párrafo de hoy es la frase “Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso” (vs.36). Podemos aseverar, sin temor a equivocarnos, que la medida de la perfección en el Reino de Dios va de la mano a la de la misericordia y que juntas complementan la vara veterotestamentaria de “Ustedes serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo” (Lv.19.2).
El principio presentado en el versículo 36 se desarrolla inmediatamente en dos mandatos negativos (no juzguen y no condenen) y dos positivos (perdonen y den). Las consecuencias directas de los mandatos son espejos contrapuestos de lo que se pide: no ser juzgados, no ser condenados, ser perdonados y recibir. La frase concluye entonces con el “efecto boomerang” de la medida utilizada con otros en relación a nosotros mismos.
Desde el lado negativo de los mandatos, el juzgar hace que yo me ponga en un lugar que no me corresponde, el estrado de Juez supremo que es atributo único de Dios. El condenar implica un paso más atrevido al anterior, que significa emitir un veredicto condenatorio cuyo lugar será el Tribunal de Cristo.
En lo que refiere a los positivos, el perdonar me obliga a reconocerme a mi mismo como pecador y necesitado de perdón de Dios y de mis semejantes y el dar me pone en la dimensión de que todo lo que tengo proviene del Señor quien a su vez no es deudor de nadie.
La medida o la vara que utilizo para sopesar a mi semejante, que resume la amplitud de mi misericordia hacia el otro, será holgada o estrecha al tiempo de medir mi vida repleta de miserias. La medida, vara o precio equivalente a mi pecado utilizada por el Padre, fue el sacrifico en la cruz de su propio Hijo, esa debe ser mi perspectiva de medición cuando observo a mis semejantes. Por ello, la altura de mi vida cristiana debe ser mensurada al nivel de la misericordia de Dios.
“Dios ha dejado la impronta de su imagen y semejanza en nosotros, y esta imagen de Dios se descubre en quienes son misericordiosos como es misericordioso el Padre que está en los cielos” (Orígenes).

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuál es el contexto del texto en la narrativa del Evangelio de Lucas?
 ¿A quienes dirige Jesús estas palabras?
 ¿Cuáles son los actos de misericordia activos y pasivos?
 ¿Qué significa en el contexto histórico de la devolución en el regazo que habla el versículo 38?
 ¿Cuáles son y que significan las dos direcciones de medida?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
• Preguntas para la meditación:

 ¿Tengo una inclinación a juzgar a otros?
ü ¿La condena a otros es una sentencia habitual en mi corazón?
ü ¿Tengo una actitud perdonadora hacia mis semejantes?
ü ¿Soy una persona generosa con mis bienes?
ü ¿Cuál es la medida, regla o vara que utilizo al observar a otros?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, cuán necesitado estoy de aprender de tu gran misericordia para ser yo también una persona misericordiosa. Ten piedad de mí, y ayúdame a parecerme a vos.
Dios mío, aleja de mí el juicio y la condena y llena mi corazón de perdón y generosidad.
Padre, que reconozca en Jesús y su sacrificio la medida del perdón recibido por mis faltas para poder así mirar a mi prójimo con ojos de verdadero amor. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Observo imaginariamente al Señor dando su enseñanza y me ubico dentro de los oyentes para que sus palabras repercutan de manera especial y personal en mi vida.
Reflexiono en estas palabras mirando con sinceridad mi corazón, sabiendo que Dios lo conoce mejor que yo mismo.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
• Preguntas para la acción:

ü ¿Qué juicio o condena que ocupa mi mente, desecharé hoy?
ü ¿Estoy decidido a perdonar y amar a la persona que me ha hecho daño?
ü ¿Qué necesidad conozco con la que puedo tener la bendición hoy de dar?
ü ¿Qué medida sobre qué persona voy a poner hoy en perspectiva a la entrega de Jesús por mí?

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20 de marzo de 2011 – LECTIO DIVINA - DOMINGO II DE CUARESMA – Ciclo A

Texto: san Mateo 17.1-9

X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 17, 1-9
Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús.
Pedro dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo.»
Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: «Levántense, no tengan miedo.»
Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo. Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El relato bíblico conocido como “La Transfiguración” sucede una semana después del primer anuncio del Señor de su pasión, muerte y resurrección. Coincidentemente con este anuncio se dan, paradójicamente la confesión de fe de Pedro y la reprensión a éste por parte de Jesús. En forma inmediata esto trae aparejado la exhortación del Señor al seguimiento cargando la cruz propia como condición de vida trascendente.
( 16.13-28). Éste es el contexto precedente al texto del Evangelio de hoy.
Al igual que en otras circunstancias cruciales de su ministerio como la resucitación de la hija de Jairo (Lc. 8.51) y su oración en Getsemaní (Mt.26.37), Jesús toma a tres apóstoles que formaban su núcleo próximo para subir al monte. Ellos son Pedro, Santiago y Juan.
Es frecuente que en el Evangelio de Mateo, éste se empeñe en presentar a Jesús cómo el nuevo y renovado Moisés, no solo en términos legislativos (Sermón de la montaña y Leyes mosaicas), sino en términos geográficos. Por ello, la subida de Jesús al monte (¿monte Tabor?) tiene un inevitable paralelismo con la de Moisés al monte Sinaí. Además, mientras Moisés sube en compañía de Aarón, Nadab y Abihú, Jesús lo hace con Pedro, Santiago y Juan. Finalmente, la resplandecencia del rostro de Jesús, nos acerca reminiscencias bíblicas con respecto a la luminosidad del rostro de Moisés al bajar del monte (Ex.39.29-35).
Sin embargo, hay dos análisis semióticos muy fuertes en el relato de la transfiguración del Señor que merecen su análisis por separado.
El primero es la presencia misteriosa de Moisés y Elías. Ellos representan la Ley y los Profetas, o sea todo el Antiguo Pacto. Éstos se ubican a su lado, ocupando Jesús el centro de la escena a modo de elemento unificador y pleno en el plan soteriológico revelado por Dios.
El segundo es la presencia del Padre en medio de una nube luminosa, que trae inmediatamente a la memoria la compañía de Dios con la nube en el peregrinaje del pueblo de Dios en el éxodo. De la misma forma, la voz del Padre aseverando la autenticidad de Jesús como su Hijo a la vez de su total complacencia sobre él y sus palabras, que hace recordar claramente la escena de su bautismo (3.17). El destacable agregado a la declaración del Padre con respecto a la del bautismo es el mandato “¡Escúchenlo!”. No debe pasar para nada desapercibido en la reflexión de este pasaje que la palabra de Dios creadora del Génesis, ahora encarnada cómo palabra viva en Cristo resulta central en la transfiguración.
Se debe tener especial atención a la transformación de la imagen visible de Jesús. Sin dudas que la luminosidad sobrenatural de su rostro y la blancura incomparable de sus vestiduras, le dan a la imagen de Jesús una majestuosidad tal que lo ubica en el centro de la luz no solo de la escena en el monte sino en todo el universo.
La primera reacción, como es habitual, corresponde al apóstol Pedro quien pretende eternizar ese momento sublime haciendo campamento junto a los tres participantes sobrenaturales de la escena. La presencia de la nube y de la voz del Padre se encargan de interrumpir y acallar esa iniciativa que no alcanza a ver todavía la magnitud de lo que está presenciando.
La reacción final de los tres privilegiados espectadores (Pedro, Santiago y Juan) al tremendo suceso fue el temor reverente, temor que de alguna manera los paralizó. Ante esto, Jesús se acerca amorosamente alentándolos a que no tengan miedo.
Ahora Jesús está solo frente a ellos y es hora de bajar del monte, manteniendo reserva de lo visto. No es tiempo para carpas ni campamentos ni tampoco para temores, es la hora de bajar al llano. Allí los espera la realidad de la vida, la curación de un endemoniado epiléptico (vs. 14-21). Durante el camino de bajada solo hay lugar para una discusión teológica sobre la relación misionológica entre Elías y Juan el Bautista (vs. 10-13). Pero el peregrinaje hacia la cruz ha dado un giro decisivo en la historia de Jesús.

• Preguntas para la lectura:
• ¿Qué paralelismos encuentro en el relato entre las figuras de Jesús y la de Moisés?
• ¿Cuáles son los contextos anteriores y posteriores al relato y qué importancia tienen éstos?
• ¿A qué se debe la reacción de Pedro?
• ¿Cuál es la intencionalidad del Padre en hacer su declaración?
• ¿Qué significado tiene la transformación física visible de Jesús?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:
• ¿Me identifico de alguna manera con la propuesta de Pedro, al querer eternizar y separar de la cotidianeidad algún momento de especial espiritualidad personal?
• ¿Tengo en cuenta la exhortación del Padre en relación a la escucha necesaria a su Hijo Jesús?
• ¿La presencia de Jesús me da temor o ánimo para “bajar del monte” hacia la acción concreta de una vida cristiana comprometida?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, enséñame a contemplarte en tu grandeza y majestuosidad.
Cristo, ten piedad e mis egoísmos disfrazados de espiritualidad individualista.
Padre, ayúdame a tener siempre oídos atentos a la voz de tu Hijo Jesucristo. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Contemplo la escena del monte de la transfiguración y me admiro reverentemente de la luminosidad de Cristo en el centro de revelación de Dios.
Me siento como si estuviera bajo la nube y escucho son profunda atención la voz del Padre.
Reflexiono en el equilibrio que debo tener entre el temor ante la grandeza de Cristo y su mano amorosa y amigable que me invita a seguir sus pisadas.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:
• ¿De qué manera voy a renovar mi escucha a la palabra de Cristo?
• Luego de este tiempo de reflexión “estando en el monte con el Señor”. ¿Cómo voy a encarar mi día de discípulo “bajando del monte a la acción de la vida cotidiana y sus desafíos?

ALTERNATIVA - OTROS COMENTARIOS DEL MISMO EVANGELIO

P. José Cervantes Gabarrón – (Murcia)

El relato de la transfiguración nos cuenta un momento crucial de encuentro revelador de Jesús con Pedro, Santiago y Juan. Ellos sintieron muy cerca la gloria de Jesús. Jesús se transfiguró delante de ellos (Mt 17,2) pues su rostro brilló como el sol. Nuestro refrán dice que la cara es el espejo del alma. Lo que ese rostro revela está en relación con la identidad mesiánica de Jesús, expresada por Pedro anteriormente (Mt 16,16) al decir «tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente» y está en relación también con la predicción de su destino recogida en los dos anuncios de su pasión (Mt 16,21; 17,22-23) que enmarcan la transfiguración. El blanco brillante de la luz pertenece al lenguaje apocalíptico y significa la pertenencia al mundo divino (Dn 7,9; Ap 1,14; 2,17) El diálogo de Jesús con Moisés y Elías resalta la importancia de Jesús. Moisés era el guía liberador del pueblo de la esclavitud de Egipto y mediador de la ley de Dios. Elías era el profeta que ha reconducido al pueblo desde el culto idolátrico a Baal al culto del Dios verdadero. Uno y otro han sufrido el rechazo y la persecución, lo mismo que Jesús. Según la tradición judía, ambos personajes fueron arrebatados al cielo. Al estar hablando con ellos Jesús, se expresa que éste está al nivel de la gloria celestial. Jesús es la plenitud de la ley y los profetas.
A los discípulos que hablan con Jesús la nube también luminosa los cubrió (Éx 24,16). Ellos están envueltos en la teofanía que revela que Jesús es el Hijo amado de Dios. Recurriendo al Dt 18,15 se subraya la necesidad de escuchar a Jesús. El miedo provocado en los discípulos es la reacción normal de las escenas de revelación en el AT. Pero las palabras de Jesús a sus discípulos son propias de un oráculo de salvación: «No temáis» (cf. Mt 28,5.10). San Pablo desde la cárcel exhorta a Timoteo: «Sufre conmigo por el Evangelio, con la fuerza de Dios. El nos salvó y nos llamó a una vida consagrada [...] Jesús ha aniquilado la muerte e iluminado la vida inmortal por medio del Evangelio» (Tim 1, 8b-10). El Evangelio es el instrumento de transfiguración de la vida del apóstol y el sufrimiento por el Evangelio una seña de identidad del discípulo. Lo que realmente transfigura al hombre revistiéndolo de gloria es escuchar la palabra de Dios, es concentrar nuestra atención sólo en Jesús, es contactar con Jesús que nos resucita en medio de los temores de la vida y es comprender el destino del Hijo del Hombre en la Pasión.
Podría parecer que la transfiguración es un acontecimiento exclusivo de Jesús, pero no es así, pues lo que en Jesús es una realidad que revela su identidad divina y su destino mesiánico de gloria que pasa por la Pasión hasta la cruz, en los creyentes es una realidad dinámica de transformación continua del ser para vivir como hijos de Dios. Pablo exhorta a los cristianos a no amoldarse a los criterios de este mundo sino a transformar la vida con la renovación de nuestra mente, por la entrega de la vida, como único sacrificio agradable a Dios (Rm 12,2). Los creyentes nos vamos transfigurando en imagen de Dios por obra del Espíritu (2 Cor 3,18) Siempre es el mismo verbo: Transfigurar En el salmo 50 invocamos al Espíritu: «Renuévame por dentro con Espíritu firme, no me quites tu santo espíritu, afiánzame con espíritu generoso», para que en nosotros se realice la transfiguración de nuestra mente y de nuestro espíritu, quebrantado y humillado, mediante la configuración de la nueva personalidad con Cristo, especialmente a través del amor a los rostros más desfigurados del mundo. Dejemos que nuestra cara sea también el espejo de un alma transfigurada y trastocada por la gloria de Jesús.

P. José Antonio Pagola

La escena conocida como "la transfiguración de Jesús" concluye de una manera inesperada. Una voz venida de lo alto sobrecoge a los discípulos: «Este es mi Hijo amado»: el que tiene el rostro transfigurado. «Escuchadle a él». No a Moisés, el legislador. No a Elías, el profeta. Escuchad a Jesús. Sólo a él. «Al oír esto, los discípulos caen de bruces, llenos de espanto». Les aterra la presencia cercana del misterio de Dios, pero también el miedo a vivir en adelante escuchando sólo a Jesús. La escena es insólita: los discípulos preferidos de Jesús caídos por tierra, llenos de miedo, sin atreverse a reaccionar ante la voz de Dios.
La actuación de Jesús es conmovedora: «Se acerca» para que sientan su presencia amistosa. «Los toca» para infundirles fuerza y confianza. Y les dice unas palabras inolvidables: «Levantaos. No temáis». Poneos de pie y seguidme. No tengáis miedo a vivir escuchándome a mí.
Es difícil ya ocultarlo. En la Iglesia tenemos miedo a escuchar a Jesús. Un miedo soterrado que nos está paralizando hasta impedirnos vivir hoy con paz, confianza y audacia tras los pasos de Jesús, nuestro único Señor.
Tenemos miedo a la innovación, pero no al inmovilismo que nos está alejando cada vez más de los hombres y mujeres de hoy. Se diría que lo único que hemos de hacer en estos tiempos de profundos cambios es conservar y repetir el pasado. ¿Qué hay detrás de este miedo? ¿Fidelidad a Jesús o miedo a poner en "odres nuevos" el "vino nuevo" del Evangelio?
Tenemos miedo a unas celebraciones más vivas, creativas y expresivas de la fe de los creyentes de hoy, pero nos preocupa menos el aburrimiento generalizado de tantos cristianos buenos que no pueden sintonizar ni vibrar con lo que allí se está celebrando. ¿Somos más fieles a Jesús urgiendo minuciosamente las normas litúrgicas, o nos da miedo "hacer memoria" de él celebrando nuestra fe con más verdad y creatividad?
Tenemos miedo a la libertad de los creyentes. Nos inquieta que el pueblo de Dios recupere la palabra y diga en voz alta sus aspiraciones, o que los laicos asuman su responsabilidad escuchando la voz de su conciencia. En algunos crece el recelo ante religiosos y religiosas que buscan ser fieles al carisma profético que han recibido de Dios. ¿Tenemos miedo a escuchar lo que el Espíritu puede estar diciendo a nuestras iglesias? ¿No tememos apagar el Espíritu en el pueblo de Dios?
En medio de su Iglesia Jesús sigue vivo, pero necesitamos sentir con más fe su presencia y escuchar con menos miedo sus palabras: «Levantaos. No tengáis miedo».

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19 de marzo de 2011 – LECTIO DIVINA – SABADO I DE CUARESMA – Ciclo A

Texto: San Mateo 5.43-48

X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48
Jesús dijo a sus discípulos:
«Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.»
Palabra del Señor

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El amor al prójimo se extendía a los miembros del pueblo de Israel, y según Dt. 10.18-19 también a los extranjeros residentes entre los israelitas. El odiar al enemigo no lo ordenaba la Ley, pero podía verse recomendado en textos como Sal. 139.21-22 y otros. De todas maneras, el contexto y la audiencia del sermón de Jesús parece indicar que el “ustedes han oído” se refiere a que un mandato suprabíblico de los escribas y fariseos habían llevado al extremo de “odiar al enemigo”. Nuevamente a este argumento, el Señor contrapone el “pero yo les digo”.
El amor reducido a quienes nos aman o a nuestros familiares y hermanos de la comunidad, es algo que está dentro de la normatividad de cualquier persona. Teniendo en cuenta esta realidad que Jesús fuerza deliberadamente diciendo “¿no hacen lo mismo los publicanos?”, observa que a esta actitud buena, pero ordinaria no le corresponde ninguna recompensa en la economía del Reino de Dios.
El amor a los enemigos forma parte de la “carta de ciudadanía” de los hijos de Dios que con la ayuda del Espíritu Santo procura ser cómo su Padre. Ejemplo claro tenemos de su actitud para sus enemigos “Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores… Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida” (Romanos 5.8 y 10).

La medida del cristiano frente a la actitud, aún buena de los que no lo son, se puede resumir en el horizonte trazado por Jesús en el versículo 47 “qué hacen de extraordinario” que contrasta sustancialmente con el acto “ordinario” del amor correspondido.
Lo “extraordinario” en este segmento del Sermón de la Montaña es amar y rogar por los que nos persiguen y se constituyen en nuestros enemigos. Nuevamente Jesús declara que ésta y no menos que ésta es la credencial de ser sus discípulos: “Así serán hijos del Padre que está en el cielo”. ¿Por qué? “porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos”. Nuestro amor como cristianos debe ser como una luz (un sol) y un refrigerio (una lluvia) que no discrimine de acuerdo a nuestros débiles y egoístas parámetros de quienes son justos o injustos, buenos o malos, sino que abarque a todos.
Con la exhortación “sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo” se resume toda la enseñanza dada en 5, 17-48. En Lc. 6, 36 la exhortación es “Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso”. Al igual que el mandamiento del amor, éste no es un mandamiento nuevo en las Escrituras: “Sean santos porque yo soy santo” (Lv.11.44-45).
“Porque no nos mandó simplemente amar a quienes nos aborrecen, sino también rogar por ellos. ¡Mirad por cuántos escalones ha ido subiendo y cómo ha terminado por colocarnos en la cúspide de la virtud! Contémoslos de abajo arriba. El primer escalón es que no hagamos por nuestra cuenta mal a nadie. El segundo, que si a nosotros se nos hace, no devolvamos mal por mal. El tercero, no hacer a quien nos haya perjudicado lo mismo que a nosotros se nos hizo. El cuarto, ofrecerse uno mismo para sufrir. El quinto, dar más que lo que el ofensor pide de nosotros. El sexto, no aborrecer a quien todo eso hace. El séptimo, amarlo. El octavo, hacerle beneficios. El noveno, rogar a Dios por él. ¡He aquí una cima filosófica! De aquí también el espléndido premio que se le promete”. (Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Ev. de Mateo).

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuál es la base de disenso entre lo que Jesús menciona “ustedes han oído” y su “pero yo les digo”?
 ¿Quién es el centro y horizonte referencial de ese nuevo mandato?
 ¿Cuándo el amor puede ser ordinario y cuándo extraordinario?
 ¿Cuál es la norma de vida cristiana según el versículo 48?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Estoy acotando mi amor a los que me lo corresponden?
 ¿Cuál es mi actitud hacia quienes son mis enemigos o no me aman?
 ¿Quiero vivir una vida cristiana ordinaria o extraordinaria?
 ¿Cuál es la medida del amor que me identifica con el carácter de Dios?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a apartar de mi corazón pensamientos de rencor u odio a mis enemigos o aquellos que con sus actos me han demostrado rechazo hacia mi.
Señor, con la guía de Espíritu Santo, enséñame a orar de todo corazón por el bien de mis enemigos.
Señor, que pueda con mis actos demostrar ese amor a todos sin calificar previamente entre buenos y malos, justos e injustos, de acuerdo a mis débiles y egoístas parámetros. Amen.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me ubico imaginariamente como audiencia presente en el sermón del Señor.
Busco que sus palabras, produzcan en mí la misma sorpresa y asombro que seguramente provocó en sus primeros oyentes.
Pienso en la actitud suprema de amor de Dios que me amó a pesar de mis enemistades para con Él, y que lo hizo entregando su Hijo en la cruz por mí.
Recapacito en la oración de Jesús en la cruz por sus asesinos “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Por qué personas que considero, enemigos, adversario o simplemente quienes me han dañado por a rezar hoy para que Dios las bendiga?
 ¿Qué acciones concretas de amor voy a realizar por personas ajenas a mi círculo íntimo de amistad o familiaridad?

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18 de marzo de 2011 - LECTIO DIVINA - VIERNES I DE CUARESMA - Ciclo A

Texto: San Mateo 5.20-26

X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 20-26
Jesús dijo a sus discípulos:
«Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto del Evangelio del día de hoy está dentro del conocido Sermón de la montaña. Jesús, a modo de “nuevo Moisés” se encarga específicamente de encuadrar sus mandatos en relación a la ley mosaica. En este caso a uno de los Diez mandamientos “No matarás”.
En el versículo 17 hace una introducción importantísima al tema: “No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.” El término “la Ley o los Profetas” debemos entenderlo como lo que hoy conocemos como Antiguo Testamento.
Jesús aclara que para entrar en en Reino de los Cielos, no basta con conocer, enseñar o hacer cumplir la ley de Dios. Se requiere una justicia mayor, que es la que adquieren aquellos que buscan el sentido profundo de vida que el Dios de la palabra le impartió a su ley. Un cumplimiento gozoso y agradecido alejado de un formulismo hipócrita y fundamentalista.
El segmento discursivo que se inicia en el texto leído y que culmina en el versículo 48 está estructurado sobre seis antítesis “Han oído vs. Yo les digo”. Esto, lejos de contradecir lo que se había dicho, lo aclara, buscando el significado primero y espiritual de la norma mosaica. El “han oído” también muestra que lo escrito muchas veces ha sufrido modificaciones acomodadas a la falsa justicia de quienes enseñaban.
El mandamiento siempre vigente de no quitar la vida a otro ser humano en donde reposa la imagen misma de Dios, tiene en la enseñanza de Jesús un vuelo revelador. El asesinato es el último y trágico escalón que comienza con albergar en nuestro corazón ira, odios que al principio pueden manifestarse con insultos y hasta maldiciones. Pero el ADN del desprecio por la vida de mi prójimo ya anida en ese corazón.
El Gehena era un valle fuera de las murallas de Jerusalén. En tiempos remotos, allí había existido un altar al dios Maloc y en ese lugar se habían asesinado personas a modo de ofrenda. En tiempos de Jesús, ese monte era usado a modo de “quema” de las basuras de la ciudad. Tiene por lo tanto una relación directa con la matanza de seres humanos y con la figura del Infierno bíblico.
Inmediatamente Jesús, lleva el tema del conflicto personal a la esfera de la práctica piadosa de la limosna que se hace en presencia de Dios (en el altar). Allí hay dos elementos fundamentales. En primer lugar que la reconciliación con mi hermano es requisito previo a una muestra visible de piedad cristiana. En segundo término, que el sujeto activo que busca la reconciliación es el que recuerda que otro tiene un conflicto conmigo. De esta manera el hecho de quien comenzó la contienda pasa a un segundo plano. Lo importante no es quien la comienza, sino quien la finaliza buscando la reconciliación de una manera activa.
Finalmente, Jesús indica la urgencia de la reconciliación antes de que el conflicto se extienda y agrande. El tiempo no soluciona los conflictos, seguramente los agravará.
“El que odia es semejante a un asesino” (Teodoro de Heraclea).
“Por consiguiente, podemos entender espiritualmente por altar en el templo interior de Dios la misma fe, cuyo signo es el altar visible. En efecto, cualquiera que sea la ofrenda que hacemos, ya se la profecía, ya la predicación, ya la oración, ya el himno, ya el salmo o cántico y cualquier otro don espiritual que el ánimo ocurra, no puede ser acepto a Dios i no está apoyado en la sinceridad de la fe; y sobre ella, fija e inmutablemente, como sobre el altar, se coloca para que pueda ser intachable y puro lo que decimos”. (Agustín, Sermón del Señor en la Montaña).

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué entiende Jesús por una justicia mayor a la de los escribas y fariseos?
 ¿Cuál es el hilo conductor en el pensamiento de Jesús entre actitudes de ira, enojo y
desprecio a otro con el asesinato?
 ¿Qué relación existe entre la temporalidad de un acto piadoso y una vida de amor
entre hermanos?
 ¿Cuál es la urgencia de la reconciliación entre hermanos?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿En que medida mi justicia es superadora a una centrada en mi imagen religiosa exterior
o en hacer visible mis conocimientos doctrinales?
 ¿Estoy anidando en mi corazón sentimientos de odio, rencor o ira contra algún hermano?
 ¿He llegado a insultar a alguien a quien tengo resentimientos?
 ¿Estoy dispuesto a reconciliarme con mi hermano que me ha herido antes de mi próxima muestra visible de piedad cristiana?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor ayúdame como me ayuda el texto del profeta Ezequiel a tener un corazón nuevo y un espíritu renovado.
Señor, que mi justicia refleje en todo momento mi pertenencia como tu discípulo y que nazca de un corazón gozoso de cumplir tus mandatos.
Señor, que la ira, el odio o el rencor no se aniden en mi corazón.
Perdona Señor mis ofensas, ten piedad y misericordia.
Señor, ayúdame hoy a tener el coraje de acercarme a mi hermano y reconciliarme con él. Amen.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en las palabras del Señor y agradezco su búsqueda de que mi corazón permanezca puro y disfrute el gozo de su salvación y de ser su discípulo.
Medito en lo profundo de mi mente y corazón buscando sentimientos de ira, odio o rencor y los pongo delante del Señor buscando su perdón y limpieza.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Qué importancia le voy a dar de ahora en más en mi vida a sentimientos de ira, odio o rencor?
 ¿Voy a reflexionar y callar antes de que un insulto salga de mi boca?
 ¿Qué acción voy a tomar hoy con quien mantengo una contienda?

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17 de marzo de 2011- LECTIO DIVINA – JUEVES I DE CUARESMA – Ciclo A

Texto: San Mateo 7.7-12

X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 7-12
Jesús dijo a sus discípulos:
«Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ícuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.»
Palabra del Señor

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto bíblico del Evangelio del día está dentro del Sermón de la montaña. Los relatos corresponden a la eficacia de la oración (vs. 7-11) y el resumen de la Ley que también es conocida como la Regla de oro (vs. 12), quizá uno de los resúmenes más acabados de ese sermón.
Los tres verbos que utiliza Jesús y que asimila a la oración adecuada son “pedir, buscar y llamar”. La respuesta de Dios ante estas peticiones es “se les dará, encontrarán y se les abrirá”.
El pedir implica humildad y consciencia de necesidad. Buscar es pedir mas actuar, se trata de vivir en armonía con la voluntad de Dios. Llamar es pedir más actuar más perseverar, en donde la perseverancia al mismo tiempo fortalece y perfecciona las acciones anteriores.
Jesús compara el diálogo y la ecuación pedido-respuesta a la que se realiza entre un hijo y su padre y agrega “Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!
El relato también gira en relación al pedir “cosas buenas”. El pedir de acuerdo a la voluntad de Dios y con una actitud de humildad y de espera paciente es importante en la dinámica de la oración en el texto bíblico. Basta mencionar a Santiago que dice al respecto con toda claridad: “Ustedes no tienen porque no piden. O bien piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones” (Stg. 4.2b-3).
La denominada “regla de oro” ya se conocía entre los judíos y otros pueblos de la antigüedad, incluso como resumen de la Ley. Era citada de manera proverbial sobre todo en su forma negativa, es decir “no hagan con otros lo que no quieran que ellos hagan con ustedes”. Jesús la proclama en forma positiva, como principio de acción. Esta forma proactiva de interpretar la ley está en perfecta consonancia con la segunda parte de Gran Mandamiento “y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. La vida de un seguidor de Cristo siempre debe reflejar el amor activo de quien busca primero el bienestar del otro sin egoísmos ni especulaciones reactivas.
“El pedir tiene por objeto obtener la salud y firmeza del alma a fin de poder cumplir los mandamientos; el buscar tiene por objeto descubrir la verdad. Porque como la vida bienaventurada consiste en la acción y el conocimiento, la acción necesita capacidad de las fuerzas, y la contemplación manifestación de la verdad. Hace falta, por consiguiente, pedir la una para obtenerla y buscar la otra para encontrarla. En esta vida el conocimiento consiste en conocer el camino hacia el bien, más que en poseerlo. Mas cuando uno haya encontrado el camino verdadero, llegará a la posesión del bien, el cual se abrirá sólo al que llama. (Agustín, Sermón del Señor en la Montaña)
“Ahora tampoco nos mandó simplemente pedir, sino pedir con perseverancia y fervor. Eso quiere decir el imperativo ¡Buscad!”. Y de esta manera el que busca, echando de su pensamiento todo lo demás, sólo piensa en lo que busca. Aun cuando de pronto no se abra la puerta, hay que seguir dando al picaporte” (Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Ev. de Mateo)

• Preguntas para la lectura:

 ¿Dentro de qué gran discurso está contenido el texto del Evangelio de hoy?
 ¿Cuál es la diferencia entre pedir, buscar y llamar?
 ¿Cuáles son los resultados de cada una de esas acciones orantes?
 ¿Qué relación traza Jesús entre la oración y el diálogo entre un hijo y su padre?
 ¿Cuál es la comparación de ese diálogo atendiendo al carácter de Dios Padre?
 ¿Cuál es la diferencia entre citar la Regla de oro de manera positiva y de forma negativa?
 ¿Por qué Jesús equipara a esta regla con la Ley y los Profetas?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué significado tiene en mi vida de oración el saber pedir, o pedir bien?
 ¿De que forma busco la voluntad de Dios en mi oración?
 ¿Cuál es mi perseverancia en llamar con insistencia a las puertas del Padre?
 ¿Qué implicancia tiene para mi vida de oración el saber este paralelismo superador de Dios como Padre que atiende los ruegos de sus   hijos?
 ¿Estoy aplicando la regla de oro?
 ¿De aplicarla, lo he hecho hasta ahora de la forma negativa o de la positiva?


3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame con el Espíritu Santo a pedir, buscar y llamar a las puertas del Padre.
Oro con el salmista en el Salmo del día “Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma”.
Señor, dame la sabiduría y el coraje de vivir la Regla de oro como norma habitual de vida que vaya forjando mi carácter de hijo de Dios. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de ubicarme dentro de la audiencia que escucha el sermón del Señor, buscando percibir el impacto de sus palabras para mi vida de oración.
Me ubico en mi vida familiar, como hijo y-o padre en el diálogo de pedido y cumplimiento habitual. Trato de trasladar esa escena a la de un diálogo con mi Padre Celestial que sabe dar cosas buenas a aquellos que se las pidan.
Medito acerca de mis motivaciones para orar y de en que medida pido cosas buenas y en consonancia con la voluntad de Dios.
Reflexiono con sinceridad y profundidad en cuales son las cosas que me agradan que los demás hagan por mí, y busco como haré lo mismo con mis prójimos.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De que manera voy a cambiar mi forma de rezar aplicando los principios y significados del pedir, buscar y llamar?
 ¿Qué cosas buenas voy a pedir al Padre?
 ¿Qué cosas que me gustarían me hagan a mí haré hoy y a quienes?

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16 de marzo de 2011 – LECTIO DIVINA - MIERCOLES I DE CUARESMA – Ciclo A

Texto: San Lucas 11.29-32

X Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: «Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.»
Palabra del Señor

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El episodio narrado en el texto responde a una pregunta hecha en el verso 16 “Otros para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo”. La demanda de ellos era malvada, porque además de ser insultante e insolente era también hipócrita, porque se sentían seguros de haber pedido a Jesús algo que él no podría de ningún modo realizar.
Jesús había dado a los hebreos muchas señales, sobre todo curaciones y exorcismos, incluso el milagro de los panes y las resurrecciones. Lo que él rechaza es una señal espectacular que venga del cielo, señal esperada por algunos apocalípticos hebreos.
En Lucas la señal de Jonás se refiere a la predicación del profeta, mientras que en Mateo (Mt 12.39-41) se convierte primeramente en la ejemplificación directa de la futura resurrección de Jesús. La explicitación de la correspondencia de los tres días viene probablemente del mismo Mateo, que explica una frase de Jesús que citaba simplemente el signo de Jonás (Mt. 16.4). Marcos refiere sólo el rechazo de la señal pedida (Mr. 8.12).
En primer lugar, Jesús apela al ejemplo bíblico de la visita de la reina de Saba en 1 Reyes 10.1. Ella, una pagana, vino de los confines de la tierra (probablemente la región en la que hoy se encuentra Yemen) para escuchar a un simple mortal, Salomón. En el día del juicio, esa generación incrédula deberá reconocer su error al no haber escuchado a Jesús, un predicador incomparablemente superior a Salomón.
En segundo lugar, el Señor menciona directamente como ejemplo la actitud del pueblo de Nínive ante la predicación de Jonás (Jonás 3.1-10 de la lectura de hoy). Ellos creyeron en Dios, decretaron ayuno y penitencia. El propio rey ninivita tomó esa actitud de arrepentimiento en forma personal, lo cual extendió a sus súbditos por medio de un decreto oficial de ayuno para los hombres y sus animales. Ellos también en el día del juicio podrán co-juzgar a esta generación que no reconoce en Jesús alguien infinitamente mayor que el profeta Jonás.
Jesús utiliza la frase “esta generación” para referirse a sus interpeladores que lo acosaron durante todo su ministerio. Fariseos, escribas y doctores de Ley que no podían a causa de su soberbia reconocer en la economía de Dios, la llegada del Mesías.
“Se manifiesta con evidencia el ministerio de la Iglesia, la cual se reúne con los ninivitas desde todos los confines de la tierra por medio de la penitencia y con la reina del Sur por el celo en recibir la sabiduría para conocer las palabras del pacífico Salomón. Efectivamente, esta reina, formando de pueblos diversos y distantes un solo cuerpo, se ha adquirido un reino indivisible. Así este misterio es grande entendido de Cristo y de la Iglesia. Por éste es todavía mayor, puesto que aquél había sido como una figura, y, sin embargo, ahora el misterio se ha cumplido en su realidad; entonces era la figura de Salomón, mientras que ahora es el mismo Cristo en su cuerpo” (Ambrosio, Exposición sobre el Ev. De Lucas).

• Preguntas para la lectura:

 ¿A raíz de qué pregunta Jesús realiza este relato?
 ¿Quiénes formulan esta pregunta?
 ¿Quiénes son los identificados por Jesús como “esta generación malvada”?
 ¿Qué significa en la respuesta de Jesús el relato de la visita de la reina del Sur al rey Salomón?
 ¿Cuáles son las diferencias entre los evangelios de Lucas y de Mateo en la respuesta de Jesús?
 ¿Qué es lo que Jesús resalta de la actitud de los ninivitas?
 ¿Qué rol ocuparán la reina del Sur y los ninivitas en el día del Juicio?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 Para fortalecer mi fe ¿espero algunas veces señales extraordinarias de Dios en mi vida?
 ¿Desafío al Señor con señales especiales que demuestren su presencia?
 ¿No me bastan para mi fe las señales de Dios mencionadas en las Escrituras y su significado para mi vida y la de la Iglesia?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame siempre a volver a ti de todo corazón, porque vos sos bondadoso y compasivo.
Oro con el salmista en las citas de ese libro del día de hoy:
Tú, Señor, no desprecias el corazón contrito y humillado.
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado!

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo espíritu.

Los sacrificios no te satisfacen;
si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi sacrificio es un espíritu contrito,
tú no desprecias el corazón contrito y humillado. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Medito en el Señor Jesús y en todo su poder, incomparable con cualquier ser humano piadoso de las Escrituras (Salomón, Moisés, Jonás, etc.)
Reflexiono en mi propia predisposición de buscar señales que fortalezcan mi débil fe y me arrepiento de ello, buscando recibir de Jesús y su testimonio en los Evangelios los sostenes de mi fe.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Estoy dispuesto a reconocer hoy mi predisposición de buscar recibir señales que no se condicen con una actitud de fe que descansa en Jesús y su vida narrada en los Evangelios?
 ¿Me decido a vivir hoy la alegría de ser un discípulo de Jesús quien es mayor a todos las personas que pisaron este mundo y lo harán?

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15 de marzo de 2013 – LECTIO DIVINA – MARTES I DE CUARESMA – Ciclo A

Texto: San Mateo 6.7-15

X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 6, 7-15
Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto corresponde a la enseñanza de Jesús sobre la oración que San Mateo incluye en el discurso del Sermón de la montaña (Cap. 5-7).
Al igual que en las enseñanzas sobre el ayuno y la limosna, Jesús hace un claro contraste entre estos actos de piedad cristiana cuando son realizados para ser vistos por los demás o con un verdadero sentido de buscar la mirada y el oído del Padre.
Jesús ya había marcado la diferencia entre la oración pública que requiere de ese grupo su aprobación y la privada que realizada en un lugar secreto, prioriza el beneplácito del Padre (Vs. 5 y 6- Ver lectio divina miércoles 9 de marzo). A continuación (vs.7 y 8) aborda la errónea actitud del orante que busca ser escuchado por otros en base al hablar abundantemente. A esta la enfrenta con la realidad del misterio de la oración en donde “el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan”, lo que hace al uso de muchas palabras teológicamente innecesarias.
La oración es diálogo y alteridad, hablar y agradar al otro; no es un monólogo ni encierro en sí mismo, hablar y agradar a sí mismo.
El modelo de oración del Padrenuestro sigue los modelos de las oraciones enseñadas en el Antiguo Testamento. Consta de una invocación inicial y de siete peticiones. Las tres primeras se refieren a Dios (tu Nombre, tu Reino, tu voluntad), las otras cuatro a los hombres como forma y sentido comunitario (nosotros).
En el Antiguo Testamento, la palabra Padre es poco usada para indicar a Dios y en los Evangelios a Dios se lo llama padre cinco veces, una en la oración del Padrenuestro y una en cada uno de los Evangelios. La palabra usada por Jesús “abbá” refiere a un término afectuoso y familiar asimilable a “papito”, cosa que sin lugar a dudas provocó sorpresa en sus oyentes.
El padre de Jesús se vuelve “nuestro” en en la oración enseñada por el Maestro en donde fundamenta la relación familiar de todos los discípulos, incluyéndolo a él mismo.
La fraternidad de los hijos se da en el establecimiento del reino de Dios. Por ello “venga tu Reino” tiene una centralidad innegable en la oración, de la cual derivan su voluntad en todo el cosmos (el cielo y la tierra).
La provisión diaria del pan tiene también en el “nuestro” un sentido comunitario y solidario. Reconoce la necesidad dependiente cotidiana de Dios para la subsistencia del hijo de Dios a la vez que le da a ésta un continente que abarque a todos los que necesitan de su mano proveedora.
El concepto condicionante del perdón en proporcionalidad a nuestra capacidad de perdonar también está presente en otros pasajes del Nuevo Testamento como Mt.18.35, Mc .11.25, Ef.4.32 y Col.3.13.
“… en el Padrenuestro se afirma en primer lugar la primacía de Dios, de la que se deriva por sí misma la preocupación por el modo recto de ser hombre. También aquí se trata ante todo del camino del amor, que es al mismo tiempo un camino de conversión. Para que el hombre pueda presentar sus peticiones adecuadamente tiene que estar en la verdad”. (Benedicto XVI- Jesús de Nazaret)
“A Dios, que es incomparablemente santo, no lo hacemos más santo por medio de nuestra oración; más bien oramos para que su santo nombre pueda cada día hacerse santo en nosotros” (Crisóstomo).
“Cuando pedimos que se haga la voluntad de Dios no significa que cualquiera podría evitar el cumplimiento de la voluntad de Dios, ni que Él necesite nuestra oración para que se cumpla su voluntad” (Tertuliano).

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuál es el contraste en la práctica orante de los paganos y de los hijos de Dios?
 ¿Cuál es el misterio que fundamenta la innecesidad de la palabrería en la oración?
 ¿De que manera relacional debemos dirigirnos a Dios en oración?
 ¿Qué implicancia tiene la venida de su Reino en la orientación que tendrá la oración?
 ¿Por qué se pide el pan de cada día y se lo hace en plural?
 ¿Qué rol ocupa el perdón activo en la oración?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cuándo oro, tengo la tendencia de abrumar al Señor con mi palabrería?
 ¿Tengo plena conciencia que Dios conoce mis peticiones antes que las se las haga saber? ¿Qué implicancia debería tener esta verdad en mi oración?
 ¿Cuándo rezo el Padrenuestro, lo hago mecánicamente o dándole el profundo sentido que cada palabra tiene?
 ¿En mi oración habitual, privilegio mi persona (el mí) antes que a todo (el nosotros)?
 ¿Qué resultado espiritual tiene para mi vida el perdonar a los demás?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, como lo hicieron los apóstoles te pido “¡Enséñame a orar!”
Rezo el Padrenuestro en forma pausada, pensando el significado de cada palabra.
Señor pediré cada día por el pan para todos, pero no solamente por el material, sino por el espiritual porque vos también nos enseñaste que “El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Busco un lugar privado y en una actitud de espera, sabiendo que el Señor conoce mis peticiones antes de abrir mi boca, permanezco todo el tiempo necesario en silencio.
Reconozco junto a mi hermano y Señor Jesús, al padre como “papito”, portador a su vez de un Nombre santo y poseedor del Reino de los cielos.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Qué momento y lugar voy a destinar para hacer mis oraciones hoy?
 ¿Tomaré la decisión de rezar sin utilizar vanas palabrerías y pensar detenidamente mis palabras?
 ¿Pensaré al rezar en el “nosotros” antes que en el “mi” como sujeto pasivo de la oración?
 ¿Perdonaré de todo corazón hoy a quienes me han ofendido?

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13 de marzo de 2011 - LECTIO DIVINA - DOMINGO I DE CUARESMA -

X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 4, 1-11
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre. Y el tentador, acercándose, le dijo: «Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes.»
Jesús le respondió: «Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»
Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo, diciéndole: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra.»
Jesús le respondió: «También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios.»
El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, y le dijo: «Te daré todo esto, si te postras para adorarme.»
Jesús le respondió: «Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto.»
Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Un primer paralelismo del texto del Evangelio citado, tiene una directa relación con la tentación hacia Adán y Eva en el desierto, que es la primera lectura de hoy. Allí la serpiente pone en duda la palabra de Dios, discutiendo su significado con los dos pobladores del huerto. Ellos creen más en la exégesis de la serpiente, desechando la voz de Dios y las consecuencias son trágicas para sus vidas, toda la humanidad y la creación.
En el relato de la tentación de Jesús, el demonio utiliza también textos de la palabra de Dios para “discutir teología” con la misma palabra hecha carne, Jesús. Es su ataque más audaz, y de él depende nuevamente el futuro de toda la humanidad. Jesús vence la tentación, derrotando así al demonio en el desierto y comienza victorioso su camino de redención por todos nosotros.
La relación directa de las dos tentaciones, sus desenlaces y consecuencias, está desarrollado en la segunda lectura del día de hoy (Romanos 5.12-19), que tiene como verso conclusivo el 18: “Por consiguiente, así como la falta de uno solo causó la condenación de todos, también el acto de justicia de uno producirá para todos los hombres la justificación que conduce a la Vida”.
El segundo paralelismo del relato de la tentación del Señor, tiene que ver con las experiencias del pueblo de Israel luego de la salida de Egipto. Ambas historias tienen como escenario un lugar desértico. Jesús permanece 40 días y el pueblo de Israel 40 años. Tres veces (vs. 4, 7 y 10) Jesús responde con citas tomadas de Deuteronomio, libro que relata la experiencia del pueblo de Dios en el desierto. La diferencia fundamental es que mientras el pueblo de Israel fracasó en las pruebas, Jesús se mantuvo victorioso.
En las dos primeras tentaciones, el demonio comienza su ataque poniendo en discusión sujeta a prueba, la condición de Jesús de Hijo de Dios “Si tú eres Hijo de Dios…”. En el texto inmediato anterior, Dios Padre mismo había hecho oír su voz declarando a Jesús como el Mesías “Éste es mi Hijo amado…” (Mateo 3.17).
En la primer tentación, reclama que Cristo haga valer su “supuesta condición mesiánica” de una manera desfigurada con su misión. La propuesta es que ante su propia hambre, utilice su autoridad con provecho propio. Jesús iba a multiplicar milagrosamente panes, pero como manifestación de su misericordia a la multitud hambrienta.
En la segunda tentación, el demonio utiliza maliciosamente el Salmo 91 que tiene en los versos 11-12 una promesa hecha a los que confían en el Señor. Por eso, hacer lo que el demonio sugería, no era una manifestación de su confianza en la promesa bíblica, sino poner a prueba al mismo Dios. (Deut. 6.16).
En la tercera tentación, el demonio ya no utiliza caminos transversales ni perversas interpretaciones de la palabra de Dios. Ya derrotado por dos veces, decide emprender contra el Mesías directamente y sin ocultamiento. En su propuesta, lo que en esencia le ofrece a Jesús es lograr lo que finalmente obtendría por derecho propio; “ser el rey esplendoroso”, pero sin pasar por el camino del Calvario y de la Cruz. El costo era enorme y audaz: “…si te postras para adorarme”. La respuesta del Señor vence por tercera vez al demonio quien se aleja echado por el mismo Jesús del desierto. “Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor tu Dios, y a él solo rendirás culto”.
Las tres respuestas del Señor al demonio fueron antecedidas por las palabras “Está escrito…”. El conocimiento y la vivencia de la palabra de Dios es fundamental en una vida victoriosa ante las tentaciones. “El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

• Preguntas para la lectura:

ü ¿Luego de qué importante acontecimiento sucede la tentación?
ü ¿Quién conduce a Jesús a la prueba?
ü ¿Qué preparación tuvo Jesús antes de las tentaciones en el desierto?
ü ¿Cuál es el objetivo del demonio de hacerle ver a Jesús la posibilidad de obtener pan?
ü ¿Qué significado tiene la ubicación geográfica en la segunda tentación “la parte más alta del Templo de Jerusalén?”.
ü ¿Para qué el demonio desea que Jesús contemple desde un lugar alto todos los reinos del mundo?
ü ¿Quienes se acercan a Jesús luego de la prueba y lo sirven?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

• ¿Conozco suficiente la palabra de Dios para poder enfrentar las tentaciones?
• ¿Qué significado tiene para mi hoy que Jesús haya vencido en el desierto?
• ¿Qué implicancias tienen en mi gozo en el caminar cristiano saber que el demonio fue derrotado?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a conocer y aferrarme a las promesa de tu palabra para enfrentar la tentaciones.
Señor, te alabo por que por tu victoria, nosotros podemos acceder a una vida de alegría y victoria al ser tus discípulos.
Señor, ten piedad y compasión de mi, borrando mis faltas y crea en mi un corazón puro y renueva la firmeza de mi espíritu. (Del Salmo de hoy). Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Contemplo con admiración y agradecimiento la escena de la tentación en el desierto tratando de apropiarme, para beneficio de mi alma, de la forma en que Jesús enfrenta la prueba.
Tomo conciencia de lo artera de la tentación del demonio al mismo tiempo de la victoria que tengo en Jesucristo y doy gracias por su palabra.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

ü ¿Cómo voy a reaccionar hoy ante la presencia de la prueba?
ü ¿Qué pasaje de la Escritura me auxiliará en la misma?
ü ¿Cómo voy a enfrentar el día conocedor de la victoria de Jesús que me lleva consigo a mi victoria en mi vida espiritual?
ü ¿Con quién voy a compartir lo que la palabra del Dios me enseñó hoy?

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12 de marzo de 2011 - LECTIO DIVINA PARA CADA DIA – Sábado después de Ceniza

Texto: San Lucas 5.27-32
X Lectura del santo Evangelio según san Lucas 5, 27-32
Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme.» El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: «¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?»
Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan.»
Palabra del Señor

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los biblistas han identificado al personaje central de historia (Leví) como Mateo, uno de los Doce. El mismo evangelista se identifica a sí mismo en el relato relacionado (Mateo 9.9) y su identidad en la lista apostólica “Mateo el cobrador de impuestos” (Mateo 10.3).
Leví (Mateo) era un publicano, o sea un funcionario que a pesar de ser judío, recaudaba impuestos para el Imperio Romano. Historiadores resaltan los abusos y despojos que estos publicanos muchas veces estaban dispuestos a realizar con sus propios conciudadanos para el beneficio de las arcas imperiales. Esta circunstancia hacía que para el pueblo, estos funcionarios fueran especialmente despreciados.
En la escena descripta en el texto, Jesús encuentra a Leví en su lugar de trabajo “sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos”. Era el lugar donde se recolectaba la tarifa de toda mercadería que transitara por el camino internacional entre Siria y Egipto. Solo una palabra del Maestro conmueve profundamente a Mateo “¡Sígueme!”• Esa palabra bastó para que el publicano tome una decisión tan inesperada como definitiva “dejándolo todo, se levantó y lo siguió”.
Lo que resulta maravilloso en cuanto a Leví es que la rendición de todo, lo convirtió en “el hombre más feliz del mundo”. ¡Estaba tan lleno de un profundo deleite interior que inmediatamente ordenó una fiesta en honor a Aquel a quien consideraba su Benefactor! La fiesta se realizó en la propia casa de Leví. Mateo no solo invita a sus colegas publicanos, sino que hace partícipes a otras personas “de baja estima social” para el status quo religioso de la época.
Los fariseos y los escriban que en algún momento de la cena, se acercaron a “espiar” lo que estaba pasando, deciden murmurar entre ellos sobre este “escándalo” y avanzar en sus críticas primero contra los discípulos de Jesús. “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?”.
Los fariseos llamaban pecadores a los que no interpretaban la Ley como ellos o ejercían profesiones poco honrosas. Para los fariseos, comer con los pecadores constituía un gesto de amistad y de aceptación inaceptable.
La crítica de los escribas había sido debidamente notada por Jesús. Él mismo, por medio de lo que podría ser un proverbio de uso corriente en su tiempo, les lanza una respuesta terminante. “¡No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos!”. Jesús no hace apología del pecado, sino que con una claridad cartesiana los confronta con la actitud que debe tener todo hijo de Dios, conocedor de su Ley, hacia aquellos que necesitan conocer Su misericordia y su amor.
Como si lo anterior no bastara, realiza una declaración misionológica de su propia vida que desde luego debe transmitirse a todo aquel que se dice discípulo de Cristo y miembro su cuerpo, la Iglesia. “Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan”.
El pasaje hace claro que la invitación a la salvación plena se extiende no a los “justos”, esto es, no a los que se tienen a sí mismos por dignos, sino más bien a los que se saben indignos y están en necesidad desesperada.
Como lo relata Lucas, Jesús añade que el llamamiento que vino a extender a los pecadores era a la conversión. No se necesita solamente arrepentimiento o tristeza por el pecado, sino nada menos que un cambio de mente y corazón.
• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué significado tiene que Jesús tome la iniciativa de hablar a un publicano e invitarlo a ser su discípulo?
 ¿Qué tuvo que dejar Leví para seguir al Maestro?
 ¿Cómo se interpreta la acción que se refleja de Leví en levantarse y seguir a Jesús?
 ¿Por qué Leví ofrece un banquete en su casa?
 ¿A quienes invita al banquete y por qué?
 ¿Cómo definiría la actitud de los fariseos y escribas frente al banquete?
 ¿A quienes Jesús identifica como sanos y a quienes como enfermos?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:
 ¿Debo necesariamente esperar estar en un lugar “religioso” para recibir un llamado especial de Cristo?
 ¿Estoy dispuesto a tomar una actitud de respuesta similar a la de Leví?
 ¿De qué manera demostraré mi alegría por mi pertenencia como discípulo de Cristo?
 ¿Con quienes compartiría esa alegría?
 ¿A quienes buscaré para ser alcanzados por el médico Jesús?
 ¿Mi fe se puede hacer visible en mi vida cotidiana (conversión)?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame en tu gran misericordia a responder con humildad y decisión a tu llamado. Enséñame a reconocerme como el salmista pobre y miserable para recibirte como lo que eres, bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan.
Señor, dame la posibilidad de compartir tu evangelio de sanidad y paz con todos aquellos que te necesitan y que muchas veces son despreciados por la sociedad.
Señor, que yo sea un instrumento en manos del Espíritu Santo para llamar a los pecadores a que se conviertan a ti. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me detengo unos minutos en silencio a contemplar la escena del banquete de Leví a Jesús junto a sus discípulos, publicanos y pecadores. Anhelo de todo corazón formar parte de ese selecto grupo receptores de la sanidad y salvación que Cristo vino a realizar.
Con la alegría de Leví, medito en la grandeza de la misericordia de Jesús que se fijó en mí, a pesar de mis miserias para convertirme en su discípulo.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera voy a demostrar visiblemente mi alegría por la piedad de Cristo hacia mi, pecador?
 ¿Con quienes voy a compartir hoy el evangelio de la paz y la reconciliación?
 ¿Estoy dispuesto a involucrarme en mi parroquia en misionar al estilo de Jesús?

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11 de marzo de 2011 - LECTIO DIVINA PARA CADA DIA – Viernes después de Ceniza

Texto: San Mateo 9.14-15

X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-15
Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan y le dijeron: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?»
Jesús les respondió: «¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.»
Palabra del Señor

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Los discípulos de Juan que se acercan a Jesús son los de Juan el Bautista, que formaban un movimiento religioso que lo sobrevivió y se mantuvo activo aun mucho después del tiempo de Jesús (Hechos 19.1-16).
Si la palabra con la que comienza el texto “entonces”, implica una continuidad cronológica inmediata con el texto anterior, deberíamos entender que el diálogo se da en estrecha conexión temporal en que Jesús, sus discípulos y muchos publicanos están celebrando un banquete en la casa de Mateo (9.10-13). Esto le daría al pasaje considerado un especial dramatismo. De todas maneras, aunque la conexión cronológica no fuera tal, sí existe una evidente conexión lógica entre los dos textos bíblicos.
La pregunta de Jesús ante el cuestionamiento recibido “¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos?, es retórica y solamente acepta una respuesta: No. Aquí Jesús compara su bendita presencia en la tierra con una fiesta de boda en donde él es el novio y sus discípulos son los amigos nupciales. Una y otra vez las Escrituras hacen esta comparación matrimonial entre la relación de Dios con su pueblo o de Cristo y su iglesia. (Is.50.1; Is.62.5; Jer.2.32; Os.2; Mt.25.1; Jn 3.29; 2 Co.11.2; Ef. 5.32 y Ap.19.7).
El versículo 15 habla de los amigos del novio presentes en la cámara nupcial. Permanecían a su lado. Habían sido invitados a la boda, estaban a cargo de los arreglos y se esperaba que hicieran todo lo posible para promover el éxito de las celebraciones. Entre los judíos la celebración de una boda era una ocasión de festejos muy especiales. Durante una semana entera después de la ceremonia, la casa de los recién casados quedaba abierta para sus amigos y parientes, que participaban con ellos de ininterrumpidas festividades. Sus amigos más íntimos no se separaban de ellos y participaban en el gozo y la celebración.
Resulta absurdo suponer que en estas circunstancias los amigos del novio asuman actitudes de luto. Sin embargo, Jesús añade “Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.”
La observación ritual de ellos es asimilada a la de los fariseos. El ayuno como una norma obligatoria que está apegada a un pasado que no toma en cuenta que algo nuevo está sucediendo en ese momento. ¡El Mesías está presente con ellos! No es tiempo de tristeza, sino de alegría. Cuando llegue ese momento, la muerte de Jesús, sí será un día de luto y entonces ayunarán. Sin embargo, por medio de la resurrección, la tristeza iba a ser reemplazada por el gozo.
La nueva comunidad cristiana no se construye sobre la rígida disciplina ascética, sino sobre la libertad en la práctica de éstas, dándole un nuevo y más profundo sentido. Es la encarnación del severo clamor profético de Isaías 58, 1-9 en relación al verdadero ayuno que agrada a Dios y que encabeza las lecturas bíblicas de hoy.
El texto citado continúa con la parábola de “lo viejo y lo nuevo” con la que Jesús concluye su respuesta al cuestionamiento recibido (16-17). Allí se destaca el comienzo de una nueva era a partir la llegada de Cristo. Algunos ven en ella una ruptura entre la religiosidad pasada y la futura. Sin embargo, una buena parte de los biblistas, sin dejar de reconocer la necesidad de aceptar que una nueva era comienza, sostienen que más bien lo viejo y lo nuevo son compatibles con la condición que haya “flexibilidad” en su adaptación. Esta interpretación tiene sentido por cuanto respecta a la comparación del vestido, y se podría apoyar en el añadido de Mateo “y así ambos se conservan”

• Preguntas para la lectura:

 ¿Quiénes se le acercaron a Jesús para hacerle la observación sobre el ayuno?
 ¿Era el ayuno un medio o un fin en sí mismo en la relación con Dios?
 ¿Con quienes compara Jesús a sus discípulos en ese momento?
 ¿En qué consistían las tareas de los amigos de los novios en esa época?
 ¿Qué relación tiene esa actividad con su contacto diario con Jesús?
 ¿Qué circunstancia determina para Jesús que sus discípulos no debían estar tristes en ese momento?
 ¿Cuándo esa tristeza será reemplazada?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

 Preguntas para la meditación:

 ¿Me aferro a la práctica de algún ritual religioso no sacramental como fin en sí mismo?
 ¿Utilizo esa práctica para juzgar a otros que no la practican de la manera que yo lo hago?
 ¿Al hacerlo, he perdido el gozo y su profundo significado espiritual?
 ¿Tengo plena conciencia de la presencia actual de Cristo en mi vida?
 ¿Esa presencia como Esposo de la iglesia, me produce alegría?
 ¿Las características del verdadero ayuno del texto de Isaías constituyen un modo de vida piadosa práctica en mi vida?
 ¿Prefiero una piedad ritual individualista a una concreta que muestre el amor de Cristo en la vida de otras personas?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Oro en consonancia con el Salmo del día: Señor, que tenga yo un corazón contrito y humillado en tu divina presencia para ser recibido por vos. Perdona mis faltas de verdadera religiosidad y piedad cristiana. Ten piedad de mí cuando me aferro a prácticas vacías que no tienen en cuenta el gozo de tu presencia.

Señor, que mi vida cristiana se manifieste en la práctica de la justicia a los pobres, los oprimidos, los despreciados y los que necesitan palpar el amor de Cristo a través de mi vida. Que los ritos no me quiten el reto de servirte con alegría. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Miro al Señor con una actitud nueva de alegría por su presencia constante en mi vida. Me alegro que por la gracia de Jesús, forme parte de su iglesia que es su esposa amada.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la acción:
 ¿Cómo me voy a proponer hoy vivir con gozo la presencia de Cristo en mí?
 ¿Qué práctica de piedad concreta voy a realizar?
 ¿Cómo voy a cuidar mi corazón para que permanezca contrito y humillado delante de Dios?
 ¿Qué acciones religiosas practicaré hoy y cómo me voy a proponer no realizarlas como un fin en sí mismas y en juicio hacia quienes no las practican como yo?

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10 de marzo de 2011 - JUEVES DESPUES DE CENIZA - LECTIO DIVINA

Texto: San Lucas 9.22-25

XLectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 22-25
Jesús dijo a sus discípulos:
«El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.»
Después dijo a todos: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida?»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El verso 22 del texto del Evangelio de hoy, es conocido como el primer anuncio de la Pasión de Jesús. El mismo se encuentra inmediatamente después de la profesión de fe de Pedro: “Tu eres el Mesías de Dios” (v.21). El Señor declara en forma íntima y reservada a sus discípulos que es realmente el Mesías esperado, pero también que es el Siervo Sufriente (Isaías 53). Esta aclaración era necesaria, para alejar las expectativas de un mesiazgo en un sentido terrenal y político, que tuviera como referencia la alimentación de la multitud. (vs. 10-17). La vos pasiva de los sucesos de la pasión lo sitúan a Jesús en una posición de suma obediencia a la voluntad de Dios. En lo que se refiere a su resurrección, esta vos pasiva acentúa la idea de que es el Padre quien resucitará a Jesús y no él a sí mismo.
Luego de esta impactante declaración misionológica, y tomando como sustento ejemplar la grandeza de la misma, el Señor vuelve la mirada “a todos” y les da a conocer las condiciones de seguirlo. (v.23-25). La audiencia de esta proclamación, no solo excede a los doce, y a los discípulos, sino es probable que incluya a la multitud del milagro de los panes, porque en el relato de Lucas estos aún no han sido despedidos. De esta manera, sus palabras enfatizan un claro continente universal que alcanza a todos los que deseen ser seguidores de Cristo.
La idea de la renuncia aparece en Lucas solo aquí (v23); la de llevar su propia cruz reaparecerá en Lc.14.27. La renuncia puede llevar a sus seguidores a representarse a sí mismos como condenados a los ojos del mundo, como personas que están íntegramente comprometidas en su seguimiento a Cristo. En los versículos 24 y 25, la disposición a la renuncia cobra tal magnitud que está íntimamente ligada a la conversión y a la salvación.
Una persona que renuncia a sí misma, no está anulando su identidad ni su vida, sino que niega su confianza en lo que él mismo es por su naturaleza pecadora y acepta su dependencia a la salvación que viene de Dios. El cargar la cruz se presenta como figura de aceptación a las persecuciones y sufrimientos que pueden sobrevenir por su seguimiento a Jesús. Asimismo, ese acto es resaltado como voluntario y como una decisión cotidiana (“cada día”). Finalmente el gozo del seguimiento (“y me siga”), significa caminar tras sus pasos confiando en él con la gratitud de la salvación recibida.
Los vs. 24 y 25 nos recuerdan “la parábola del rico insensato” (Lc. 12.16.21). Amontonó bienes materiales, pensando todo el tiempo en sí mismo. Se imagina que las posesiones materiales, o bien el placer, el prestigio, la fama, pueden darle la paz y satisfacción interiores que está buscando. Pero esta estrechez de su horizonte hace que su alma sea más y más pequeña. La pierde; es decir, pierde cualquier remanente de vida más elevada y noble que pudiera haberle quedado al principio.
Tal como el relato de la lectura del Antiguo Testamento de hoy, Dios vuelve a decir: “yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes, con tal que ames al Señor, tu Dios, escuches su vos y le seas fiel”
“¿Qué aprovecha al hombre ganar el mundo entero, si él mismo se destruye o se pierde a sí mismo? Los tesoros no aprovechan a los impíos, pues la apariencia de este mundo muere y los placeres pasan como una sombra. Las riquezas vuelan lejos de sus señores; en cambio la justica librará de la muerte”. Cirilo de Alejandría. (Comentario del Ev.de Lucas).

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuál es la importancia de que el anuncio de la Pasión, Jesús lo haga luego de la profesión de fe de Pedro?
 ¿Quiénes rechazaran su mesiazgo?
 ¿Cuál es la audiencia de las condiciones para seguir a Jesús?
 ¿Qué significa “venir tras de” Jesús?
 ¿Qué implicancias tiene “renunciar a uno mismo”?
 ¿Cuáles son los alcances de “llevar su cruz cada día”?
 ¿Por quién vale la pena “perder la vida” y por ganar qué no?


2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué significado tiene hoy para mí que Jesús mismo haya anunciado su Pasión?
 ¿Qué me enseña Jesús en su obediencia sacrificial a la palabra del Dios?
 ¿Soy siempre consiente de su rol de Siervo Sufriente hasta llegar a aceptar su condena de muerte por mi?
 ¿Qué sentimiento me produce el recordar su resurrección al tercer día?
 ¿Qué cosas debo renunciar en mi vida que me obstaculizan ser un auténtico discípulo de Cristo?
 ¿Qué significa para mí hoy cargar mi cruz?
 ¿A qué cosas del mundo estoy tan aferrado que me hacen perder profundidad en mi vida espiritual con Dios?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, gracias por tu obediencia sufriente que aceptó con humildad la muerte a nuestro favor.
Gracias por el poder que te resucitó de los muertos al tercer día y que es manantial de vida nueva para nuestras vidas.
Con tu misericordia, ayúdame a ser verdaderamente tu seguidor, aceptando voluntariamente y con gozo cada día mi cruz.
Muéstrame con el auxilio de tu Espíritu Santo cuáles son las cosas que me tienen aferrado a este mundo y me impiden sentir la plenitud de la comunión plena de ser tú seguidor. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Releo el texto varias veces hasta comprender plenamente la profundidad del sacrificio obediente de Cristo.

Me ubico imaginariamente dentro de los oidores de la condiciones de un buen seguidor y medito haciendo un espacio de silencios en las palabras: “Venir detrás de mi”, “renuncie a sí mismo”, “cargue con su cruz cada día” y “me siga”.


5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿A qué cosas que me estorban en mí caminar cerca de Cristo voy a renunciar hoy?
 ¿Cómo voy a reaccionar ante algún agravio que reciba por identificarme en mi forma de vida como cristiano?
 ¿Con quienes voy a compartir lo que el Señor me mostró en la lectio divina de hoy?



MENSAJE DEL CARDENAL CON MOTIVO DEL INICIO DEL TIEMPO DE CUARESMA

Gesto solidario de Cuaresma 2011

Buenos Aires 9 de marzo de 2011

El ayuno que Dios quiere

Los criterios inmediatistas y eficientistas poco a poco han invadido nuestra cultura. El máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo, la inmolación del esfuerzo, del tiempo, de valores profundos y hasta de afectos vitales en vistas a un objetivo de corta duración que se presenta como plenificante en lo social o económico. De esta filosofía de vida, casi aceptada universalmente, no está exenta la vida de fe de los cristianos. Si bien la fe del discípulo se afianza y crece en el encuentro con Jesús vivo, que llega a todos los rincones de la vida y se nutre en la experiencia de ponerse de cara al evangelio para vivirlo como buena noticia que ilumina el andar cotidiano, podemos correr el riesgo de mirarlo de “reojo” y quedarnos sólo con una parte.
Hace algunos domingos, después de pronunciar el Sermón del monte, Jesús nos dijo “para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos”. Frente a esta palabra tan determinante podemos conformarnos con hacer algunas buenas obras y darnos por satisfechos. La propuesta del Señor es más ambiciosa. Nos propone un obrar “desde la bondad” que tiene su raíz en la fuerza del Espíritu que se derrama dinámicamente como don de amor para todo nuestro vivir. No se trata solamente de hacer obras buenas, se trata de obrar con bondad. Estamos en la puerta de la cuaresma y la tentación que podemos tener es la de reducirla a ciertas buenas prácticas que finalizan en la pascua, desperdiciando el caudal de gracia que puede significar este tiempo de conversión para toda nuestra vida.
Nuestro ayuno cuaresmal puede ser rutinario y llegar a ser un gesto maniqueo más que profético consistente en «cerrar la boca», porque la materia y los alimentos son impuros: cuando el ayuno que Dios quiere es partir el propio pan con el hambriento; privarnos no sólo de lo superfluo, sino aún de lo necesario para ayudar al los que tienen menos; dar trabajo al que no lo tiene curar a los que están enfermos en su cuerpo o en su espíritu; hacernos cargo de los que sufren el azote de la droga o ayudar a prevenir la caída de tantos; el denunciar toda injusticia; el trabajar para que tantos, especialmente chicos en la calle, dejen de ser el paisaje habitual; el dar amor al que está solo y no sólo al que se nos acerca.
No creamos que es el comer o el ayunar lo que importa. Lo que hace verdadero el ayuno es el espíritu con que se come o se ayuna. Si pasar hambre fuera una bendición, serían benditos todos los hambrientos de la tierra y no tendríamos porque preocuparnos. «Ningún acto de virtud puede ser grande si de él no se sigue también provecho para los otros... Así pues, por más que te pases el día en ayunas, por más que duermas sobre el duro suelo, y comas ceniza, y suspires continuamente, si no haces bien a otros, no haces nada grande».San Juan Crisóstomo
Jesús ayunó según la tradición de su pueblo pero también compartió la mesa de ricos y pobres, de los justos y pecadores. (Mt. ll,l9).
Ayunemos desde la solidaridad concreta como manifestación visible de la caridad de Cristo en nuestra vida. Así tiene sentido nuestro ayuno como gesto profético y acción eficaz. Así cobra sentido nuestro ayunar para que otros no ayunen. Ayunar es amar.
Necesitamos vivir la profundidad de no darle tanta importancia a la comida de la que nos privamos sino a la comida que posibilitamos a un hambriento con nuestras privaciones. Que nuestro ayuno voluntario sea el que impida tantos ayunos obligados de los pobres. Ayunar para que nadie tenga que ayunar a la fuerza.
Iniciando la cuaresma, benditos sean estos cuarenta días si nos entrenan el corazón en la actitud permanente de partir y repartir nuestro pan y nuestra vida con los más necesitados. Nuestro ayuno no puede ser dádiva ocasional sino una invitación a crecer en la libertad por la cual experimentamos que no es más feliz el que más tiene, sino el que más comparte porque ha entrado en la dinámica del amor gratuito de Dios.
Estamos en un tiempo marcado por la misión, no como gesto extraordinario sino como un modo de ser Iglesia en Buenos Aires. Cada gesto pastoral deseamos que no se agote en sí mismo sino que marque una brecha, genere una actitud que permanezca. En esta línea, queremos que el gesto solidario de cuaresma que realizamos desde hace ya varios años, nos permita rubricar el anuncio de la buena noticia, de que por el bautismo somos una familia que siente y vive como propias las angustias y dolores de todos, y todos los días del año.
Quiero agradecerles todo lo que se ha podido realizar a través de los gestos solidarios de los años anteriores y los animo a que la caridad viva sea el signo que acredite nuestras palabras de anuncio del Reino.
Que Dios los bendiga y le regale una Santa Cuaresma vivida den el amor de Dios por su pueblo.
Cardenal Jorge Mario Bergoglio S.J.



9 de marzo de 2011 - MIERCOLES DE CENIZA

LECTIO DIVINA

Texto: San Mateo 6.1-6; 16-18

X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6. 16-18
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El texto bíblico se encuentra dentro del Sermón de la Montaña. Este verdadero “Compendio de vida cristiana” ocupa en el Evangelio de San Mateo los capítulos 5 hasta el 7.
Es el mismo Jesús quien sube a la montaña y al ver a la multitud, tomó la palabra y comenzó a enseñar a su discípulos (5.1-2). A modo del nuevo Moisés, que presentó la Ley de Dios en el monte Sinaí, el Mesías Jesús da a conocer la profundidad y significado de las normas de vida nueva para todos los que en el futuro serán sus seguidores.
San Mateo epiloga las palabras de Jesús resaltando que la multitud estaba asombrada, porque él enseñaba como quien tiene autoridad. (7.28-29). Esta autoridad estaba dada por una unidad entre su discurso y su forma de vida. Esta unidad vital es esencial para el cristiano de todos lo tiempos. Jesús mismo la resalta cuando finalizando su Sermón en la “parábola de los edificadores”, expone las consecuencias de quien practica sus palabras, y de quien no lo hace. (7.24-27).
Los temas tratados están relacionados con las tres principales prácticas de piedad judía de entonces: la ayuda a los necesitados, la oración y el ayuno.
En los tres casos, Jesús contrasta claramente la práctica de estas virtudes para ser vistos por los demás, y hacerlas en secreto para ser vistas por el Padre. Introduce su presentación a modo de advertencia “Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos…” (6.1).
La búsqueda de la recompensa a raíz de estas prácticas es el hilo conductor del discurso de Jesús. Es impactante que el Señor no duda en calificar a esa búsqueda de piedad pública como una actitud “hipócrita“y por otro lado explica que para la práctica privada se requiere una actitud activa (ocultarse, retirarse, acicalarse).
Mientras que el hacerlo para ser visto por otros recibe como única recompensa esa mirada humana, el hacerlo en secreto obtiene la recompensa máxima que un cristiano puede aspirar, la de Dios mismo.
La sentencia “tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” se repite en 6.4; 6.6 y 6.18 al final de cada virtud piadosa mencionada.
“En toda manifestación de la vida humana es hipócrita cualquiera que pretenda parecer lo que no es. En efecto, él finge que es justo y no lo practica, porque pone todo el fruto en las alabanzas de los hombres, que pueden también obtener los simuladores mientras engañan a aquellos a quienes parecen buenos y son alabados por ellos; pero tales hombres no reciben de Dios, que escudriña los corazones, otra recompensa que la debida a la superchería de sus súplicas”. Agustín, Sermón del Señor en la Montaña.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Qué importancia tiene el Sermón de la Montaña en los Evangelios?
ü ¿Cuáles son las tres virtudes piadosas desarrolladas en el texto?
ü ¿De qué manera se practicaban hipócritamente la limosna, la oración y el ayuno en los tiempos de Jesús?
ü ¿Cómo debían realizarse éstas para recibir la recompensa de Dios de acuerdo a las enseñanzas del Señor?
ü ¿En que consistía la recompensa de quienes las practicaban para ser vistos por otros?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cuáles son los actos de piedad o misericordia que practico hoy en mi vida cristiana?
ü ¿Busco en algún momento hacerme ver cuando los hago?
ü ¿Tengo sentimientos de vanagloria cuando los realizo?
ü ¿Qué recompensa me motiva realmente a llevarlos a cabo?
ü ¿He reflexionado acerca de la importancia de realizarlos en secreto?
ü Cuándo rezo en un lugar público, aún en la iglesia. ¿Estoy pendiente de la opinión de quienes me ven?
ü ¿Busco con ansias la soledad para rezar?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Oremos con los salmos 50 y 94 de las lecturas de este día:
“Señor, crea en mí un corazón puro. Ayúdame a que mi corazón no se endurezca y escuche tu voz”

Oremos el Padrenuestro, cuyo texto está entre los leídos del Evangelio. (Mateo 6.9-13)
“Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
que venga tu Reino,
que se haga tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofendas,
como nosotros perdonamos
a los que nos han ofendido.
No nos dejes caer en la tentación,
sino líbranos del mal”.

Señor, ayúdame a que mis actos de piedad y misericordia nazcan de un corazón conforme al de un buen discípulo tuyo. Que no busquen hipócritamente el aplauso humano, sino que quieran en secreto recibir la recompensa hermosa que viene del Padre. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de sentarme imaginariamente en el monte cuando Jesús da estas enseñanzas.

Vuelvo a leer el texto bíblico en voz alta cómo si escuchara la palabra del Maestro.

Hago una pausa de silencio luego de escuchar cada una de las tres virtudes piadosas.

Me gozo en mi corazón esperando la incomparable recompensa del Padre y su significado para mi caminar cristiano.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:
 ¿Qué acto de misericordia o piedad voy a realizar hoy?
 ¿Cómo voy a prepararme para asegurarme que nadie me esté viendo?
 ¿Estoy dispuesto a hacer el compromiso conmigo mismo de no comentárselo a nadie?
 ¿Qué momento del día voy a dedicar a rezar?
 ¿Qué lugar privado voy a buscar para rezar?
 ¿Voy a reflexionar durante todo este día la importancia de la recompensa que sólo viene de Dios y cómo recibirla?

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